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sábado, 24 de septiembre de 2022

CUANDO ALFREDO KRAUS VINO A BILBAO

La película sobre la vida de Gayarre del año 1959, dirigida por
Domingo Viladomat, fue su primera película y la última.
Hay un registro sonoro de 1954, con un fragmento de la
ópera  I Pagliacci, que se representó en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas.


"La Callas es a Norma, lo que Alfredo Kraus es a Werther".

* Como en los viejos tiempos, hizo su carrera sin propaganda, sin discos. Solo a fuerza de sus propios triunfos, como se hacían antes las carreras. Sin clanes de discos, de relaciones públicas. Cuantas y cuantas carreras, hoy se hacen así.* Raina Kabaivanska, refieriéndose, a Alfredo Kraus.

*Aquella vieja gramola de Edison, que nuestro padre regaló a mi madre, los hermanos Kraus oían a Caruso, Fleta...... En el colegio Claret de las Palmas donde estudiaban, se solicitan voces para formar un coro*.



Alfredo Kraus debutó como cantante profesional el 17 de enero de 1956, en el Teatro Real de El Cairo con Rigoletto y Tosca. Al año siguiente cantó con gran éxito en Madrid "Doña Francisquita". Allí estaba para contarlo Juan Elua, tanto en Madrid como en Sevilla, aquel tenor de 28 años que entusiasmó con Doña Francisquita. Inspiraba una inusitada confianza impropia de un principiante, de manera que la ABAO lo contrató para la Traviata y Rigoletto, en un principio está destinado para Di Stefano, que no pudo venir por una afección gripal.

En el año 1957 en el 6º Festival del ABAO, faltó Giuseppe Di Stefano enfermo de gripe en Milán. Curiosamente Di Stefano cantó en Bilbao a finales de los años cuarenta y nunca lo hizo programado por la ABAO.
Pero si lo hizo Alfredo Kraus en el papel de Alfredo Germont en la Traviata. Fue en septiembre de 1957 en el Coliseo Albia.
El día de estreno fue el diez de septiembre, a las diez de la noche y era martes.
El elenco artístico lo formaban, la soprano Franca Duval, Alfredo Kraus el tenor y el barítono Ettore Bastianini, el director Nicola Rescigno.
Los no socios por el abono de esa temporada pagaron 2280 pesetas y las entradas sueltas estaban a 325 pesetas, paraíso numerado 100 pesetas y sin numerar 50 pesetas.
El 13 de septiembre de ese año, Kraus en el papel del Duque de Mantua de la ópera Rigoletto, nada menos que con Ettore Bastianini y Giana D´Angelo.
En el año 1957 los componentes de la junta directiva del ABAO, eran los señores Guillermo Videgain Alcorta presidente, Ángel de Gobeo Alejandre vice-presidente, Juan Elua Veiga secretario y Ricardo Ares Herrán tesorero y nuestro querido paisano Julián Echevarría San Martín (Camarón) era uno de los vocales.


Cartel de la temporada 1958 del ABAO, se celebró en el Teatro Arriaga,
foto de la Hemeroteca del Correo.

Tras el máximo esplendor en la sesión inaugural del día tres, es conveniente el traje de etiqueta o el oscuro de calle para asistir a la siguiente representación operística, decían los directivos del ABAO.
Se abrió el primer día con un Ballo in Maschera, con el alto patrocinio del embajador de Italia en España, al empezar siempre sonaba el himno de Italia.
El teatro Arriaga estaba lleno de público, la butaca ese año para los no socios era de 365 pesetas y el abono 2553 pesetas.
Juan José Larrinaga dirige el coro del ABAO tiene un exquisito sentido musical y gran vocación, voces jóvenes, vigorosas y disciplinadas. Este coro se fundó en febrero de 1954 y debutó con la Boheme el 21 de agosto de 1954 y la Academia de Ballet en junio de 1957.

La carátula del CD de la Traviata, año 1958.
María Callas era una mujer muy responsable y profesional, tenía fama de escandalosa pero
él no lo vio así. Al terminar la representación le cogió de la mano y le abrazó, saliendo los
dos a saludar al público.

Pero la noche mágica fue el 27 de marzo de 1958, en el Teatro Nacional de San Carlos, testigo de la representación más célebre "La Traviata", con la diva más famosa María Callas, todo está preparado para su lucimiento y empieza la representación y la Callas se ve sorprendida por la fantástica voz de un joven tenor canario, que canta en el papel de Alfredo,
guiados por la batuta de Franco Ghione, la sutileza en el acento y el fraseo de la Callas y la lección magistral de canto de Kraus.
Con Mario Sereni, María Cristina de Castro, Piero de Palma, Álvaro Malta, Vito Susca, Alessandro Maddalena, Manuel Leitao.
Mientras escribo este artículo, estoy escuchando el inicio con los primeros acordes de esa Traviata, con Alfredo Kraus y la Callas, que es un canto a la vida, al amor, a la alegría, a la sensualidad y a la amistad.

El cuatro de septiembre de 1958, de nuevo le tenemos aquí, en el Teatro Arriaga. Esta vez con Don Pascuale en el papel de Ernesto, Carlo Badioli como bajo y Renato Cesari en el papel del doctor Malatesta, Norina Renata Scotto de soprano y el tenor Diego Monjo, un notario. La dirección de la orquesta a cargo Wolf Ferrari.
El nueve de septiembre, dio vida al conde Almaviva, el doctor Bartolo Carlo Badioli, Rosina una de las preferidas del público bilbaína, Gianna D´Ángelo como soprano, don Basilio corrió a cargo de Ítalo Tajo y el Fígaro lo interpretó el barítono Ettore Bastianini.
En mi relato de Ettore Bastianini, cuento los desagradables sucesos que se desarrollaron  en la representación de esta ópera, en la que el principal responsable fue el barítono italiana.
El embajador de Italia preside la inauguración del festival y Renata Scotto se presenta en Bilbao por primera vez con Don Pascuale.
Eugenio Fernandi, dejó la profesión de operario mecánico de la Fiat, para dedicarse al bel canto, interpretó la Boheme y Lucia di Lammermoor.
Gianna D´Angelo lleva cuatro años de carrera por los principales teatros y en tres ocasiones ha cantado en Bilbao, es un encanto de mujer además de tener una maravillosa voz.
José Antonio Liperheide gran aficionado a la ópera, obsequia con un almuerzo en el Marítimo del Abra a toda la directiva del ABAO y a los cantantes.
Bastaniani pide desde Viena disculpas y una reconciliación con el público bilbaíno y está dispuesto a cantar cuatro óperas en la temporada de 1959.
A Bastianini, le gusta la pasión por la ópera que existe en Bilbao y el bacalao al pil-pil y también quiere recuperar la medalla del ABAO que rechazó en su día.

Fue en el octavo festival del ABAO cuando le vimos nuevamente, esta vez en el Coliseo Albia el 9 de septiembre de 1959 con la ópera de Fausto de Charles Gounod.
En el papel de Fausto, Alfredo Kraus, Nicola Rossi Lemeni en Mefistófeles, Margarita fue Clara Petrella, Manuel Ausensi como Valentín......... Wolf Ferrari fue el director que dirigió la Sinfónica del Gran Teatro del Liceo.
El quince de septiembre, interpretó a Alfredo Germont en la Traviata, con Gabriella Tucci como Violeta, la mezzosoprano Clara Betner como Flora, Amina era Teresa Batlle y en el papel de Jorge, Manuel Ausensi. Dirigió la orquesta Giuseppe Morelli, con los coros y cuerpo de baile del ABAO y la Sinfónica del Liceo.

La Callas y Alfredo Kraus en Lisboa

La ABAO cuenta con cuatro socios de honor, catorce protectores, trescientos treinta y cinco fundadores y ciento sesenta y dos asociados.

En el octavo Festival de Ópera del ABAO, el 9 de septiembre de 1959, celebrado en el Coliseo Albia actúa Alfredo Kraus en el papel de Fausto, en la ópera de igual nombre, el director Giuseppi Morelli, los coros del ABAO y los Ballets de Olaeta. 
El 15 de septiembre nuevamente en la Traviata en el papel de Alfredo Germont. Esta vez actúa la Sinfónica del Gran Teatro del Liceo de Barcelona y los coros y cuerpo de baile del ABAO.

Tenemos que esperar hasta el 5 de septiembre de 1964, para verle en Nadir, el Pescador de Perlas de Georges Bizet y unos días después, el 11 de ese mes en la ópera Manon de Jules Massenet, en el papel de Des Grieux.
Para los dos papeles iba acompañado de la soprano Marimpietri. 
Alfredo Kraus tuvo un gran éxito en el teatro Monumental de Madrid o Monumental Cinema, representando la ópera de Rigoletto, el teatro estaba absolutamente lleno el 7 de febrero de 1964.
Foto del Correo de Mikel Iturralde, año 1964 Alfredo Kraus en el Colegio de Sordo-Mudos y
Ciegos que estaba establecido desde 1892 en Deusto.

Hasta el año 1967 no sabemos nada de él, fue en el XVI Festival de Ópera con I Puritani, el 3 de septiembre de 1967, en el papel de Lord Arturo Talbot y la soprano Gianna D´Angelo como Elvira, Enrichetta di Francia lo cantaba Rosario Granados.
El director Wol Ferrari con la Orquesta Sinfónica de Bilbao y los Coros del ABAO.
El siete de septiembre en una ópera hecha a sus condiciones vocales Manon, donde Alfredo Kraus hacía de Des Grieux y la soprano Lydia Marimpietri de Manon.

En aquellos años Barcelona, Bilbao y Oviedo eran los centros de la ópera en España y a temporadas breves en Madrid.
En una entrevista concedida en Bilbao, Alfredo Kraus, confiesa que tiene dos residencias en Madrid y Milán, la Scala, Covent Garden, San Carlo, Fenice y la Lyric Ópera.....
Sus mayores éxitos al año 1967 fueron en Wiesbaden con Rigoletto y en Lisboa con la Traviata.
Entre los españoles no se quiere significar, pero para él los mejores son la Callas, Carlo Bergonzi y Franco Corelli.
Anda en estos años entre New York y Londres.
Alfredo ya empieza a ser muy querido entre el público bilbaíno y promete estar con nosotros muy pronto.
Está casado con Rosa Blanca Ley Bir y sus cuatro hijos Rosa María, Alfredo, Patricia y Laura han nacido en Milán.
En sus pocos días de ocio en verano se dedica a su segunda afición que es la natación y la fotografía.


Temporada de ópera ABAO
de 1967, El Correo.
Para Alfredo, su ídolo siempre ha sido Aureliano Pertile, un tenor lírico italiano del periodo de entreguerras mundiales. También Tito Schippa y en sopranos la Callas.

Fue en Madrid, el 15 de mayo de 1969 con la ópera Werther y la actuación destacada de Victoria de los Ángeles, magníficamente interpretada, el triunfo fue apoteósico, Kraus lució sus excepcionales dotes de cantante en el teatro de la Zarzuela, el director Jean Pierre Marty. 
El 7 de septiembre de 1969 actuaba en Bilbao, con los Pescadores de Perlas Alfredo Kraus como Nadir, Zurga Giuseppe Taddei barítono, Nourabad era Giovanni Foiani bajo y Leila, Adriana Maliponte de soprano.
Adriana Maliponte es la vedette de la Ópera de París y hará su debut en Bilbao, bajo la batuta de Leone Maggiera nuevo en Bilbao.
Los coros del ABAO y el cuerpo de baile Teatro del Liceo de Barcelona.
Y el día 13 del mismo mes, la ópera Fausto con Alfredo Kraus como Fausto y los que le siguen no menos importantes Ruggero Raimondi como Mefistófeles, Mirella Freni en el papel de Margherita.......
Otro gran acontecimiento operístico fue 3 de septiembre de 1969, con la Boheme con la excepcional Mirella Freni como Mimi, Jaime Aragall como Rodolfo, Marcelo Giuseppe Taddei como Marcello lleno de humanidad y Musetta a cargo de Edith Martelli. Todo el mundo comentó que no hay un papel más adecuado para la soprano Freni que el de Mimi.
Debutó con el ABAO,el 11 de septiembre de 1961, en 1962, en 1969, siguió visitando Bilbao en distintas temporadas.
En el año 1975 le dieron la medalla de oro del ABAO.      
Fue en septiembre de 1982, cuando hizo el papel de Isabel de Valois en la ópera de Don Carlo, con Nicolai Ghiaurov, Jaime Aragall y Antonio Salvadori entre otros.


Anuncio del Correo de la temporada del ABAO, año 1981
No hay entradas desde hace un mes, Alfredo viene de pasar unas vacaciones
con su familia en Lanzarote.


Llegó el XXV Festival del ABAO y fue el retorno a Bilbao de Alfredo Kraus, después de siete años de ausencia, sabíamos de sus éxitos por el mundo pero nada más.
El 5 de septiembre de 1976, con la ópera Werther, en el papel principal, Vicente Sardinero como Alberto, Juan Pons de Podestá, de Johann el bajo Nino Carta.
El 11 de septiembre La Favorita, Leonora era la mezzosoprano Bianca Berini, Alfredo Kraus en el papel de Fernando, Alfonso XI el barítono Vicente Sardinero y como en otras ocasiones en el Coliseo Albia. 
Otros cinco años desde 1976 a 1981 que desconectó con Bilbao.
En 1981 igualó el record que tenía Pavarotti, cantar tres óperas diferentes en quince días que era lo que duraba el festival. Primero interpretó Rigoletto, luego Pescadores de Perlas y después Lucrezia Borgia.
Ese año empezó con Rigoletto el 1 de septiembre de 1981, Alfredo Kraus, Matteo Manuguerra barítono y Mirella Devia soprano. Pasamos al día seis, con los Pescadores de Perlas, Alfredo Kraus, Vicente Sardinero el barítono, Giovanni Foiani bajo y Mariella Devia soprano y el día 11 Lucrezia Borgia con Alfredo Kraus, Mario Rinaudo barítono, Margarita Castro Alberty soprano y Benedetta Pecchioli mezzosoprano.

En el año 1982 sus compromisos le impidieron venir a cantar a Bilbao.
El 2 de septiembre de 1983, con el corazón encogido hay que tirar hacia delante, después de la gravísimas inundaciones del 26 de agosto.
Comienza el Festival XXXII en el Coliseo Albia con la representación de Romeo y Julieta, el dos de septiembre.
Se ha suprimido el boato y la pompa, para empezar a reconstruir hay que empezar a no encarecer, decía el ABAO.
El 97% de las entradas vendidas, con Alfredo Kraus, la soprano Valerie Masterson, Robert Massard barítono, bajo Pierre Thau y soprano Ascensión González.
La actuación de Alfredo Kraus se calificó de antológica y Valerie Masterson llegó a un gran nivel, hace poco habían cantado juntos y eso se notaba, el aria ante el balcón de su amada fue hermosa y apasionada.
Manon se dio el seis de ese mes.

Alfredo Kraus se brindó desinteresadamente a participar en un recital o festival a favor de todos los damnificados de las inundaciones, se agradeció su gesto y se tuvo muy en consideración.
En el mismo año de las inundaciones.
En marzo de 1984 nos visitó Luciano Pavarotti y el 29 de mayo Alfredo Kraus dio el recital a favor de los damnificados de las inundaciones, con el pianista José Tordesillas. 
Cuando el tenor canario apareció en el escenario recibió una cerrada ovación, por parte del público que abarrotaba totalmente la sala, la más fuerte y emocionada salva de aplausos para el tenor. El público lo agradeció mucho, el gesto que había tenido por una causa tan justa y humanitaria.
Fue un recital amplio y se empleó sin reservas, los espectadores se rompieron las manos de aplaudir, siendo tanto, supo a poco así lo reconocieron los directivos del ABAO.
En septiembre de ese año Alfredo Kraus, enseñó al público bilbaíno como un tenor debe cantar Werther y el descubrimiento de Elena Obraztsova, con el barítono René Massis.
Y como dar los los nueve DO de pecho que entraña el aria  "Pour mon Ame" de la Filla du Regiment el día 11 de septiembre, aportando un chorro de aire fresco al festival.
Con  Alfredo Kraus, Rosa Laghezza, Philippe Lafont y Adriana Anelli entre otros, con el bajo Nino Carta.

El diez septiembre de 1985 Lucia di Lammermoor, con Santos Ariño, June Anderson, Alfredo Kraus, Gianfranco Manganotti de tenor. Volvieron los aplausos al Coliseo Albia.
En el año 1986 le tenemos nuevamente en Bilbao con la ópera Fausto, el 29 de agosto y el 2 de septiembre, L El´ixir D´Amore, el 8 de septiembre.
En el XXXV Festival, el 29 de agosto y 2 de septiembre de 1986, se representó El Fausto con los principales protagonistas: Alfredo Kraus, Justino Díaz, Mirella Freni Santos Ariño y Nino Carta. El 8 de septiembre L´Elisir D´Amor, con Alfredo Kraus, Santos Ariño y la soprano Adriana Annelli.
En el año 1987 los Cuentos de Hoffmann con dos representaciones el 28 y el 31 de agosto, en el Teatro Arriaga. Los protagonistas principales de esta ópera eran, Alfredo Kraus, Elena Zilio, Enedina Lloris, Jean Phillippe Lafont, María Bravo.
En la temporada XXXIX de 1990/91, se representó la ópera La Favorita, el seis de febrero de 1991, con el siguiente elenco: Giorgio Zamcamaro, Stefanía Toczyska y Alfredo Kraus, con 63 años y una espléndida voz. Con la orquesta de Arturo Rubinstein de Lodz.
En el mes de febrero de 1991, visitó el Conservatorio de Ondárroa, era la Escuela Musical Costera, aceptó gustoso la invitación.

En la temporada XL, los días 2,6 y 10 de febrero de 1992 en el Coliseo Albia, la ópera Manon con Alfredo Kraus, Alfonso Echevarría, Raina Kabaivanska, soprano que realizó un gran trabajo interpretativo y la otra soprano Tatiana Davidova.
Llegamos a la última temporada XLI del ABAO, en la que pudimos ver a Alfredo Kraus, en la ópera Rigoletto, fue el 11 de octubre de la temporada 1992/93. En los primeros papeles Alfredo Kraus, Paolo Gavanelli, joven barítono, Sumi-Jo soprano de voz bellísima y Dong Jiam Gong.
 
Recital de Alfredo Kraus

En abril de 1994 el todo París elogia al Rey Kraus, por su Werther en la Ópera Cómica, el maestro Kraus, lección de canto, el rey Kraus, Le Monde, Le Figaro, Le Parisien, La Croix, L´Humanite..........

En diciembre de 1996, sufre un accidente de coche y fue hospitalizado en Galdácano. Venía de comer en un txoko de Bermeo, acepto la invitación asistiendo con su mujer y el vicepresidente del ABAO, Otto Vargas.
Iba en el asiento trasero del conductor y sufrió lesiones en el brazo y ya estaba dispuesto a cantar al día siguiente con el brazo enyesado.
El concierto era a favor  de Padres de Niños Oncológicos Vascos y también un homenaje a los cuarenta años que lleva cantando por todos los escenarios del mundo.
Cantará un repertorio elegido por el mismo, Bilbao ha sido uno de los lugares donde más veces ha cantado, junto con Chicago y Florencia.
Recuerda cuando canto con Ettore Bastianni en Bilbao, apreciaba de él, el volumen y la belleza de su voz y sin olvidar a Gianna D´Angelo, tenía una voz de soprano, ligera preciosa y cristalina, cantaba con elegancia y gusto.
Cuando se le pregunta por los sacrificios que ha tenido que hacer, él siempre dice que cuando tienes la fortuna de hacer algo que te gusta y te llena, nunca hay sacrificio.
En la Scala de Milán tuvo un gran éxito con Werther y ya en muchos teatros le piden que cante esa ópera. Era también la ópera favorita de Tito Schippa.
Sus compositores preferidos son Bellini y Donizetti, Alfredo cuida mucho su voz y sobre todo para prevenir inoportunos resfriados, acude con rapidez al médico y solo se retirará cuando la vena artística se vaya agotando y le falte el entusiasmo, entonces se dedicará a viajar por todo el mundo.

Había un personaje en el ABAO, se llamaba Manola era el "Faquino" (el chico de los recados) que dicen los italianos, contaba chistes subidos de tono a las chicas del coro y artistas, hacía los recados que le solicitaban, tenía amistad con gentes del mundo de la ópera, Bastianini, Raimondi y Alfredo Kraus, su desayuno preferido comer los churros calentitos, manjar imprescindible por las mañanas para Kraus y Manolo  se los proporcionaba, también le contaba los chismes operísticos de Bilbao de última hora, era el más enterado.
El 19 de febrero de 1999 se inaugura el palacio Euskalduna, donde la ABAO pasa a representar todas las funciones operísticas, es sede también de la Orquesta Sinfónica de Bilbao-(BOS Bilbao Orkestra Sinfonikoa).
El Rigoletto, con Paolo Gavanelli y el tenor Marcelo Álvarez, este tenor argentino pasó la prueba con un sobresaliente. Laura Claycomb deleitó en el papel de Gilda.




Alfredo Kraus y José Antonio Solano


JOSÉ ANTONIO SOLANO:
Me recibe en su casa José Antonio Solano, con gran cordialidad y simpatía.
Al entrar en su espacioso salón de su casa y ya puedo adivinar cuál es su afición favorita. Fotos de cantantes de ópera y por todos los cajones, cedes, cintas y discos y en el pasillo contiguo más de lo mismo, ordenados por títulos, es un gran melómano, la lírica italiana le apasiona, sin despreciar la francesa.
De joven se movió por distintos lugares de Europa, para presenciar las distintas representaciones de ópera en los mejores teatros de Europa.
Hay una anécdota que refleja su desmedida afición, se fue a verle a Mario del Mónaco en el papel de Otello, en el patio del Palazzo Ducale de Venecia, en una insuperable actuación, el tenor "echó el teatro abajo" fue electrizante.
El mismo con otros aficionados sacó a hombros a Del Mónaco, del escenario y lo paseó por la "piazzeta" veneciana entre el clamores de las gentes.
"Su amigo Jesús María Casado, lo recuerda como el hombre que sacó a hombros a Mario del Mónaco".
Cuando Mario del Mónaco vino a Bilba a cantar Otelo, los ensayos se hacían en los bajos del Hotel Carlton, un piano, un pianista y él que lo llenaba todo.
Los discos de piedra o pizarra, que oían sus padres 78 revoluciones por minuto de la Voz de su Amo.
Alfredo Kraus en el papel de Werther


José Antonio Solano, conoció a Alfredo Kraus de una forma fortuita, todavía gastaba pantalón corto. Alfredo estaba esperando en la parada del autobús de Algorta para regresar a Bilbao y se le acercó el joven José Antonio y se ofreció a llevarle en coche hasta Bilbao, se lo pidió a su padre y le acercó a Bilbao.
Así nació una amistad que duró muchos años hasta el final de su vida.

Alfredo Kraus
Fue un periodo de tiempo maravilloso, asistía a las comidas y a los ensayos con Alfredo, donde se empleaba con gran profesionalidad.
En la distancia podía parecer un hombre distante, pero una vez que hablabas con él, era un hombre de trato afable y cordial.
Tenía una especial simpatía por Bilbao y alaba el esfuerzo de la ABAO en pro de la ópera y decía que tenemos el mejor coro de España y parte del extranjero.
El tenor no fuma, no bebe y su plato preferido los spaguettis, se cuida mucho con las comidas.
Era un hombre cariñoso, tenía un amor especial por sus compañeros de profesión, Jaime Aragall, Vicente Sardinero, todo el que le conocía, lo admiraba.
Con Vicente Sardinero visitaron la tumba del genial navarro, Julián Gayarre, en el Roncal allí tiene su mausoleo obra del escultor Mariano Benlliure.
No oye los discos que graba porque no le gusta y dice que la técnica no es para tapar defectos y controla la voz, no la voz a mí. La frialdad de los discos, no tiene espontaneidad, no es una cosa viva como una ópera o un recital. Mientras cantas estas viviendo una historia, pequeña o grande, que empieza y se va desarrollando.
Alfredo Kraus es un hombre que impresiona, sus ojos azules, su pelo rubio, su ropa, su gesto elegante, se podía decir que era un hombre guapo y seductor, sus admiradoras mujeres u hombres estaban entregados a él. Algunas de sus admiradoras  dicen que es un hombre de enamorar.
Conservaba una abundante cabellera, era serio como su propia profesión y de una cultura exquisita.
Jacques Lonchampt crítico de música francés, dice que es un extraordinario personaje sonanbulístico.

Otro tanto ocurría en aquellos años, con el barítono Ettore Bastianini que fue un símbolo de masculinidad para muchas mujeres de su época.
Su hermano Paco Kraus cuando venía a Bilbao se alojaba en la casa de los Solano, Alfredo por tema profesional se alojaba en el Hotel Carlton.
Decía Piero Cappuccilli el gran barítono italiano, que en Bilbao un algo que rara vez encontramos los artistas en donde quiera que estemos, aquí me encuentro con un núcleo de auténticos aficionados que se reúnen muchas veces durante el año, con el fin de preparar la temporada operística con absoluto desinterés y empujados con un extraordinario ímpetu que de verdad que no se encuentra en los ambientes líricos en los que nos movemos.
Se hacen las cosas con el corazón en la mano y con verdadera alegría que se transmite de forma espontánea a los artistas, lo que nos hace actuar también con mucha alegría y salimos con ganas de lograr el triunfo.

Pero José Antonio conoció a otros personajes en el mundo de la lírica, su última visita a Milán a la casa de Carlo Bergonzi poco antes de morir. Carlo se asomaba a la ventana y desde allí, les obsequiaba con  alguna aria a modo de despedida.
La devoción que sintió por Leo Nucci y su esposa Adriana Anelli y la mezzosoprano Daniela Barcellona.
A Giuseppe Di Stefano le profesa un aprecio especial, tiene casi toda su discografía, a Joan Sutherland y a Raina Kabaivanska.
Y por último a al tenor Lauri Volppi, lo conoció en pueblo de Valencia, se había casado con la soprano alicantina María Ros y vivió en un palacio hasta su fallecimiento el 17 de marzo de 1979.


La medallas, además de la controvertida medalla de oro del ABAO a Ettore Bastianini. Giulietta Simionato tuvo la suya ya casi centenaria, en el año 2007, otro personaje importante y querido fue Mirella Freni en el año 1975 recibió su medalla.
Como algo anecdótico Alfredo Kraus coincidiendo con un concierto que dio en su tierra, hizo el saque de honor en un partido entre Las Palmas y el Athletic, donde ganó Las Palmas.

En el año 1982  Alfredo recibió del ABAO la medalla de oro y diamantes, de manos del Diputado General José María Makua.
Fue una velada en honor del genial roncalés Julián Gayarre, donde Alfredo canto Lucia de la Lammermoor fuera del festival de ese año. El 10 de enero de 1982, se cumplía el primer centenario cuando el cantante del Roncal cantó en Bilbao. Dicen los del ABAO, que Kraus lo hizo  exhibiendo una técnica maravillosa y muy por encima de sus compañeros de reparto y al igual que Gayarre cantó en la iglesia de San Nicolás de Bilbao.
El año 2000 un sello que lleva su imagen.
En octubre de 1991 recibió la medalla del Instituto Vasco de las Artes y de las Letras, de manos de Germán Yanke.
Al hacerle la entrega de dicha medalla dijo: Guardaré un recuerdo imborrable en mi memoria, ha sido uno de los recuerdos más bonitos de mi carrera profesional, casi me considero hijo de esta tierra, porque ha sido Bilbao donde más he cantado y os aseguro que volveré siempre que me sea posible. 

Decía el prestigioso crítico y musicólogo turinés, Giorgio Gualerzi que es un cantante que se aleja de la popularidad a causa de su reserva intuitiva y de su rechazo a mezclar su vida privada con su trabajo.
No se le verá montar en un caballo blanco por la Quinta Avenida de New York, ni exhibir en su muñeca un Rolex de oro en las páginas publicitarias.
No sigue los pasos de Plácido Domingo, ni de Pavarotti.
Tiene un estilo de vida que se lo ha impuesto por derecho propio, sin alardes, ni shows, que a veces rayan lo ridículo.
Algunos críticos dicen que era el mejor tenor lírico del mundo, al servicio de la belleza y del arte y no del marketing.
Con un canto lleno de matices delicados y de sentimientos y de potencia inigualable.
Su control del fiato, al servicio de la melodía y su impostación perfecta. También era el modo en que atacaba los agudos.
La respiración justa y el diafragma bien colocado, son muchas cosas a la vez y es difícil.
Sus detractores decían de él que era un tenor frío, con demasiada técnica y que cantaba nasalmente.



Juan Elúa, Alfredo Kraus y su hermano.

*Tres meses antes del fallecimiento de Rosa su mujer, se le notaba cansado por su aspecto físico, pero no en su voz.
Llamaba la atención que sudaba constantemente mientras cantaba, pero su voz tenía el mismo esplendor de siempre, decía la técnica de canto cuando se adquiere debidamente, es como andar en bicicleta no se olvida.
Tres escuchar sus últimos conciertos, le manifesté, mi sorpresa por como conservaba la voz, tan limpia, incisiva, pletórica, sin trémolo alguno.
Kraus me lo agradeció, pero me dijo de forma definitiva: La procesión va por dentro.
Estuvo con Rosa hasta sus últimos días, se creó una relación de dependencia que se fue incrementando con el paso de los años.
Ella se ocupaba de él, le ayudaba a vestirse en los camerinos, ella le maquillaba, le hacía las maletas, ante un Alfredo un tanto comodón, la dependencia fue total.

Alfredo Kraus en su casa en noviembre de 1997.
Foto del Correo

Al morir su  mujer que lo había sido todo para él, se sintió hundido, estaba profundamente unido a ella.
Rotundamente, la muerte de Rosa le afectó, fue un vacío muy difícil de llenar y Alfredo no lo pudo superar.
Alfredo falleció a los 71 años en su domicilio de la Urbanización Monte Príncipe (Boadilla del Monte) Madrid, a las cinco de la tarde víctima de un cáncer de páncreas el 10 de septiembre de 1999,rodeado de sus cuatro hijos y aseguran que su padre murió dulcemente. Sus restos se trasladaron al Teatro Real de Madrid, para recibir su merecido homenaje.
Su dolencia fue tratada infructuosamente en los Estados Unidos y finalmente en el Puerta de Hierro de Madrid. No pudo recibir el premio Yehudi Menuhin a la integración de las artes y las letras.
Su hermano me dice: No acabo de digerirlo, pienso en él constantemente, sueño con él. Me cuesta trabajo oír sus canciones, tantos recuerdos tan gratos todos ellos a lo largo de nuestras vidas, en fin que Dios lo tenga en la gloria y a mí me de fuerzas para superar mi desconsuelo.*
Se cumplían 42 años de su debut en Bilbao, su desenlace final llenó de tristeza a todos los aficionados bilbaínos, en ningún lugar del mundo había cantado tantos títulos diferentes.
La temporada 48 de la ABAO, se habría con Rigoletto y el presidente de la sociedad recordó la personalidad y calidad artística y humana del fallecido. Al finalizar todo el público se puso en pie y guardó un minuto de silencio. El joven tenor Marcelo Álvarez se estrenaba con el duque de Mantua.
Después, de casi dos años de su muerte a Mirella Freni, cantando en Bilbao casi se le saltan las lágrimas hablando de él.
En los juegos Olímpico de Barcelona  del año 1992, José Carreras era el encargado de esa parte del programa y Alfredo Kraus no estaba invitado.
Decía Kraus que la exclusión de su participación, fue obra de Carreras y luego todos se sumaron.
Fue por un comentario que hizo en el verano de 1990, cuando el recital de las Termas de Caracalla. A mí no me han pedido mi participación, pero poco me importa, "porque este tipo de conciertos no están dentro de mi línea". Eso de que una canción la canten entre tres, cada uno un trozo, no me parece serio, aunque respeto lo que han hecho y antepongo a ello que para mí son buenos cantantes, José Carreras, Plácido Domingo y Pavarotti.
Esto le sentó muy mal a José Carreras y pidió que se retractara públicamente, cosa que no sucedió.
Tuvieron una reunión con el Comité Olímpico, a la que no asistió José Carreras que era el director musical de la Olimpiada.
Kraus no sabe lo que va a cantar, ni como, ni cuando, en la ceremonia.
Al final Alfredo Kraus intervendrá en dos ocasiones en dicha ceremonia inaugural el 25 de julio de 1992.
Aceptó la posibilidad de cantar en playback, algo de lo que él no es nada partidario, porque dice que un cantante siempre debe cantar en directo.
Kraus no tuvo contacto con Carreras en ningún momento.
También se queja Teresa Berganza canta tres arias y no sale en la foto, Jaime Aragall también se queja solo canta una aria de las dos estipuladas.
En otra foto salen Berganza, Pons, Navarro, Domingo, Caballé, Aragall y Carreras todos juntos.
Pasado un tiempo Josep Carreras dijo: Por mi parte, la polémica con Kraus ya está olvidada.

Existe una estatua de Alfredo Kraus en el museo de Giuseppe Verdi, en Busseto (Parma). Una inscripción que dice "Alfredo Kraus" el mejor Duque de Mantua que ha dado la historia del canto.
En Bilbao tiene una asociación de amigos de Alfredo Kraus, llamada AMAK, fundada el 27 de enero de 2001, presidida por Jesús María Casado Harpigny y es la primera en España.
En Bilbao tiene una plaza a su nombre, Plaza Alfredo Kraus.
Sus clases magistrales de canto recogieron alumnos de todo el mundo y ha sido distinguido con numerosos títulos académicos y condecoraciones, de entre todas ellas la medalla de oro del Liceu y la Creu de Sant Jordi.


Nosotros afortunados coetáneos, hemos sido testigos atónitos de su inmenso arte. Nino Dentici.
¿Alguien se puede imaginar, como sería el mundo actual de no
 haber existido, Alfredo Kraus, Pavarotti, la Callas o Verdi?.
Es una lástima que el ser humano sea mortal por naturaleza y también lo es cuando el hombre desaparece la voz se va con él.


FIN

 



HEMEROTECA DEL CORREO.
ABAO 50 AÑOS DE HISTORIA 1953-2003
CUARENTA AÑOS DE MAGISTERIO, NINO DENTICI.
DIVOS DE ÓPERA EN BILBAO, 1975-1996 DE JOSÉ ANTONIO SOLANO.
DOS AÑOS SIN ALFREDO KRAUS, ASIER VALLEJO UGARTE.