EL GALEÓN SAN JOSÉ, PORTABA 70 CAÑONES, CON UNA ESLORA DE 38,90 METROS. Foto de El Correo. |
*La costa vasca era la Nasa en los siglos XVI y XVII, los sonidos huecos del metal esculpiendo la madera llenaron el robledal donde los carpinteros tallaban otras ramas para las distintas partes del barco, las raíces se apartaban para hacer con ellas clavijas y la madera desechada se recogía para alimentar los fuegos de las ferrerías de la zona donde se fabricaban clavos y pernos para los navíos.
Los vascos miraban al mar, corrían los últimos años del siglo XVII y los puertos de Bizkaia y Gipuzkoa eran un hervidero de actividades, trabajaban a destajo siete días a la semana, hasta le traían al cura para cantar misa y no interrumpir el trabajo. Carpinteros, hacheros, cordeleros, veleros, herreros, toneleros y calafateadores, esta gente en su oficio eran de los mejores del mundo.
Ahora los vascos no somos conscientes de la importancia que tuvo el mar para nosotros.
El País Vasco contaba con frondosos bosques comunales y los robles proporcionaban abundante madera, muy superior a la de los pinos.
Había que esperar sesenta años para obtener un roble del que se pudieran extraer las cuadernas y otros elementos esenciales del barco.
La madera crecía en las orillas de los ríos y era fácil transportar, cómodo y barato, abundaba el mineral de hierro de óptima calidad en Somorrostro, para construir anclas, cadenas, clavos y todo tipo de herramientas.
Existía la destreza de los operarios, los llamados carpinteros de ribera para construir una nao.*
ASTILLERO DE RIPA |
En un periódico de Madrid llamado El Reino, de la calle Preciados 57 y de fecha 19 de septiembre de 1864, Antonio Trueba escribe un artículo titulado "Canto de Lamia" y dice lo siguiente:
Corría el primer tercio del siglo XVII, entonces las laderas de los montes que se alzaban a una y otra orilla de nuestro valle estaban cubiertas de espesas y frondosas arboledas que fueron desapareciendo durante la guerra civil y sobre todo después de la guerra, con motivo del incremento que tomó la construcción naval en nuestros astillero de Zorroza, Deusto, La Salve y Ripa, estos eran los principales astilleros en aquellos años.
Cuando yo era niño se extendían hermosos bosques de robles y castaños a las faldas meridionales de Archanda y Bérriz que hoy están casi desnudas y al fondo del valle, se han remplazado los árboles por hermosas quintas, caseríos, huertas, jardines y algunos establecimientos fabriles.
En la falda meridional del monte Bérriz, en un bosque de frondosos castaños, había en el primer tercio del siglo XVII una casa rodeada de unas cuantas fanegas de tierra de labrantía, aquél caserío y la felicidad de sus moradores inspiró sin duda al pueblo un canto que oí de chaval por primera vez en aquellas laderas y mal traducida al castellano dice así:
Una heredad en un bosque
y una casa en la heredad
y en la casa pan y amor.
¡Jesús que felicidad!.
En mayo de 1598 se llevan 24 piezas de madera para entregar en el astillero de Zorroza para fabricar galeones para su Majestad.
Un año antes en julio de 1597, para los galeones se construyen en los Astilleros de Zorroza cincuenta piezas, que podían ser de cañón porque no se especifica.
En el siglo XVII que va del 1 de enero de 1601 al 31 d diciembre de 1700, en el Arsenal Real de Zorroza se construyen una serie de galeones para la Armada Española. Son encargos para las más relevantes figuras vizcaínas de la marina, como los almirantes Bertendona, Arteaga, Valdecilla, Urrutia, Butrón y Múgica o Francisco Díaz de la Pimienta.
A FINALES DEL SIGLO XVIII, ZORROZA. |
Hasta el año 1615 fue una factoría regentada por particulares, para años después pasar a manos del estado. Juan Amasa comisionado del rey, para la construcción de barcos, ordena que no se corten árboles en Vizcaya sin permiso de sus dueños y se les abone a su justo precio en el año 1625. Este individuo también ocupo la superintendencia de los Astilleros de Deusto.
Allí hicieron sus pedidos Agustín Ojeda, Martín Aróstegui, luego había otros astilleros, los de San Pedro de Deusto y Oguena y Unzueta, que no sabemos si son los mismos de Deusto. En estos astilleros se construyeron galeones, pataches y bajeles.
En Deusto en el año 1637 se construyeron cuatro bajeles para la escuadre del Reino de Galicia.
Los barcos de madera, movidos a vela eran, pataches, urcas, galeones, quechemarines, bergantines y goletas o fragatas.
Barcos para hacer el comercio, que pertrechados y armados sirvieron para el combate o el corso marino.
También Bermeo en 1631 tenía el astillero de gradas en el puerto mayor o arza y en la ribera de Artigas otro.
La corona española en el siglo XVIII, el almirante Mazarredo creó
los departamentos marítimos de El Ferrol, Cádiz y Cartagena, con sus correspondientes arsenales para la fabricación y equipamiento de las escuadras y armadas nacionales y también el arsenal que se creó en Zorroza.
Cien años después las gradas de Zorroza, se utilizaron para construir navíos postales o de avisos de enlace entre España e Hispano-América.
Un oficio del que hay poca información y que se desarrollo en la ría, el trabajo de guardarrias y capataz de Olaveaga, también se encargaban del cuidado y almacenaje de la pólvora, en Las Arenas algunos de ellos además del cuidado de la ría, se encargaban de su canal y el desembarazo de las lengüetas y el reconocimiento de las gabarras y barcos.
En el año 1760 Juan Tomás Orno tenía la encomienda de la vigilancia del Santo Desierto de San José de la Isla y Manuel Tellaeche, guardarria en Olaveaga jurisdicción de Deusto.
En el año 1768 Manuel Viar Bustinza, en un escrito al Consulado de Bilbao explica los daños que causa el río Gobelas de Getxo, en la barra de Portugalete.
A estos oficios, se les empieza a citar a partir del 1700 y 1800 y hasta principios del siglo XX. El oficio dependía del Consulado de Bilbao y tenían la obligación de comunicar cualquier incidencia a lo largo de toda la ría, hasta su desembocadura en el mar.
A principios del siglo XX en plena industrialización, vigilan los vertidos a la ría de los lavaderos de mineral del señor Gandarias y otros mineros que iban directos a la ría, los ácidos arrojados por la Basconia.
GABRIEL ARISTIZABAL ESPINOSA:
El teniente General Gabriel Aristizabal Espinosa, era un marino de origen vasco. Nacido en Madrid el 25 de marzo de 1743 que falleció el 5 de junio de 1805, en la isla de León a los 62 años con casi cuarenta y cinco años de servicio.
Era hijo de Nicolás Aristizabal Olloqui, nacido en Hernani, el 11 de noviembre de 1693, fue un alto empleado de la administración del estado, era caballero de la Orden de Santiago, ocupó el cargo de secretario del Real Consejo de Hacienda, su madre se llamaba Rosa Espinosa.
Fue educado por su padre para la carrera de las armas ya era guardia-marina con 17años ingresó el 18 de octubre de 1760, estudió en la Real Academia de Cádiz.
Destacó en las ciencias y hablaba varios idiomas, latín, italiano, inglés y francés.
Durante cinco años navegó en el Septentrión, el Triunfante y Buen Consejo, cruzó los mares de casi todo el mundo, conocedor del mar de Filipinas, luchó contra los ingleses.
Ya era alférez de fragata el 17 de septiembre de 1767, sufrió una larga ausencia familiar y variadas penalidades.
Dos años después salió en una fragata hacia Manila y fue ascendido a teniente de fragata el 18 de diciembre de 1769.
Comandante del Arsenal y Ribera del Puerto de Cavite, con 26 años, comandante general de la marina.
Hizo por primera vez el viaje América por el cabo Bojador y regresó al de cinco meses con dos millones de pesos fuertes y algunas tropas, luchó contra los piratas.
Ascendido a capitán de fragata el 17 de febrero de 1776, fue comandante del convoy en la primera expedición a Pensacola (Florida).
El 23 de mayo de 1778 ya era capitán de navío y en 1782 Brigadier de la Armada. El 1 de marzo de 1791 teniente general y mandó una escuadra destinada a la América septentrional.
Llevó los restos de Cristóbal Colón de la Isla de Santo Domingo a un lugar más seguro, a la Habana el año 1795 y en la actualidad reposan en la catedral de Sevilla.
*LOS CASTAÑOS
El almirante Juan Castaños Gorostiza, vivió en el siglo XVII bajo el reinado de Felipe IV (1605-1665) y luego le sucedió Carlos II que murió en 1700.
Juan Castaños Basagoiti natural de Galdames, fue el primogénito de esta familia y toman el apellido de la citada casa. Se casó con María Pérez Gorostiza o Sáez de Gorostiza.
Su hijo Juan Castaños Gorostiza nacido en Baracaldo y casado con María Sanz Beysagasti y Hernández de Gorostiza. Fue fiel y regidor de Baracaldo dos veces y el el primer Juan Castaños Basagoiti al casarse con María Pérez Gorostiza pasó a vivir en el caserío de los Gorostiza junto al río Castaños.
Los Beysagasti del mismo solar, venían de Ezkioga (Gipuzkoa) Juan Beysagasti vino a Baracaldo para casarse con María Hernández de Gorostiza.
Era una familia humilde, con no muchos recursos pero con una cierta reputación en el ámbito local.
Juan tuvo otro hermano Francisco nacido el año 1595 y fallecido en 1662.
El tercero en la línea de sucesión Juan Castaños Gorostiza, nacido en Baracaldo, fue bautizado el 20 de marzo de 1604 en San Vicente del Valle (Baracaldo) y fallecido el año 1679. Salió del valle en el año 1619 para ser soldado con quince años.
Era el primogénito de siete hermanos, el resto eran mujeres y todos nacidos en la casa solar de los Gorostiza. Trastocó las reglas familiares y sociales, porque emprendió la carrera militar abandonando la casa solar.
Sirvió en las escuadras de Felipe IV, llegó al grado y dignidad de almirante. Se puso al servicio del rey a los diez y ocho años en la armada. Juan marchó a la marina con un paisano algo mayor que él de 24 años llamado Juan Urcullu.
Entre 1622 a 1635 pasó de grumete a marinero, guardián, contramaestre, capitán de infantería, capitán reformado, en la Armada de la Guardia de la Carrera de Indias y en la Armada de la Carrera de Indias. Para ser capitán entonces era imprescindible saber escribir.
En el año 1636 ya era capitán de mar y guerra, de 1637 al 38 gobernador, de 1639 a 1640 capitán de mar y guerra de la Escuadra de San José, al año siguiente almirante, en 1642 capitán de maestranza, pasó por los galeones de tierra firme, almirante de la flota Nueva España, Armada del Mar Océano, pasó por todos esos cargos hasta el año 1674 se jubiló con el grado de almirante.
Sirvió en la Armada de la Guardia de la Carrera de Indias y Armada del Mar Océano, Armada de Nápoles (Almirante), Armada del Mar Océano(Capitán), Escuadra de San José (Almirante), Armada del Mar Océano, Flota de Nueva España, Galeones de Tierra Firme, Armada del Mar Océano, Armada del Mar Océano (honorífico).
Es posible que se enrolara en la Escuadra de Vizcaya, bajo el mando de Martín de Vallecilla y Alonso de Mújica y Butrón.
Al ser investido en 1658 como almirante, navegó por última vez a las Indias, bajo el mando de su colega y amigo Juan Echeverri.
Cruzó el Atlántico en distintos barcos, diez y ocho veces, combatió en distintas ocasiones a los enemigos de su rey.
En la marina de guerra siempre hubo muchos marinos vascos, confiaban en ellos por su buen hacer, pericia y maestría en esas artes, por ejemplo en la galera de Juan Andrea Doria, en la batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Patras, cerca de la ciudad griega de Naupacto, entonces conocida como Lepanto.
La comandaba un guipuzcoano llamado Francisco Ibarra, el cabo Diego de Ibarra su hijo, el capitán Diego Ortiz Urizar, un tal Basozabal y Diego Arana. Los alféreces Martín Ruiz de Galarza y Juan Ruiz Ezquidi, todos ellos vascos.
El almirante Castaños por las heridas y trabajos padecidos, se retiró a Vizcaya en 1660, habían pasado cuarenta y un años desde su última estancia en el señorío.
En su ausencia su hermana Inés administró la hacienda de su hermano, reformaron la casa de los Gorostiza y su ascenso social fue muy rápido aproximándose a la élite dominante.
Se ocupó a su vuelta de algo de capital importancia, lograr un matrimonio ventajoso y garantizar su descendencia.
Se estableció en Bilbao ya era un hombre de una considerable fortuna. La hacienda del almirante consistía en dos casas castañales y tierras donde sembraban trigo y borona.
Se casó con María Taborga Arroyos Leguizamón el 29 de abril de 1660 en Begoña, María había nacida en Begoña y ella era décimo sexta patrona de Begoña, Zalla, Galdames y Montellano.
Se casó en primeras nupcias con Diego Ascaray y en segundas nupcias con Juan Castaños Gorostiza. Tuvieron dos hijos Juan José y María Josefa Castaños Taborga Leguizamón, casada con Juan Antonio Basurto Echavarría y del Barco, fue nombrado Caballero de Santiago a mediados de 1656, hubo muchos testigos para probar su nobleza e hidalguía, su padre ocupó el puesto de regidor y asistió por algún tiempo en una ferrería como fundidor y administrador de su hacienda, sembrando el trigo, maíz y atender sus frutales.
Señor de las Casas de Basurto y Echavarrría.
El almirante fue requerido por el rey en numerosas ocasiones, para supervisar construcciones navales, tanto en los Astilleros de Zorroza y en otros puntos del país. Con su saber reflotó un barco que quedó acostado en la barra de Portugalete, en aquellos años un punto muy peligroso.
María Taborga , tenía asignadas al mayorazgo, la casa de los Gorostizaga con todas sus pertenencias, de montes, la torre llamada de Burceña o Burseña con tierras de pan y viñas, sitas las dos en la anteiglesia de Baracaldo, con escudo de armas de la familia.
Los Leguizamón tenían casa-torre construida según se dice en 1320 en Somera (Bilbao) y en Bolueta en el puente.
Testó en el año 1684 y su marido testó en el año 1678 falleciendo al año siguiente en 1679.
En el año 1670 en la actual calle del Cristo de Bilbao, mandó edificar un Humilladero de Jesús Crucificado, que se demolió en el año 1914 pero en el callejero bilbaíno quedó ese nombre.
Nombró a su hija María Josefa de Castaños y Taborga y al frente de la casa de Begoña su patronazgo.
Juan José de Castaños Taborga y Leguizamón de Begoña quedó Caballero de Santiago, tenía la propiedad de una casa con sus pertenecidos, la casa Timbalet en Baracaldo.
Juan ingresó en la orden de Santiago el 25 de agosto de 1656, falleció en 1679 y fue sepultado en la tumba patronal de Begoña.
Un descendiente directo de esta familia fue Juan Felipe Castaños, que casó en primeras nupcias Ángela del Pulgar y en segundas con María Aragorri Olavide y de esta unión nació en 1758 Francisco Javier Castaños, el futuro General Castaños, Duque de Bailén.
En los distintos puntos de la ría de Bilbao, los maestros carpinteros:
Un oficial carpintero de la escuadra, llamado Juan Uriarte y Agustín Ojeda, está a cargo de la fábrica en el año 1598.
Martín Larraondo, maese de fabricar naos en el año 1606.
En el año 1633 los hermanos Juan y Francisco Axpe construían navíos.
En el año 1613 Martín Bertendona, construyo diez galeones, en los astilleros de Zorroza, Abando y Deusto.
Andrés Zubidea, era maestro constructor de navíos y perito en el año 1735.
En el año 1767, vivía en Ripa un maestro constructor de cordelería y jarcias para los navíos, llamado Gabriel Lautier.
Nicolás Asúa era constructor de navíos en el año 1790, murió en un accidente laboral.
En el año 1775 Antonio Real de Asúa, era un importante constructor de navíos,
En el año 1794 Juan Aldecoa, natural de Ereño era carpintero y constructor de navíos, con 27 años de experiencia en Guarnizo, el Ferrol y en la Carraca de Cádiz.
Miguel Aberasturi natural de Plencia, era constructor de navíos en 1833.
En el año 1838 Manuel Cortabitarte, en su tejavana del muelle de Ripa, allí guardaba sus herramientas y la fragua, era constructor de navíos, en la campa de Ripa.
EFEMÉRIDES NAVALES
En el año 1340 combate naval en Gibraltar, el rey de Marruecos Abul-Hassan al saber la muerte de su hijo Abomelic y la derrota de su ejército en los campos de Lebrija, juró vengarse por lo cual preparó una flota compuesta por 250 velas. En aguas de Algeciras y encontró a la escuadra del almirante castellano Alonso Jofre Tenorio, que solo contaba con 27 galeras y 6 naves mayores.
En el año 1340 combate naval en Gibraltar, el rey de Marruecos Abul-Hassan al saber la muerte de su hijo Abomelic y la derrota de su ejército en los campos de Lebrija, juró vengarse por lo cual preparó una flota compuesta por 250 velas. En aguas de Algeciras y encontró a la escuadra del almirante castellano Alonso Jofre Tenorio, que solo contaba con 27 galeras y 6 naves mayores.
Quiso por prudencia el almirante esquivar el combate, pero al tener noticias que creían que era por miedo o por traición, dio a su pequeña flota la orden de atacar a la escuadra enemiga.
Sucedió lo que era de esperar, que por más que luchó con verdadero heroísmo, ante la superioridad numérica el resultado fue desastroso.
Casi todas las galeras castellanas y auxiliares aragonesas fueron echadas a pique. La del almirante fue rodeada por un sin número de naves enemigas y se defendió hasta que todos perecieron en el combate incluso el almirante, que abrazado al estandarte de Castilla, cayó sobre la cubierta de su buque envuelto en sangre. El retrato del bizarro marino se halla en el Museo Naval.
En el año 1349 se envía una carta del rey Alfonso XI, ordenando que los de la armada se aprestaran a favorecer al rey de Francia contra Inglaterra, el mando lo ostentaba Egidio Bocanegra.
En el año 1483 la Reina Católica, preparaba los medios para estrechar el cerco a Granada, pasó por Bizkaia y envió al Mediterráneo una armada para cortar o evitar toda comunicación entre los moros granadinos y los de África, providencia que contribuyó eficazmente el feliz y glorioso éxito de la campaña, después de haber apresado e interceptado cuantos bajeles intentaron auxiliar o socorrer a los moros de la Península, distinguiéndose y alcanzando gran celebridad Iñigo Gernikazarra, natural de Gernika.
En el año 1488 ayudó Bizkaia con 18 naves para el apresto de la segunda armada contra Francia, según escribe el Padre Aleson, en los Anales de Navarra y con otras 31 naves para la recuperación de Otranto( ciudad al sur de Italia).
En el año 1495 Bizkaia contribuyó con doce buques, de alto bordo, que vencieron a la escuadra francesa y facilitaron la toma de Nápoles por Gonzalo de Córdoba, siendo los jefes que mandaron la escuadra de Bizkaia, Hernando Martínez de Hermenduria, natural de Bermeo, Juan Pérez de Olea natural de Lekeitio.
Bermeo se aprestó a una armada para las Indias, compuesta de una carraca de porte 1250 toneladas, cuatro naos de 150 a 450 toneladas y una carabela, de cuya armada fue general Iñigo de Artieta y capitanes Martín Pérez de Faganza, Juan Pérez de Loyola y Juan Martínez de Amesqueta.
El destino de esta armada se varió después, enviándola a la costa de Granada para transportar a África a Muley Boabdil, último rey de Granada, a finales del año 1490.
Iñigo de Artieta o Arteyta de origen lequeitiano, del siglo XV fue marino, militar, armador y comerciante. Era hijo de una famosa familia de mercaderes de la villa de Lekeitio.
Comercio entre los años 1477 a 1498 entre la Península Ibérica y las islas Baleares. También actuó en el corso con varios apresamientos de naves. Fue Iñigo Artieta el que llevó al rey Boabdil a África en el año 1492. Este marino tiene su calle en Lekeitio, aunque Basas por error, lo considera natural de Bermeo, el apellido Arteyta era muy común en Lekeitio en aquella época.
Vasco Nuñez, descubridor del mar del Sur el 25 de septiembre de 1513, eligió para que viniese a España a dar cuenta de su expedición
a Pedro de Arbolancha, natural de Bilbao, el cual había andado con él en todos los trabajos y estaba bien enterado.
Hay algunos historiadores que dicen que los Arbolancha estuvieron presentes en la batalla de las Navas de Tolosa, el 16 de julio de 1212.
Ya antes de la fundación de Bilbao los Arbolancha peleaban junto con los Leguizamón en las guerra que sostenían con la casa de Zamudio.
Se cuenta otro episodio de esta familia, en las "Bienandanzas e Fortunas" de un episodio: Martín Sánchez de Arbolancha, que siguió la profesión de marino fue preso con su buque por los genoveses en la costa de Portugal y arrojado al mar con sus trescientos hombres, pereciendo todos. Ocho años más tarde, su hijo Martín de Arbolancha encontró en las gradas de la parroquia de Santa María, en Sevilla, a Luqueitio Genovés, que mandaba a las tropas que arrojaron al mar a su padre y sus marinos, y lo mató de una puñalada.
Pedro Jiménez de Bertendona, asistió como procurador de la villa de Bilbao, al juramento de los Fueros que se prestaron en Santa Eufemia de Bermeo en el año 1483 y Alfonso Quintanilla en nombre de la Reina de Castilla, Señora de Vizcaya, Isabel la Católica.
Además de un Bertendona asistieron por Bilbao, Juan de Arbolancha y Martín de Zumelzu, Juan Lope de Acha y Arturo Arriaga.
Martín Jiménez de Bertendona era caballero del hábito de Santiago, General de la Real Armada y Capitán General de la Escuadra de las Naves de Levante y del Señorío de Vizcaya en 1558. Era nacido en Bilbao.
Fue el capitán que más se distinguió en los combates que sostuvo con la Armada Invencible, en ese día más desastroso.
Abordó con su nave la de un almirante portugués en 1591 en el mar de las Azores. Llamado Campo Verde, apoderándose de ella este hombre fue uno de los más célebres marinos de su época.
Por una Real Cédula dada por Felipe III, pidiendo que provean al general Martín Bertendona (Vertendona) de los materiales necesarios para construir diez navíos, en los años comprendidos entre 1596/1603.
Catalina Fano era la mujer de Bertendona, vivían en Abando y se dedicaba al comercio marítimo en general, también comerciaba con el mineral de hierro.
Asistía a las ferias agrícolas, como las de Medina de Rioseco.
LOS OQUENDO
Oquendo: Lugar vacío, sin avena, zarzal o pastizal.
El primer caballero de este linaje de quién se tienen noticias fue Antón de Oquendo del solar y torre del mismo nombre, que casó con Isabel Aguinaga, fueron primogenitores de una larga descendencia.
Se dice de esta familia que fueron los primeros pobladores de San Sebastián, donde tuvieron muchas haciendas y casas, ocupando cargos honoríficos en la ciudad. Tenían sepultura propia en la parroquia de Santa María, además poseían El Patronato del Colegio de la Compañía de Jesús y del Convento de Santa Brígida en Lasarte.
Juan Bono Oquendo Aguinaga, señor del solar Torre Oquendo y su mujer Juana Merquelin, se casaron hacia 1430, el padre de ella Martín Pérez Merquelin era el señor de la casa Merquelin.
Sus hijos: Martín, Catalina, Perona, Simona, Juan.
Le sigue:
Martín Bono Oquendo Merquelín señor del solar y torre Oquendo casado con Catalina Pérez Oyanguren Latorre, hijos: Antonio, Juana, Ysabel, Catalina, María, Gracia y María Juan.
Antonio Oquendo Oyanguren, casado con María Domínguez de Segura. Antonio era señor del solar y torre Oquendo.
Miguel de Oquendo Segura nacido el año 1510, se casó en 1562 con María Zandategui Lasarte. El era señor del solar y Torre de Oquendo y ella de la Torre de Lasarte, nacida en Gabiria (Guipuzcoa).
Sus hijos: Isabel, María, Miguel, Francisco, Juana casada con Emillian San Millán del palacio de ese apellido.
El otro hijo Antonio Oquendo Zandategui 1577-1640, vivió con Ana Molina Estrada y se casó el 31 de marzo de 1613 con María Lazcano Sarría, señora del palacio de Lazcano.
A finales del siglo XIX se celebró una ceremonia en la Zurriola de San Sebastián, para colocar la primera piedra del monumento a la memoria del insigne Oquendo.
Cinco centurias acreditan que la familia vascongada Oquendo, se consagraron al servicio y vida del mar, trasmitiendo de varón en varón la tradición y el arrojo, una disposición natural para dominar las difíciles circunstancias que a cada paso les salen en su azarosa carrera en el mar. Además de marinos fueron comerciantes y armadores. Su solar se le sitúa en la finca Manteo, al pie del monte Ulía.
Miguel de Oquendo Segura, fue capitán general de la armada de Guipúzcoa y fue el que rindió al almirante francés en el combate de las Terceiras, apoderándose de su estandarte y que después dejo su nombre en la jornada del Canal de la Mancha, en aquella escuadra que se llamó "La Invencible" del 12 de julio al 23 de septiembre de 1588. Murió el 2 de octubre de 1588 a los 78 años.
Cuentan de Miguel que entre otras particularidades suyas, de joven era muy diestro en el manejo de las armas y aunque criado en el mar, fue de los mejores hombres a caballo de su tiempo. Nunca se puso armadura como era costumbre, al entrar en muchos combates y abordajes que sostuvo a lo largo de su vida, no recibió ninguna herida ni grande, ni pequeña.
Tenía dos reales estandartes que había tomado al enemigo depositados en la Iglesia de Nuestra Señora de Aránzazu, junto con una bala de 52 libras, como testimonio de las que había disparado Jansz Pater. Al rey dejó una manda de cuatro mil ducados.
Abierto el cadáver para embalsamarlo se vieron en la punta del corazón tres cerdas gruesas, que los testigos tuvieron como muestra extraordinaria de como un hombre de cuerpo tan pequeño tuvo un ánimo tan grande.
Sus hermanos Antonio casado en Usurbil con Catalina Olarría, María Ortíz Oquendo Segura casada con Juanes Marcotegui, señor del solar de Marcotegui. Magdalena casada con Juanes Egusquiza.
Su principal valedor fue el rey Felipe III, forjándose con diez y seis años y veinte escudos al mes, en las galeras de Nápoles, que estaban al mando de Pedro de Toledo Osorio, gobernador de Milán, diplomático y militar, durante los reinados de Felipe II y Felipe III.
Sufrió un naufragio en las costas de Francia donde perecieron trescientos hombres, estuvo a las órdenes del príncipe Manuel Filiberto de Saboya (1528-1580).
Participó en la batalla en la isla de las Azores, donde tuvo lugar el combate el 26 de julio de 1582, la escuadra española contaba con 25 naves y estaba a su mando Álvaro de Bazán, contra la escuadra francesa de Felipe Pedro Strozzi y todo acabó con una aplastante victoria española.
En octubre de 1577 Miguel, tuvo un hijo bautizado con el nombre de Antonio Oquendo Zandategui en la ciudad de San Sebastián.
Este empezó dedicándose al estudio, hizo lo que su abuelo que iba para clérigo y colgó el manteo y de dedicó a las armas sentando plaza en una nao.
El joven Antonio debía tener un atractivo especial, se granjeó la amistad del general de las galeras Luis Fajardo al mando de la Armada del Océano y con un aumento de diez escudos más.
Los pueblos de la costa de Portugal y Galicia clamaban por los insultos y robos de los corsarios ingleses, Se pusieron dos fuertes naos para castigarlos y se confió en el joven Oquendo dándole el mando de dos bajeles ligeros, saliendo de Lisboa 15 de julio de 1604 tenía entonces 27 años. Bajando hacia la costa de Cádiz vio por fin a su enemigo, en la amanecida del 7 de agosto viniendo a toda vela contra él, con intención de abordarle, manejando cien hombres en su capitana en el momento del choque.
Fue un cuerpo a cuerpo sangriento y obstinado disputándose palmo a palmo durante más de dos horas.
Los ingleses se llevaban la peor parte y emprendieron la retirada, Oquendo llego a Cascaes donde arribó y fue recibido con gran alborozo y alegría, porque se creía que iba camino de Inglaterra prisionero. El general Fajardo le escribió con afecto considerándolo como a su propio hijo, también Felipe III le felicitó por su bizarro proceder.
Antonio Oquendo fue designado para el mando de la escuadra de Vizcaya, vacante por la muerte de Martín Bertendona.
Era pequeño de estatura, moreno y entonces no llevaba barba.
En esos momentos las costas eran amenazadas por los holandeses que intentaban incendiar los astilleros del norte.
En 1607 estaba al mando de las escuadras de Guipúzcoa, Vizcaya y Cuatro Villas. También protegió la llegada de la flota de Indias de la rapacidad de los corsarios. Participó en más de cien combates navales, capitaneando la escuadra de Vizcaya y la del Cantábrico.
Participó en la batalla naval del golfo de Cádiz en 1604, desembarco de la Mámora que era un reducto de piratas el 1 de agosto de 1614.
Salió de Lisboa el 5 de mayo de 1631, Antonio Oquendo muy receloso del riesgo en que iba a poner la bandera y la suya propia, en la batalla de los Abrojos en las costas de Pernambuco (Brasil) el 12 de septiembre de 1631, donde venció al almirante holandés Adrian Jansz Pater, los holandeses venían de saquear la isla de Santa Marta y se les derrotó tras una batalla de seis horas.
La batalla de las Dunas el 21 de octubre de 1639 allí sufrieron una humillante derrota a manos del almirante holandés Maarten Tromp.
Además de las guerras navales anglo-españolas 1585-1604 en las que tomó parte activa.
En el año 1611 hacía viajes transoceánicas con remesas de oro de Indias para la corona española.
Con el reinado de Felipe IV, en marzo de 1621 recibió testimonios de la estimación de este monarca y de la simpatía de su favorito el conde de Olivares, que le escribía privadamente consultándoles los asuntos del servicio y del comercio de Tierra Firme y Nueva España.
En el año 1626 le dio en propiedad el cargo y título de Almirante General de la Armada del Océano.
Decían de él que su triunfos se debían a la buena organización de sus bajeles y la severidad, en ellos se mantenía la disciplina. En una ocasión suspendió de empleo por un año a un oficial por no haber obedecido una señal que hizo en la mar.
Puso preso a Carlo Andrea Caracciola, marqués de Torrecuso, sin que el rey interviniera solamente lo hizo para averiguar las causas.
Antonio estaba unido sentimentalmente, pero no casado con Ana Molina Estrada, nacida en Torre Don Jimeno (Jaén).
Más tarde casado el 31 de marzo de 1613 con María Lazcano Sarria, señora del palacio de Lazcano y fallecida en 1664.
Tuvieron tres hijos Antonio, Antonio Felipe y María Teresa. Un Antonio Oquendo Lazcano fue Caballero de la Orden de Santiago.
Un hijo bastardo hijo de Antonio y Ana, Miguel Oquendo de Molina recibió el hábito de Santiago en 1643.
Antonio vino a La Coruña muy enfermo, dijo " Que nunca podré mirar mejor por mi que cuando acredite mi obediencia con la muerte". Abrasado por la sed de la fiebre, rogó a los médicos que cuando no tuvieran esperanza alguna, consintieran que bebiera un vaso de agua fría, se lo ofrecieron el 7 de junio y tomándolo con ansia en las manos lo miró un momento y lo derramó, ofreciendo a Dios este sacrificio y murió en La Coruña ese día de junio de 1640.
Pero poco antes de morir sonó la salva de artillería que anunciaba el pasó de la procesión del Corpus, al oír los cañonazos se incorporó de la cama diciendo: Enemigos, enemigos a defender capitanía y dejó de existir.
Esta familia de los Oquendo vino a parar a la casa y solar de la Torre, construida en San Sebastián.
La primitiva casa torre desapareció durante el asedio por los ingleses, al mando de Arthur Wellesley. duque de Wellington del 7 de julio al 8 de septiembre de 1813, saqueo, devastación e incendio de la ciudad.
Sobre el mismo solar se alza una nueva casa y en uno de los balcones dice: Oquendo. Hasta hace poco estaba el escudo de armas de los Oquendo que se donó a la Diputación de San Sebastián que lo conserva.
Poseían los Oquendo las casas que estaban enfrente de la casa solar de la Torre y otras casas nuevas, que estaban en la calleja que atravesaba del Campanario a la calle del Puyuelo, junto a casas de los herederos de María Pérez de Lerchundi y la Cabaña del Campete y terreno junto a ella, las huertas estaban pegando al claustro de la iglesia de Santa María y la otra huerta de la puerta del campanario junto a la huerta del embajador de Juan Idiaquez Olazabal (Madrid 1540.Segovia 1614).
Vivió en San Sebastián hasta 1573, cuando le llamó Felipe II para ir de embajador a Génova y luego a Venecia, fue maestro de espías al servicio de la corona, consejero de estado y secretario de Carlos V.
Frente al paseo de la Zurriola que se levanta en un cerro llamado Ulía-Mendi, conocido en otros tiempos Folia y Mirall, un caserío de la zona conserva ese nombre.
En la cumbre de ese monte hubo antiguamente una atalaya desde donde se observaban los bancos de pesca, para divisar las ballenas y salir en su pesca.
Al pie de la montaña Ulía se hallaba la casa solar de los Oquendo, allí nació según se dice nació Antonio Oquendo, acostumbrado a las olas desde su más tierna edad que casi llegaban a las mismas puertas de su casa.
Este niño que luego fue un orgullo de la marina española, nació en Manteo pero en San Sebastián no queda más recuerdo de los Oquendo que la casería llamada Manteo-Tolare, que fue propiedad de la señora marquesa de San Millán descendiente de esta familia de marinos.
Al pie del monte Ulía se ve el vetusto edificio , cuya fachada sillar se haya desgastada, habiendo desaparecido el escudo y demás relieves de los ventanales a causa de la devastadora del tiempo y del ambiente salino que en ese lugar impera.
En el año 1601 los Oquendo, compraron la viña y las casas contiguas a Manteo, Alejandría, en la falda del monte próximo a la Zurriola y en su escritura de compra-venta figura el término de Mirall.
LOS OTROS OQUENDO
En los escudos de Vizcaya de Javier de Ybarra y Bergé, en el se dice que Miguel Antonio de Oquendo y Garay natural de Sopuerta y vecino de Madrid, compró la casa de el Carral, con sus tierras a don José Fernando de Villa Alcedo y Trevilla y mandó construir el palacio de Oquendo de Arriba, que es el nombre de esta casa. La casa tiene otros escudos, Avellaneda, Leguizamón, Urrutia y Alcedo.
Don Miguel Oquendo Garay, fue bautizado en la iglesia San Martín del Carral en septiembre de 1736.
Fue Oficial de la Contaduría General de Millones del Reino, según su expediente de 1759, durante su vida construyó dos palacios uno arriba y otro abajo.
Se casó el 15 de febrero de 1762 en Sopuerta-El Carral, con Antonia Cipriana Murga Ochoa, al morir esta se casó con Antonia de Estrada.
Sus padres Joseph Oquendo Murga, nacido el 18 de septiembre de 1705 y su madre Manuela Garay Carnero.
Los abuelos Pedro Oquendo Berganza nacido en Amurrio el 23 de abril de 1670 y Margarita Murga Peñoñori nacida en Sopuerta el 11 de octubre de 1675.
Un último antepasado llamado Pedro Oquendo Latatu, nacido en Amurrio el año 1599, su mujer Francisca Aguirre Teleche nacida en Amurrio en 1604. Se casaron el 12 de agosto de 1629 en Lezama-Amurrio y en segundas nupcias se casó con Magdalena Guinea Echabarri el 1 de enero de 1652, que puede proceder de un caserío en Lezama, junto al restaurante Bideko.
Se dice que los Oquendo de San Sebastián llegaron a las Encartaciones para establecerse a finales del siglo XVII.
MIGUEL DE BARANDICA E IBARRA
Nació en la villa de Bermeo, Señorío de Vizcaya, el 29 de septiembre de 1774.
Fueron sus padres Santiago de Barandica y María Teresa Ibarra, sus abuelos paternos Francisco de Barandica y María de Avendaña, los maternos Pedro de Ibarra y Josefa de Olada, todos de la referida villa de Bermeo.
Sentó plaza de guardia marina en la compañía del departamento de Ferrol, el 11 de septiembre de 1789. Fue promovido á alférez de fragata el 29 de junio del 1793, alférez de navío el 27 de agosto de 1796, teniente de fragata el 5 de octubre de 1802, teniente de navío el 21 de octubre de 1819 y capitán de fragata el 31 de diciembre de 1837.
Concluidos los estudios de la Academia con nota de sobresaliente el 25 de abril de 1792 embarcó en la fragata "Leocadia", su comandante era Rafael Maestre y el 10 de abril de 1793 pasó al navío Soberano al mando de Fulgencio Monte Mayor y al mes siguiente al navío llamado Gallardo, con Pedro Winhuyssen, con los que navegó por el Mediterráneo y Océano, en la escuadra al mando del teniente general de Francisco de Borja.
Promovido a oficial siguió en el Gallardo, con el cual se halló formando parte de la división ligera de aquella escuadra que mandaba Domingo de Nava, en la rendición de las islas San Pedro y San Antioco en la Cerdeña, que estaban en poder de los franceses en julio de 1793 y en varios cruceros y comisiones hasta el 17 de abril del 94 que trasbordó a la fragata Minerva, su comandante Manuel Sánchez Arjona, con la cual pasó a la América Septentrional.
Allí quedo incorporado a la escuadra de operaciones que mandaba el teniente general Gabriel de Arsitizabal, haciendo frecuentes cruceros a las Antillas menores, Santo Domingo y Apostadero del Guarico, trasbordando el 1 de enero de 1795 al navío San Pedro Apóstol, al mando de Joaquín Valderrama, siguió en la citada escuadra hasta que habiendo dado la vela para Europa llegó a Cádiz con un convoy el 22 de mayo del mismo año.
En Cádiz el 15 de octubre, siguiente pasó al navío San Vicente, al mando de González de Mendoza, en el cual permaneció hasta marzo del 96 en que fue destinado al Arsenal de la Carraca ( centro militar español, dedicado a la construcción y reparación de buques, almacenamiento y distribución de armamento del siglo XVIII al XX).
Cesó el 30 de julio, para embarcar en la fragata Leocadia que mandaba Antonio Gómez de Barreda y a los dos meses trasbordó al navío Balada de su comandante José Aramburu y en el mes de septiembre pasó al Infante Pelayo con Cayetano Valdés a cuyas órdenes estuvo hasta el 21 de diciembre de 1801.
A su regreso a España fue examinada su conducta en un consejo de guerra de oficiales generales, celebrado en el Ferrol quedando rehabilitado en su empleo por una Real Orden del 7 de noviembre de 1816 y con otra del 29 del mismo, le fue concedida su permanencia en Bermeo, con los dos tercios de sueldo.
Por Real Orden del 25 de julio de 1817, le fue conferido el mando de la goleta "Galga" de la cual tomó posesión el 20 de marzo de 1818, dando vela para cruzar sobre las costas de Cádiz el 22 de mayo siguiente, fondeando en Cádiz el 17 de julio. El 17 de septiembre volvió a cruzar en conserva de la fragata "Fama" regresando de arribada por haber tenido serias averías.
Habilitado el buque salió el 15 de noviembre inmediato con la correspondencia pública y de oficio para la Habana y Veracruz, y al regresar a Cádiz el 16 de julio de 1819 quedó destinado en su buque de servicio de correo América.
El 18 de noviembre siguiente repitió la misma comisión, entrando en Cádiz el 28 de mayo de 1820 y por haberle concedido S.M. licencia por enfermedad, entrego el mando el 28 de julio de aquel año.
Pasó a Bermeo en uso de ella con todo su sueldo, para tomar las aguas en Cestona y usó repetidas prórrogas.
En marzo de 1828 fue destinado a las órdenes del comandante general Arenales y más tarde le fue concedido el retiro del servicio para Bermeo.
Fue nombrado ayudante interino de aquél distrito de marina, en la cual sirvió hasta el 12 de julio de 1839, abandonó su defensa y pasó a Bilbao a las órdenes del comandante de marina quedando de ayudante.
Por los servicios que prestó en el sitio de Bilbao, fue promovido a capitán de fragata.
En los años que van de 1816 a 1825 Diego Portuondo era alcalde de Bermeo, Miguel Barandica era teniente de navío.
Fue caballero de la Orden de San Hermenegildo, su esposa se llamaba María Dominga Bengoechea.
Hubo una causa abierta contra Barandica el 23 de octubre de 1843 y quedó absuelto y libre de todo cargo en la referida causa, quedando probada su buena conducta en aquellas circunstancias, debiendo volver al destino de segundo comandante de Marina de la provincia de Vizcaya, lo que no pudo hacer por haber fallecido el 9 de enero de 1844 a los setenta años de edad y más de cuarenta de beneméritos servicios.
JOSÉ PEDRO BARCAÍZTEGUI Y URBINA
Nació por los años 1756 en San Sebastián, fueron sus padres Miguel Barcaíztegui y Mariana de Urbina, sus abuelos paternos José Barcaíztegui y Mariana Yarza y los maternos José de Urbina y María de Ypenza.
Empezó sus servicios de mar en los navíos de la Real Compañía de Caracas, con plaza de pilotín, alcanzando el empleo de teniente en 1781, fue solicitado para pasar a servir en la Real Armada, se le expidió un nombramiento de alférez de navío el 24 de julio de 1781 y nombrado teniente de la tercera compañía del 12 batallón, el 16 de abril de 1783. Fue promovido a teniente de fragata y segundo capitán de la cuarta del segundo el 15 de noviembre de 1784; teniente de navío el 12 de julio de 1790, a capitán de fragata el 9 de noviembre de 1805 y a capitán de navío el 24 de mayo de 1811.
Quedó asignado al servicio pasivo el 14 de julio de 1825.
Desde una temprana edad empezó a navegar en los buques de la Real Compañía de Caracas para imponerse en la práctica de la maniobra de buques y el pilotaje, en clase de agregado a la náutica, de la cual fue ascendiendo hasta encontrarse en 1780 con el empleo de teniente,
cuando contaba con más de diez años de navegación a la América Central y otros dominios de América.
En el año 1781, en plena campaña naval contra la Gran Bretaña, se encontró la Armada Española con escasez de oficiales subalternos, e invitó a pasar a su servicio a los más acreditados capitanes y oficiales de las Reales Compañías marítimas y entre ellos fue solicitado Barcaíztegui, que se encontraba en su casa de San Sebastián y aceptó reconocido el ofrecimiento. Se le nombró alférez de navío el 14 de julio de 1781.
Pasó al Ferrol en el bergantín Ardilla, al mando del teniente de navío Estanislao Juez Sarmiento y quedó agregado a los batallones de marina del departamento hasta el 29 de octubre siguiente que fue destinado a la balandra Santa Cristina, su comandante el teniente de fragata Domingo de Sorondo, que también acababa de ser admitido al servicio de la Armada con dicho empleo y había servido asimismo
en la Compañía Marítima de Caracas. En esta balandra hizo ocho viajes por la costa escoltando convoyes uno al Canal de la Mancha a observar los movimientos de la escuadra enemiga en conserva del bergantín Atocha, al mando de Estanislao Juez Sarmiento.
Restituido al Departamento de Ferrol, fue destinado el 16 de octubre del 82 a la Tercera Compañía del 12º Batallón de marina, de la que era teniente propietario, hasta que le tocó embarcar, el 1 de noviembre del 83 en el navío San José .
Le fue conferido el mando de la urca (embarcación grande, muy ancha por el centro, que sirve para transportar grano y otras mercancías). El 20 de marzo fue a la Habana con varios efectos y azogue (el barco, transportaba el mercurio de España a América para tratar la plata). Iba para Veracruz.
El 2 de septiembre salió de la Habana con armas para la escuadra que mandaba el general Gabriel Aristizabal, salió de la Habana con carga de madera y otros efectos, bajo las órdenes del brigadier Adrián Valcárcel comandante del navío Principe de Asturias.
El 12 de noviembre de 1813, segundo comandante de los Tercios Navales del Norte hasta septiembre de 1816.
En febrero de 1822 fue nombrado, segundo comandante del Arsenal del Ferrol hasta primeros de noviembre que fue suprimido ese destino.
Por la conducta político y militar que observó durante el gobierno revolucionario quedó asignado al servicio pasivo y le fue concedida la cruz y placa de la Orden militar de San Hermenegildo.
Falleció en San Sebastián el 28 de diciembre de 1830, con 75 años de edad y cincuenta de buenos servicios. Estaba casado con Josefa Juana Hoyo.
Tuvo otros muchos destinos que aquí no detallamos por no hacerlo muy extenso y aburrido.
PUERTO DE BERMEO |
MIGUEL ARCHER
Sus padres Miguel Archer Roseter y María Geraldino Hor, naturales de Rofs y Dunganuan en Irlanda. En el año 1731 tramitan el expediente de Hidalguía y Limpieza de Sangre a través de Fray Raimundom Fahy. vicario y presidente del Hospicio de las Calzadas de Begoña, el expediente se traduce del latín.
Los trámites con Irlanda solían ser mucho menos complicados y su resolución mucho más rápida.
Los padres de Miguel se casaron en Bilbao el 30 de septiembre de 1715.
La constante preocupación de Bilbao, su Consulado y la Diputación por el comercio marítimo propicio la creación de la Escuela Náutica.
Miguel Archer, era natural de Bilbao(1718-1754), capitán de fragata fue Fernando VI a instancias del Señorío de Vizcaya el que le nombró por sus méritos y conducta.
Publicó en el año 1756 un libro que tituló: Lecciones Náuticas explicadas en el Museo Marítimo.
Estas lecciones sirvieron de texto, mientras existió la cátedra de náutica confiada Archer y fueron muy celebradas por el Maestro General de la Real Armada Joaquín de Aguirre y Oquendo y Jorge Juan capitán de navío, Agustín de Montiano y Luyando que fue el encargado de su examen y censura.
Años después de su fallecimiento sirvieron de texto el libro de Archer para los alumnos de náutica.
Fue maestro de la Escuela de Pilotaje y Matemáticas que se estableció en Bilbao el año 1742, recibió un salario de 300 ducados para dar las asignaturas de náutica, matemáticas, geometría práctica, planometría y exteriometría, además fue corredor de navíos e hidrógrafo del Señorío. Al morir Miguel el sucesor en el cargo fue Ignacio Albiz.
PEDRO DEL BARCO O VARCO ESPAÑA
Natural de Somorrostro y bautizado el 25 de noviembre de 1749 en Zierbana-La Cuesta. Sus padres Pedro Barco Valle y María Antonia España Puerto.
Empezó a servir el 12 de marzo de 1767 en los correos marítimos con plaza de marinero náutico.
El 5 de junio de 1771 obtuvo la plaza de pilotín, a primeros de enero de 1774 ocupó plaza de piloto y el 22 de agosto de 1778 la de capitán. Se incorporó a la Armada, los buques de la marina de correos. Obtuvo el nombramiento de teniente de fragata el 22 de mayo de 1802, ascendió a teniente de navío el 8 de diciembre 1804 y el 17 de noviembre de 1814 fue graduado como capitán de fragata.
Durante los treinta y cinco años que prestó sus servicios en los correos marítimos hizo cuarenta viajes, a saber: Quince a Buenos Aires, diez y nueve a la Habana, uno a Veracruz, uno a las Canarias, uno a Nueva York, otro a Falmouth y uno a Bilbao.
Declarada la guerra a la Gran Bretaña, en el año 1779 salió del puerto de La Coruña para la Habana mandando el buque Cortés y el Lanzarote, los dos armados con catorce cañones y 50 hombres.
El 20 de agosto se encontraron una fragata de guerra inglesa y un cúter, de la primera pudieron escapar, por su mayor navegar y diligencia, pero alcanzados por cúter emprendieron un combate que duró toda la tarde, en el que consumieron todas las municiones, teniendo que arribar a Canarias para reponerse de ellas.
En esta expedición puso en práctica por primera vez la derrota que había propuesto a la superioridad para evadir el encuentro con los enemigos por el Atlántico con buen resultado, con cuyo motivo se adoptó después.
En mayo de 1780 se recibió en la Coruña la orden del conde de Florida Blanca, para que el correo más diligente y armado con todas sus fuerzas saliese para la Habana, fue elegida la corbeta llamada "Rey" con veinte cañones y cien hombres, siendo designado para mandarla Pedro del Barco.
Hizo sin contratiempo y con rapidez el viaje a la Habana y de allí salió para Cádiz, con la noticia de la conquista de las plazas de Movila y Panzacola.
De Cádiz volvió a la Habana, llevando efectos navales para la escuadra del teniente general José Solano con orden de buscarle en el puerto Guarico o Mole de San Nicolás, al tener noticia de que ese general estaba en la Habana, siguió su derrota dando escolta a varias embarcaciones españolas y francesas que se unieron a sus fuerzas.
El gobierno español, le mando llevar un correo extraordinario a Nueva York y lo realizó a satisfacción de sus jefes.
Tuvo la fortuna de no ser nunca apresado, ni náufrago, ni nunca procesado.
Pasó a servir al Cuerpo General de la Marina, con nombramiento de teniente de fragata, expedido el 24 de mayo de 1802.
Fue destinado el seis de agosto de ese año como oficial a la provincia marítima de la Coruña y el 11 septiembre de ese año ayudante de Marina de la misma.
El 20 de octubre de 1803 le llevó en el María Pita, al doctor Francisco Javier Balmis, era una expedición filantrópica con 22 niños expósitos a los que se les había inoculado la vacuna de la viruela, para transportar vivo el virus inmunológico.
Pedro del Barco salió de la Coruña, llevando la comisión de la vacuna a Canarias, Puerto Rico, Puerto Cabello, Guayra, Habana, Sisal, Campeche, Veracruz, desempeñó el cargo a la completa satisfacción.
Una vez terminada la encomienda, sirvió en la marina de la Coruña hasta abril de 1815, que fue cuando se encargó de la Comandancia de la misma.
El 18 de febrero de 1819 a los 71 años falleció en la Coruña y con años de buenos servicios.
NICOLÁS MEÑACA Y ARÉCHAGA, Capitán de Fragata
Nació en Bilbao el 18 de abril de 1772, fueron sus padres Juan de Meñaca Batis o Batiz y María Ventura de Arechaga, sus abuelos paternos José de Meñaca Batis e Isabel de Llosas y los maternos Juan Ventura Arechaga y María Dominga Beascoechea.
Igual que sus hermanos José Joaquín, José Ignacio, Francisco Javier y Pedro, empezó a servir en la Armada sentando plaza de guardia marina el 30 de julio de 1790 en la compañía del departamento de el Ferrol. Fue brigadier de esa compañía el 6 de junio de 1791.
Ascendió a alférez de fragata el 15 de abril de 1792 y alférez de navío el 27 de agosto de 1796, a teniente de fragata el 5 de octubre de 1802, a teniente de navío el 9 de noviembre de 1805, capitán de fragata el 29 de mayo de 1811.
Concluidos sus estudios con algunas notas sobresalientes el 20 de junio de 1791 embarcó en la urca "Liberada" y después en "Presentación"y "Cungadoras", las cuales completó su aprendizaje de mar.
Promovido a oficial fue destinado al navío "San Sebastián", con el cual navegó por los mares de Europa e hizo tres campañas hasta el 29 de mayo de 1794, de este pasó al "San Rafael" en abril de 1795 y al "América" en septiembre de 1797.
En abril de 1801 pasó al Campo de San Roque a las órdenes del comandante general, cesando en junio de 1803 para disponer de cuatro meses de licencia en Bilbao, lo cual prorrogó por dos veces y en diciembre de 1804 se presentó en el Ferrol.
En febrero de 1805 fue destinado al apostadero de Algeciras donde permaneció al mando de una cañonera hasta mayo del mismo año, que se presentó en Cádiz, siendo embarcado en el navío "Santísima Trinidad". En este buque se encontró en combate el 21 de octubre del mismo año en el Cabo Trafalgar, donde fue hecho prisionero y canjeado, se presentó en la isla León a principios de noviembre.
Seguidamente se embarcó en el navío "Santa Ana", del cual desembarcó el 3 de febrero de 1806, por haber sido nombrado ayudante del teniente general Ignacio María de Álava, comandante general de la escuadra del Océano, surta en Cádiz en cuyo destino cesó el 28 de noviembre de 1807 y pasó destino al navío "San Leandro", con cargo de segundo comandante.
Con el mando interino de dicho navío se encontró los días 9 y 14 de junio de 1808 en el combate y rendición de la escuadra francesa en Cádiz y el 30 del mismo transbordó a la fragata "Flora" con la que salió el 1 de septiembre para Montevideo, de cuyo puerto pasó a Buenos Aires en mayo de 1809, para mandar el bergantín "Aránzarun" cargo que desempeñó hasta el 14 de agosto del mismo año en que fue nombrado ayudante subinspector y comandante de aquél Arenal.
En dicho punto se hallaba cuando los Cuerpos de Voluntarios del Río de la Plata amenazaron el 12 de julio de 1810 al gobernador de la plaza, y contribuyó a que tuviesen feliz éxito las armas del Rey.
Después se halló en el sitio de aquella plaza, haciendo servicios recomendables de mar y tierra.
El dos de septiembre de 1811 le fue concedido el mando del paquebote "Casilda" con el cual concurrió al bloqueo de Buenos Aires y desempeñó otros servicios.
Con su buque batió sobre Maldonado, al bergantín insurgente llamado "Hiena", el cual pudo escaparse a favor de su gran rapidez, después de recibir algunos balazos en su casco y arboladura, y persiguiéndole le hizo abandonar un crucero y un buque que había obtenido de botín.
El 9 de octubre de 1812 salió de aquellos dominios conduciendo caudales(dinero) y la correspondencia para la Península, entrando en Cádiz el 19 de octubre, desembarcando el 1 de julio de 1813.
El seis de noviembre fue destinado de ayudante del subinspector del arsenal, el 2 de marzo de 1815 fue embarcado en la fragata "Soledad" de la cual desembarcó el 18 de junio de ese año.
El dos de enero de 1817 se embarcó en la fragata "Prueba", de segundo comandante con la cual salió para el puerto de Fayal y regresó con un convoy de embarcaciones mercantes.
El 9 de abril desembarcó de dicho buque y fue nombrado fiscal del Consejo de generales establecido en la plaza de Cádiz.
El 22 de febrero de 1818 cesó esta comisión y el 13 de octubre le fue conferido el mando interino de la fragata "Pronto".
En noviembre de 1823, le fueron concedidos cuatro meses de real licencia para pasar a la Corte hasta que falleció en el año 1828.
Estaba condecorado con la cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Segunda parte del documento del Consulado de Bilbao |
ALISTARSE EN EL CORSO
El 12 de mayo de 1797, cualquiera que se quiera alistar en el corsario que se trabaja en Santander, acuda al señor Santiago Uriarte, que vive en Bermeo que le instruirá de lo que cobrará.
Se advierte que pasando de los cuarenta años no se acogerá a ninguno.
Era un cartel de oferta de empleo para marinos vascos que apareció en la portalada del nuevo ayuntamiento de Lekeitio a las nueve y media de la noche del viernes 12 de mayo de 1797.
El cartel lo mandó retirar el alcalde Domingo Olave, el aguacil mandado por el alcalde fue a detener a la posada de Juan Ugaldea para que arrestara a los autores del cartel.
Era el joven capitán bermeano Santiago Uriarte y Lorenzo Ibarraran vecino de Ibarrangelu, era el patrón de un cachemarin atracado en el puerto de Lekeitio.
Después de ser interrogados Uriarte fue amonestado por colgar ese cartel sin permiso de la autoridad.
Hubo una pena menor de cárcel, aquel año todos querían participar por libre en la guerra Anglo-Española, pero el corso no es para viejos.
El corso se estaba construyendo un barco todavía sin nombre en el astillero de Santander, con buenos cañones de la Real Fábrica de Liérganes y la Cavada.
Los armadores eran una sociedad mercantil vasco-montañesa liderada por un comerciante llamado Pedro de Larrea Acha natural de Arrankudiaga, pero con vecindad doble en Bilbao y Santander y junto a él su socio habitual en las importaciones de azúcar y cacao antillano, llamado Antonio Campos.
Otros socios menores eran Marcial Antonio Altuna, Juan Gutiérrez, Manuel Gómez y Francisco Sainz todos ellos dedicados al tráfico de coloniales que se estaba viendo muy perjudicado por el corso y la armada británica.
En cuanto a los alistados de momento eran quince marineros de Paortugalete, uno de Santurce, tres pilotos de la Escuela de Naútica, dos marinos de Plencia y el reclutador Santiago de Uriarte que iba de segundo capitán y había colgado carteles en Bermeo, Mundaka, Elantxobe donde tenían apalabrados varios candidatos y esperaba a completar el rol con las gentes de Lekeitio y Ondarroa, cuando fue interrumpido por el alcalde lekeitiarra.
Se le incoó un expediente por el alcalde de Lekeitio, relativo a que se informe la presencia en la villa de hombres que tratan de alistar a marineros de su puerto en un barco corsario, que se está armando en Santander y de la detención de Santiago Uriarte vecino de Bermeo, al que condena a prisión por autoría del cartel e instigación.
El seis de noviembre de 1792, solicita ser admitido a examen con el fin de obtener el título de segundo piloto en los mares de América.
El veinte-seis de septiembre de 1796 solicita ser admitido a examen con el el fin de obtener el título de primer piloto de los mares de América, en los dos casos se trataba de Santiago Uriarte Tellecha o Tellechea, bautizado en Bermeo el once de enero de 1769.
Sus padres Patrizio Uriarte Echevarría, su madre Josepha Tellechea Atela. Santiago Uriarte se casó en Bermeo, el 26 de marzo de 1798 con María Concepción Mandaluniz Abaroa.
Primera parte del documento del Consulado de Bilbao. |
OTROS MARINOS VASCOS:
En 1495 contribuyó Bizcaya con doce buques de alto bordo, que vencieron a la escuadra francesa y facilitaron la toma de Nápoles, por Gonzalo de Córdoba siendo los jefes que mandaron la escuadra de Bizcaya, Hernando Martínez de Hermenduría, natural de Bermeo, Juan Pérez Olea natural de Lequeitio.
En el siglo XVI Vasco Núñez descubridor del Mar del Sur en septiembre de 1513, eligió para que viniese a España a dar cuenta de su expedición a Pedro de Arbolancha, natural de Bilbao, el cual había andado con el en todos los trabajos y estaba bien enterado.
Uno de los primeros conquistadores de la Nueva España en el año 1518 y después capitán general de la ciudad de Santiago de los Caballeros, en la provincia de Guatemala fue Francisco Orduña Barriga, natural de Orduña
En la memorable expedición emprendida por Magallanes en 1519 y terminada en 1522 por el guipuzcoano Sebastián de Elcano, rigió la segunda nave el capitán vizcaíno Juan Elorriaga, Bernal Díaz del Castillo cuenta que pasó por México con Hernán Cortés un Ochoa(vizcaíno) y un Zamudio.
Según López de Haro en su Nobiliario, uno de los primeros conquistadores del Perú fue Martín Hurtado de Arbieto, natural de Orduña, que después fue gobernador y capitán general de la provincia de Vicalbamba, que pobló su costa.
UN BARCO COMO LOS QUE SE CONSTRUÍAN EN EL ARSENAL DE ZORROZA. |
Ibáñez de Aulestia y Mendirichaga, natural de Murélaga que en 1540 y en compañía de Bernardino de Mendoza, general de las galeras españolas, venció y aprehendió al corsario Razamani /Piali Amet, una formidable armada había saqueado Gibraltar y volvió rico con la presa. También se distinguió en la batalla naval de Lepanto.
Susúnaga, célebre capitán vizcaíno que mandaba una de las galeras armadas de Bernardino de Mendoza, este perdió una pierna y no cesó de pelear sobre un pie, muriendo al de pocas horas, en combate contra Razamani.
Diego de Urrutia y los Llanos, natural de Balmaseda, caballero del hábito de Santiago, Almirante de la Real Armada en la que sirvió durante cuarenta años, habiendo estado a las órdenes del Marqués de Santa Cruz, en la famosa expedición de 1583 contra franceses y portugueses, que se negaban a reconocer las Azores la autoridad de Felipe II, que ya era rey de Portugal.
Juan Lizarza, General de la escuadra vizcaína que en 1593 fue en socorro de la plaza francesa de Blaya, sitiada por el príncipe de Bearne, protegida de los ingleses, a los que venció, obligándoles a levantar el sitio.
Pedro Zubiaur natural de Zenarruza, segundo jefe de la Escuadra vizcaína, mandada por Lizarza. El 19 de mayo de 1593, Zubiaur embistió la Capitana inglesa, entró en ella su gente y los ingleses poseídos de la desesperación, pegaron fuego al repuesto de pólvora, de cuya explosión fueron víctimas.
Sarría célebre capitán de Getxo que peleó contra los ingleses, les cogió cuatro naves y su escudo de armas.
En el siglo XVII, las guerras que España viene sosteniendo con Holanda, desde el reinado de Felipe II, obliga a su hijo Felipe III a recurrir a Vizcaya, que en 1618 suministró ocho naves y dos pataches tripulados con el nombre de Escuadra de Vizcaya.
El 12 de marzo de 1618 fueron propuestos para el cargo Martín de Vallecilla, natural de Portugalete, almirante que fue de la escuadra Antonio de Oquendo que luchó contra el almirante holandés Adrian Hanspater el 12 de septiembre de 1631. Vallecilla pudo salvarse a nado muy malherido, tras haberse incendiado el alcázar de su nave.
También fueron célebres marinos en aquella época Pedro de Gamboa y Leiva, natural de Arteaga, señor de la fortaleza que hoy pertenece a la que fue empreratriz Eugenia, era general de las galeras de España.
Al morir Gamboa en 1626 dejó en su testamento al Señorío de Bizkaia doce piezas de artillería en bronce de su propiedad.
Nicolás de Aransolo, natural de Lequeitio y almirante. En el año 1625 luchó valerosamente en la batalla de Todos los Santos.
Más notables marinos de aquella época: Juan López de Echaburu, almirante que en 1638 fue nombrado Maestre de Campo que suministró mil hombres de Bizkaia con motivo del sitio de Fuenterrabía.
Rodrigo de Quillestegui, natural de Ondárroa General de la Armada del Sur, en el primer tercio del siglo XVII.
El hijo de este, Rodrigo Quillestegui, natural de Ondárroa y también General de la Armada del Sur.
Mateo de la Aya, natural de Galdames, marino célebre en el siglo XVII.
Andrés Coterelo natural de Portugalete, Capitán General de las naos de China.
Fernández de Mugartegui, natural de Markina, ilustre marino que prestó grandes servicios a la corona.
Gabriel Somiano, nacido en Galdames era Teniente General de la Armada, que murió en las Indias.
Cristóbal de Mello, natural de Portugalete, General de Marina.
Francisco Ortiz de Largacha, nacido en Galdames célebre en la Armada de Filipinas.
Iñigo Arrieta natural de Lequeitio, Almirante de la Armada.
Antonio Arteaga y Zamudio, célebre Caballero del Hábito de Calatrava y Almirante.
Juan de Urdanegui natural de Orduña, Caballero del Hábito de Santiago, Marqués de Villaverde, General del mar del Sur, murió religioso profeso de la Compañía de Jesús, el 16 de noviembre de 1682, su sepulcro y el corazón de su mujer Constanza Luján Recalde, se halla en el presbiterio del Colegio de la Compañía de Jesús en Orduña, del que fue piadoso fundador.
Domingo de Bernaola, nacido en Gernika, Caballero de Santiago y Almirante en 1683.
Joaquín Alonso de Munagoicoechea, natural de Ibárruri, capitán del navío Intendente del departamento del Ferrol y Consejero del Supremo de Guerra a fines del siglo XVII.
Andrés de Pez natural de Galdames, General de la Armada y Secretario del Real Consejo de Indias.
José Salcedo, natural de Portugalete, teniente general de Marina y Consejero del Almirantazgo.
Ignacio de Arteaga, distinguido oficial de marina y uno de los jefes de la notable exploración científica que en 1779 se llevó a cabo en la costa N.O. de la América.
Juan de la Bodega y Cuadra, compañero del anterior en la expedición científica de 1779.
Bruno de Hereseta, nacido en Bilbao, teniente general de la Armada en 1802, que siendo teniente de navío y jefe de la corbeta Santiago, verificó en 1775 una expedición científica a las costas N.O. de América.
José Joaquín de Meñaca, nacido en Bilbao, distinguido oficial de la Real Marina.
José de Mazarredo, natural de Bilbao, Teniente General de la Armada, Capitán General del Departamento de Cádiz, célebre marino, matemático profundo y escritor concienzudo. Figuró en la primera línea de entre los marinos más notables del siglo pasado y principios del presente en que murió.
Mariano de Isasbiribil, nacido en Bilbao, oficial de marina ilustrado.
En una corbeta salió de expedición científica en 1802 para Lima, para realizar exploraciones en las costas de Perú y Guatemala.
Vicente de Hereseta, nacido en Bilbao hermano de Bruno, teniente general de la armada en 1814.
Francisco Javier de Uriarte, natural de Orozko, teniente general de la armada en 1814.
José María de Olaeta, natural de Bilbao, jefe de la escuadra en 1814.
Jacinto Romarate, natural de Güeñes, jefe de la escuadra en 1835, prestó grandes servicios, distinguiéndose en la guerra contra los ingleses, también fue secretario de la Dirección General de la Armada.
FIN
Archivo Diputación Foral de Bizkaia
*Revista Historia Naval 152, pgs.83-108 el Almirante Juan Castaños 1604-1679 de Alex Valledor Aróstegui.
Real Academia de la Historia.
Francisco López Alén, Revista Bascongada la casa de los Oquendo.
Hemeroteca del Correo.
Euskariana.
La casa de Gorostiza, Ezagutu Barakaldo 6 de junio 2024.
Biografías, de Camilo Riquer y Zabecoe.
Revista Bascongada-Euskalerria.
Diccionario Hispanoamericano de Heráldica.
Antiguos recuerdos de Vizcaya, de Artiñano y Zuricalday.
Señorío de Bizcaya, Histórico y Foral.
* Pascual Perea, el Correo 13 de diciembre de 2015.
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