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miércoles, 12 de enero de 2022

JUANJO SAN SEBASTIÁN ARROYO, MONTAÑERO Y ESCALADOR


Juanjo San Sebastián
 
En la camiseta de un neozelandés ponía: "Todo el que vive muere, pero no todos los que mueren han vivido."

"Cuando he tenido alguna crisis, la montaña me ha salvado". 
"Cuando era joven buscaba grandes montañas, lejos de casa. Pero creo que la vida se compone de fases diferentes. Ahora me siguen atrayendo los lugares desconocidos, pero cercanos." 
 
"Cuando la gente no comprende lo que haces y lo cree una inutilidad arriesgando tu vida por nada, pero era la vida que yo quería vivir, dispuesto a comerme con patatas lo que me pasara".

"Eso era lo que pensaba cuando empecé a escalar, cuando la sociedad de entonces valoraba el alpinismo de una manera muy diferente a la de ahora."

Juanjo nació el 23 de abril de 1955 en Bilbao, dice que nació Bilbao por puro azar, una ciudad abierta y entrañable. No estoy orgulloso de ser bilbaíno. ¿ Como iba a estar orgulloso de algo en lo que no he tenido ni arte, ni parte?. Si estoy agradecido al azar: por haberme regalado el mejor lugar y la mejor época de la vida. 
La partera lo trajo al mundo en su casa de la calle Fika del Casco Viejo de Bilbao. Era un niño inquieto, algo indómito en el Bilbao gris y opresivo de los años 1960. Juanjo subió al Pagasarri por primera vez con tres años su bautismo de la montaña.

Aquellas chocolatinas de Nestlé que venían con cromos para pegar en el álbum, el cromo se llamaba la Conquista de los Andes del Perú de 1961 y contaba una tragedia ocurrida en dicha expedición. Sintió el escalofría y la atracción por aquella expedición.

Su padre se llamaba José y era tornero de profesión y trabajaba en una fábrica de pistones en Rekalde, llamada A.L.B. de Mauricio Campino. Hacían todo tipo de pistones, para camiones, motos, coches vendían en el mercado nacional y también exportaban.

La madre María Luisa Arroyo y ambos el padre y la madre fomentaron en él la afición a la montaña, todos los domingos con sus padres y familia acudían a los montes próximos a Bilbao, el Pagasarri, el monte Abril, el Arraiz......Sucedió en un paseo por el monte con su padre, cuando le soltó a su padre:" Yo quiero ser astronauta y lo ha sido a su manera, se ha dejado guiar por esa estrella que marcó el camino a tantos exploradores".

En el año 1967 y con doce años y al compás del  txistu, sube por primera vez hasta la cruz del Gorbea. El Aitzgorri, el Gorbea, las acampadas en verano, era un camino de aventura que aún le dura.

En septiembre era de rigor una semana en el Gorbea, en el refugio de la campa de Arraba, allí les atendían Basilio Etxebarría y su hijo Enrique. Etxebarría era pastor y tocaba la dulzaína. El refugio se inauguró el 29 de mayo de 1960, Basilio se encargaba de las comidas y bebidas, también proveía de leña a los que lo solicitaban.
"Escuchar el fútbol por la radio me deprimía, eso solo sucedía los domingos que estaba castigado sin monte".
Jugaba como los demás niños, a las canicas, los iturris o la goitibera, también pedaleó en el parque de los patos con aquellos anticuados triciclos y sin frenos.

El Gorbea fue el inicio, esa montaña quedaba lejos, la noche anterior a subir por primera vez, no pudo dormir de emoción. Cuando subía al monte lo solía hacer canturreando alguna canción del estilo de Serrat o Benito Lertxundi.



"Hasta que no bajas al campamento base, la montaña no es tuya"
Atxo Apellániz y Juanjo San Sebastián a la derecha
en el año 1994 antes de subir al K2, Atxo había subido
el año 1985 al Cho Oyu, GasherbrumII en 1987 y el Shisha Pangma en septiembre de 1990,para el programa de "Al Filo de lo Imposible".
Juanjo conoció a Atxo Apellaniz en la temporada que vivió en Vitoria. Hicieron una buena amistad, Atxo era una persona muy humana, solidaria, su sencillez, su sentido del humor, era
la alegría, la ilusión y además un gran compañero.
Años después en una entrevista Juanjo dijo: Si se pudiera hacer, yo cambiaría la cumbre del K-2 por la vida de Atxo Apellaniz.


Sus primeros estudios los hizo en el Patronato de Iturribide y los veranos en un pueblo fronterizo entre Burgos y Palencia llamado Melgar de Fernamental, con catorce años empezó a trabajar en la Caja de Ahorros Vizcaína. Entonces la Caja de Ahorros era una institución benéfica y con carácter social. Su primer empleo fue de botones, la entidad era autoritaria pero benéfica, trabajaba por la mañana y por la tarde les pagaban los estudios, no querían verlos siempre en el mismo puesto, los querían ver progresar y subir de escalafón. Pertenecía al Club de Montaña del Patronato y era vocal en la sección de escalada, el material se alquilaba en el Juventus
Juanjo iba todos los días al Juzgado, tenía que traer las actas de los recién nacidos y de los recién casados. A los nacidos se les había una libreta infantil con 25 pesetas y a los casados una libreta ordinaria con cien pesetas y otros muchos recados entre la central y las numerosas sucursales. A la fecha actual aquellos botones así mismo llamados "SACARINOS", se reúnen a comer todos los años y llegaron a ser en total unos cincuenta botones. 
Hay que decir que para que Juanjo llevase esa vida de aventura, tuvo que pedir permisos sin sueldo y una excedencia desde 1986 a 1992, un total de quince años fuera de su puesto de trabajo, fueron seis años fuera de la caja. Dos años permaneció trabajando para el Filo de lo Imposible, empleado en una tienda de deportes, instructor de guías y guía de viajes. Hizo cuatro programas Doctor Livingstone supongo de EITB, tres historias sobre el alpinismo vasco y otra más sobre Myriam García Pascual, gran escaladora desaparecida en 1990 en el Meru, en el Himalaya Indio.
Fue guionista y director de varios documentales premiados en diferentes certámenes y emitidos en Euskal Telebista.
Fue articulista habitual en el Mundo del País Vasco y el Correo. 

*ERA UN SÁBADO DE OCTUBRE
La década de los sesenta tocaba su fin y aún temblaban los ecos de la Salve de los chiquiteros entre las calles Santa María y Pelota.
En ese punto estratégico, al pie de un cepillo para limosnas incorporado a la esquina de piedra, una singular estrella de cuatro puntas, convierte a quién la mira, en cómplice de un secreto: ése es el único punto del Casco Viejo desde el que se divisa la basílica de Begoña.
Los chiquiteros se desperdigan con parsimonia, formando pequeñas cuadrillas, por los numerosos bares adyacentes al casi ruinoso Palacio de la Bolsa que pese a su nombre, jamás cobijó en su techo actividad bursátil alguna y en cuya fachada se aloja la imagen objeto de veneración.
Yo aún era muy joven como para tomar vinos y me dispuse a marchar de allí, no sin antes empaparme de todo lo que creí poder aprender de las conversaciones de aquellos hombres.
Antes de alejarme definitivamente de esa esquina telescópica, me quedó grabado el recuerdo, el comentario de uno de aquellos hombres. Lo hizo en tono de desafiante incógnita:
Porque....¿Que hay, más de Bilbao que el Athletic y la Virgen de Begoña?.
Porqué....¿Que hay más de Bilbao que la Ría y el Pagasarri?.
Del libro de Juanjo San Sebastian, El Pagasarri, publicado en 1995.*

Los padres de Juanjo no sintieron simpatía por el régimen de Franco, eran gente de arraigada fe católica pero no franquistas. Juanjo iba al monte con un grupo de Acción Católica que organizaba la parroquia.
Juanjo comienza a escalar con la expresa prohibición de su padre y se estrena en Atxarte, éramos un grupo de quince a veinte chicos, nos juntábamos los fines de semana y dormíamos en un pajar, Atxarte era el umbral a lo desconocido subíamos la chimenea La María por entonces había muy pocas vías abiertas, era el lugar habitual donde empezaban todos los escaladores por aquella época.
También hicimos una incursión, por un territorio para nosotros desconocido, Larraitz, Txindoki, Lizarrusti, Ataún.......
Soñábamos con ir al Tozal, los Mallos de Riglos, los Picos de Europa, el Gallinero. Teníamos relación y amistad con algunos socios del Peñalara de Madrid.
Tuvo unos años de intensa actividad social y política con la esperanza de cambiar el mundo, perteneció al Comité de Empresa y a Comisiones Obreras, fueron cinco años de clandestinidad entre Gipuzkoa y Vitoria, Juanjo trabajaba en Cablenor de peón especialista en marzo de 1976 en la capital alavesa.
En Vitoria los trabajadores se reunieron en asamblea en la Iglesia de San Francisco de Asís, la fecha fatídica fue el 3 de marzo de 1976 y  se produjo la mayor matanza de la Transición política, en una carga policial mataron a cinco trabajadores. Hubo cargas dentro de la iglesia y al salir hubo disparos de pelotas de goma y armas de fuego.
Pero no son todo malos recuerdos, Juanjo dice que tiene que agradecer a la Guardia Civil el haber aprendido a hablar euskera, cosa que hizo en Hernani, cuando se encontraba huido de Bilbao.
De su breve estancia en la cárcel de Carabanchel, recuerda especialmente a Simón Sánchez Montero por su lucidez y a Lucio Lobato, de quien dice que era de las pocas personas a las que conoció en aquellas circunstancias que además de ser valiente, era buena persona.
Con la ley de amnistía del 17 de octubre de 1977 todos salieron a la calle.
Juanjo pasó de ser creyente a ser ateo de todo, a no creer en nada, ni en las ideologías, solo en la gente que aprecia. La montaña puede tener un punto de ateísmo.

Juanjo San Sebastián

Pasados estos ardores de juventud decidió quedarse solo con la montaña y dejar la actividad sindical, que fue lo que años después le dio satisfacciones y notoriedad.
 Juanjo hizo la mili en Cádiz, en Artillería, lejos de sus montañas. 

Si le preguntas a Juanjo en que ascensión a disfrutado más, siempre te dirá en la cumbre del Mont-Blanc con su amigo José Carlos Tamayo, sesentón igual que él, extraordinario escalador, expedicionario, que ahora pasan por abuelos pero que tuvieron mucho que decir en su época.
La escalada "Integral del Peuterey", la más larga de Europa de 8 km y mil metros de rappels, una tormenta origina una descarga de rayos por todo el macizo produciendo un maravilloso espectáculo algo inolvidable.
La cara norte del Eiger, la arista norte del Alpamayo en 1979 con Emilio Hernando, él nos animó hacer la expedición y a todos los jóvenes a marchar a montañas lejanas.
Dice Juanjo que Emilio Hernando hizo el Camino de Santiaga antes que el Apóstol.
La amistad de Juanjo con Emilio data del año 1971, como olvidar aquél verano de 1978 en los Pirineos, el Perdido, el Cilindro, Torre de Marboré, Astazou arista NO y el Vignemale, las acampadas, las comidas de mochila, la camaradería, la amistad. Decía Emilio Hernando " Las montañas siguen impasibles encima nuestro".
La vía Ferrari en el oeste del Alpamayo en 1996, el intento alpino a la arista este del Abasraju, la oeste del Tocllaraju, el Huascaránen.... en la cordillera Blanca en el Perú. En 1981 intenté la cara oeste del Gauri Shankar, en el Himalaya Nepalí. De entre las más de 15 expediciones al Himalaya, Karakorum y Kun Lun.
Unos intentos en estilo ligero a diferentes montañas de siete y ocho mil metros, conseguí en las décadas de los 80 y 90 los intentos en el K2,  el Makalu en octubre de 1985 sube Juanjo infiltrado en una expedición italiana, la quinta montaña más alta hasta su cima y su primer ocho mil. 
El Cho Oyu, cima central del Shisha Pangma y la antecima del Broad Peak un vecino del K-2 con Ramón Portilla y el porteador Karin el 6 de julio de 1986, después de haber trazado una nueva ruta en la arista nordeste del Chogolisa de 7.600 metros. 
En el año 2011 escalamos el Amme Machen II en la cordillera del Kun Lun y el último era un intento invernal al Laila Peak de 6200 en el Pakistán y una expedición a las islas Georgias del Sur, repitiendo la travesía que ahora hace un siglo, realizara el explorador británico Ernest Shackleton.
Además de estas expediciones salidas a África (Kenya. Kilimanjaro y Ruwenzori). Canadá (Torre de la Flor de Loto, en el Circo de las Inescalables), descendiendo por los ríos Nahanni y Yukón en canoa.
He escalado Zodiac y North America Wall, en el Capitán , el valle de Yosemite.
 José Carlos Tamayo que el 30 de septiembre de 1990 asciende al Shisha-Pangma(Himalaya) de 8008 metros. Con él iban en la expedición Juanjo San Sebastián, Antonio Trabado, Atxo Apellaniz.

Foto del periódico El Correo, F.J. Pérez
Juanjo San Sebastián  y Alberto Iñurrategui se abrazan, en el campo base

Culminar los catorce ocho-miles como lo ha hecho Alberto Iñurrategi no solo es cuestión de fortaleza y de adaptación.
Algunas de sus ascensiones han requerido un nivel técnico y logístico nada desdeñable. Avanzar durante  cuatro días consecutivos por la arista Este del Annapurna, con gran dificultad técnica siempre presente, conviviendo en cada momento con el riesgo de caída y todo ello por encima de los siete mil quinientos metros, esta reservado solamente a unos pocos privilegiados. Alberto reúne estas cualidades que hacen de él uno de los alpinistas más grandes.
Así se expresaba Ramón Gárate, el médico personal de Alberto Iñurrategi y especialista en medicina deportiva.



Una tormenta en el campamento



En el año 1983 Televisión Española le propuso a él y a otros compañeros ir a filmar un documental al K-2, nos pagaban todos los gastos de la expedición, este fue el origen de "AL FILO DE LO IMPOSIBLE" Sebastián Álvaro el director del programa, le llamó para hacer ese programa.
Iban con 18 millones de presupuesto, en esta expedición figuraba José Carlos Tamayo y Juanjo, dirigida por Sebastián Álvaro, Carlos Contreras y esta prevista una película de la expedición. El ataque definitivo estaba previsto  del 29 de junio al15 de julio.
Colaboró en este programa durante más de quince años dedicado a la montaña y la aventura. Dedicaba esporádicamente funciones de guionista y de especialista de montaña.
Suben al K-2 por la cara oeste(vía japonesa), no llegaron a la cumbre, iban en esa expedición Juanjo San Sebastián, Sebastián Álvaro y Félix de Pablos y se filmó toda el trayecto de subida sin llegar a la cima.
Más de 27 años estuvo Sebastián Álvaro al frente del Filo de los Imposible con unos trescientos documentales.
En el verano de 1986 hacen cima en el Broad Peak, la dificultad les sorprendió y la falta de material. Con un gran esfuerzo llegan a la cumbre Juanjo San Sebastián, Ramón Portilla y Kerin el porteador amigo de Juanjo, fuimos en estilo alpino, exclusivamente con lo puesto. No había cuerdas fijas, pero no nos costó demasiado esfuerzo, la verdad fue el 6 de julio de 1986.
El proyecto fue una idea de TVE dentro del programa Al Filo de lo Imposible. Tuvieron que marchar precipitadamente debido al mal tiempo, cuando iban a intentar el segundo asalto, no pudieron usar el ala delta.
Esta prevista para julio de 1987 una expedición vizcaína al K-2, los integrantes del grupo Juan Carlos Tamayo, Juanjo San Sebastián, Txema Cámara, Koldo Tapia, Alberto Posada y Javier Alonso. Hacen la escalada por la arista de los Abruzzos.
El primer día al estilo alpino, sin campos intermedios alcanzando los siete mil cien metros, durmieron en una cueva.
Al día siguiente prosiguieron la escalada para no parar hasta el hasta las seis del día siguiente, es decir 23 horas continuas de ascensión.
Este hecho por si solo ya es una proeza, dado que tardan cuatro días en alcanzar esa cota y ellos solo emplearon dos en llegar a los siete mil seiscientos.
Al día siguiente iniciaron el asalto definitivo a la cima por el cuello de la botella, fuimos sin cuerdas fijas. Llegaron hasta los 8350 metros, un fuerte viento y el empeoramiento de las condiciones atmosféricas les obligó a abandonar el intento.

Lino Lacedelli, italiano el primero en escalar el K-2 en el año 1954.
Foto del periódico El Correo.


El K-2 es la segunda montaña más alta del mundo, fue descubierta en el año 1860 por el teniente T.G. Montgomery del Servicio Colonial Topográfico Británico.
No fue hasta el 31 de julio del año 1954 cuando dos alpinistas italianos consiguieron escalarla Lino Lacedelli y Achille Compagni.
Desde su conquista hasta el año 1986 solo lo habían escalado 66 personas de las cuales tres eran mujeres. Veinticinco han muerto en el intento.
Tres mujeres fallecieron en el descenso del K-2, la polaca Halina Krüger, murió en el campo dos por un fallo cardíaco. La expedición la dirigía Wanda Rutkiewicz en 1982 formada por 11 alpinistas que alcanzaron los siete mil doscientos metros, por el espolón de los Abruzzos.
Otra polaca Dobroslawa Wolf, la séptima victima femenina murió bajando el K-2 durante un dramático descenso en 1986 en compañía Willy Bauer y Kurt Diemberger.
Wanda Rutkiewicz el 23 de junio de 1986 pisó la cumbre del K-2 y esta considerada como la mejor alpinista de todos los tiempos. Ese día llegaron a la cumbre seis personas, de entre ellas otra mujer Liliane Barrad y los navarros Mari Abrego y Josema Casimiro.
Wanda subió encordada con el alpinista francés Michel Parmentier.
La preparación física es imprescindible, pero hay alpinistas que a los cuatro mil metros sufren problemas de adaptación y deterioro de su capacidad funcional.
En el año 1987 cuatro vascos y dos navarros participarán en la expedición al Everest de Televisión Española.
Juanjo San Sebastián, Emilio Hernando, José Ignacio Tamayo de Sestao, Juan José Apellaniz alavés, Trinidad Cornellana y Juan María Eguillor navarros, junto con otros expedicionarios españoles e italianos. Salen el 9 de marzo hacia el aeropuerto de Katmandú.
Juanjo San Sebastián jefe de la expedición no duda que llegaran a la cumbre, seguiremos una nueva ruta que se conoce  como Ruta del Pilar Sur y sin botellas de oxígeno. A la Televisión Española esta expedición le costará de diez a quince millones.
Hicieron un intento de subida José Carlos Tamayo y Juanjo San Sebastián y llegaron a los ocho mil trescientos metros, tuvieron que bajar porque el viento era extremo y hacía mucho frío.
Tal como hemos dicho era la ruta polaca, espolón sur abierta en 1980 abierta por Jerzy Kukuczka y Andrzej Czok, sin oxígeno y al estilo alpino ligero.


A la izquierda un peruano Vitaliano, Juanjo San Sebastián y a la derecha
Emilio Hernando, en la cumbre del Alpamayo, de los Andes de Perú año 1979



LA CITA INEVITABLE, AÑO 1994 EL K-2
"Cuando se programó la subida al K-2 en 1994, pensaba que yo también podía morir, antes solo pensaba que podían morir los otros, te crees inmortal." 
Cuatro expediciones a una montaña que pronto dejó de ser atractiva para Juanjo, en la tercera ya no quería ir. El primer intento en 1983 y el último en 1994. Mi interés por el K-2 se había transformado en indiferencia, pero la dinámica me arrastró. Me movió el deseo de contar una historia, algo que no pude hacer con las cámaras de Al Filo de la Imposible, pero la historia se trocó en tragedia, pero es también una historia de amistad y solidaridad.
Allí estaban algunos de los habituales del K-2, Juanjo San Sebastián, Ramón Portilla, José Carlos Tamayo, Sebastián de la Cruz, Juanjo Ruiz, Iñaki Ochoa de Olza y Atxo Apellaniz.
Subimos al Cho Oyu, la cima central del Shisha Pangma, filmando para Al Filo de lo Imposible y entonces surgió la idea ¿K2?
Fueron tres intentos al K2, que posibilitaron que el cuarto se consiguiera llegar a la cumbre, de los tres intentos frustrados por sitios distintos, pero se adquirió la experiencia necesaria para llegar hasta la cima en el último intento.
Impresión tremenda la que causa el K-2, es el único ocho mil esbelto, difícil, muy emocionante, el sueño de tu vida. Cuando eres joven y te quieres comer el mundo, era lo máximo.
En el último intento fuimos por la cara norte, que es muy vertical, la más difícil, los últimos metros subes andando, pero el resto es escalada.
En 1994 Sebastián Álvaro nos convocó para subir al K2, en ese año yo ya me sentía en la reserva activa del himalayismo.
Le conteste a Sebastián Álvaro que contara conmigo para subir al K2 por la cara norte.
Ramón Portilla era el único que había intentado subir por tres veces al K-2 conmigo.
En 1994 fue el año en que coincidimos distintos montañeros en el K-2 pero por distintas vertientes: Atxo, Iñaki Ochoa de Olza, José Carlos Tamayo, Félix y Alberto Iñurrategui, Kike de Pablo, Josu Bereciartúa, Juanito Oiarzabal y Juan Tomás, así hasta trece.
Juanjo se hizo una práctica reflexión, veintiocho años tenía en 1983 más otros once en 1994, un total de treinta y nueve años, una edad en la que el interés por seguir vivo suele ser mayor que a los veintiocho.
En un plazo de once años había perdido a su abuelo, a su padre y a más de diez amigos cercanos, algunos por accidente de montaña. 
La cumbre del K-2 es extraordinariamente bonita, definida, amable. No excesivamente grande ni plana, como la del Cho Oyu, ni excesivamente pequeña y puntiaguda, como la del Makalu.
Empezaron la subida por el espolón norte, vertiente China.
Los últimos metros no discurren por una pala nevada, monótona y sin horizontes, sino por una arista de suave inclinación.
Ese día consiguen llegar a la cumbre Juanjo San Sebastián y Atxo Apellaniz.
Desde el último campamento altura, el IV había seiscientos metros de desnivel muy duros.
En los últimos días habían estado comiendo purés y papillas, Juanjo pasó dos noches a la intemperie y Atxo tres, los dos llevaban días sin comer, ni beber.
Un alud separó a los dos  que apunto estuvo de arrojarlos por una pendiente de más mil metros de desnivel. Tres noches agónicas, sin comida ni bebida. Recibieron la ayuda de sus compañeros Sebastián de la Cruz y Ramón Portilla en el campo III, a 7300 metros.  
Atxo Apellaniz murió cuando lo trasladaban al campamento base por agotamiento y deshidratación.  Atxo era alavés y había nacido el 24 de febrero de 1954.
Falleció en la noche del día diez de agosto de 1994 a 6700 metros bajando el K-2.
Al principio Juanjo lo tomó como algo natural, pero luego acusó el golpe.
El cuerpo de este valiente montañero, quedó para siempre en el K-2, en una tienda de campaña apartado de la ruta habitual de subida, fue imposible bajarlo al campamento base.
Cinco días antes habían subido el K-2, Sebastián de la Cruz y José Carlos Tamayo.
El K-2 cara norte, la vía japonesa en verde, por donde subieron Juanjo San Sebastián
y Atxo Apellaniz. Foto de Barrabes esquí de montaña, Blog de Montaña.


Juanjo San Sebastián sufre congelaciones de pies y manos, lo peor son las manos. Fue una verdadera odisea el traslado de Juanjo hasta la civilización para poder ser atendido. Llega al Hospital Clínico de Zaragoza que esta especializado en todo este tipo de congelaciones en las extremidades.
A Juanjo se le trata por medio de una operación que estimula el sistema nervioso, tiene graves heridas en sus extremidades superiores debido a las bajas temperaturas. Se trata de que recupere el flujo sanguíneo y desaparezcan los dolores que padece.
El neurocirujano irunés Ricardo Arregui espera su llegada y que no se demore, todo está preparado para atender a Juanjo. Es una operación llamada neuro-estimulador medular. Se le implanta un electrodo en la columna vertebral conectado a un generador eléctrico que produce estímulos en su sistema nervioso. 
Estuvo once días ingresado por congelación del primer dedo del pie derecho en 1990, tras la ascensión al ChoOyu.

La recuperación de Juanjo será larga y laboriosa, algo por otra parte habitual en las congelaciones. Está previsto una hospitalización de tres a cuatro semanas. Dijo el doctor que se recuperará para la vida normal y es casi seguro que vuelva a la montaña. "Esta gente es de una pasta especial". Se preocupó más por su estado emocional y ha perdido un buen amigo. El doctor Arregui tuvo palabras muy duras para las autoridades chinas, por la tardanza en el rescate.


Juanjo San Sebastián en su casa, no pierde la sonrisa después del percance.
Foto del periódico El Correo.

"El mundo es muy grande y no quiero dedicar media vida a una parcela tan pequeña".

Otra faceta importante de Juanjo San Sebastián, es la expedición a través de los Pirineos, en el mes de julio años 1999 y 2000, para grupos máximo de cincuenta personas. La organiza la BBK pero el que está a cargo de la expedición es Juanjo y destaca el resultado espectacular, son jornadas en las que se recorren de quince a veinte kilómetros, con un amplio equipo de organización que acompaña a dicha expedición, el inmejorable equipo de cocina. La gente se tiene que enfrentar al cansancio y prescindir de las ventajas que ofrece la ciudad. Esta travesía la organizó por primera vez el Anaitasuna de Pamplona, que tenía por objeto recorrer toda la cadena montañosa de los Pirineos desde Hendaya a Port Bou desde el 8 de julio al 20 de agosto. Este club de montaña cobraba once mil pesetas, con un máximo de sesenta personas y había que estar federado. La BBK contó con algunos de estos guías para hacer estas travesías.  

Fue Farolín en los Carnavales de Bilbao de 1995 y Pregonero del Aste Nagusia de Bilbao en el 2005.
En su faceta humorística Juanjo cuenta como en la expedición al Himalaya, se cayó en una grieta al salir comentó "Si no llego a ser de Bilbao me mato", esto que es humor muy bilbaíno algunos les puede parecer una provocación. El que le sacó de la grieta en el Shisha Pangma fue Atxo Apellaniz.
Cuando sube con gente de Madrid les gusta provocarles con este tipo de bromas.
Hasta 26 ediciones congrega la marcha al Pagasarri, posiblemente la mayor cita montañera del mundo.
Ha realizado numerosas jornadas de montaña y aventura, a base de audiovisuales impartidos con los mejores escaladores del panorama internacional( Messner, Cassin, Herzog, Caterine Destivelle, Leo Houlding) en Bilbao, Pamplona, Santander, Vitoria.
A lo largo de su vida recibió numerosos premios y galardones. El premio Ondas para el documental llamado Chogari, la gran montaña muy galardonado.
Bilbao desde hace 20 años acoge el Mendi Film Festival, uno de los festivales de montaña y aventura más reconocidos en el mundo.
En la actualidad está muy ligado al mundo audiovisual y a las expediciones de montaña.
Ha publicado varios libros de gran éxito: Aventuras al filo de lo imposible, Pagasarri, Cuando la luna cambie, Cita con la cumbre y Cuando es mucho tiempo.




Subiendo el K-2 en 1994

Juanjo se manifiesta como un hombre de izquierdas y dice que "Nadie de izquierdas se siente a gusto con el poder", eso lo dijo hace tiempo, hoy me puedo definir sobre todo como un escéptico.
Un periodista le pregunta:¿Se habla de política en las cumbres?
Poco, porque la mayoría de los que van conmigo no votan.
Tienen un concepto más anarquista del mundo. Yo no tanto porque tengo un trabajo estable y eso te integra en la sociedad.
Juanjo cree en un país donde exista la solidaridad con el tercer mundo, la igualdad de sexos y la tolerancia y no las posiciones ultranacionalistas o xenófobas. En un país donde en sus parques naturales no hay ubicada ninguna cantera.

Juanjo San Sebastián fue el mejor relaciones públicas que tuvo la Caja de Ahorros. En los últimos veinte años ha ejercido su actividad en el departamento de Imagen, Publicidad y Patrocinios de Kutxabank SA. Fue la imagen pública del banco, fundamentalmente en Bizkaia, País Vasco y en Madrid con todo lo relacionado con montaña y medio ambiente. Se han dado conferencias, repoblaciones forestales, excursiones y travesías montañeras de entre un día y seis semanas de duración, con clientes de la entidad para identificar al banco con los valores ligados a la montaña y al medio natural, acciones dirigidas a posicionar la imagen del banco dentro de la sociedad en la que se encuentra y fidelizar a clientes vinculados.
Para el  Club Deportivo y sus socios, es un motivo de orgullo y satisfacción tenerle de socio porque siempre ha estado dispuesto a echar una mano y dispuesto a colaborar en lo que se le solicite desinteresadamente.
Se prejubiló a los sesenta y un años y tuvo entonces plena libertad para poder hacer lo que antes no había podido hacer.
Juanjo San Sebastián es socio del Club Deportivo Bilbao, desde hace treinta años comenzó en 1992, asistía a unos cursillos de boxeo que organizaba el club, con José Luis Ortiz Barrón, Joserra Argoitia y José Luis Robledo "Txelis" como profesores y guarda un grato recuerdo de todos estos amigos y compañeros del club, en especial de Txelis. Por allí andaban golpeando al saco, Chus Valle, Vicente Gómez(hijo) José Luis Gaviria, José Aguirrezabal, Jon Inchaurraga y con algunos de estos hacía guantes en un coqueto ring del club,
Gaviria y Ángel Gómez "Gomito" antiguos boxeadores atentos y corrigiendo posturas. Hoy el club dispone de un magnífico gimnasio donde Juanjo se puede entrenar para cualquiera de sus actividades deportivas, montaña, escalada, practica el ultraligero, tiene título de piloto privado de avionetas y de ultraligeros, tanto de tres ejes como pendulares.
En su casa de Villaventín de Losa, una casona antigua rehabilitada donde disfruta del contacto con la naturaleza que es lo que a él le gusta.

Deportistas del año 1994, del periódico El Correo entre otros deportistas famosos,
arriba segunda por la izquierda Virginia Berasategui, Juanjo San Sebastián y de rodillas
en el medio Javier Población, entonces presidente del Club Deportivo que cumplía sus
cien años de existencia. Foto del Correo, de su hemeroteca.


Decía el periódico Marca el 25 de diciembre de 2018, que Juanjo San Sebastián es un símbolo de los valores del alpinismo.
En el festival de Montaña de Bilbao, se le otorgó el premio Wop no solo por su actividad deportiva, sino por los ejemplos de superación, valentía y compromiso.
Representa los ejemplos de la solidaridad, compromiso, valentía, cultura e inteligencia que es lo que nos hace entrañablemente humanos y civilizados.

Juanjo lleva a su hijo Jon a la montaña
"Tuve que explicarle a mi hijo que casi siempre fue allí cuando he sido feliz, aunque muchas veces estaba cansado y que además esos ratos de felicidad generalmente han sido muy breves, pero son esos instantes los que dan sentido a mi vida."

Lo que te mata es la vida, no las montañas, si pudiera cambiar algo en mi vida, me hubiese ahorrado ir algunas expediciones, pero si me preguntas si me arrepiento de haber ido, la respuesta es no.
Juanjo es un hombre muy popular y además muy querido, le han hecho varias entrevistas para la Librería Desnivel de Madrid, su amigo Darío Rodríguez en You Tube y uno de los comentarios a esa entrevista, dice así: Esa humildad de los grandes, solo las montañas más altas y las experiencias más extremas proporcionan.


Este polaco llamado Krzysztof Wielicki, es el quinto hombre en coronar
los catorce ocho miles, subió en invierno al Everest, Kagchenjunga y Lhotse.
De pequeña estatura y de aspecto débil pero de increíble coraje y fortaleza, asistió a una conferencia en el Club Deportivo Bilbao. A la izquierda el autor de este artículo César Estornés.




FIN

Fernando J. Pérez, El Correo
Iñigo Muñoyerro, El Correo
Iñigo Marauri, El Correo
María Arana, El Correo
Idoia Ariznabarrete, El Correo
B.M., El Correo
J.M.M., El Correo
Nacho Pérez, El Correo
J.M. Reviriego, El Correo
Javier Garriz, El Correo
M.J. Atienza, El Correo
Teresa Abajo, El Correo
Txema Soria, El Correo
Jon Uriarte, El Correo
Borja M. El Correo
Jesús M. López, El Correo.
Hemeroteca del El Correo
Mi agradecimiento a Juanjo San Sebastián, por su cordialidad y su amabilidad de siempre.
k-2 Al filo de lo imposible año 1994.

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