Powered By Blogger

jueves, 29 de octubre de 2020

EL MADRILES, SE AHOGÓ COMO UN GORRIÓN




El MADRILES,
foto de el Correo


El Madriles nació en Madrid, un día de San Esteban de 1.910 y fue bautizado un año más tarde en un tres de enero, el día de Santa Genoveva. Llegó a Bilbao antes de la guerra, cuando San Mamés era un solar.
Hoy este singular vagabundo es uno de los personajes más queridos en el Casco Viejo. Desde sus baqueteados 70 años recuerda fundamentalmente los buenos momentos de su vida. Al fin y al cabo para que acordarse de los malos, si se ha sentido la presencia amenazante de la muerte tan cerca, en esas noches de frío, en las que el aliento puede llegar a helarse, cuando se duerme debajo de los arcos de la Ribera.
Al Madriles le robaron la semana pasada la carretilla con la que recoge cartones y se gana el bocadillo de cada día.
Pero como es toda una institución desde la calle Somera a Barrencalle-Barrena, la gente le ha comprado una nueva que él guarda como un tesoro. La caretilla es algo más que un Mercedes Benz para el Madriles. Es su patrimonio y toda su riqueza.

Trabajó durante 25 años en la empresa Francisco Delgado y luego otros quince en la CAF de Beasain. Después entre carga y descarga, fue tirando en el mercado de la Ribera.
Hasta que los mayoristas se trasladaron a Merca-Bilbao. Los almacenistas se fueron, si pero el Madriles se quedó en su Casco Viejo. Y empezó a recoger cartones con su carretilla. Con las cuatro pesetas que le pagaban por kilo en la calle de la Encarnación, viene a sacar al día hasta cien pesetas, pero no es fácil llegar a los veinte duros diarios, en medio de tanta competencia, pero da igual  con sesenta pesetas también puede comprarse cien gramos de chorizo y hacerse un bocadillo y tomarse un café con leche. El postre corre por cuenta de los fruteros de la plaza. Siempre le regalan una naranja o un plátano o una manzana.
Lo peor comienza a las diez de la noche. Se hacen eternas las horas durmiendo bajo los arcos, cerca de un kiosko de periódicos con la carretilla y los cartones al lado.
Acurrucado el Madriles espera la llegada de un nuevo día.
"Si pero así no me tiene que mantener nadie y pongo el vuelo donde quiero"dice.
Si tuviera la oportunidad  de volver a sus veinticinco años seguro, seguro que no le hubiéramos conocido.
"Si tuviera veinticinco años estaría en Nueva Zelanda. Conozco a un amigo capitán de barco en Santurce que me hubiera ayudado a embarcar.
¡Pero no tengo 25 años, tengo setenta! ¡Que le vamos hacer!
Habrá que esperar un año más al próximo invierno. Y quién sabe puede ser el último.
Durante algún tiempo empleó treinta duros diarios de sus 8.885 pesetas de su retiro en pagarse una cama.
Salía por las mañanas de la pensión, situada en el número diez y seis de la calle Dos de Mayo con una idea fija:
"A mi solo me sobra para tomarme un café con leche y la patrona con sus dos hijas se pone morada a chuletas".
De manera que decidió romper con la situación y dormir al sereno. Nunca más comerían chuletas a su cuenta la patrona y sus dos hijas.
Así es este Madriles, no se toma un vino con el primero que llega y le invita ¿Madriles te tomas un chiquito? me dicen  algunos en Barrencalle y Somera. Y yo acepto o no acepto, porque un servidor se toma un vino con la gente que le apetece o le interesa. No con el primero que llega.
Venía hace ya tiempo desde Santurce a Bilbao bajo una lluvia torrencial que le empapó hasta los huesos, luciendo chorreante la carretilla. Dejó los cartones como siempre en el almacén de la calle Encarnación. Fue un día duro.
Estaba cansado y se durmió sin quitarse la gabardina, calado bajo los arcos de la Ribera. Amaneció con fiebre. Despertó horas después en el Santo Hospital con una pulmonía(Estos señores se portaron muy bien conmigo y me curaron).
Edorta Alarzagüena le ha ofrecido un hueco en su caravana, aparcada frente a la ría, a cien metros de la iglesia de San Antón. 
Son las cuatro y media de la tarde. En la caravana de Edorta duerme plácidamente un viejo de barba blanca, Madriles. Quién no conoce a Madriles en el Casco Viejo. Ha dormido tantas veces en los soportales que están enfrente del Mercado de la Ribera.
Lamiak, Txomin Barullo, Poxpolo son los sitios donde suele ir a tomarse un cacharro de vez en cuando.
Muguerza el pintor le ha hecho un retrato, que expone en una galería de Bilbao. Los vecinos del Casco Viejo le han comprado una carretilla nueva. Con los veinte duros de beneficio por la venta de cartón se llena los bolsillos de naranjas, botes de lentejas, bocadillos de chorizo y todavía le sobra para tomarse un vino en el bar de Modesto. ¿Qué más puede pedir a la vida el Madriles, el hombre que pone el vuelo donde quiere?...
Tal vez solo una cosa que el próximo invierno no sea excesivamente duro con sus débiles pulmones, porque como dice el mismo "Nunca se sabe si será el último invierno". En el fondo tampoco le preocupa demasiado que sea el último. Piensa en voz baja: Alguien se encargará de enterrarme. Se rasca la boina, enciende un cigarro y tras alisarse su inconfundible y espesa barba blanca, sonríe con gesto de hombre cansado. Porque el Madriles ha sido un rodador, un pájaro al que nadie ha podido cortarle las alas, partió hace mucho tiempo de Madrid, para encerrarse en una jaula llamada Bilbao.
La única jaula en la que el Madriles se ha sentido libre, sin tener ni amo, ni patrón. Puso hace mucho tiempo el nido en el Casco Viejo.
Y busca el alpiste entre Barrencalle y Somera.
Si alguna mañana de invierno ese nido apareciera vacío, alguién debería preocuparse de recoger la carretilla del Madriles. Es todo su patrimonio. La herencia de un personaje singular para el Casco Viejo.
 
Cuentan los que le recogieron  que su diminuto cuerpo solo era un prominente bultito. A él le gustaba volar bajito, como un gorrión ir de balcón en balcón, como un gorrión y moverse por instinto "como un gorrión....Madriles", el entrañable vagabundo que un día decidió construir su nido de pajarillo silvestre en el Casco Viejo se ahogó.....como un gorrión.
Neruda hubiese escrito los versos más tristes en su muerte. Para nosotros ni siquiera un millón de crisantemos podrán llenar el volumen de su vacío, en cada rincón del Casco Viejo. Nos habíamos acostumbrado a verle con su sempiterna barba blanca y esa camisa de cuadros que se ha llevado la muerte en lodo, la misma muerte que hará enmudecer a todos los pájaros  y preguntar a los niños: Padre ¿por que no cantan los pájaros? ¿Es que acaso nos hemos quedado sin pájaros?, sin que alcancen a comprender que el silencio durará el tiempo que tardes en encontrarte con ellos, más allá del tiempo y del lodo.

los soportales de la Ribera y el Mercado
 
Te recordamos Madriles libre de honorarios y compromisos, sin envidiar al canario su color, ni su canción, reposando tu vuelo en una mesa del Lamiak. 
Alguna vez al más ingenioso de tus múltiples amigos se le ocurrió decir: Este Madriles es el primer y único punkie de Bilbao. Pero tu no entendías de esas modernidades, provocadas por el detritus urbano.
A tí lo que realmente te gustaba en las cálidas noches de oratoria etílica era dejar claro a los cuatro vientos, tu inquebrantable condición de "rojeras", con ese inconfundible acento castizo "Soy sobrino de Pablo Iglesias y a mucha honra ¿entendido?

Siempre corres con el peligro de encontrarte con el "progre", que es un personaje que me resulta detestable, porque traspira cierta pose, cierto papel aprendido que desprende un tufillo de falta de autenticidad que no lo puede aguantar, que le repele, esto lo decía Edorta el amigo del Madriles. 
Me parece verte en la nublada tarde de octubre, sentado en la caravana de Edorta Alarzagüena, mirando plácidamente a esa ría que se ha vuelto loca y ha arrasado tu nido, calle por calle, hasta llegar de la Ribera a la calle Bidebarrieta, donde buscabas tu alpiste. Eres más dado a vivir que a contar tu vida pero esa vez, no se muy bien por qué, quizá porque la ría estaba más serena que nunca, hablaste de tu infancia madrileña, de tu madurez republicana, del tiempo y la guerra, de las pensiones de mala muerte y de aquella patrona que te mataba de hambre y luego terminó llamando al periódico, quejándose de lo que habías dicho(hay verdades que matan), hablaste también de tus amigos, los vecinos del Casco Viejo(acababan de robarte la carretilla de los cartones) y ellos te compraron una nueva preciosa, oye por suscripción popular, de los hombres y mujeres del Mercado de la Ribera siempre dispuestos a darte de comer en su mano, pequeño gorrión y de "esos chicos jóvenes que tanto me quieren"te referías a la marabunta vital del casco y también dijiste algo de la libertad..¡Ay que palabra! de ser pronunciada por un hombre conducido por la derrota al punto exacto de nuestros deseos....¡ La libertad! Nadie como tu Madriles llegó a subvertir  el orden público sin apoyo de la clandestinidad dando un golpe de estado permanente, a nuestra cotidiana cárcel de derechos, deberes, horarios, compromisos, seguridades, consumismos, miedos, cobardías y contradicciones con tu sola presencia. A todos al menos alguna vez nos hubiera gustado ser tú, vivir a la décima de segundo, volar, volar, volar lejos de las jaulas de aluminio que nos aprisionan.
El vino nunca llegó a matarte(solo una vez se enfadó contigo, aquella en que los vecinos te hospitalizaron a causa de una cirrosis) y ahora ya ves, viene una tromba de agua, sin ojos, sin corazón y nos hace llorar a todos en tu ausencia. Tenías razón el vino es un compañero más noble.
La tuya no debería ser nunca una llorosa necrología Madriles, pero como evitar las lágrimas de Fede el de Txomin Barullo, al levantar del lodo tu cuerpecito embarrado y tus alas mustias.
Si el olvido es capaz de borrar todo este dolor y toda esta miseria, los niños volverán a oír cantar a los pájaros y desde tu nido Madriles en el Casco Viejo, el viento nos traerá de nuevo, su voz, tu trino de los momentos más eufóricos cuando levantabas la cabeza, mirabas a tu alrededor y gritabas ¡Viva Pablo Iglesias!
Lo encontró un comparsero de Txomin Barullo. La comparsa Pinpilinpauxa planeó organizarle un homenaje, tras su muerte, pero todavía se lo deben, la intención sigue en pie "porque quienes le conocimos aún nos emociona su recuerdo y era un tío feliz y un idealista.



El contenido íntegro de este artículo lo publicó Antxón Urrosolo y yo lo recojo en este blog por su belleza y calidad humana.
Madriles se ahogó como un gorrión, 30 de agosto de 1.983.
Madriles como un gorrión que anida en el Casco Viejo, 23 de mayo de 1.980. Publicados por el Correo, su autor Antxón Urrosolo

domingo, 25 de octubre de 2020

LOS SOMBREREROS DE BILBAO SEGUNDA PARTE


la sombrerería de los Gorostiaga, en la Calle Bidebarrieta
foto del año 1.900

*El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo
se disfraza, el elegante se viste.
Honoré Balzac 1.799-1.850*

*Hace décadas no había dama o caballero que no demostrara su gusto admirable cubriéndose con un sombrero y no había gesto más cortés que el destocarse a modo de saludo, en vez de sacudir enérgicamente la espalda del vecino, con palmadas homicidas como se hace ahora*

*Si me preguntan quién ha llevado mejor un sombrero, la respuesta es inmediata aquél tipo que dió vida en la pantalla a Phillip Marlowe y que respondía al inmortal nombre de Humphrey Bogart*
Juan Carlos Alocén, sombrerero vitoriano de larga tradición familiar en el oficio.

A su paso por Bilbao en 1.776 Jovellanos nos dice que en Somera abundan los maestros de obra prima, así como tenderos y taberneros; en Ascao y la Esperanza, albañiles, carpinteros, pintores, decoradores, latoneros, cerrajeros, caldereros, algunos tejedores, saqueros y escultores, en Artecalle, más tenderos, entabladores y plateros; en Tendería, los comercios de ropa; en Belosticalle, obradores de varios oficios; en Carnicería Vieja, posaderos, barberos, silleros, tiendas de quincalla y de grano, más algún esquilador; en Barrencalle se vendía bacalao, aceite, grasa y aguardiente, de este lugar procedían muchas de las cargueras de los muelles, por la Estufa estaban los fabricantes de alquitranes, resinas,
cáñamo y jarcia; en Bilbao la Vieja, posadas y ferreterías en la proximidad de la antigua Rentería del hierro.
La mayor parte de los mercaderes y corredores de navíos y comercio residían a lo largo de la Ribera. En el Arenal abundaban  las posadas como la Hostería del Sol Dorado, cerca de Bidebarrieta. En la calle Lotería hubo una alojería o tienda donde se vende aloja, bebida hecha con agua, miel y especias. 

Martin Gorostiaga Larrínaga nació en Dima, el 5 de febrero de 1.834 y vino de muy niño a vivir en Bilbao. Su hermano José Gorostiaga vivía en Ormaiztegui(Guipuzcoa) y allí murió el 29 de julio de 1.907.
Estuvo casado primero con Fulgencia Murua Lequerica. La ceremonia tuvo lugar el 26 de febrero de 1.854 en San Nicolás de Bilbao. Al fallecer esta, se caso en segundas nupcias con Magdalena Echevarría Reguero, nacida en Bilbao el 25 de mayo de 1.838 de profesión costurera. Se casaron en la misma iglesia el 10 de abril de 1.855. Tuvieron cinco hijos, Venancia nacida en 1.856, Alberto en 1.858, María Gabriela en 1.861 era costurera, Eladio en 1.864 y el que sería el continuador del negocio de sombrerería Fructuoso en el año 1.863.

Felicitación de Navidad de un sombrerero a principios de siglo XX
de la Biblioteca Nacional de España

Tal como se puede ver era un taller familiar y funcionaba igual que otros en esa misma calle.
Tenían el negocio al final de la calle Bidebarrieta, encima de la Guantería La Violeta.
Fructuoso Gorostiaga Echevarría se casó con Ignacia Aguirre Gaviria Ruiz de Arbulo, en Begoña el 23 de julio de 1882.
Tuvieron cinco hijos: José Valentín en 1.883, Celestina en 1.886, Remigio-Benjamín que estudió medicina la especialidad de dentista y nacido en 1.884, Adalberta- Dolores en 1.888 y Alejandra-Valentina en 1.892. Todos ellos habían nacido en Bilbao.


Vivían en la calle Bidebarrieta con una sirvienta, donde estaba la fábrica y el obrador de sombreros en el año 1.857, aunque la publicidad decía que empezaron a fabricar sombreros en el año 1.848.
Luego el negocio se fue a la calle Bidebarrieta esquina con la calle del Víctor hasta hoy que ya solo es en la calle del Víctor.
En el año 1.870 les encargan cuatrocientos sombreros, para los Voluntarios de la Libertad y al sastre Julián Benito otros tantos uniformes para la tropa.
En el año 1.882 obtuvieron la medalla de plata de la exposición de Vizcaya.
En el año 1.888 confeccionan 140 quepis para la guardia municipal de Bilbao.
En el año 1.891 instalan un reflector de luz en su establecimiento de sombrerería, de la calle Bidebarrieta dos.
Martín Gorostiaga Larrínaga murió el 27 de setiembre de 1.892.
La viuda siguió con el negocio y le sucedió su hijo Fructuoso Gorostiaga el continuador del negocio familiar hasta su fallecimiento.
Anunciaban en 1.900 sus sombreros ingleses e italianos:Scott, Chrytys, Bot OF., Wiliam Harrison&Son, las boinas, los Borsolino, Lazarro, Alessandria y todo tipo de gorras, de precios y calidades. Sombreros de Teja para los curas, felpa, seda, larga o corta, de castor y los bonetes de raso y merino.
Remigio Benjamin tuvo la consulta de odontólogo a primeros de siglo en la calle Correo,22 para trasladarse al Portal de Zamudio cuatro en el año 1.905.
Fructuoso Gorostiaga murió a los 61 años el 10 de diciembre de 1.924, vivía en el Portal de Zamudio,4 -primer piso.
Al morir Fructuoso, su hijo Benjamín se hizo cargo del negocio tuvieron que buscar un sombrero para continuar en el negocio de sus antepasados porque ningún familiar se hizo cargo. 
Antonio Pirla Martín venido de fuera de Bilbao, se hace con las riendas del negocio.  
A mediados del siglo XIX un ebanista apellidado Pirla, de Ricla(Zaragoza) deja su profesión para iniciarse como sombrerero. Su hijo Isidoro sigue en la profesión empleándose en la sombrerería de Antón Martín, en la madrileña calle del mismo nombre. Tiempo después se traslada a Burgos, como encargado de una empresa de la misma actividad y en 1.912 se establece en León por su cuenta en una tienda llamada Pirla Modas en la calle Picasso,7.
Le conceden en esa capital una medalla de plata por dos sombreros confeccionados para curas.

Los sombrereros han visto amenazada su actividad desde hace muchos años, por un lado los cambios de costumbres y la menor utilización de los sombreros. Por otra parte el no dar aprecio a la prenda de vestir individualizada, con la cada vez mayor presencia de la ropa de serie, productos más baratos.
Fabricados en otros países, por todo lo cual hace difícil la viabilidad de estos talleres artesanos, que los veteranos mantienen hasta la jubilación y sus hijos derivan hacia la comercialización.
Antonio Pirla


Decía Luis Pirla, hijo de Antonio en una entrevista en el año 1.983, que un sombrero de fieltro en el año 1.936 costaba 27 pesetas y unos zapatos 25 pesetas.
Hoy un sombrero a medida cuesta tres mil doscientas pesetas y unos zapatos a medida se acercan a las cinco mil pesetas.
El mayor de sus diez y ocho hijos emigró a Brasil Antonio Pirla, lo hizo como sombrerero en ese país.
Como los Gorostiaga necesitaban urgentemente los servicios de un sombrerero contrataron Antonio Pirla Martín que empezó a trabajar en la sombrerería de los Gorostiaga.
En el año 1.920 se formó una Sociedad llamada Portabales-Gorostiaga, era una tienda de guantes en Bidebarrieta quince.
En el año 1.937, a Antonio le sucedió en el negocio su hijo Luis Pirla que ha permanecido al frente de él hasta su jubilación, para que a la fecha de hoy sigan sus hijos Iñaki y Emilio.
Benjamín Gorostiaga vivía en Francia durante la guerra civil, trabajaba como odontólogo y traspasa el negocio Antonio Pirla por no poderlo atender.
En el año 1.940 había en Bilbao catorce tiendas, con mucha competencia y anima a su hijo Luis para que siga en el negocio.


Emilio Pirla en su taller



EL PADRÓN DE LA CALLE BIDEBARRIETA EN 1.875.
En Bidebarrieta diez, cuarto piso vivía Bernabé Larrinaga Aransolo nacido en Bilbao, el 11 de junio de 1.837. En el año 1.865 se ganaba la vida como comerciante y relojero.
Se casó con Trinidad Aburto y Azaola, nacida en Bilbao el 9 de junio de 1.840.
Tenían dos hijos José Larrinaga Aburto nacido en Bilbao, el 14 de octubre de 1.865 y su otro hermano Isidoro nacido en Bilbao el 4 de abril de 1.871, este fue benefactor del Club Deportivo Bilbao.
Vivían en la casa la familia con dos sirvientas.
Bernabé fue concejal y alcalde de Bilbao en 1.873, dimitió al proclamarse la primera república el 11 de febrero de 1.873, salió Diputado a Cortes Constituyentes de la República por Durango, fue apoderado de Juan Aburto en 1.892, personaje de la vida comercial e industrial de Bilbao y acérrimo republicano.
En el número trece de esa calle en el primer piso vivía Ildefonso Arrese Ochandiano, bautizado en Ochandiano el 23 de enero de 1.831 de profesión confitero, casado con Catalina Basterrechea, se casaron el 25 de noviembre de 1.862 en Luno y vivían con sus seis hijos.
Y como curiosidad en Bidebarrieta, 15 bajo, la familia de Juan Magro nacido en Crevillente(Alicante) el 15 de setiembre de 1.826, su esposa se llamaba María Aznar y tenían cinco hijos y todos ellos eran de profesión estereros.

Se preguntaba Antxón Urrosolo en setiembre de 1.983 después de las inundaciones ¿Que se sabe de los símbolos del Casco Viejo de Bilbao el Madriles vagabundo famoso en todo Bilbao que murió en las inundaciones de 1.983.
Georges Carpentier, el maniquí de los Gorostiaga.
Lo trajo el doctor Gorostiaga de Paris,
los dientes se los hizo el doctor.



Pero había otros símbolos, el Hombre de las Tripas, el Caballo Blanco de Laburu, el Cabezón de Villodas, el Maniquí de Gorostiaga.
Decía Rilke: Mi patria es mi infancia, pues volvamos a ella.
Tras el diluvio María Begoña Andreu se adentró en su establecimiento como pudo, el bazar médico fundado por su padre hace 86 años. El señor Andreu lo fundó en 1.897 vendía material médico y un día se fue Alemania en busca de ese material y se trajo al hombre de las tripas, que mostraba generosamente el interior de su anatomía.
Al morir Andreu le sucedió la viuda, se anunciaba al público con la venta de bragueros, ortopedia, cirugía y fajas 
El hombre de las tripas, ocupó preferentemente el mostrador y el escaparate de la tienda del Bazar Médico de Andreu, en la calle Bidebarrieta.
Tras las inundaciones trató de rescatar la hija. al hombre de las tripas pero solo encontró algunas vísceras. Pensó en su padre y lloró. 
El muñeco nunca abandonó el escaparate, no había niño en Bilbao que no lo conociera y se quedara pegado al escaparate contemplando sus tripas, entre el asombro infantil y un cierto miedo.
Se perdió la cabeza, el intestino grueso y los pulmones. Lo que se ha podido rescatar es el corazón, el intestino delgado, el hígado, el páncreas y el bazo.
Algunos médicos de Bilbao aprendieron anatomía viendo al hombre de las tripas desde el escaparate del Bazar Médico. 
¡Ene,ene, ene! igual que el "serdo" decía un aldeano al ver las tripas del maniquí.
Otro símbolo de antigüedad era el Caballo Blanco, una cabeza muy bien modelada y hecha en metal, que los expertos no han podido determinar.
La cabeza la adquirió Críspulo Laburu, cuando inauguró su tienda en la calle Ascao 9, la compró en Londres allá por el año 1.894, allí se usaba como una pieza ornamental en las caballerizas.
Críspulo también tenía un taller de estampación de metales de adorno, para cierres de muebles en la calle Torre dos.
La tienda de Ascao comenzó siendo una guarnicionería. En el año 1.951 al cerrarse la tienda de Ascao y abrirse una en Correo, la cabeza del caballo dejó de ser un símbolo en la nueva tienda y quedó arrinconada entre los objetos viejos e inútiles.
Al terminar la guerra le dieron un susto las autoridades franquistas, por posibles responsabilidades políticas, pero el 8 de julio de 1.940 fue absuelto y levantado el embargo de todos sus bienes.

El Carpentier de Villodas, el cabezón que era como se le conocía en Bilbao. Era la cabeza de Georges Carpentier, boxeador francés del peso pesado y semipesado en esta categoría fue campeón mundial, nacido el 12 de enero de 1.894, alguien muy popular y querido en Francia.
Estaba en el escaparate de la Tienda de Villodas(Boinas Villodas), la sombrerería de la calle Cinturería y ahí le tenemos con su gran cabezota cubierto con un boina. 
José Villodas Menchaca nació el 24 de setiembre de 1.892.
Tenía la sombrerería en la calle Cinturería tres.
Su madre se llamaba Estefanía Menchaca y su padre Fructuoso Villodas Argandoña, nacido el 21 de enero de 1.853 en Vitoria. De profesión  latonero y se casó con Estefanía Menchaca en Bilbao el 21 se setiembre de 1.885 en Santiago. Estuvo en la cárcel por lesiones a un vecino y por el hurto de unas botas a un herrero en el año 1.870.
Vendieron una partida importante de boinas para la policía municipal de Bilbao, la partida se componía de 700 boinas a 15 pesetas cada una en el año 1.932. Vendían preferentemente boinas la Encartada de Balmaseda, fundada en 1.892 por un indiano llamado Marcos Arena Bermejillo.
Esta tienda como otros muchos comercios antiguos no sobrevivieron a las inundaciones de 1.983. A la viuda de José Villodas y a una de sus hijas, las recuerdan en los últimos años con una fluorescente en el interior y otra en el escaparate y todo lo demás penumbra.

La Camisería Inglesa de don Vicente Olave, era un punto de encuentro de la gente elegante de Bilbao, en el Arenal número diez y ocho.
Vendía sombreros ingleses, impermeables de la misma procedencia, paraguas, bastones y artículos de piel. Fue fundada a principios del siglo XX

Angulo y Borobio en Bidebarrieta 6, era una acreditada tienda de sombreros de señora y niño, con rapidez y economía. Confeccionó las gorras de verano de la policía municipal de Bilbao.

Gregorio Belaunde Arambarri, nació en Begoña el 24 de abril de 1.834 y se casó con Faustina Álvarez nacida en Gernika el 22 de febrero de 1834.Vivían en la calle Bidebarrieta dos, segundo derecha en el padrón de 1.875.
Gregorio perteneció a la quinta compañía de los Auxiliares de Bilbao, al mando del capitán Victoriano Borda y el sargento Manuel Mac-Mahón.
Con sus seis hijos entregados al negocio, Clotilde, Florencio, Gregorio, Pedro, Catalina y Donato, nacidos entre 1.860 y 1.872 convivían con una sirvienta.




el taller de un sombrerero


  
Tuvo algún contratiempo en su economía familiar, cuando Carlos Jacquet, le embargó la máquina de coser y alguna que otra cosa en el año 1.882.
El motivo del embargo fue el impago de una letra de cambio. Don Carlos Jacquet, francés y con residencia en Bilbao en la calle el Arenal,22 era el director de la Sociedad Española de Descuentos de Bilbao y se las tenía que ver con muchos comerciantes e industriales de Bilbao.
Confeccionaron sombreros colaborando con los sastres que hacían los uniformes Mauricio Campino, la viuda de Revuelta....
En el año 1.908 el negocio figuraba como Hijos de G. Belaunde y en el año 1.910 se dan de baja.

La sombrerería de Emilio Murgoitio, estaba primero en Bidebarrieta,23 y con el cambio de números posterior pasó al dos. Nació en Durango el seis de abril de 1.872, sus padres Fidel Murgoitio Arana y Josefa Vicenta Zainz Zugazagoitia.
Emilio instaló unos rótulos anunciadores y dos muestrarios de sombrerería en su tienda de Bidebarrieta.
El 1.920 fue un buen año para los sombrereros, cada sombrerería tenía cinco o seis empleados. Muchas de ellas sombrerería, camisería y boinas.
Durante la segunda república, con los rojos vino el sin-sombrerismo, antes las gentes se distinguían de su clase social por el sombrero. 

la tienda de Fructuoso Gorostiaga
en el Víctor,9
Esteban Saralegui Arregui, nació en Legorreta(Gipuzkoa). En el padrón de 1.885 llevaba 36 años residiendo en Bilbao.

Se casó con Joaquina Loinaz Oyarzabal nacida en Urnieta por lo tanto los dos eran guipuzcoanos, en la iglesia de Santiago el 5 de julio de 1.856. Llevaba los mismo años que su marido en Bilbao.
El matrimonio tuvo tres hijos María Pilar del año 1.857, Eloísa de 1.861 y el que sería el continuador del negocio del padre Ricardo nacido en 1.863.
Vivían con una sobrina y una sirvienta, en la calle Bidebarrieta,8 primer piso.
La puerta de su domicilio y la de la tienda eran las mismas.
Esteban fue alcalde de barrio, de las calles Bidebarrieta, Arenal y el Víctor.
También lo fue de esas mismas calles Santiago Meabe, le sucedió en 1.875 era el padre del socialista del mismo nombre. Además de alcalde de barrio fue concejal del consistorio bilbaíno, marino, defensor del asedio carlista a Bilbao en 1.874 y el compositor de algunas canciones que los liberales cantaban durante la guerra. Luchó en la octava compañía de los Auxiliares, con el capitán José Aranaga y el teniente Nicolás Lapeira.
Esteban Saralegui tuvo algunos contratiempos judiciales en los años 1.860, en cierta ocasión por unos jornales atrasados y en otra, unos señores de París le reclaman judicialmente una cierta cantidad de dinero, un juicio verbal con un sombrerero de Bilbao, Pedro Muñagorri, doscientos setenta reales por incumplimiento de palabra.
En los años 1.870, tiene negocios de mineral de hierro, poseía algunos terrenos que explotaba en la demarcación de la mina de San Luis, de Luis Levison sita en Miribilla.
También se dedica a la construcción de viviendas y pública.
En 1.874 el consistorio municipal le encargó gorras para la milicia nacional.

José Echave Olasagasti de la Confitería de las Delicias, en la calle Víctor uno. Es acusado de falsificación y estafa, suplantó la firma de un pagaré de 50.000 reales, de Esteban Saralegui y Policarpo de Lezama, chocolatero de Tendería doce.

El 29 de enero de 1.880 en el Noticiero Bilbaíno publican un anuncio: Esteban Saralegui, dueño de la acreditada casa de sombreros y emblemas militares en Bidebarrieta ocho esquina con el Víctor.
Pone en conocimiento de sus numerosos favorecedores y del público en general, que en el hallarán toda clase de sombreros y gorras adecuadas a la persona que los necesite, de moda y calidad superior a precios sumamente baratos.
Para lo cual ha puesto los medios para servir a todos los que quieran vestirse bien y con economía y además de su fabricación ha hecho compromiso con los mejores fabricantes de Europa de este ramo.
Se lavan y arreglan sombreros de fieltro, paja y seda con toda perfección, se planchan sombreros a dos reales.
Él y Gorostiaga fueron los sombrereros de más renombre y prestigio en aquellos años, dentro de la gran competencia que existía en el Casco Viejo de Bilbao.
En mayo de 1.880 anuncia la apertura de la nueva Sombrerería de Saralegui en la calle la Ribera doce. Es un gran establecimiento de sombreros, gorras de última novedad, a precios de fábrica.
Esteban Saralegui murió el 3 de diciembre de 1.889 y su mujer Joaquina murió el 13 de abril de 1.891.
Los restos del matrimonio fueron inhumados en Mallona en 1.895, pero algunos años después fueron trasladados al cementerio Polloe en San Sebastián.

Eloisa Saralegui la hija, se casó con Francisco Letamendía Irisarri y en 1.896 reclaman una casería en Miribilla y sus pertenencias, que era de su padre Esteban Saralegui.

Ricardo Saralegui continuó con el negocio de su padre, así figura en una relación de esos profesionales en el año 1.920. Fabricando cien gorras para los municipales por un importe de 552 pesetas en 1.894.


Una teja de cura, que podía ser un sencillo sombrero, de pelos
de conejo o de mejor calidad de pelos de castor.
Con las prendas y tocados religiosos los sombreros ganaban
dinero,sobre todo en ciudades como Ávila, Toledo, Segovia.

SOMBREREROS EN BILBAO AÑO 1.920
Hermanos Aguirre, Buenos Aires,2
Ubalda Alday, Bidebarrieta,6
Marcela Alonso, Belosticalle,26
Eusebio Anduiza, calle Correo
Pedro Angulo,Bidebarrieta,16
Eufemia Aurrecoechea,Esperanza,16- primero
Ascensión Bravo, Hurtado Amézaga,5 primero
Elena Coligueta,Mazarredo,1
Visitación Elorriaga, Libertad,1
Francisco Fatigati, Belosticalle,26-2º
Francisca Florencio,Correo,12-2º
Silvia Gavicagogeascoa,Estación,6-1º
Fructuoso Gorostiaga,Victor,9
Hermanas Herreros, Victor,2
Eleuteria Ibaizabal,Estación,2
Hermanas Felisa López, el Perro,3
Isabel Lumbreras,Sombrerería,12-2º
Hermanas Marquina,Víctor,7
Julia Morán,el Perro,6
Magdalena Muro,Correo,19
Emilio Murgoiti,Bidebarrieta,2
Hermanas Olavide,Correo,2
Cristina Orduña,Gran-Vía,35
Victoria Ormaza,Fueros,6
Ana Rojas, la Cruz,6
Rafaela Salinas,Jardines,7-4º
Ricardo Saralegui,Bidebarrieta
Matilde Uzaola,Colón de Larreátegui
Encarnació Villodas,Cinturería,3
La Favorita, de Mercedes León en Bidebarrieta,6. Tienda de sombreros de señora y niño y arreglos de todas clases.
Tal como se puede ver, es abrumadora la cantidad de sombreras en Bilbao, tocados, sombreros, guantes, otros complementos y arreglos son toda la labor de las sombrereras en Bilbao.

La fábrica de sombreros ISESA, Industrias Sombrereras de España,SA Fernández y Roche.
Es fabricante de sombreros desde 1.885 en Sevilla.
Consiguió llegar al mercado neoyorquino de los judíos ortodoxos, que tienen obligación de llevar sombrero y es la principal proveedor mundial, superando a la italiana Borsalino.
Con más de treinta mil sombreros en 2.018.
Pero aquí en España los tricornios de la Guardia Civil se hacen en China y la India, Amazon te puede vender tricornios de plástico y uniformes de la Guardia Civil de la misma procedencia, por un módico precio pero todo confeccionado fuera de nuestras fronteras.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE

Hemeroteca Nacional de Madrid
Archivo Diputación Foral de Bizkaia
Dokuklik
Cuestión de cabeza,Ángel Resa el Correo 30/1/2006.
El sombrero ha decaído por política,María José Tome 9/1/1.999 el Correo.
Bilbao en la cabeza 14/12/2015 Jon Uriarte el Correo.
El hombre de las tripas de Antxón Urrosolo,el Correo del 12/9/1983.
Teoría del sombrero,Carlos Pérez Uralde el Correo 14/8/2000.
Con cabeza,Carmelo Urdangarin el Correo.
Curiosidades bilbaínas de antaño,Manuel Basas 16/1/1972
Reliquias de escaparate que el agua se llevó,Antxón Urrosolo 12/9/1983 el Correo.
Y mi agradecimiento especial a Iñaki Pirla.














 


viernes, 16 de octubre de 2020

LOS SOMBREREROS DE BILBAO-LA PRIMERA PARTE




La sombrerería de Saralegui
Bidebarrieta,7 en Bilbao, en el año 1.900


Santa Catalina de Alejandría es la patrona de los sombrereros y de las costuras, se celebra todos los 25 de noviembre, desde principios del siglo XX.
Las jóvenes solteras de las cofradías se encargaban de adornar la imagen de la santa colocándole un tocado.
Se celebraba sobre todo en Francia, donde los talleres de costura y sombrerería tienen mucha actividad. Las chicas que se casaban cedían el puesto a las todavía solteras que acudían con llamativos sombreros de colores, verde, naranja o amarillo.
Los primeros estatutos gremiales de los artesanos en esta actividad de la que se tienen noticias, fue la Corporación de Sombrereros de Sombreros de Bayona(Francia) del año 1.620.

Remontándonos a otras época en el año 1.875 en la ciudad de Segovia se reúnen don Isidro Luengo y Manuel Martín Benito para indagar las causas de la decadencia del gremio de sombrereros de esa ciudad.
Hablan de la importancia que tuvo este gremio en la antigüedad con la fábrica de paños.
En los años 1.109 ya había fábrica de sombreros en esa ciudad y era la que daba el adorno del sombrero a toda España.
Había Ordenanzas y Constituciones que reglaban el ejercicio sobre  la lana y añidos, el pelo de conejo y de liebre para la confección de sombreros. Los tratantes tenían sus casas en los distintos puntos de la ciudad.
En el año 1.500 lejos de haber decaído este gremio había 80 tiendas y maestros que surtían no solo al pueblo y a la monarquía de España también a Portugal y a reyes de fuera y al nuevo mundo.
Se empleaba el pelo de los animales más a mano, el pelo de conejo, el de oveja, pelo de caballo, de gato. El pelo de oveja se consideraba de peor calidad.
También se empleaban antiguamente y cuando había abundancia de ellos, el pelo del topo y el castor.
Con una mezcla de pelos de castor y conejo se confecciona un buen sombrero.
El procedimiento era el siguiente, se soplan los pelos en un cono cuando están mojados que es cuando están hinchados, se secan y se encoge el pelo, se compacta y se aglomeran los pelos.
Con el calor, la humedad y presión se da la forma.
Calor y presión con la plancha de hierro, humedad con la esponja húmeda de agua. Se pone en la horma y se le da la forma que se quiere. Un sombrero tamaño normal viene a pesar 180 gramos.

En la ordenanza de cordoneros del año 1.562 de Zamora incluye a los vendedores de pasamanería, merceros y sombrereros.

En el Madrid del siglos XVIII, sólo los que elaboran productos exclusivos para la élite cortesana salen de la penuria y son las profesiones de sombrereros, toqueros, boteros, chapineros que hacían los chanclos elaborados con suela de corcho, muy utilizado por las mujeres y muy común en toda España.
Todos estos productos marcan los criterios de la moda para otras cortes europeas.
Tienen un amplio mercado en los nobles, los altos funcionarios, niveles altos del clero y los maestros artesanos más ricos.
En esa época abundaban los vendedores textiles, pañeros, lenceros, roperos y sombrereros.

Estandartes que se usaban en las fiestas religiosas por los distintos
gremios, a la izquierda uno de un sombrerero, don Pedro Calderón año 1.881
de la Biblioteca Nacional de Madrid.

El Motín de Esquilache acaeció en marzo de 1.766, reinando Carlos III, era una revuelta popular contra el intento de recortar la capa y el ala del sombrero ya que los hombres iban embozados y se hacía difícil su identificación.
Gremios fuertes y bien organizados de sombrereros eran los de las cofradías de Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Burgos, Pamplona o Madrid, eran muchos y estaban muy unidos.
Por ejemplo en la ciudad de Pamplona, existían hermandades como la de los zapateros, cerrajeros-cuchilleros, cordeleros, afeitadores, sastres, silleros-guarnicioneros, chocolateros, tundidores de paños, guanteros, calceteros, sombreros y muchos más en los años 1.770. 

No parece que en Bilbao los sombrereros estuvieran agrupados en una sola calle gremial, como otros gremios en la edad media. 
En las Siete Calles de Bilbao, en esas calles no se les cita.
En la calle Sombrerería en 1.872 había varios plateros, Eusebio Lecea, Antonio Scala platero y diamantista. Tienda de paños y sastrería Felipe Zenarruzabeitia e Isasi, el guipuzcoano Juan Borné y Bonet acreditado guantero y el confitero Marino Basterrechea, otra tienda famosa, la Dalia Azul de Juan Vela y Antonio Valera, camisería y objetos de adorno.  
Desde luego los sombrereros no estaban en la calle Sombrerería, estaban desperdigados por distintos lugares de Bilbao. Dice Basas que había bastantes para el número de habitantes. El tono de la población era de gente cubierta, ellos y ellas.
Acostumbrados a distinguir a cada uno por sus signos externos, también tenían reservados en sus paseos para transitar por ellos, unas y otras clases sociales. En el año 1.872 la calle que más sombrererías concentraba era la calle Bidebarrieta, también tenía mas fondas y casas de huéspedes.
Tanto la calle Bidebarrieta como la calle Sombrerería eran relativamente nuevas, no pertenecían a las históricas, las llamadas Siete Calles de Bilbao.
Antes de 1.800 existía un jardín propiedad de Pedro Ampuero, alférez retirado de la marina, este jardín iba desde el Arenal hasta la calle que hoy conocemos como Sombrerería.
Antes de la Plaza Nueva, había una zona de casuchas y solares de huertas que delineaban las calles Ascao, Sombrerería, Correo y la calle de Los Fueros.

Martín de Isasi, sombrerero y vecino de Bilbao  del año 1.560 a 1.561 mantiene un pleito contra Pedro Borja Urquiola y Juanes de Arrieta de Gamiz, sombrereros de Bilbao, se les acusa de asalto, desafío e injurias.
Pedro Fernández Ugaldeguren, vive en Bilbao en la calle Nueva de San Miguel y su mujer se llama Ochanda de Jauregui otro sombrerero vive en la misma calle, Juan López de Amurrio y en el año 1.568 paga 21 ducados de renta anual.
Martín de Ugarte y Domingo Zaldiaran eran sombrereros en el año 1.581, compran lana de añinos negros, que es la lana de los corderos de un año, es la de mejor calidad y más suave, también tiene más valor.
Una escritura de aparejamiento de Miguel de Abarocoechea, sobrino de Pedro Ibarra para que aprenda el oficio de sombrerero en 1.585.
Diego Cocolín tiene su tienda bodega en la calle de San Nicolás en 1.590 y paga 26 ducados de renta anual.
En los años 1.600 están censados en Bilbao estos sombrereros: San Juan Basuaga, Juan de Pontón, Bastián Urdanegui, Juan de Latatu, En el año 1612 el maestro sombrerero Juan de Latatu estaba establecido en la calle Ascao y pagaba 23 ducados de renta anual.
En 1.619 Pedro de Asúa sombrerero estaba casado con María Ibáñez de Gueldo y tenían una taberna en la Sendeja.
Sebastián de Urdanegui y Martín Loa eran maestros examinadores a todos los que hacían el aprendizaje de sombrereros en Bilbao.
Juan Usánsolo, Pascual Zaballaga nacido en Mena en 1.648 fue acusado de estupro por Catalina Landázuri.
A mediados y finales del 1.600 había otros sombrereros, Martín Elorrieta y Juan Elorrieta, Juan Larrea, Pedro Ormaechea.

En el año 1.665 el sombrerero Pedro Aguirre, es acusado por Diego Vélez de Argos de la muerte de su esclavo, Juan Santos.
Diego Vélez de Argos, nació en la merindad de Trasmiera(Isla) y residía en Bilbao. En el año 1.667 es nombrado tesorero-contador de Nicaragua y el 1 de abril de 1.669 viaja a ese país.
Otro familiar Pedro Vélez de Argos, natural de Arnuero de profesión escribano y viaja a Quito en abril de 1.623 como relator de la Audiencia de Quito. 
 Y su padre Domingo Vélez de Assas y Argos, presbítero y natural de Noja(entonces provincia de Burgos). Perteneció al Tribunal del Santo Oficio de México y en el mismo oficio en Cartagena de Indias, murió en Madrid en 1.649.

En el año 1.676 asesinan en Bilbao a un sombrerero francés un tal Pedro no se sabe más de él.
En el año 1.750 por orden del Marqués de la Ensenada(Zenón de Somodevilla y Bengoechea, primer marqués de la Ensenada, fue secretario de Hacienda, Guerra y Marina e Indias) y por una real orden de agosto de 1.750 al corregidor de Vizcaya prohibe la exportación de pieles y pelos de conejo y liebres y así se lo comunican a los sombrereros del Señorío de Vizcaya.
José Eguizabal actúa como perito sombrerero en el año 1.766 en los caso en que se solicita su peritación.
En el año 1.784 había varios productos de uso muy común Espíritu de Nitro fumante que es lo que hoy conocemos como ácido nítrico.
Sal Prunella que era nitrato de potasio, moldeado en bolas o pasteles.
El agua fuerte, estos materiales los usaban , los tintoreros de paños, espaderos, sombrereros y las fábricas de indianas que era un tipo de estampado sobre telas de algodón o lino, al principio no se tejían en España, iban destinadas a las Indias de ahí su nombre y sus fábricas al principio radicaban en Barcelona.
En Madrid había en 1.785 cinco fabricante con casa y tienda abierta y cada uno mantiene un oficial, un cardador, un aprendiz y un cosedora.
Fabrican distintas clases y calidades de sombreros, de pelo de camello, conejo, vicuña y los más corrientes de lana fina y añino de la tierra( cordero de un año).
Entre los que se fabrican y venden en esta ciudad y ferias de pueblos vecinos, hacen un total de tres mil sombreros.


Muestrario de sombreros y gorras
del Archivo de la Biblioteca Nacional de Madrid

 
En el año 1.802 el consistorio bilbaíno autoriza a Manuel Julián, ciudadano francés para que pueda trabajar en Bilbao en el oficio de sombrerero en la calle Sendeja.
En esos años los sombrereros usan algunos productos para la confección de los sombreros, como la lana de oveja y vicuña, cola, palo de tara, copagira y cera de Castilla, todos estos productos en los nuevos tiempos cambiaron por el borax, la acetona, el azufre, la cola de pescado, goma laca etc...
El Diario de Madrid el año 1816 publica una ordenanza del Ayuntamiento de Madrid por la cual, se obliga a los sombrereros, cereros, confiteros, pasteleros que viven en la Plaza Mayor y avenidas de la capital a sacar sus obradores y hornos a otro punto de la ciudad bajo pena de cien ducados.
Al sombrerero Antonio Goenaga de ideología liberal, se hace merecedor de vigilancia. Así lo comunica el alcalde de Azpeitia a la intendencia de Vizcaya, al desplazarse a Bilbao en el año 1.825.
Tres años después los prohombres del gremio de sombrereros solicitan la exención de los derechos de entrada de las pieles de nutria, conejo, liebre y lana de vicuña.

En el año 1.817 Bartolomé Scala de profesión zapatero y residente en Bilbao, presenta un expediente ante el rey, para ejercer su oficio sin ser molestado. Tiene una credencial del encargado de negocios del emperador de Austria. Bartolomé había nacido en Verona que entonces pertenecía al imperio de Austria, reinando Francisco I de Austria.
Se le dejó trabajar el 6 de agosto de 1.817, sus colegas de oficio protestaron por la competencia que suponía, sin pasar por las pruebas de hidalguía y limpieza de sangre.
Hay un José Scala, que es un joven sombrerero que pide licencia de armas de caza, en el año 1.829. Otro Antonio Scala Garin(que puede ser su apellido original Garrens). Fue un famoso relojero, joyero y platero, también hacía peritajes, en el año 1.864 tenía la tienda en la Plaza Nueva dos. Tuvo algunos problemas económicos por impago de la renta 3.330 reales y un pagaré sin fondos de 307 pesetas.
Antonio Scala Gavin o Garín nació en Bayona(Francia) el 4 de octubre 1.804, hermano de José y le suponemos hijo de Bartolomé. Vivía en la calle Sombrerería cuatro, tercer piso y se casó con Eladia Lera Sabater y tuvieron cuatro hijos.
Otro hermano del arriba citado Francisco también era sombrerero en 1.829 y se pide la expulsión del Señorío de Vizcaya por no acreditar su nobleza y limpieza de sangre.

En el Diario Balear del 17 de diciembre de 1.828, se venden sombreros de todas las calidades por el término de tres días. Con mucho acomodo en la tienda del maestro sombrerero Antonio Baldón, al lado de la Curías de los Canónigos plaza de Cort.
Sombreros redondos, de los anchos de clérigos y de capellán. 

En el censo policial de 1.829 en la calle Sombrerería no hay ningún sombrerero, hemos encontrado uno en la calle Sendeja Manuel Julián, en el barrio de Achuri en la Plaza de los Santos Juanes a Leocadio Uruburu sombrerero, que es intérprete de euskera y una de las habitaciones de su casa da a una sala del Hospital de Achuri de enfermedades venéreas y se queja de este contratiempo.

En el Boletín Oficial de la Provincia de Santander el 31 de octubre de 1.845. Jacinto Masol maestro sombrerero  que vive en la plaza de la Constitución de Santander, compra pieles de zorro, nutria, gato montés y cualquier animal silvestre.

En el teatro Arriaga los viernes y los sábados con función de teatro u ópera, había empleados de las sombrererías que daban lustre a los sombreros, de copa alta, hongo etc..., al igual que los limpiabotas y cigarreras estaban en la entrada principal y durante la función realizaban esa operación. Si el sombrero estaba deteriorado se daba vapor y una vez humidificado se ablanda y se puede dar forma, pero esta operación ya se hacía en el taller de sombrerería.


Horma para anchar sombreros.
El anchador metálico, para la boca del sombrero.
Los marcadores de alas que señalan el trazo de recorte.
Las planchas, empujadores, cepillos, cuña, planchín, anchador de madera.


José María de Gondra Zavía maestro sombrerero, confecciona setenta sombreros para el cuerpo de miqueletes a 40 reales de vellón cada sombrero en el año 1.840.
Martín Mendiburu, confecciona 21 sombreros para el cuerpo de Miqueletes en 1.843.
En esos años hay otros sombrereros que hacen ese trabajo, Juan Ignacio Guesala, Segundo de Eguía. Miguel Arregui confecciona doscientos sombreros  para el cuerpo de Miqueletes el año 1.848.
El hijo de José María Gondra, también sombrerero llamado Valentín Gondra Aróstegui confecciona 68 sombreros para el cuerpo de Miqueletes por un importe 2.040 reales de vellón en el año 1.868.

En el cuerpo de infantería del Ejército Español, el 1 de enero de 1.849 había 95.375 hombres, de los cuales solo treinta y uno eran de profesión sombrereros.

El truco más viejo, el 24 de junio de 1.852 un maestro sombrerero llamado Víctor Arija de Orense, denuncia que echó de menos cuatrocientos a seiscientos reales del dinero que sacó para cambiar media onza y cobrarse el dinero de un sombrero que le habían comprado dos gitanas, dio parte inmediatamente a la Guardia Civil.

*Si es barbero, el buen señor ninguno va rasurado.
Si es maestro de obra prima, todo el mundo anda descalzo.
Si es sombrerero, la gorra se hace de moda en el acto*

El 20 de octubre de 1.862, el señor Marín sombrerero de Granada ha recibido el título de Sombrerero de Cámara, como recompensa por un sombrero de Capitán General, que tuvo la honra de ofrecer al rey.

Los sombrereros de la calle Bidebarrieta en 1.858 piden mantener abiertos sus negocios los días festivos por la mañana.
Entre los años que van de 1.850 a 1.900 estos eran algunos de los sombrereros que residían en Bilbao: Venancio Eguía en la calle Correo,7. 
Valentina Urtezaga en la calle Bidebarrieta,11-12, tiene un taller de sombreros y quiere que le permitan abrir los días festivos para vender pan. Serapio Olavarrieta tiene la sombrerería en Bidebarrieta diez y con su esposa Leandra Bilbao en 1.866.
Eduardo Guillen calle Sombrerería,1. Antonio Rivas en la calle Santa María,8-10.
Feliciana Ortíz de Zárate, es modista de sombreros, toda clase de prendas de cabeza de mujer en la calle Bailén 23.
Julián Rodríguez se anuncia con un cartel que dice :Liquidación parisién de sombreros y confecciones de señoras en Sombrerería ocho.

Un sombrerero de Santander llamado Fernández, lava y plancha todo tipo de sombreros y hace una gran limpieza de los Jipijapa, dejándolos como en la Habana. Algunos sombrereros también eran  guarnicioneros, haciendo trabajos para las caballerías, con el cuero  hacen maletas, bolsos y correas.


FIN DE LA PRIMERA PARTE



Madrid siglo XVIII,la Tonadilla escénica, paisajes sonoros en el Madrid del siglo XVIII.
Curiosidades bilbaínas de antaño de Manuel Basas, el Correo.
Archivo Diputación Foral de Bizkaia.
Liburuklik.
Biblioteca y hemeroteca Nacional de Madrid.

martes, 6 de octubre de 2020

EL PADRE ALFONSO MARIA MORENO BILBAO

Padre Alfonso María Moreno
del archivo El Correo


*El vasco recata sus sentimientos y tiene horror al ridículo, no se atreve a presentarse al público y detesta la pedantería, el padre Alfonso Moreno*.

*La leyenda negra sobre los jesuitas es tan válida, como los que dicen que las parisinas, son muy antipáticas y siempre tienen el ceño fruncido.* El historiador italiano Alberto Melloni.

LA FAMILIA:

Raimundo  Moreno Giménez, fue abogado y represento los intereses del ayuntamiento de Abando, cuando la anexión de Bilbao en los años 1.870 a 1.873 en todo lo relativo a lo jurídico. Murió en Bilbao 16 de diciembre de 1.876  Su mujer se llamaba María Victoria Goñi Truchuelo, se casaron en Amurrio y tuvieron cinco hijos. Aurea, Joaquín, Andrés, María Teodora y Ricardo, todos ellos nacieron en Amurrio menos María que lo hizo en Markina. Raimundo y María Victoria eran los abuelos de el niño Alfonso María Moreno Bilbao. 

Ricardo Moreno Goñi nació el seis de febrero de 1.860 en Amurrio, pero siendo un adolescente ya vivía en Bilbao. Su mujer Clotilde Bilbao Sacona, nació en Bilbao y fue bautizada en los Santos Juanes el 3 de junio de 1.866, se casaron en Begoña el 17 de octubre de 1.888. Ricardo se sintió siempre muy de su tierra, como vicepresidente de la colonia alavesa en Bizkaia a principios del siglo XX.

Sus hijos: Clotilde, María, Ángel, Fernando nacido en Amorebieta, Julián, María Dolores la más pequeña y Alfonso que nació el dos de octubre de 1.901 todos nacidos en Bilbao, con ellos vivían una sirvienta de Dima y una nodriza de Múgica.

Nos dice Alfonso en su libro de memorias que nació en Atxuri, su padre fue jefe de explotación Central de Vizcaya, vivían en una vivienda que había en la estación Terminal de los Ferrocarriles Vascongados construida en 1.882, anterior a la Estación de Atxuri que se construyó en 1.912.Toda su vida giró alrededor de los ferrocarriles, como director gerente de la Compañía del Ferrocarril de Lezama, director del Ferrocarril de Munguía y también de Triano.


La Residencia de los Jesuitas de Bilbao
bastión inexpugnable del jesuitismo y símbolo de la
 confrontación, entre la izquierda y la derecha desde principios de siglo hasta la segunda república.


Alfonsito veía desde su casa la finca de los Zumelzu con unas altas paredes, los árboles y parques con pavos reales y cervatillos y el recuerdo de don Carlos Plaza, entre los graznidos de los pavos reales, bajito siempre vestido de negro, con bombín y gafas de pinza. Hacía pocos años que se quedó viudo de su esposa María de las Mercedes Zumelzu, la finca de esta familia estaba donde hoy ocupa el Instituto Miguel de Unamuno.
Unos años antes habían vivido en Artecalle dos y en 1.910 se trasladaron a vivir en Licenciado Poza frente a la finca de los Zumelzu, 
Desde el balcón de su casa veía pasar a las Gallegas que tocaban el violín rematadamente mal solo hacían ruido, Jodra tocaba la flauta con la nariz o el Santo de Begoña y otros muchos personajes de aquel Bilbao.
Alfonso se educó en las peleas callejeras a la salida del colegio Santiago Apóstol, en la misma calle donde él vivía.
Los veranos los pasaba con su familia en un chalet que tenían en Amorebieta, esto fue a finales de la primera guerra mundial.
Tiempo después lo cedieron al ayuntamiento de Amorebieta, para obras sociales y después los okupas lo invadieron.
Jugaba al fútbol en la calle Ayala que apenas tenía tráfico, en la misma calle donde los jesuitas tenían la Residencia ¡Quién le iba a decir a él! que años después iría a vivir allí durante veinte años, pero ya como jesuita.
Alfonsito le gustaba la música y pegaba la oreja a la tarima del suelo para oír la pianola de los vecinos de abajo, los Ortueta y escuchaba impresionado la Gran Polonesa o el Claro de Luna.
El padre y la madre tocaban el piano, siempre estaba abierto y aunque no habían estudiado solfeo tocaban las arias de la Favorita, el Trovador, los Hugonotes.
A los 17 años entró en la Compañía de Jesús en el año 1.919 en Loyola y se ordenó sacerdote al proclamarse la República. Lo que más le costó fue dejar el fútbol y la música.
De chaval jugó en el Recalde Park de Alameda Recalde, donde hoy está el Club Deportivo Bilbao, en el campo de Lamiako, en la Campa de los Ingleses cuando los balones caían a la ría y en un equipo juniors del Athletic de portero y luego en los juveniles.
Estudió filosofía en Oña, teología en Bélgica, química en Zaragoza y biología en Barcelona.

la antigua estación de Achuri, año 1.882
del archivo de Euskotren


Dando clases de química y biología en el Colegio Nuestra Señora de Indautxu, en la Universidad de Deusto clases de religión y además era especialista en psicología religiosa.
Ejerció el apostolado en el Colegio de los Jesuitas de Indautxu tres años y tenía buena mano con los jóvenes, dio clases durante cinco años en la Universidad de Deusto y veinte años en la Residencia de Bilbao, desde el confesionario el padre Alfonso pulsó la saludad espiritual de muchos bilbaínos y no sabemos en que medida influenció en sus penitentes, tuvo poder como el padre Bernaola en su época, arreglos de familia, empleos, salvar almas in extremis y gestionar herencias, muchas familias de la burguesía bilbaína lo tenían como su confesor espiritual y así lo publicaban en las esquelas. El padre Moreno actuaba desde fuera, no aceptaba la excesiva cercanía y era refractario a las invitaciones familiares de sus fieles, le tenían que insistir cinco o seis veces, no quería comprometerse y además era algo escurridizo.
Era taimado, pero no pícaro y sabía zafarse de las situaciones que le incomodaban o que le podían involucrar y era sagaz como un jesuita.
Decía Unamuno que el interior de la Residencia era como el baúl de la abuela, un tanto mullido, acolchado e íntimo, también para el recogimiento de los penitentes que se acercaban a tocar el timbre al padre Moreno.
*Al otro lado de la celosía aparece el rostro sonrosado del jesuita, con sus pobladas cejas blancas, palpando los cristales inmaculados de unas gafas de carey. Los ojillos vivos y penetrantes, las orejas finas, alargadas, ¿Qué no habrá escuchado este hombre? a lo largo de toda su vida.
Te levanta y te da ánimos, confiesa distinto a otros curas decía una feligresa a la salida de misa.
Atendió en el lecho de muerte al político Alejandro Lerroux que le dio una foto dedicada que decía: A don Alfonso María Moreno, muy agradecido por su gestión cristiana. Al primer ministro Santiago Alba y se cuenta el episodio de una señora de San Sebastián que en el trance de la muerte tomó un tren rápidamente para ir a morirse con el padre Moreno, pero sufrió una caída y murió en el Hospital de Basurto sin poder auxiliarle el padre Moreno.
Urbano Larrucea más conocido como Amorebieta II, le llama al padre Moreno en su última enfermedad y le pide que esté a su lado en sus postreros momentos. Yo le enseñé a usted a jugar a la pelota, enséñeme a mi a ir al cielo.
Un buen pelotari, de espíritu señorial, de buena contextura física y todo un caballero murió el 12 de octubre de 1.936.
En sus tiempos libres Alfonso escribía de fútbol en algún periódico y se decía en esos años que las mejores carreras eran: La Compañía de Jesús y el Athletic, ambas compartían simpatizantes y filosofía hasta el punto de no distinguirse.
Aunque mayor que el convivió en la Residencia, con el padre Juan Lojendio Garín nacido en San Sebastián en la plaza de Guipúzcoa, el 17 de febrero de 1.877.
Ingresó en la Compañía de Jesús el 31 de agosto de 1.895, el 30 de junio de 1.910 ya era sacerdote.
Dio clases de la historia de España en la Universidad de Deusto.
Él fundó la Congregación de San Luis de Kostka y la dirigió durante años. Los ejercicios espirituales, la catequesis en San Vicente, la Adoración Nocturna, el bar de los Luises y el famoso piano en el salón de juegos, eran los lugares donde se reunían los jóvenes, para salvarse de los peligros que acechaban a la juventud en la calle y el grupo de montaña que organizaba las excursiones domingueras.
Tenía Lojendio dos sobrinos embajadores en Suiza y en Siria,
el padre Lojendio falleció en enero de 1.964, el solía decir de forma jocosa: Mi entierro en Bilbao no me lo pierdo. Famoso fue su sobrino Juan Pablo Lojendio, embajador en Cuba cuando se enfrentó con Fidel Castro en la Habana en el año 1.960.
Otro jesuita que convivió con el padre Moreno fue el Padre Chacón, profesor de estadística en la Universidad de Deusto, era un genio de las matemáticas pero muy mal profesor. De su libro de texto decían sus alumnos que solo lo entiende Chacón y Rincón, después Dios y Chacón y al final ni Dios. Para sus alumnos era un sabio en la materia, pero muy pusilánime. 
Además de Arrupe de sobra conocido, el padre Luis Bernaola Churruca nacido en Markina en el año 1.903. 
Ingresó en la Compañía de Jesús en 1.931 y se ordenó sacerdote en 1.939.
Terrible forjador de capitanes, jesuita y economista.
A él acudían banqueros y empresarios colocando a sus chicos más preparados y no solía fallar en sus recomendados.
Como buen markinés era aficionado a la pala y acudía al frontón del Club Deportivo Bilbao, donde la compañía tenía su palco.
Bernaola estudió en la Universidad de Deusto y trabajó en el banco de Vizcaya, así que conocía la teoría y la práctica. 
Tenía mucho poder e influencia quitaba y ponía. Personaje inflexible, hombre duro pero justo. Dirigió la Universidad de Deusto desde 1.941 hasta 1.974, cuando se jubiló le sucedió el padre Ostolaza.
En cierta ocasión uno de sus alumnos fue detenido por el Tribunal de Orden Público y Juzgado por sus actividades políticas. El padre Bernaola dirigió una carta enternecedora al tribunal y consiguió una sensible rebaja de la pena. Ese alumno se llamaba José Miguel Rincón y el padre como penitencia le impuso que fuera profesor de la Universidad de Deusto, como así fue.
Murió el 17 de octubre de 1.981 a los 78 años y después de cincuenta de vida religiosa.
Tenía una hermana religiosa, María Concepción Mercedaria de Berriz y familia que vivía en la calle San Agustín de Markina.
Más joven que el padre Moreno, era el Pablo Bilbao Aristegui no era jesuita, pero ejerció su influencia cultural y pastoral en aquellos años,  nacido en 1.915 adscrito a la Parroquia de San Vicente Mártir de Bilbao, falleció en el año 2.002, conocido en los cenáculos intelectuales de Bilbao, era escritor y desempeñó distintos cargos en el mundo cultural. Perteneció al grupo Alea que eran unos jóvenes interesados por la música y la poesía, entre ellos Blas de Otero, Jaime Delclaux, Pablo y su hermano Antonio Bilbao Aristegui, Sabino Ruiz Jalón el experto y crítico musical.


DESGRACIAS DE FAMILIA
Su padre estuvo siempre muy delicado del pecho, tuvo que abandonar su trabajo para pasar largas temporadas en Andalucia.
La inesperada muerte de su mujer  desmoronó sus fuerzas y reaparecieron las viejas lesiones pulmonares, la quietud y la alimentación le aliviaron algo, era muy aficionado a la música clásica y le trasmitió sus gustos al hijo.
Pero también tenía afectado el hígado, con una mano derecha en la espita del oxígeno y un Cristo a la izquierda aguardando serenamente a la muerte.
Alfonso se hospedaba en la Residencia de la calle Ayala y le hacía largas visitas al padre, ya estaba en Loyola cuando enfermó el padre.
La casa se llenaba de gente y uno de los más habituales era Rafael Moreno "Pichichi" su primo.
En una ocasión el pianista Víctor Zubizarreta tocó la obertura de la Africana.

El padre de Alfonso era muy amigo del doctor Areilza y un día subían por el puente del Arenal y se les acercó un hombre algo misterioso y le dijo al doctor que le dolía el lado derecho de la tripa y le pidió consejo. Areilza muy serio le contestó: A ver bájese los pantalones y el hombre se marchó avergonzado.
¡Alfonso mírame bien a la cara! porque ya no volverás a verme, me quedé mirando y le di un beso y salí de puntillas, este fue el último recuerdo de su padre.
Alfonso tenía diez y seis años cuando conoció a Alejandro de la Sota Aburto que era algo mayor que él, fue jugador del Athletic y después periodista por aquellos años muy popular en Bilbao, hijo de un acaudalado industrial.
Alfonso paseaba una tarde soleada de las raras ocasiones en Bilbao y volvía hacia la plaza Elíptica por la prolongación de la GranVía, era un día de labor. La prolongación de la Gran Vía era una calle muerta y apenas servía para nada, sin ninguna personalidad salvo los días de fiesta que se llenaba de paseantes.
Solo la frecuentaban un reducido grupo de rentistas, hombres ya amortizados y en su mayoría furibundos germanófilos, que compraban un ejemplar del periódico para ser leído y comentado en voz alta.
Al anochecer bandas de mozalbetes estaban empeñados en provocar a los municipales "chivas" rompiendo farolas y escondiéndose en la oscuridad.
Los días de fiesta la Prolongación adquiría su verdadero empaque, su estilo de gran arteria ciudadana con carácter y papel propio, para llevarnos hasta la plaza de Bélgica(ahora del Sagrado Corazón) y después nada menos que a San Mamés, no le podía caber mayor distinción.
Aquél día soleado, como laborable solo un joven subía por la desierta calle hacia la Misericordia, con elegante bimba negra en la cabeza, abrigo de buen paño y esponjoso, el bastón bajo el sobaco, algo inclinado hacia adelante, la vista vaga, era una especie de joven dandy llovido de Londres, elegante, libre y soñador.
Raimundo Moreno
archivo Club Deportivo
Bilbao
MIS QUERIDOS PRIMOS:
Raimundo Moreno Aranzadi, nació el 25 de abril de 1.884, murió prematuramente el diez de agosto de 1.922. Era un nadador cualificado del Club Deportivo Bilbao y como tal participaba en los campeonatos sociales de natación y era apodado "El Maestro" por su veteranía y sus muchos campeonatos ganados en el agua. Fue vicepresidente de la Federación Atlética Vizcaína en 1.917, emparentado con Unamuno y Aranzadi por linea materna.
También jugó al fútbol en el año 1.902 en el Iberia y poco tiempo en el Athletic, pero el que destacó en el fútbol fue su hermano Rafael "Pichichi".

Foto de Rafael Moreno "Pichichi"
del archivo del Athletic de Bilbao
 
 
Raimundo lo dejó todo por su profesión de ingenieros de minas en la Orconera.
Su padre Joaquín Moreno Goñi y su madre Dalmacia Aranzadi Unamuno, de la aristocracia intelectual por la parte de Aranzadi y de Unamuno.
Rafael nació el 23 de mayo de 1892, en el seno de una familia acomodada.
Dice Alfonso, mi primo Pichichi es el mejor jugador del Athletic y el mejor de España. Todos lo dicen tiene un shott tremendo por bajo y muy bien dirigido que no hay goalkeeper que pueda pararlo.
Pero sobre todo sabe driblar como nadie y es capaz de correr todo el campo, de un lado a otro con el balón pegado a los pies sin que nadie se lo pueda quitar hasta meter gol.
También es extraordinario en los remates de cabeza al sacar los corners.
Cuando el Athletic va mal en algún partido siempre se espera alguna genialidad de Pichichi que remedie la situación.
Mario Ugarte, Rolando y otros le gritan pidiendo un esfuerzo heroico, lo malo es que a veces juego de forma muy individualista y eso le pierde.
Unos equipos ingleses se lo quisieron llevar para jugar de profesional, pero a Rafael ni se le pasó por la cabeza irse de Bilbao, porque el Athletic es su club.
Intuía el gol con una clara visión, porque eso viene de la colocación en el campo y preveía la jugada del contrario que es lo que define al futbolista.
Llegaba al gol por la vía más rápido sin entretener al balón. Su presencia animaba todo el graderío.
Hubo un encuentro con un equipo húngaro llevaban un 5 a 0 en el marcador, pero la reacción del Athletic fue maravillosa y Pichichi al frente de ellos, logaron la remontada no sabemos si empataron, ganaron o perdieron, pero aquellos fueron tiempos heroicos.
Hay que resaltar que los nuestros eran un equipo de aficionados y los extranjeros todos eran profesionales y muy técnicos.
Los jugadores del Athletic se costeaban los desplazamientos de su bolsillo. Pichichi era hijo de papá, su padre tenía mucho dinero y al terminar el bachillerato empezó a estudiar derecho en Deusto, al igual que su abuelo y su padre, pero lo dejó por el fútbol. A pesar del empeño de la madre por colocarlo en la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao.
Era muy normal y muy llano Pichichi solía venir con nosotros a entrenarse en la Campa de los Ingleses, como si fuera uno más de nosotros, cuando él era ya una figura y según Alfonso en el fútbol actual no desentonaría, se adaptaría a él.
Rafael Moreno Aranzadi "Pichichi" comenzó en el colegio Santiago Apóstol, era mayor que su primo Alfonso.
De Pichichi dijo el periódico Le Foot Ball que era el mejor interior izquierda que hemos conocido.
Otra de sus facetas poco conocidas era el atletismo, el lanzamiento de jabalina, fue en Amorebieta y quedó campeón en esa especialidad.
Participó en la Olimpiada de Amberes en 1.920 con la selección nacional fútbol y en mayo de 1.921 fue la última vez que vistió la camiseta rojiblanca.
Quería ser árbitro, pero una ostras en mal estado le jugaron una mala pasada y murió al contraer el tifus en su casa de Iturribide el uno de marzo de 1.922.
Dice el historiador Imanol Villa que Pichichi no hacía ascos a nada, siempre dispuesto hacer cualquier cosa que fuera divertida para él y los demás. Disfrutaba de la vida y las mujeres porque según dicen era parroquiano de los barrios altos de Bilbao( la famosa Palanca, lugar alegre y desinhibido).
De aquella generación truncada en lo mejor de su juventud estaba también otro muchacho deportista llamado Ramón Lequerica Erquiza, nacido el 30 de enero de 1.890, hermano del diplomático y político José Félix Lequerica.
Fue un distinguido nadador de aquella época y socio del Club Deportivo Bilbao, que defendió los colores del club, ganador repetidas veces del torneo de natación, murió el 30 de julio de 1.922 al año siguiente en su honor el club creó un trofeo con su nombre.
Joaquín el padre de Pichichi y ejerció la carrera de derecho, representando los intereses de su padre Raimundo Moreno en los años 1.882 a 1.876.
Además fue secretario del ayuntamiento bilbaíno y en 1.895 alcalde interino, también fue diputado a cortes por Balmaseda en 1.898.
Otro hermano de Joaquín, se llamaba Andrés y era industrial con oficinas en la calle Villarias, motores y almacén de metales, un coche de alquiler de servicio público matrícula BI-951.

El padre Alfonso Moreno observa el escaparate de una tienda de ropa en la calle Ayala.
Era puro nervio, una chaqueta de buen porte, un pantalón gris marengo, salta de dos en dos
las escaleras, con unos lustrosos zapatos negros. Tiene un cierto aspecto de bailarín de claque.
Aunque del clergyman poco se puede decir de él, pero da el aspecto de un hombre elegante.
Llevó la afición de la música desde niño y era el único que tenía acceso a la Sociedad Filarmónica gratuitamente. Foto del archivo del Correo.
,
*Muy pronto mi vida enfiló nuevos rumbos, ingresé en la Compañía de Jesús y jamás me he arrepentido.
Me esperaban malos años, los ancianos nos miraban con una ternura compasiva.
Efectivamente una tras otra, una acosante escalada empezó a caer sobre nosotros, situaciones políticas, económicas y sociales que nos tenían en vilo día y noche.*
Las huelgas generales de principios de siglo en Bilbao y los enfrentamientos entre las izquierdas y la derecha.
Un acuerdo vergonzoso decía el Liberal del 21 de octubre de 1.922, se cederá la plaza de Bélgica para un monumento al Sagrado Corazón, por pudor no se pondrá "Reinaré en España".
Los socialistas y republicanos se oponen, el señor Rufino Laiseca felicita a los jesuitas por haber conseguido romper las prácticas del municipio.
La grave cuestión de la enseñanza en España, por un lado la izquierda y por otro los sectores de la derecha Ángel Herrera Oria, periodista y director del Debate dio la batalla, Ángel Ayala jesuita propagandista católico, la Congregación de San Luis Gonzaga más conocida por Los Luises, José Antonio Aguirre fue prefecto de los Luises.
En julio de 1.931 la Agrupación Republicana del País Vasco, solicita al gobierno republicano el internamiento y luego la expulsión del obispo Mateo Múgica y luego le tocó el turno a los jesuitas.
Las provincias Vascongadas venían ha ser un paraíso de orden y de paz, en Orduña, Loyola y Oña allí se refugiaron los jesuitas de otras ciudades de España, llegaron de paisano y muy amedrentados.
El Liberal y el Heraldo de Madrid cargaban contra los jesuitas, todos los días en sus periódicos, se hacían burdas y ofensivas caricaturas.
Decía el padre Moreno, en el pueblo español hay tres clases de analfabetos, los que no saben leer, los que sabiendo leer no leen y los que creen todo lo que leen y los tres son muy peligrosos.
Llegó la expulsión de los Jesuitas, el partido republicano radical lo pide, el 23 de enero de 1.932 a las once de la noche el presidente de la república Manuel Azaña, hace saber al ministro de justicia Fernando de los Ríos la disolución en todo el territorio nacional de la Compañía de Jesús e incautación de todos sus bienes.
Dimitieron Alcalá Zamora, Maura y la minoría Vasco-Navarra, por disconformidad con la medida.
Quedan disueltas aquellas órdenes religiosas que estatutariamente impongan a demás de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a una autoridad distinta a la legítima del estado.
Sus bienes serán nacionalizados y dedicados a fines benéficos y docentes.



"Los días venían preñados de amargura, pocas veces he llorado en mi vida, como entonces a lágrima viva."
Durante la República vistió de paisano y llevó zapatos de Villarejo, un día se acercó al sastre Moronati consultando precios, no padre, no padre los trajes aquí son todos de paño inglés.

"Hoy está claro que la República se apoyaba en las pasiones desenfrenadas de un populacho, resentido que pedirá cada vez más, por aquí le va ha venir su ruina".
En febrero de 1.932 los jesuitas marcharon desterrados a Bélgica, a un pueblo llamado Marneffe en la región de Valonia. Residían en chateau enorme en el bosque.
Los jesuitas volvieron a España el 10 de octubre de 1.936 y el 23 de mayo de 1.938, Franco deroga la expulsión de los jesuitas.
Cuando cruzaron la frontera por España otros muchos jóvenes jesuitas como él.
Dejaron en el país 163 escuelas de enseñanza primaria o profesionales, 40 residencias, 8 universidades, 2 observatorios astronómicos, 5 casas de ejercicios, 6 noviciados, 3 colegios para sus miembros, 21 colegios de segunda enseñanza había en esos momentos 2.987 jesuitas en toda España.

Hay un periodo del que se sabe poco, en un escrito titulado por él Los papeles que yo rompí, habla de esa época oscura de la guerra y luego post-guerra, ese escrito quizás en manos de su sobrino.
En Vitoria desde los primeros días triunfó el golpe de estado contra la República y en la mayoría de Álava, por lo que se puede decir que desde el 18 de
julio de 1.936.
En el año 1.935 era director de la Congregación de Vitoria y lo fue desde 1.934 a 1.938 a la vuelta de Bélgica.
Su hermano Julián era director de la sucursal del Banco Vizcaya entre 1.934 y 1.943 en Vitoria,  en la calle San Prudencio.
El padre Moreno estaba especializado en consulta y asistencia a los enfermos y moribundos, se le considera un hombre experto y carismático en tales situaciones. Otra de sus especialidades por su manera de ser, el penetrar en la psicología juvenil.
No sabemos si por su propia decisión o a petición de algún mando militar el caso fue que asistió en aquellos primeros años de la guerra como padre espiritual y confesor de los condenados a muerte.
Vivió la guerra civil en Vitoria, escribió un diario donde relata a la cantidad de fusilamientos que asistió, de entre ellos compañeros, amigos y conocidos de Bilbao.
Atiende a los enfermos, consuela a los presos de las cárceles y confiesa a los tres primeros mártires de la guerra civil, gente completamente inocente. Las tapias del cementerio de Santa Isabel fueron testigos mudos de muchas atrocidades.
El 14 de agosto de 1.936 tres muchachos fueron los primeros fusilados, José Cortabarría Laborda, Esteban Elguezabal Araluce y Primitivo Estavillo era de Vitoria y afiliado a la UGT.
Los dos  primeros eran dos muchachos lúcidos, sobre todo el primero. Elguezabal era de Bilbao y albañil, delgado y pálido pero fuerte, Cortabarría era natural de Oñate pero vivía en Bilbao.
Elguezabal pertenecía a la junta directiva de Euzko Gaztedi Indarra(EGI) y al grupo de Mendigoizales Abertzaleak.
El 30 de julio de 1.936 Esteban y José deciden subir al Gorbea y dar un paseo por el monte, venían dos días festivos por ser San Ignacio.
Nos acercamos hasta el Berretín y vimos que unos requetés venían hacia nosotros, pero no pensamos en huir, cosa relativamente fácil para nosotros porque conocíamos el monte.
Nos detuvieron y con gran sorpresa nuestra nos llevaron a Vitoria como presuntos espías, Primitivo Estavillo le cogieron queriendo pasarse a Bizkaia.
A los tres los incomunicaron durante cuatro días y los condenaron a muerte.
La noche que precedió a la ejecución el padre Alfonso Moreno estaba con Elguezabal, Pedro Anitua con Cortabarría y Pedro Elorza con Estavillo.
Elguezabal hablaba candorosamente con el padre Moreno contándole su vida.
A las cuatro de la madrugada en un altar improvisado hicimos una misa, los tres comulgaron.
La emoción se hizo desgarradora.
Cuando la Guardia Civil muy delicadamente cumplió con el requisito de esposarlos a los condenados.
El camino lo hicimos en un autobús hasta el lugar del fusilamiento, se detiene el autobús hemos llegado, sus ojos miran con el estupor de un loco.
Estamos junto a las tapias del cementerio, hace frío y está amaneciendo, se distingue una mancha oscura es el piquete de fusilamiento que espera las órdenes de la ejecución.
Esteban camina decidido hacia el muro, hay tres sillas, Cortabarría más sereno y mas duro rechaza las sillas, quiere afrontar la muerte de pie, también rechaza la mordaza de los ojos.
Los tres en fila delante de la pared, Estavillo en el centro, antes de la descarga Cortabarría grita: Gora Euzkadi Askatuta y los otros dos gritaron ¡Gora!
los fusiles arrasan la vida de esos jóvenes en lo mejor de su vida. Los tres cayeron de espaldas sin doblar las rodillas, sin soltar sendos crucifijos.
El teniente del pelotón de fusilamiento se llamaba Echeverría.
No se permitió que fueran los tres enterrados en un panteón, lo hicieron en una fosa común.
El padre Moreno al llegar a su casa, en su habitación solitaria y silenciosa, la emoción contenida estalla en llanto y se desborda.
En mis manos tengo la chamarra que me regaló Esteban Elguezabal antes del fusilamiento.
Yo mientras tanto callar y hacer el mayor bien posible, preveo terribles desgracias para este pueblo, un aluvión de odios y sangre.

También cita el padre Moreno el bombardeo de Ochandiano el 22 de julio de 1.936, pero lo hace a través de otra persona que si fue testigo presencial de aquél ataque que venía desde la base aérea de Recajo(La Rioja) los aviones dos Breguet XIX pilotados por Ángel Salas Larrazabal y José Muñoz Jimenez.
Gabriel María Otalora sobrino del padre Moreno ya lo ha narrado en distintas ocasiones.

DURANTE LA GUERRA CIVIL
El  28 de julio de 1.936 el jesuita Alfonso Moreno se entrevista con Francisco Javier Landaburu y el expresidente del ABB Manuel Ibarrondo, los dos afiliados a la antigua Unión Patriótica del general Primo de Rivera.
El jesuita quiere que hablen con los militares y eviten un baño de sangre. La entrevista se produjo en la comandancia militar.
Hubo negociaciones por diversos conductos e interlocutores, una particularidad de que todos los emisarios eran religiosos y principalmente jesuitas y monseñor Gomá, impulsados seguramente por el Vaticano hasta el final de la guerra en el norte.
De entre los negociadores los jesuitas padre Francisco de Borja Virmanos, Vicente Garamendi y Julio Pereda.
Hubo también otros jesuitas que auxiliaron a los condenados a muerte, los padres José María Lacoume y Urriza.
El padre Remigio Vilariño Ugarte, fue el director del Mensajero del Corazón de Jesús.
Es jesuita, revisó y actualizó el catecismo del Padre Astete. Fue acusado de escribir artículos fascistas y posteriormente encarcelado.
Entre los sectores de la derecha se acusó a los jesuitas de extender el nacionalismo por el País Vasco.
En el País Vasco ningún jesuita morirá trágicamente durante la guerra civil, tampoco se conservan archivos de la curia de los jesuitas en Roma. Tampoco en Loyola se guarda información al respecto. 


  
ASI MURIÓ LAUAXETA
Esteban Urquiaga más conocido por Lauaxeta, nació el 3 de agosto de 1.905 en Laukiniz, desde muy niño vivió en Munguía.
Su paso por Loyola fue decisivo, se inició en l literatura y tomo conciencia vasquista. Curso estudios de filosofía y teología en Oña, tras abandonar la carrera eclesiástica volvió a la casa familiar de Munguía, llamada Lauaxeta(a los cuatro vientos). Colaboró con el periódico Euzkadi.
Es miembro activo de la Juventud Vasca de Bilbao, de la Comisión de Propaganda del PNV y del grupo de mendigoizales Irrintzi. Tomó parte en la guerra como comandante de intendencia y es apresado el 29 de abril de 1.937 cuando hacía una visita a las ruinas de Gernika, acompañado de un periodista de la Petite Gironde de Burdeos. 
Pero habían caído en una trampa cinco soldados franquista les apresaron cuando curioseaban entre las ruinas de lo que fue la villa foral, entre el humo, los rescoldos y el olor a muerte. A su amigo el periodista francés fue expulsado a su país.
Fue encarcelado en el convento-prisión de las Carmelitas de Vitoria. Murió fusilado en Vitoria el 25 de junio de 1.937.

Nos dice el padre Moreno: Cuando yo le conocí, hace diez o doce años Esteban Urquiaga luchaba por hacerse un sitio en la literatura, tiempos aquellos de nuestros estudios universitarios, llenos de ilusiones y esperanzas.
¿Como un muchacho de esta jerarquía puede estar en la cárcel? ¿Que fechoría ha logrado obcecar a Urquiaga, tímido, espiritual, de rostro pálido como los poetas que no pisan la tierra, que viven de la fantasía, del espejismo, de la quimera?.
Lo encuentro en una reducida celda, donde solo veo cuatro paredes sucias, un camastro destartalado y un taburete, todo de lo más vil.
Hay poca luz, porque la única ventana se halla medio cegada con maderas burdamente clavadas al armazón. 
Esteban está de rodillas contra la pared con un libro abierto en sus manos.
Absorto en lo que lee, ha perdido la noción del tiempo y del espacio en el que vive. No advierte mi presencia a su lado. A los cinco minutos de espera apoyo mi mano izquierda sobre su espalda. Lentamente Esteban alza la cabeza y me mira. Al reconocerme salta sobre mi como un tigre, en un abrazo apretado y largo, desgarrador. Yo me emocioné hasta que se me cortó la respiración.
¡Pasado mañana me matan!
No pude contestarle.
Las guerras no son para razonar, sino para matar. Para eso están los fusiles y los cañones.


Mañana a la madrugada, va a ser fusilado Esteban.
A las seis de la mañana, sale de la cárcel mi amigo custodiado por dos guardianes, el padre Moreno se une a él. Me pide el Cristo y lo aprieta entre sus manos, hablamos muy poco, no podemos hablar. La angustia nos ahoga, vamos a la muerte.
Junto al cementerio en una tapia, los soldados del pelotón de fusilamiento descienden, ya están militarmente formados los soldados, con los dedos en el gatillo a unos metros del paredón del camposanto. Yo quisiera detenerme porque no aguanto más, tengo que vomitar.
Esteban rechaza el pañuelo que le ofrece el padre Moreno para cubrirse los ojos.
En el silencio del amanecer se oye el ¡Apunten!
Esteban se endereza su cuerpo valientemente y alza en alto el crucifijo. La descarga cerrada en seco, hace vibrar indignamente la serena templanza de estos campos.
El cuerpo de Esteban ha caído a plomo, rápido, con la cabeza deshecha. Me acerco a él y le doy la extremaunción, ungiendo en su frente ensangrentada el sacramento.
Recojo mi crucifijo ensangrentado, manchado de sangre y barro, una voz bronca, militar, ordena que me retire inmediatamente. Obedezco.

*Perdono de corazón a todos mis enemigos,
y ruego a Cristo que los juzgue más benignamente
que ellos a mí. Mi consejo es que os améis unos a otros y que pongáis fin a esta guerra cruel.
Muero por nacionalista vasco, porque amo con pasión a este desgraciado pueblo. Espero en la bondad de Dios que algún día logrará lo que este, su pobre hijo ansió ver en sus días*.
Estas fueron sus últimas palabras que dejó escritas.
Poco después el padre Alfonso Moreno acompañó en el trance final a José Placer Martínez de Lecea, comandante de ANV, fusilado tras juicio sumarísimo el 5 de julio de 1.937.
Entresacado de su diario entre marzo de 1.937 y junio de 1.938.
Decía un jesuita asturiano llamado Gumersindo Treceño: Todo aquello está olvidado, no hay rencor ninguno, pero la persecución religiosa de aquellos años fue muy fuerte.

ALFONSO MARÍA MORENO S.J.
De mi libro Los papeles que yo rompí.
El padre Moreno que atiende y consuela a los presos en las cárceles y confiesa a los tres primeros fusilados de la guerra civil. Al día siguiente también asistió en sus últimos momentos al consejero del Gobierno Vasco, Alfredo Espinosa y al capitán de artillería Aguirre.

ASÍ CONOCÍ ANDRÉ MAUROIS
Un señor tímido de unos sesenta años se ha acercado a mi, preguntándome por una calle cualquiera, Manuel Allende por el teatro Ayala donde iba a dar una conferencia.
Rostro de eje vertical alargado, nariz judía, ojos grandes y tristes, labios sensuales, frente despejada, como iba yo a sospechar que era André Maurois.

El 14 de agosto de 1.978 celebran una misa de requien, con los sacerdotes que asistieron a la ejecución. En el Santuario de Estibaliz y luego pasan al cementerio  de Santa Isabel de Vitoria se ofrenda una estela funeraria con los versos de Lauaxeta: "Dana emon viar maite dan, azkatasunari".
Todo hay que darlo por la amada libertad.

A lo largo de su vida el padre Alfonso Moreno ofició muchas bodas, bautizos y comuniones, su sola presencia daba un realce especial a la ceremonia y posterior fiesta.
En el año 1.963 estuvo en Alemania para documentarse sobre un libro que tenía pensado escribir sobre Lutero, se reunió con varios pastores protestantes convertidos al catolicismo.
Sus fieles incondicionales, gente de edad, recelaron de ese viaje y de sus contactos en ese país, Lutero para muchos fervientes católicos de aquella época era el "Coco" o mejor el "Diablo".
El seis de setiembre de 1.963 muere José Ramón Otalora y Arana, abogado-procurador casado María Dolores Moreno hermana del padre Moreno.
El padre Alfonso María Moreno Bilbao hizo sus cincuenta años como jesuita y murió en Loyola un 25 de enero de 1.992, sus familiares más cercanos Rosario Garay la viuda de su hermano Julián Moreno, una sobrina religiosa María Ángeles Moreno y sus sobrinos José Ignacio y Gabriel Otalora Moreno.
Fue el último jesuita a la vieja usanza de Bilbao con influencia y autoridad porque ya Bilbao había cambiado y los bilbaínos también.
El 5 de abril de 2.017 los jesuitas venden por 4,8 millones su vieja residencia de Bilbao en la calle Canciller Ayala de treinta religiosos en su última etapa pasaron a trece.
En 1.887/1.888 José María Basterra en nombre de los propietarios de los terrenos, solicita permiso para edificar una residencia para los padres jesuitas y la cimentación de una iglesia en la calle Ayala, en el ensanche de Bilbao.
1.890/1.893 se solicita autorización para construir una iglesia en el ángulo de las calles Ayala y Alameda Urquijo, en los terrenos colindantes que ocupa la iglesia.
José María fue novicio jesuita, pero no lo consideraron apto para el sacerdocio, fue un brillante estudiante, hijo de una próspera familia dedicada al negocio del bacalao.
Tuvo dos primos jesuitas Pedro Basterra fundador del colegio de Indautxu y Ángel Basterra que dirigió la congregación de los Kostkas de Bilbao.
Fue el arquitecto diocesano de Bilbao desde 1.890 a 1.929.

Año 1.914 partido memorable contra los húngaros,
Pichichi y Lakatos se abrazan.
Archivo Sociedad Bilbaína, revista Novedades.




LIBROS DEL PADRE MORENO:
Adolescencia.
Vivir no es fácil.
Temas de hoy Goiko.
Llamarada.
Alexis Carrel, triunfo y ruina de una vida.
Lutero, historía de una rebeldía.
El Bilbao de Alejandro de la Sota, donde participa él con varios autores.

FIN

El padre Alfonso Moreno de Elías Amézaga, periódico Bilbao.
Así murio Lauaxeta de Alfonso María Moreno, el Correo.
Fundación Sabino Arana, las once páginas del diario del padre Alfonso María Moreno.
Un jesuita llamado Alfonso Moreno, Luis de Castrejana el Correo 19 de Enero de 1.986.
El rey del shoot, de Imanol Villa, el Correo 29 de febrero de 2.004.
Sacerdote, futbolista y conductor de locomotoras, de Antxón Urrosolo el Correo.
Hoy hace cincuenta años que murió Pichichi, de Nacho Rey 2 de junio de 1.962, el Correo.
Pichichi jugador nato de Alfredo Freije, el Correo 2 de junio de 1962.
El perfil etéreo del jesuita Alfonso Moreno de Enrique Ybarra, el Correo 25 de enero de 1986.
Archivo Diputación Foral de Bizkaia.
Biblioteca Foral de Bizkaia.
Dokuklik.
Hemeroteca Nacional de Madrid.
Lauaxeta,poeta y político 26 de junio de 1997
el Correo de Lorenzo Sebastián García.
Negociaciones del PNV con Franco durante la guerra civil, Carlos Olazabal Estecha.