"-Hay que echarse a temblar ante la idea de que la afición al ciclismo adquiera mayor desarrollo que el que hasta hoy tiene."-
La historia del ciclismo la marcó la exposición de París de 1867, donde se presentaron los primeros modelos de velocípedos, biciclos y triciclos.
Su verdadera popularidad se manifestó en los años 1875 y 1876, hasta entonces no pasó de ser un objeto curioso que los aficionados a las novedades compartían.
En el año 1880 se generalizó, se daban clases y se crearon clubes velocipedistas, se redactaron reglamentos y se hacían certámenes de velocidad.
En el año 1889 Clement Bayard era un humilde constructor de velocípedos, con una industria modesta que por entonces se presentaba con un horizontes muy brillantes. Empezó a construir los velocípedos en el año 1878.
Cayó en sus manos una revista publicada en Dublín, acerca de los ensayos de un velocípedo provisto de gomas neumáticas.
Le interesa al señor Bayard que ya había probado en sus bicicletas un sistema de goma hueca de gran espesor y que se adhiere a la llanta con cola de buey. Este método era igual o parecido al de Dublín con pequeñas diferencias.
Se traslada a Londres visitando todas las grandes marcas de bicicletas de la época, Humber, Singer, Rudge.
Los neumáticos, fue invento de Thomson en 1866, el cuadro de metal de Ander en 1867 y las llantas metálicas de Mayer en 1869, lo definitivo en aquellos años, fue el fabricante irlandés Dunlop en 1889 con sus ruedas.
El 23 de mayo de 1868 el periódico Irurac-Bat, da las primeras noticias sobre la afición que existe al velocipedismo y los muchos adeptos que tiene, quizá por la proximidad que tenemos con Francia e Inglaterra, importantes fabricantes de velocípedos y bicicletas.
Desde Huesca varios periódicos hablan de Mariano Catalán, que construyó por primera vez un velocípedo en el año 1867. Con ese velocípedo hicieron el trayecto de Huesca-Zaragoza- Huesca el 20 de marzo de 1868.
Mariano Catalán, era herrero de profesión. Foto Ciclo-Clásica. El 1 de abril de 1868, decía el Eco de Aragón, en esta semana veremos en esta capital los ansiados velocípedos que tanta curiosidad han despertado entre el público, esos carruajes de paseo. |
En los Baños de Mar Bilbaínos de Las Arenas en 1870, durante la temporada de baños, había carreras de burros, de caballos, regatas y carreras de velocípedos, el balneario se abrirá al público el 1 de julio la temporada de verano.
Dirige el balneario el acreditado fondista suizo Andrés Tuffli.
Era entonces cuando la bicicleta estaba en la edad del biciclo, es decir ese artilugio de dos ruedas desiguales, la delantera gigante y enana la trasera, que hoy nos hace sonreír.
En el año 1885 el inglés Stanley creó la bicicleta de dos ruedas casi iguales, que facilitó el uso deportivo de la bicicleta con las carreras de velocidad y en pista.
Fue en el año 1887 cuando un grupo de bilbaínos, presididos por José Picaza, se les ocurrió fundar el pomposo Club Velocipedista de Bilbao, su nacimiento fue de lo más feliz y festejado, entre 1893 a 1895 se había formado la actual bicicleta de ruedas gemelas, tal como la conocemos hoy y el grupo velocipedista se lanzó con velocidad cuesta abajo a la consecución de un edificio social propio y la construcción de un velódromo.
Fue en mayo de 1888, la junta directiva del Club Velocipedista de la villa invita a los periodistas del Noticiero Bilbaíno a visitar su sede.
El local social estaba entonces en el muelle de Marzana, allí salta a la vista el esmero con que están ordenados y colocados los velocípedos y bicicletas, cada uno de ellos con un cuadrito donde tiene impreso el nombre del propietario, el peso, la altura y la fábrica de donde procede.
Este club se estableció en Bilbao en el año 1885 en la calle Jardines diez, en las dos únicas carreras a las que se han presentado, han logrado dos premios uno en Logroño el 21 de septiembre de 1886 y en Oviedo en 1887.
Actualmente el club dispone de 22 velocípedos y bicicletas de carreras y de paseo.
Están muy quemados con el consistorio bilbaíno, porque desde julio de 1888, solo les autorizó a los velocipedistas su uso, en los meses de mayo a octubre para circular desde el amanecer hasta las nueve de la mañana y desde noviembre al mes de abril , desde el amanecer hasta las diez de la mañana. Algo verdaderamente sorprendente, porque para andar en velocípedo había que levantarse al alba y dejarlo a la hora del desayuno.
Todavía en el año 1888 no se usaba la palabra ciclista o ciclismo, solo velocípedo, triciclo o cuatriciclo, todos ellos movidos a pedales con los pies.
Dicen los socios que al ser el ayuntamiento tan refractario a este deporte, tienen pocos socios y sin estas prohibiciones el número de socios y practicantes hubiera crecido considerablemente.
En otros sitios dejan las calles para su uso, incluso las plazas de toros para el aprendizaje del velocipédico.
Se van ha organizar excursiones a otros puntos de Bizkaia y a Pamplona, en septiembre por las fiestas Euskaras a Gernika.
En la plaza Elíptica de Bilbao en 1892 se empieza a ver ciclistas con el culotte corta, que hasta entonces estaba mal visto por ser contrarios a la moral e impúdicos.
En el año 1895 el presidente del Club Velocipedista, era Pedro Basterra, vicepresidente Luis Ogara, tesorero-contador Luis Tutor, secretario Julián Emperaile, vocales Blas de Otero hijo, Joaquín Echevarría, Ruperto Ortiz.
En el año 1893 existían en Inglaterra 264 fábrica dedicadas a la construcción de distintos velocípedos. En Francia 112 y en Alemania y Austria 87, luego le siguen Bélgica, Italia y Suiza.
El velocípedo se ha adaptado en casi todos los ejércitos y presta servicios en el comercio en las grandes ciudades y no pocas personas de la aristocracia lo han puesto de moda y en cualquier fiesta que se precie en España figuran las carreras de velocípedos.
Dicen los médicos que este sport es tan higiénico como agradable, siempre y cuando que como es lógico no se incurra en el abuso.
Foto de la Real Federación Española de Ciclismo 1895-2020. El complicado y difícil de montar, el velocípedo, para jóvenes |
En el año 1896 estaba levantado el velódromo, en el Ensanche de Abando, entre las calles Autonomía y Alameda San Mamés, en una zona apenas urbanizada, cruza por estradas y caminos esmaltados de verde, con fincas y hermosas praderas.
En 1895 es tanta la afición que se ha desarrollado en Bilbao al sport velocipédico y tan grande el entusiasmo, que aristócratas jóvenes que hasta hace muy poco venían usando el carruaje hoy los vemos montados en sus máquinas y dispuestos a batir un record de cien exagerados kilómetros.
Buena prueba de lo que decimos, las muchas excursiones que se verifican y en especial los días festivos.
Hoy fue un día atroz, todo el mundo se sentía ciclista.
No desesperamos los que no somos entusiastas de la bicicleta, ni de los ciclistas porque llegue un día en que la afición decaiga, vencida por la fuerza incontestable del ridículo.
Guiar un coche o gobernar un caballo son actos propios de gente viril y enérgica.
Manejar un a bicicleta nos parece un entretenimiento de niños que de hombres sesudos, pero mientras triunfe nos resignaremos.
Por esos años la actividad ciclista se centraba en el Campo Volantín, allí tenía su tienda-deposito Ricardo Damborenea de velocípedos de la marca inglesa Roudge & Cia de Coventry, la marca más acreditada del mundo, las ventas son al contado y a plazos.
Con taller de compostura y además enseña a montar, en el Campo Volantín catorce. Vendía otras bicicletas como Humber y Gladiator.
Damborenea y Castroviejo alquilaban bicicletas con taller de reparación y trajes de ciclista, no solamente fue el pionero del velocipedismo, también del automovilismo. Dio la primera vuelta a España en coche que se conoce y fue el segundo carnet de conducir que se expendió en Bizkaia.
Pablo Mascarón, vendía la bicicleta francesa Terrot y además tenía accesorios de reparación y recambios, trajes medias y zapatos para ciclistas, vendía la máquina de escribir La Gardner. Su tienda estaba en el Campo Volantín doce.
También estaban los Sagarduy y Blancou dedicados a los mismos menesteres y a otras cosas como la fundición y carruajes.
El Campo Volantín y la prolongación de la Gran Vía, eran los territorios ignotos donde se ensayaban los primeros ciclistas de Bilbao. En la calle Gran Vía estaba la tienda del inglés Bell con bicicletas Coventry y Humber y Cia, que era la tienda más antigua de velocípedos, de la plaza Elíptica hasta el final era lugar de correrías velocipédicas y un lugar por explorar.
Todos estos fabricantes ingleses empezaron en el año 1868 fabricando velocípedos para terminar haciendo bicicletas.
En el año 1886 una representación ciclista solicita que se autorice el uso de los velocípedos por la calle de la Estufa, Sendeja, Campo Volantín y camino hacia Las Arenas.
En el año 1895 unas chapas metálicas identificativas, para el correspondiente impuesto municipal.
En 1898 el Club Velocipedista de Bilbao, lo componían Pedro Mac-Mahón presidente, Félix Gaminde vicepresidente, Vicente Santamaría contador, Luis Losada Secretario.
Vocales Luis Reyes, Ramón Bayo, Vicente Fatrás y Rafael Ferrer.
Ángel Greño era capitán de excursiones.
EL INVENTO:
Ayer a las siete de la mañana los socios del Club Velocipedista de Bilbao, salieron unos veinte del local que tienen en la plaza Elíptica, montados en sus correspondientes máquinas dirigiéndose a Olaveaga con el objeto de presenciar las pruebas de la bicicleta acuática.
El presidente de la sociedad nuestro amigo Cándido Palomo se presentó voluntario para el experimento, montando en aquella máquina, mucho tiempo en el agua y en medio de la ría, próximo a los diques secos, sin perder el equilibrio, ni un solo movimiento.
Esta bicicleta para poder flotar tiene en la base la forma de un bacalao, funciona al impulso de los pedales, dos paletas que funcionan como ruedas impulsando a la máquina hacia delante.
Las pruebas que se llevaron a cabo no dieron el resultado deseado, las aspas tropezaban con los radios de las ruedas.
Según opinión del señor Palomo, no se debe desanimar uno por el poco éxito obtenido, porque con una pequeña reforma se puede obtener lo que estamos buscando.
Empeño y perseverancia la de este distinguido sportman del club Ciclista Bilbaíno. 7 de junio de 1892 El Nervión.
Las excursiones y los records se suceden, las unas y las otras, véanse por las calles de Dios y carreteras gran número de ciclistas que se dirigen a Las Arenas o Portugalete.
Nuestros amigos Adolfo Urquijo, Tomás Zubiría, Gaminde, Abrisqueta hicieron una bonita excursión a Zaldívar, hicieron el trayecto sin ningún accidente.
Repuestos del esfuerzo con un suculento almuerzo por Javier L. de Calle, los aristócratas regresaron a la villa por la tarde.
Otra excursión a Villaro a cargo de los ciclistas Eugenio Bayo y Joaquín Echevarría y la romería de Zorroza tiene su encanto para los ciclistas.
HAZAÑAS VELOCIPÉDICAS Y CICLISTAS
Ayer salieron de Barcelona para hacer el viaje hasta Madrid, montados en sendas bicicletas, Luis Ballesta del Sport Velocipédico y el secretario de la Velocipedista y redactor de el Veloz Sport de Madrid, en octubre de 1893.
Ayer se presentó en el Veloz Club de San Sebastián, un ciclista francés que hace el viaje a Bilbao en bicicleta, no sabe una palabra de español y solicita ayuda para encontrar el camino hasta Bilbao en abril de 1895.
Unos ciclistas belgas quieren acometer el viaje desde la frontera francesa a Madrid, quieren información sobre hoteles buenos y cónsules que les faciliten el viaje y sin tener que soportar los trámites engorrosos de aduanas, tienen alguna queja de las malas carreteras del centro de España, en mayo de 1895.
Los oficiales del ejército francés pueden montar en bicicleta, permitiéndoles montar sin sable, lo pueden colocar en el cuerpo de la máquina.
En Vitoria llama la atención un joven velocipedista, amigo nuestro que maneja el velocípedo con gran maestría y seguridad.
Dando carreras, haciendo giros con asombrosa rapidez.
Este señor se llama Ramiro Maeztu, natural de Cienfuegos (Cuba), que ha ganado el primer premio de la Sociedad Velocipedista de Madrid, con expediciones arriesgadas como de Vitoria a Miranda de Ebro en dos horas y en cuatro horas de Vitoria a Bilbao, así lo publicaba el periódico El Anunciador Vitoriano.
CONSEJOS HIGIÉNICOS SOBRE EL CICLISMO PARA LAS MUJERES
A cargo del doctor José María Caballero, presidente del Ateneo de Vitoria. El ejercicio del ciclismo bajo un punto de vista médico.
Su misión es exponer con lealtad las ventajas, si alguna ofrece y los inconvenientes, la aplicación prudente y el abuso perjudicial de este medio de locomoción, el ciclismo como ejercicio o velocipedismo en general con el de carreras.
La historia del ciclismo la marcó en sus comienzos, la Exposición de París en el año 1867. En esa fecha se presentaron los primeros modelos de velocípedos o biciclos y los triciclos, pero determinó que su verdadera popularidad no se manifestó hasta el año 1875 o 1876, poco más o menos y hasta entonces no pasó el velocípedo de ser un objeto curioso que adquirían los aficionados a las novedades.
Es en 1880 cuando se generaliza su uso y se crean clubes de velocipedismo que contribuyó a la esencia de este sport y se redactaron reglamentos y se organizaron certámenes de velocidad y se construyeron velódromos.
Llegó a ser una institución con sus jueces y sus tribunales y hasta su legislación especial.
Poco después el disertante va a demostrar que el velocipedismo en la generalidad de los casos es contrario a la higiene bien entendida y trata de cuestionar bajo todos sus aspectos y singularmente claro está refiriéndose al hombre y al abuso de este sport.
Pero lo vamos a llevar este estudio a la parte más interesante que es el de la mujer dedicada al velocipedismo.
La velocipedia en la mujer, prescindiendo de lo que a moral y a la estética se refiere, no es el esqueleto y la organización de la mujer todo lo resistente que se necesita para aguantar las fatigas.
Hay razones sociales y razones de pudor por lo que deben proscribirse este ejercicio en el bello sexo, la mujer recatada por instinto y por educación se ruboriza la primera vez que exhibe al público su bien o mal contorneadas formas, malamente veladas por un ridículo bombacho.
En esta situación la mujer pierde todo lo que hace interesante, que es el misterio velado, por traje elegante o severo y de un tesoro que se creía adivinar en sus formas esculturales y perfectas una vez prodigadas a la pública curiosidad y a la general expectación queda reducida a un objeto sin importancia y sin interés alguno.
Ante todo se debe tener presente la menor resistencia orgánica de la mujer y mucho menos en las jóvenes que se hallan próximas a pubertad, su sistema óseo no se halla completamente consolidado y pueden sufrir desviaciones de la columna vertebral o de la pelvis, lo que sería un gran mal para las futuras madres y además de privarlas por de pronto de esbeltez en su talle.
Según algunos higienistas podría tomarse el uso de la bicicleta, en las jóvenes pero después de los quince años en aquellos casos en que se juzgue conveniente para remediar para remediar la debilidad en las extremidades inferiores favoreciendo el desarrollo y circulación en las mismas o en las que tengan propensión a la obesidad.
Podría permitirse, también pero no en absoluto y sin admitir excepciones a las jóvenes propensas a la ausencia de menstruación o con periodos dolorosos, siempre que lo aconseje el médico encargado de su asistencia.
Pueden favorecer estas condiciones además del movimiento, el aire puro del campo, la impresión agradable del paisaje y el efecto de la novedad en la imaginación viva de la mujer, pero no se considerará sino una carrera moderada y de corto trayecto.
En todos los casos la mujer debe prescindir del uso del corsé para este ejercicio, porque impide el desarrollo de la cavidad torácica, que es la que más interesa.
También debe tenerse en cuenta la forma del sillín para las jóvenes no consintiendo que sea en forma de pico, *por las razones que ustedes puedan suponer*.
Los entusiastas del ejercicio del ciclismo, dan importancia a la curación de aquellos padecimientos en que el sudor sea un factor como medio de depuración y de desasimilación de elementos morbógenos, como la sífilis o el reumatismo, pero no se han hecho estudios sobre estos extremos.
La Federación Atlética Vizcaína, naciente sociedad creada en Bilbao con el fin de propagar la educación física por medio de concursos atléticos, conferencias etc..., publicó con motivo del último festival un programa de los fines que persigue.
Es una verdadera proclama escrita con una franqueza que cautiva y que puede muy bien servir de réplica a los detractores de los sports atléticos, por lo cual la reproducimos hoy creyendo servir a una causa justa.
A la izquierda Vicente Blanco "El Cojo" y a su derecha Manuel Piquero, subiendo el puente del Arenal año 1934 de la revista As. |
QUIENES SOMOS
De chiflados se nos tacha por no poca gente a los muchos socios que en la Federación Atlética tenemos el honor de pertenecer con entusiasmo y para quienes de tan ligero nos juzgan, van encaminadas estas líneas, que pudieran valer de descargo, no hay en ellas intención ninguna de repulsa que después de todo esto no consideramos injurioso, ni denigrante, solamente un deseo noble y un desinteresado afán de ilustrar y convencer a los que burlonamente nos consideran guía nuestra pluma. Si por rendir culto ferviente a la educación física tan complementaria de lo moral, somos chiflados en buena hora y sigámoslo siendo y ojalá se nos brinde pronto con un manicomio ad hoc para nuestras inofensivas chifladuras y basta de preámbulo.
En los animales encontramos el primer ejemplo, al despertarse el perro mueve sus patas, estira su cuerpo, abre repetidas veces sus fauces.
Los pájaros antes de lanzarse a volar, afila su pico y mueve sus alas, ejercicio para sus necesidades de vida.
Solamente el hombre, el animal con inteligencia superior a todos, se olvida de cuidar su parte física y las enfermedades, por todas las faltas al cuerpo cometidas, le llegan a la postre como merecido castigo.
La educación física no es un trabajo, tan solo para el desarrollo exagerado de los músculos y que tiene por objeto levantar pesos.
Nada más equivocado, los animales salvajes, son fuertes, son ágiles y están proporcionados, comen y beben con regularidad, porque no cometen excesos, la luz, el aire, el campo.
El hombre por sus obligaciones y por su voluntad es un esclavo digno de dar lástima.
Nuestros sombreros que no dejan transpirar la cabeza, nuestros cuellos en exceso almidonados apenas permiten sus movimientos al pescuezo, citemos a la mujer como ejemplo de la esclavitud.
Su corazón, sus pulmones, su estómago, su hígado apenas le dan espacio en las estrecheces del corsé.
También su pie para parecer más bonito y más pequeño, el zapato puntiagudo y estrecho.
Cuando nosotros aconsejamos en los gimnasios que se tome el aire por la nariz, para filtrarlo de sus impurezas, que la boca la devuelve al exterior.
La educación física eso que se toma a chacota, nos proporciona ejercicios muy variados, que todos tienen un objetivo abandonar la inactividad, los pulmones, brazos y piernas para evitar que se eche a perder la máquina, matar el cuerpo en un lento suicidio.
Saliendo al paso de esto esto, esta la Sociedad Gimnástica Zamacois, la Sala de Armas de monsieur Martín, La Educación Física y la Federación Atlética Vizcaína.
Comer como se debe, huir de los excesos y así gozar de la vida, no tenéis más que una máquina, si la dejáis parar, si permitís estropearse para siempre, nadie podrá daros otra.
Mucha gente nos tacha de chiflados, pero tenemos conciencia de que nuestros cuerpos valen, porque en cuidar su desarrollo y conservación hemos puesto nuestro cariño y nuestro entusiasmo.
La Federación Atlética Vizcaína, 30 de diciembre de 1906.
El 8 de abril de 1905 quedó constituida la Sociedad Atlética Vizcaína con 150 afiliados, presidente Manuel Aranaz Castellanos, vicepresidentes Enrique G. Careaga, Fernando Villamil, Juan Larrazabal, Luis Arana, Julio Hernández Mendirichaga y Manuel Valenzuela.
Secretario Juan Soriano, vicesecretario su hermano Eusebio Soriano.
Vocales Leopoldo Abos. Tenían su sede social en Colón de Larreategui planta baja que corresponde el número cinco de la calle Berástegui de Bilbao.
La primera excursión fue al Castillo de Butrón 14 de mayo de 1905, allí se juntaron gimnastas, ciclistas, jinetes y esgrima.
Por el bando ciclista se representan los señores: Juan M. del Barco, Cruz Sáenz y José Llorente.
PRIMEROS CICLISTAS EN BILBAO
El primer semanario deportivo de Bilbao, se publicó en abril de 1903 y su redacción y administración estaba en la calle Nueva tres.
Se llamaba Sportsman, el Bilbao deportivo y leyéndolo se ve cierto infantilismo e ingenuidad, con una portada candorosa.
En la primavera de 1904 se crea la Sociedad Ciclista Bilbaína. En el café Murga de la Gran Vía bilbaína, Genaro Morales, Enrique Pinedo, Luis Fernández de Gamboa, Juan Moser el impulsor y creador de esta sociedad.
"Los chicos de las bicicletas andan por esas calles y caminos de Dios, atropellando a todo Cristo.
Un ciclista solo no sirve más que de estorbo, esto es lo que se escribía en La Lucha de Clases en mayo de 1896.
¡Pero que bien se lo pasan estos niño . Un señorito ciclista atropelló ayer a una humilde sirvienta. ¡ Pero que bien se lo pasan los niños ricos con sus bicicletas !
Estos ricachos no tienen ni una sola idea buena! ¿Para cuando el ayuntamiento prohibirá las bicicletas?.
En septiembre de 1892 la carrera de Bilbao-Castrejana-Zorroza-Bilbao, la ganó don Vicente Fatrás corría con ruedas macizas y a estas ruedas sucedieron los neumáticos de caucho hueco. En las distintas carreras que se hacían en Bilbao, Santander, San Sebastián, Eibar......
Una carrera inter-clubs, de Pamplona, Vitoria, Bilbao en 1893 que fue para Bilbao, ganando Secundino Acha y Fatras.
La Bilbao-San Sebastián al año siguiente se salía desde el alto de Miraflores, con un tiempo infernal. Arcot tardo hasta Durango cincuenta minutos. Llegó primero a San Sebastián Vicente Fatras con una bicicleta Rudge calzando cubiertas Michelín de diez centímetros de diámetro.
Un inglés se afincó en Bilbao hacia 1876, se llamaba Edward Seymour Bell, velocipedista y luego ciclista, no sabemos si son los mismos que con el mismo nombre, el director y propietario del Circo Hipódromo Ecuestre que se encontraba instalada en la plaza Circular de Bilbao. También fue comerciante de minas y director del tranvía Bilbao a Santurce.
Había otros ciclistas:
Cruz Sáenz de la Federación Atlética Vizcaína.
Rafael Padró y Emilio Padró
Tomás Muñecas de la Ciclista Bilbaína.
José Llorente de la Federación Atlética Vizcaína.
Roger Moser Peake, más conocido por Juan Moser de la Sociedad Ciclista Bilbaína y socio fundador de la misma.
Esteban Espinosa de la F. A. V.
Enrique Pérez de la F.A.V.
Tomás San Salvador de la F.A.V.
Vicente Blanco "El cojo" de la Sociedad Ciclista Bilbaína.
Feliciano Echevarría de la F.A.V.
Juan Soriano de la F.A.V.
Tomás Muñecas de la Sociedad Ciclista Bilbaína.
Manuel Aranaz Castellanos, F.A.V presidente de la misma sociedad.
Cesáreo Aguirre de la F.A.V.
Germán Sertucha.
Lorenzo Oca.
Eusebio Soriano
Lope Acedo, de la S.C.B.
Juan Calafate
Ricardo Corrons, de la S.C.B.
Gonzalo Abos, de la S.C.B.
Francisco Chillón
Enrique Pérez de la F.A.V.
Víctor Zubeldia
Críspulo Sáenz
Carmelo Valle, de la S.C.B.
Francisco Opiz, de la S.C.B.
Pedro Sorriguieta.
Mario y Luis Losada.
Paciano Fernández de la S.C.B.
Enrique Arcot.
Galo Bengoechea de la S.C.B.
Los hermanos Ricardo y Luis Damborenea. Ricardo ganó una carrera de junior en el velódromo de Bilbao.
Los hermanos Alejandro y Secundino Acha, fue el primero un destacado ciclista ganó la carrera de inauguración del Velódromo de Bilbao, el 24 de junio de 1896 con una carrera de 3.000metros.
Los hermanos Miguel Patricio y Rafael Ferrer Malzarraga.
Adolfo Zamacois en Gran Vía 42 tenía un almacén de bicicletas en 1896. Pero antes ya vendía bicicletas en Ascao dos, desde 175 pesetas hasta 250 pesetas, alquilaba bicicletas para señoras y caballeros, por horas, días o semanas y hasta meses.
Posteriormente Bicicletas Morales, en José María Escuza dos, de Ignacio Morales. Luis Arana Goiri ciclista y posteriormente motorista, vendía las dos cosas, el garaje de bicicletas y motos de Oca, en Rodríguez Arias tres.
Ferrer en Henao catorce, reparaba, alquilaba, vendía accesorios y bicicletas con las últimas novedades.
Pablo Mascarón otro histórico del ciclismo vendía la marca Terrot, en la calle Tívoli de Bilbao.
Vicente Blanco "El Cojo" de la Revista As |
En mayo de 1905 la primera excursión al Castillo de Butrón, organizado por la F.A.V., es la Plaza Elíptica el punto de partida para todos los ciclistas, se sale a las siete y media de la mañana, todos en caravana por el camino de Las Arenas, Algorta y Urduliz.
Los que vayan a pie se organizaran en dos grupos, saldrán a las seis de la mañana por Archanda y Unbe.
Antes de la comida en la campa del Castillo de Butrón, se ofrecerán juegos gimnásticos, de armas, concursos de saltos.....
Además de la F.A.V. nos acompañaran la Asociación de Estudiantes de Educación Física, salón de armas del señor Martín, el señor Damborenea y otros......
José Llorente, Cruz Sáenz organizadores de la prueba ciclista y Juan N. del Barco capitán de los ciclistas.
La carrera de ayer, 29 de julio de 1905, a las siete de la mañana carrera nacional de bicicletas, de 70 km. Bilbao-Galdácano- El Gallo- Larrabezua- Erandio- Enécuri y Bilbao dos vueltas. El primero fue Ricardo Corrons y el segundo Tomás San Salvador.
En estas pruebas actuaban de jurados Manuel Aranaz Castellanos, Vicente Mellado de vocal, Arcadio D. Corcuera, Tomás Aldecoa, Jesús María de Bayo......
También en ese año organizaron una excursión ciclista a Somorrostro, con motivo de las fiestas patronales, carrera de bicicletas en pista, por series, la salida es como siempre de la Plaza Elíptica de Bilbao.
Juan Soriano es ingeniero de caminos y presidente de la Unión Velocipédica Española en el año 1906.
En agosto de 1908 hay una carrera ciclista en Vitoria, la gana Raymond Echeverry y segundo fue Esteban Espinosa de la F.A.V.
En ese mismo año Benjamín Lago, gana la copa del periódico El Liberal. Lago era socio de la tertulia La Sirena.
El ciclista Jesús Casado de la Sociedad Ciclista Bilbaína, engalana su bicicleta para una fiesta ciclista y obtiene el primer premio en 1908.
En ese mismo año Esteban Espinosa es el campeón ciclista de Vizcaya, el año anterior la fue Enrique Pérez los dos de la F.A.V.
LOS VIRTUOSOS DE LA BICICLETA EN BIZKAIA
Espinosa, Valle, El Cojo, Oca, Zumalde etc... fueron grandes ciclistas, cuando un noble ideal los impulsara a practicar este deporte, no se les puede considerar como virtuosos.
Hemos conocido a varios virtuosos del pedal, tienen ellos una afición extraordinaria y perseverancia, una afición que es virtud.
Nacido en San Sebastián el 7 de abril de 1882. Fue ciclista, alpinista, su padre era ingeniero de minas. Era una figura indispensable en el ámbito deportivo, en el Club Deportivo de Bilbao. |
Al igual que su hermano Juan recorre anualmente de seis mil a siete mil kilómetros de carretera.
Posee el recorrido de todas las carreteras de Vizcaya y Guipuzcoa, parte de Navarra, Álava y Santander, ha realizado excursiones por Castilla y otras regiones de España.
GALO BENGOECHEA, le llaman familiarmente sus íntimos el padre Galo.
Su apodo esta justificado, Galo es el padre de los socios de la Sociedad Ciclista Bilbaína.
Es capitán del grupo turista de la Ciclista Bilbaína y finalista de muchos concursos y competiciones. Clasificado en segundo lugar campeonato de Vizcaya y recorre unos dos mil kilómetros al año.
Tiene una bicicleta limpia y pulida, bien ajustada que resalta por el brillo de sus niquelados.
No tiene grandes aspiraciones dentro de su club, capitaneando las excursiones de su club es un hombre félíz.
FEDERICO DAPOUSA, quién le haya conocido en tiempos de la Federación Atlética Vizcaína y quien le conozca ahora, habrá podido observar una gran metamorfosis en él.
Era Federico en los tiempos del Cojo de un humor envidiable y de condición un poco traviesa.
Como ciclista atraía con su fuerza subyugadora, concursaba en todas las carreras que había y tomaba parte en los festivales atléticos que se celebraban.
Fue secretario de la Unión Velocipédica Española, Federación Atlética Vizcaína y posteriormente del Club Deportivo, ocupando puestos de relieve hasta su prematuro fallecimiento.
En su alma bullía el amor y el entusiasmo y era como un símbolo entre todos aquellos jóvenes que empezaban la práctica deportivo en aquellos principios del siglo XX.
Cumplió su sueño en 1919 una excursión a París en seis etapas.
Fue cogiendo kilos y años, y decidió acogerse al ciclismo más bello, el de la excursión.
JUAN SORIANO, cuando hablamos de él nos viene a la cabeza los tiempos de Aranaz Castellanos cuando fundo la F.A.V.
Juan fue un verdadero ciclista y un buen amigo, alto muy encorvado sobre su guía de una anchura exagerada.
Tenía toda la planta de un verdadero routier, llamaba la atención el dominio que ejercía sobre la bicicleta, lanzado a toda velocidad, se ceñía en las curvas con una precisión y seguridad únicas.
Con un brillante historial deportivo, fue a cantidad de carreras nacionales y regionales, primer finalista en el recorrido de las carreteras de Vizcaya. La F.A.V. le premió con una medalla de oro.
Ejerció con acierto durante varios años la presidencia de la Unión Velocipédica Española (IV Región) y trajo a Bilbao el campeonato de España en carretera en el año 1907.
Solía andar anualmente de seis mil a siete mil kilómetros.
Este hombre bueno y de una gran simpatía, desapareció de Bilbao, obligado por su trabajo y tomo residencia en Santander, donde vivió.
¡Juan Soriano cuanto te echamos de menos!.
MANUEL PIQUERO ITUARTE
Fue otra de las figuras señeras de aquellos "sportmans" de principios del siglo XX. Nació en Bilbao y fue bautizado el 25 de octubre de 1873 en San Vicente Mártir de Abando.
Estuvo presente en muchas actividades deportivas de aquel Bilbao,
actuó en el Circo del Ensanche con ejercicios de lucha grecorromana, luchó contra Rakú. Fue campeón de esgrima en la modalidad de florete, Vino del Gimnasio Zamacois y se integró en el nuevo Club Deportivo en el año 1912, con una demostración de ejercicios gimnásticos, vicepresidente del club en 1918, participó en la comisión de fotografía, en la comisión alpina de 1914 y en ese mismo año como organizador del Cross Country por Bilbao.
Juez de carreras ciclistas, de atletismo y juez de lucha.
Presenció el primer combate de boxeo en Bilbao, con el americano Scalon y el francés Kid Adolphe, que organizó don Juan Larrazabal.
En la F.A.V. tomó parte en la comisión de festejos, fue tesorero en 1929 en la Federación Vascongada de Esgrima y juez de esgrima.
Participó en decisiones importantes, como el trasladado y fusión del Gimnasio Zamacois al nuevo Club Deportivo, en la calle Orueta en 1912. Cuando Federico Albízuri era presidente, Secundino Acha vicepresidente, Ángel Pérez Ullívarri secretario y Piquero tesorero.
En 1930, en el estudio de la modificación de los estatutos del club, Federico Albízuri, Julio Yanke, Julio Gamboa y él.
En el año 1933 figuraba como socio número uno del Club Deportivo de Bilbao. Un gran personaje, solo comparable Antxón Bandrés o a Federico Dapousa.
FIN
Sacados los artículos del Periódico El Nervión, desde el año 1892
Aquel velódromo que tuvo Bilbao, Manuel Basas 2 de febrero 1958 el Correo.
La Revista Sportsman año 1908.
La Hemeroteca del Correo.
Archivo del Club Deportivo de Bilbao.
Hemeroteca Nacional de Madrid.
Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia.
Muy buena historia sobre el ciclismo en Bizkaia, y me encantó ver la evolución de las bicicletas la verdad estoy impresionada.
ResponderEliminarSaludos,
Titanium bmx bike