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martes, 27 de junio de 2023

UN PALACIO ARQUITÉCTONICO CONSAGRADO AL DEPORTE- 4 DE ABRIL DE 1931.

 

Año 1931, edificio Club Deportivo Bilbao

EL TREINTA Y CINCO ANIVERSARIO DEL CLUB DEPORTIVO DE BILBAO 1912-1929.
Hay un hombre que presidió el periodo del Zamacois al Club Deportivo, don Federico de Albizuri, es un hombre sencillo y apacible a quién Bandrés siempre a la caza de un "indiano" para la cancha del club, todos los días unos disgustos, terribles rozaduras de amor propio y las cuerdas y alpargatas que paga el vencido después del partido.
Menos mal que vamos todos a casa juntos, porque somos ante todo vecinos bien avenidos y nos restituimos en  nuestro equilibrio.
¿Jugaban ustedes a la pelota, en el gimnasio Zamacois de Ibáñez de Bilbao?.
¡Ca ! hombre frente a la actual Comandancia de Marina, no teníamos más que el local y pesas, porque predominaba el antiguo tipo de atleta, boludo, aparatoso, volatinero.
Marchamos de allí porque necesitábamos instalar un servicio de duchas y calefacción, no teníamos dinero.
Nos hicimos cargo de la sala Zamacois, treinta amigos respetando el nombre primitivo y a la viuda le asignamos una pensión, hasta su muerte hace muy poco.
Vimos primero la casa de Pedro Montero, no conviniéndonos su renta. Visitamos a los señores Larrinaga y Echevarrieta y nos dieron toda clase de facilidades para emprender esta aventura. 
Nos apuntamos a la idea de acudir a don Horacio Echevarrieta, en solicitud de apoyo económico y decidimos visitar a dicho señor.
El señor Echevarrieta nos ofreció un terreno de su propiedad, donde hoy ocupa el Club Deportivo en la calle Obispo Orueta, lo inauguramos el 15 de junio de 1912, no sin la enérgica protesta del famosísimo Secundino Acha y de Manolo Aranaz Castellanos que aspiraba a que el nuevo club se llamase Federación Atlética Vizcaína, a quienes dolía cambiar de local y el nombre de Gimnasio Zamacois por el de Club Deportivo.
Quedó consignada la asistencia de don Cirilo de Gana y de don Antonio Bandrés para hablar con el propietario.
De la acogida que tuvo la nueva entidad dará idea que el Zamacois contaba con 120 socios, de ellos 30 propietarios fundadores.
Al comenzar las obras del nuevo edificio en la calle Orueta ya eran 157 socios, cifra que subió a 365 al inaugurar los nuevos locales.

Ahora cuando se plantea el traslado a los terrenos del Rekalde Park, figuramos 750 socios y 171 en lista de espera.
La primera junta directiva en 1912 la componían, presidente Federico Albizuri, vicepresidente Secundino Acha, secretario Ángel P. Ullivarri, tesorero Manuel Piquero, vocales Avelino Eguía, Julián Guereñu, Felipe Abrisqueta y Antolín Elezcano.

¡Como pasan los años! repasando el viejo albun de los recuerdos del Club Deportivo, el alma se me caía a los pies.
Yo era una ratita y en el café Olimpia paraba aquél grupo de ciclistas de los tiempos de oro, Chanito, El Cojo, Fede, Cebrián....
Y había que ver lo que me decían cuando daba los primeros traspiés con aquellas burras, alquiladas donde Arturo Álvarez, el prehistórico garajista. 

Año 1929, colocación de la primera piedra.

Sonaban entonces en le ambiente las cosas de la F.A.V. de aquel grupo de "chirenes", que burla burlando al mando de aquel caballero Manolo Aranaz, iban dejando por el camino la semilla de lo que luego había de ser una ola arrolladora: "El deporte".
En Colón de Larreategui unos cuantos mozuelos que tirábamos un poco al monte y a los deportes, viendo lo que hacían aquellos chiflados y como envidiábamos sus volteretas, sus músculos potentes que vibraban al juego de pesas y barras y el suelo del local ante los porrazos de los grecorromanistas y boxeadores.
Se iniciaba la edad de piedra del deporte. Ya se usaba la ducha, pero todavía se hacía gimnasia con alpargatas y calcetines.
Pasaron unos años y fuimos creciendo hacia el rico, pletórico y potente Club Deportivo, el nido ideal de nuestras ilusiones de deportistas, pobres y sin un duro para pagar la cuota.
Dejamos a un lado el deporte del foot-ball, que era otra cosa.
El Deportivo unió a todos los elementos dispersos y el grupo de entusiastas tomo las riendas de la primera directiva del club.
Abrió los brazos acogiendo a esgrimistas, excursionistas, gimnastas, ciclistas todos engrosaron la nueva familia, bajo el gesto patriarcal de un solo padre.
Queríamos hablar de Manuel Piquero significadísimo deportista, quien trabajaba de agente de aduanas en el muelle de Ripa.
Le avistamos de lejos caminando por la vía del tren de Portugalete, el tren se le iba echando encima pitando desaforadamente, todo inútil tan abstraído iba nuestro amigo.
Y cuando me vio a mí, haciéndole gestos de alarma, se figuró: Ese pobre Camarón se ha vuelto loco, ¡ Qué buen chico era!
Finalmente el tren se detuvo a dos metros de Piquero, el maquinista le dijo: Si no le he pasado por encima es porque es usted tan tarugo que nos hubiera echo descarrilar.
Piquero atenazándole por el brazo, la mano que aprieta le dijo: Oiga usted, so untuoso a ver si le voy a enseñar una llave que no tiene usted en su cuadro de mando.
Porque tienen que saber los que nos leen, que don Manuel Piquero, fue en la época gloriosa de la Federación Atlética Vizcaína, presidida por Aranaz Castellanos, un luchador formidable con Felipe Abrisqueta, Antolín Elezcano, conocían todas las presas, llaves, los recursos más temibles de la grecorromana y el jiu-jiutsu, los tres magníficos atletas que podían haber dado la vuelta a Europa haciendo demostraciones de lucha.

En este soloncito se reunían los de la Comisión de Montaña, bajo
la atenta mirada del buitre desde las alturas.
En 1931 la comisión de alpinismo la formaban: Antonio Ferrer, Arcocha Erauzquin, Jesús Muñoz, Sarrionaindía Ibarra y Sabino Macua, el padre de nuestro Diputado General.

EL PORQUE DE ESTE NUEVO EDIFICIO
El problema de la ampliación de locales que tan espléndidamente queda resuelto, incubándose por el progresivo aumento de socios y como contraste que creaba una apremiante preocupación para la junta directiva. La forzada reducción de los ya insuficientes locales, que fue necesario evacuar para que el propietario de la finca de la calle Orueta, ampliase algunas dependencias de sus negocios.
Pero cuando la situación se hizo ya alarmante fue en octubre de 1928, que definitivamente había que dejar libres todos los locales ocupados por el Club Deportivo, en un plazo que hacía difícil toda solución serena y meditada, por los apremios de tiempo, siendo urgente afrontar el problema, empezando por una gestión cerca de don Horacio Echevarrieta, que obtuvo un resultado satisfactorio por las excelentes disposiciones de dicho señor, para dar al club toda clase de facilidades y el tiempo que precise para instalarse decorosamente, llegando a suscribir 25.000 pesetas en obligaciones, demostrando así el señor Echevarrieta la estimación en que tenía esta obra cultural.
Aunque sin los apremios de un desahucio inminente el tiempo transcurría con mayor velocidad de la que permitía una solución previsora, no solo para la vida del club.
Se hacía inquietante la situación sin dejar de vislumbrar un traslado a locales adecuados a base de rentas excesivas, que podían gravar considerablemente la marcha del club.
Y con una visión certera del porvenir surgió en la junta directiva la feliz idea de construir un edificio propio que permitiera el franco desenvolvimiento de las funciones fundamentales de esta numerosa entidad deportiva, con la amplitud que exigía todos los servicios establecidos y los que habían de agregarse.
Lanzada la idea y puestos en movimiento para su realización, pudo observarse rápidamente el excelente efecto que causaba en la juventud que considerara el deporte, tal y como se practica en este club, una imperiosa necesidad para su desarrollo físico y al propalarse los proyectos de la junta, empezaron a aglomerarse solicitudes de ingreso de nuevos socios de tal forma que obligó a modificar el primitivo proyecto, dándole mayor extensión para no realizar una obra deficiente.
Magna empresa la que se había echado sobre sus hombros los miembros de la junta directiva, formada por don Julián Arrien presidente, Fernando P. de Ullivarri vicepresidente, Antonio Ferrer tesorero, Jesús Espel secretario, Segundo Cincunegui, José María Laka, Pedro Irigoyen, Lorenzo Nolte, Juan Zudaire y Raimundo Abando vocales.


Las obras del club van por el buen camino


LA REALIZACIÓN DEL PROYECTO
La colación de la primera piedra se celebró en 15 de junio de 1929, en los terrenos del Rekalde Park fue a las siete de la tarde, la colocación de la primera piedra con todo el ceremonial previsto.
Allí estaban presentes Julián Arrien presidente del club, Federico Dapousa el administrador del club, el arquitecto Pedro Ispizua, el socio en ese año más antiguo Domingo G. Cedrón, era el número uno. Marino Gamboa, el maestro de esgrima Suñé, Luis Ortúzar, Julio Yanke, Antolín Elezcano, Manuel Iñiguez, Fernando P. Ullívarri, Antonio Ferrer, Juan Duñabeitia, Federico Albizuri, Julián Echevarría, Manuel Piquero, Fidel Morales, Ángel Sopeña, Ángel Galdona, los señores de Abando y Cincunegui, además de los populares txistularis Manolo y Eloli, para amenizarnos la fiesta.
Se cantó la marcha de San Ignacio y el señor Ortuzar dio un grito de viva al Club Deportivo de Bilbao.
A la una y media, el día 5 de abril de 1931 banquete en la cancha del Club Deportivo, servido por el hotel Arana.
La comida consistió en entremeses, paella, mero-lubina en salsa mahonesa de vinagreta, menestra a la bilbaína, cordero asado con ensalada, mantecado, pastas, fruta, vinos, cafés y licores.
A la noche la cena del club, en el chacolí de Zollo con 62 comensales.
Personajes del Club Deportivo, en el frontón durante la comida.
Podemos distinguir algunos de ellos, Ángel Sopeña, Luis Adarraga, Oswaldo Filipini.........


Entre el contraste de entusiasmo sin reservas de una buena parte de la junta directiva y la actitud reflexiva de los más consagrados, surgió una prudente determinación de escuchar opiniones autorizadas por una experiencia adquirida en algunos años de permanencia en puestos directivos, perfeccionándose así la idea, quedando encomendada a una comisión informativa y financiera, formada por Federico Albízuri, Julio Yanke, Daniel Oñate, Ramón Basterra (Aitona), Raimundo Abando y Armando Hiero.
Siguió a esta la llamada Ponencia del Proyecto, integrada por Juan Manuel Velasco, Benigno Belausteguigoitia, Julio Gamboa, Ramiro Marco Gardoqui, Luis Ortúzar, Marino Gamboa, Martín Eguiluz, P. Anítua, Federico Albízuri, Daniel Oñate, Julio Yanke, Raimundo Abando y por último quedó nombrada la Comisión de Obras del Club, el arquitecto director de las obras, Pedro Ispizua y los señores Julio Yanke, Julio Gamboa, Raimundo Abando, Daniel Oñate, Jesús Muñoz y Federico Dapousa.
Los nombres citados nos dan el argumento hecho para ponderar el acierto y la seguridad del éxito que ha culminado en una elocuente demostración, como acusa la realidad, convertida en esta obra admirada por todos y elogiada por visitantes extraños calificando el edificio actual del Club Deportivo de Bilbao, como único en España,
 que pueda servir de modelo a muchos del extranjero.
El primitivo proyecto cuyo estudio realizó el arquitecto Pedro Ispizua a base de una cifra  de 775.600 pesetas, fue necesario obtener los terrenos en las debidas condiciones de capacidad y costo, el emplazamiento adecuado y realizar un supremo esfuerzo del costo de del edificio con sus instalaciones, ascendió a  1.524.770 pesetas. .
Determinadas exigencias para una mayor seguridad en las salidas al público, fueron necesarias nuevas adquisiciones de terreno, que hizo aumentar la cifra, hasta alcanzar el millón y medio de pesetas.
El terreno era de Juan Cruz Olaso Delmas, socio fundador del club en 1912 con el número sesenta de socio en 1933 y vivía en Gran Vía,11 cuarto piso.
Nos dio la opción de compra por seis meses y facilidades de pago.
Este señor era hijo de Juan Cruz Olaso y de la Puente, bautizado en Trapagaran el 3 de mayo de 1845 y casado con Sofia Delmas.
El padre murió el 15 de diciembre de 1914.
Esta familia sus orígenes son de indianos en Argentina y fueron un referente en los negocios mercantiles de la capital argentina, Buenos Aires.
Con el mismo nombre, el hijo Juan Cruz Olaso y Delmas, casado el 9 de mayo de 1917 con María Josefa Eulate y de la Mata. Murió el 21 de febrero de 1953, era Caballero de Nuestra Señora del Pilar y su director espiritual era el jesuita Pedro Lojendio.
Al Club ya edificado le rodeaban las propiedades de los señores  Delclaux y el Crédito de la Unión Minera, la calle Iparraguirre, más propiedades del Crédito de la Unión Minera y el terreno del señor Aranaga.


La junta directiva del Club Deportivo, con sombrero en la mano el presidente Julián Arrien


LOS RECURSOS ECONÓMICOS
Se propuso la emisión de obligaciones que dando un ejemplo de fe y entusiasmo, fueron con el señor Echevarrieta, los primeros suscriptores en unión de los demás promotores del proyecto, llegando a cubrirse las listas con prestigiosos nombres de lo más florido del Club Deportivo.
Con esto y la ayuda de las cajas de ahorros, la Municipal y la Vizcaína.
Se emitieron 578 obligaciones de 500 pesetas cada una y 388 de 50 pesetas cada una. Con distintos vencimientos a los años 1935-36-38-39- 43- 44- 45-47-48. Las obligaciones eran 5,50% hasta las 775.000 pesetas.
Se pretende lograr una lista de 1500 socios con una cuota mensual de seis pesetas y obtener unos ingresos de 108.000 pesetas.
Subscribieron las obligaciones los siguientes señores:
Horacio Echevarrieta por 25.000 pesetas.
Juan Manuel Velasco por 30.000 pesetas.
Francisco Belausteguigoitia por 25.000 pesetas.
Pedro Ispizua por 12.000 pesetas.
José Allende Plágaro 10.000 pesetas.
Laureano de  Aristegui 10.000 pesetas.
Julio F. Gamboa 10.000 pesetas.
Raimundo Abando 6.000 pesetas.
Antxón Bandrés 5.000 pesetas.
Federico Albizuri 5.000 pesetas.
Manuel Barandica y Llano 5.000 pesetas.
Antonio Maguregui 5.000 pesetas.
Aurelio Longa Galdiz 5.000 pesetas.
Marino Gamboa 4.500 pesetas.
Alfredo Álvarez 5.000 pesetas.
Isidro Portuondo 5.000 pesetas.
Aunque la gestión económica está asegurada por los ingresos racionalmente calculados, donde entran las cuotas de socios y se calcula un total de 2.500 socios.



Bar del Club Deportivo en el año 1931


LO QUE HA SIDO Y LO QUE SERÁ EL CLUB DEPORTIVO.
Desde los tiempos en que se iniciara el ejercicio corporal, científicamente reglamentado en aquel Gimnasio Zamacois, fundado en 1894 por donde desfiló aquella generación bilbaína de las postrimerías del siglo XIX, hasta el momento actual en que se levanta la Catedral del Deporte", en la amplia avenida Recalde, con un próspero progreso del club, que nació en 1912 en la calle Orueta donde nuestra juventud se ha ido formando en un ambiente deportivo, que les prepara para resistencias físicas insospechadas.
La sección infantil para niños de 7 a 16 años, hijos y hermanos de los socios que gratuitamente irán adquiriendo una educación física con la práctica de la gimnasia sueca y respiratoria, bajo la dirección del profesor Felipe Fernández y la inspección médica del doctor Fernando Artiach, con los últimos adelantos y haciéndoles una ficha médica a cada niño.
La rigurosa inspección de todos los servicios de higiene y limpieza en ropas y utensilios de aseo que proporcionará el mismo club, conferencias de higiene, deportes, proyecciones de cine cultural, juegos de tenis, pelota, boxeo, el alpinismo y la náutica.
Entre los futuros proyectos esta mejorar la instalación de la Base Naval que el club tiene en el Abra y el refugio del Gorbea, dos campos de tenis emplazados en terreno céntrico.

EN EL AÑO 1931, LA JUNTA ACTUAL DEL CLUB DEPORTIVO
PRESIDENTE, Julián de Arrien.
VICEPRESIDENTE, Fernando Pérez Ullíbarri.
SECRETARIO, Jesús Espel.
TESORERO, Antonio Ferrer.
VOCALES, Segundo Cincunegui, José María Laka, Pedro Irigoyen, Lorenzo Nolte, Juan Zudaire y Raimundo Abando.

COMPOSICIÓN ARQUITECTONICA 
El trazado arquitectónico del nuevo edificio responde a la expresión franca de las variadas secciones deportivas y de los servicios anexos complementarios.
El problema constructivo precisa resolver satisfactoriamente el acoplamiento de las diferencias tan notables que en sus dependencias y sin menoscabo de la amplitud de sus vanos y de los espacios libres tan necesarios para el mejor desenvolvimiento de las enseñanzas gimnásticas, aparte de otros detalles relacionados con las piezas de servicios.
En su concepto decorativo se ha procedido de una manera racional, acusando aquellas partes que por un raro efecto visual y de forma necesitan la ayuda del color y de la ornamentación escultórica para motivarlas bellamente.
Se han respetado sus grandes vanos o espacios vacíos en su construcción y su transparencia, habiéndose escogido para su coloración tintas suaves en tonalidades varias, de poca intensidad, el verde, el azul y el compuesto gris, con filetes dorados y en plata.



de izquierda a derecha Pedro Ispizua, Julián Echevarría y Julián Arrien, con el padre
bendiciendo la colocación de la primera piedra.


ALGUNOS PROVEEDORES
La Instaladora General, de instalaciones eléctricas en Gran Vía, 14.
Roneo Unión Cerrajera, muebles de acero y de oficina, Plaza Ensanche,8.
Ricardo de Irezabal, materiales de construcción, azulejos, mosaicos, tejas vidriadas. En Diputación 8.
Aparatos Sanitarios Federico F. de Aguirre, Colón de Larreategui,7.
Deprit y Compañía, grandes almacenes de vidrios, Campa de Albia,1, despacho en Somera.
Pintor Decorador Luis Fernández, en Irala-Barri "Villa Santurce".
Hormigón Armado, Zabala y Acha Ingenieros. Ribera 7 y 8.
Pavimentos Litoxilo, Alameda Mazarredo,8.



La entrada al Club Deportivo el día de la inauguración


SERVICIOS
La piscina en la planta baja del edificio ocupa una superficie de 1200 metros cuadrados. Se halla por debajo de la rasante de la calle y a 1,50 metros de la misma. Una gran piscina de forma rectangular de 25x10 metros con un cubo de agua de 500 metros cúbicos, rodeada de dos gradas para el público, se puede dar en ella espectáculos de water-polo y natación.
El agua de esta piscina se halla en constante circulación y depuración con lo cual evita el estancamiento y descomposición. El sistema empleado para ello se basa en el tratamiento del agua por el cloro una vez sometido a las operaciones previas de filtrado.
Lleva una instalación importante de caldeo de agua, lo que consigue mantener el agua agua a la temperatura adecuada.
También comprende una instalación de duchas y baños en número considerable y la de las cabinas vestuarios un total de 22 para el servicio de la piscina y 26 más en la sección del gimnasio.
En la planta baja están las dependencias de instalación de máquinas de calefacción , de producción de aire caliente y las de depuración de agua, otros roperos para vestuarios y de acceso a la calle para los espectáculos públicos.

LA PLANTA PRINCIPAL
A unos tres metros de la calle, se halla el piso principal dotado de amplios accesos a la calle Alameda de Recalde, también están las dependencias administrativas del club y las de recreo.
En primer término y en su fachada principal está el gran salón para los socios, los locales de la junta directiva y biblioteca, más dos pequeños locales destinados uno a archivo y el otro destinado a los cuadros eléctricos.
Más en su interior se sitúan en el centro del piso una sala de billares y el servicio de ambigú, amplio y bien dispuesto, con vistas al frontón mayor del club.
En junio de 1931 se instala en el club una radio, en el salón de lectura para oír los partidos del Athletic y el servicio de peluquería ese mismo año.
Los montañeros tienen su salón de reuniones, en una sala especial bajo las poderosas alas de un buitre, emblema de la libertad de las alturas.
Lateralmente se hallan las dependencias de la administración, sala de comisiones, conserjería, inspección médica y la peluquería, otros servicios de complementos y sanitarios abarcan el resto de la planta.
Interiormente esta planta y las restantes del edificio quedan bien relacionadas por amplias escaleras dotadas de hermosa iluminación natural.
Unido con esta planta se halla el gran frontón de pelota, con capacidad para dos mil espectadores. Local soberbio de grandes proporciones y una diafanidad no igualada. La visualidad se halla resuelta a satisfacción de todas sus localidades y se la ha dotado de excelente alumbrado para espectáculos nocturnos, la calefacción a base de aire caliente, para la época invernal y una instalación de ventilación del modelo más acabado en esta clase de instalaciones.
Este local de espectáculos de pelota se proyecta para dar funciones de boxeo, con cabida a más de tres mil asistentes, secciones de cine deportivo y funciones de circo, por lo que ha sido montado con los adecuados requisitos de ring de boxeo, cabina cinematográfica etc..etc...
Este hermoso local se halla dotado con accesos independientes a la calle Iparraguirre, frente a la residencia de los Padres Agustinos.
Se pueden dar funciones y espectáculos públicos, sin menoscabo de las funciones privativas del club.


Integrantes del Circo del Club Deportivo en septiembre de 1931
en la Colonia de Pedernales con los clowns.
Foto del Archivo de El Correo.


En el piso alto se hallan los frontones cubiertos, la sección de fotografía, con su cuarto de pruebas.
Una Pérgola en la parte superior es sumamente atractiva y cautivadora con unas bonitas vistas, para los días lluviosos, que ha de ser la parte más concurrida y confortable del club, sobre todo en la época estival después del atardecer. Era una terraza y solariun, contaba el club con servicio de masajista  el señor Badiola por las mañanas de once a una y de tarde de seis a ocho.
Luego están las instalaciones de limpieza y de secado de la ropa, el amplio garaje, que se halla debajo de la cancha del frontón, los depósitos y almacenes de material etc...
Existe una planta con todas las dependencias relacionadas con la enseñanza de la gimnasia en su variada modalidad.
En primer término, el salón de gimnasia con una superficie de 800 metros cuadrados, desarrollado en tres naves, siendo la principal de forma rectangular de 35x15 metros.
La enseñanza gimnástica abarca también a la clase infantil, con una zona aislada de los mayores.
En este gran gran salón se puede practicar, esgrima, boxeo, remo, cabinas, vestuarios, armarios, camaretas en gran número, duchas y sanitarias adecuadas.
Otro de los aciertos de esta junta directiva es el dotar al club de un buen servicio de bar, estilo moderno, donde se ha de servir el clásico aperitivo, hasta el más refinado almuerzo a la carta, además de los indispensables refrescos. Se han contratado los servicios del joven y competente industrial Isaac Díaz, persona conocida y acreditada que llevó el bar del Teatro Buenos Aires.
Ha instalado una máquina de hacer café Omega, indispensable en estas instalaciones, por lo exquisito del café express, una cortadora de fiambres V. BERKET ´S.
Un buen montado mostrador de estaño de don Castor Ortega y un excelente surtido de cristalería y vajilla, adquirido donde la viuda de Saturnino Cortina. La caja registradora de la casa Krupp, comprada a los Arteche-Lebrero.
Amplios y cómodos divanes de la casa Escuza, juegos de veladores y sillas, un lugar apetecible donde los socios puedan reponer fuerzas con los exquisitos refrigerios del ambigú.


LA VIDRIERA ARTÍSTICA
De Vidrieras de Arte S.A.  en el año 1918 su director gerente era Luis Lerchundi Sirotich, que era socio del Club Deportivo de Bilbao.
Todo un artista, la empresa de vidrieras en un principio estuvo en la Salve tres y hasta su desaparición en Espartero ocho, hizo miles de trabajos para empresas y particulares, algunas se conservan y los bocetos de muchas de ellas están en el Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia.
A Vidrieras de Arte S.A. le fue concedido un premio en Lieja el año 1930, en una exposición allí celebrada. El pabellón que representaba España, los dibujos fueron ejecutados por dicha empresa pudiendo contemplarse la calidad de las vidrieras. El jurado les concedió el Premio de Honor por este trabajo.
Es de notar la tradición de esta industria en Bélgica, cuya fama en vidrieras es universal.

EL EMPLAZAMIENTO
En el Ensanche de Bilbao, ocupa una extensión de más de 35.000 pies cuadrados, con un largo de calle de más de cien metros y un ancho de 30 metros de fachada a la Alameda Recalde.


Pedro Ispizua , el arquitecto del club.
Es un autorretrato, del archivo fotográfico del periódico Bilbao.
En el año 1933 era socio del Club Deportivo con el número 556
y vivía muy cerca del club, en el número 28 tercer piso de Alameda Recalde.
Después de la guerra civil fue purgado y encarcelado durante un mes e inhabilitado para
cargo publico.


EL AUTOR DEL PROYECTO
Se ha designado al notable arquitecto Pedro Ispizua, en estos trabajos muy laboriosos del club lo ha cogido con gran cariño y en completa identificación con la junta directiva.
Fue socio del Club Deportivo de Bilbao, nació en Bermeo el 29 de abril de 1895. Iba para ebanista el oficio de su padre pero terminó estudiando la carrera de arquitectura, convirtiéndose en un notable arquitecto.  Estudió la carrera en la Escuela de Barcelona y como pensionado de la citada escuela en las catedrales de Gerona y Tarragona.
Con veinticinco años se inicia como arquitecto municipal, desde 1920 una labor que finalizará en el año 1937.
Pasada la guerra su labor como arquitecto se desarrolla como profesional liberal.
Apenas tardó tardó un año y medio en construirse el nuevo edificio del Club Deportivo, desde el 29 de abril de 1929, ya con el permiso municipal y termina la obra en abril de 1931.
Su habitual colaborar en todos sus trabajos era el escultor Joaquín Lucarini.
Pedro estaba casado con Aurora Ugalde y tuvieron seis hijos: Paquita, Pedro, Javier, Ana María, Iñaki y Jon.
La familia Ispizua vivía en la calle Hurtado Amezaga, 50-7º centro de Bilbao. Falleció el 10 de enero de 1976 a los ochenta años y sus restos fueron trasladados a un panteón familiar en Bermeo.
FIN

Archivo Diputación Foral de Bizkaia.
Liburuklik.
Hemeroteca de El Correo.
Periódicos el Excelsior y Excelsius.
Archivo del Club Deportivo Bilbao.




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