Powered By Blogger

lunes, 24 de enero de 2022

ÁNGEL EMALDI OLANO, MONTAÑERO Y ESCALADOR



Ángel Emaldi junto al pico del Fraile o pico Sopeña

Este montañero y escalador hoy está en el grupo de los olvidados, pero yo quiero recordarlo porque tuvo su importancia en aquellos inicios de la escalada en Bizkaia.
Nacido el 2 de agosto de 1910 y fallecido en un accidente mortal el 5 de junio de 1944 en el espolón norte del Amboto (Frailia de 972 metros).
Ángel procedía de una familia de condición humilde, vivían en la calle Bailén en el número 23, en el quinto piso. Este fue el domicilio familiar desde 1910 a 1935.
En el año 1940 vive en la calle Lotería, número dos primer piso con su hermano Tomás y su cuñada Milagros Amelia Burdain Madariaga y su sobrina María Amada Emaldi Burdain.
Su padre se llamaba Justo Emaldi Goiri, nacido en Larrabezua el 25 de abril de 1872 y fallecido el 12 de agosto de 1915, se ganaba la vida como zapatero. 
Su madre Eugenia Olano Elorriaga, nacida en Lequeitio el 6 de setiembre de 1876. Al quedar viuda tuvo que trabajar para sacar adelante a su familia, con hijos pequeños. Primero sus labores como ama de casa, después interina, oficinista, jornalera y en la limpieza de oficinas.
Sus hermanos se llamaban Tomás, José estos dos nacieron en Lequeitio. Tomás era el mayor de todos, nació el 21 de diciembre de 1905. Juan, Manuel y Ángel nacieron en Bilbao.
Durante la guerra civil los Emaldi militaron en el partido comunista, Manuel soldado de la compañía Rosa Luxenburgo con con el número 429, su hermano Juan en el mismo batallón con el número 428 y José perteneció como miliciano al Batallón Democracia.
Ángel tuvo varias profesiones hasta su fallecimiento, botones en el año 1924, en los años 1930 cesante y en el año 1940 almacenero.

Rafael y José María Yohn Renovales, jóvenes deportista
y socios del Club Deportivo Bilbao.
foto de la familia Yohn Zubiría.


Ángel Emaldi participó en la II Marcha Regulada de las X Horas, con el dorsal número siete con el grupo Alpino Mendiranz, había otros clubes que participaron en esa prueba en el mes de mayo de 1930.
 Cultural Deportiva Obrera de Bilbao, Grupo Sabindarrak de Deusto, Deportivo de Solocoeche, Euzkadea Azkatuta, Deportiva Arenal, Grupo Meabe, Club Barraincúa, Deportiva Achuri-Beti, Grupo Alpino Mendirantz al que pertenecía Ángel Emaldi, se inició en este grupo de la Juventud Católica de San Fancisco, pasando luego al Bilbao Alpino Club, donde con entusiasmo y verdadero cariño ocupó puestos importantes, siendo por sus conocimientos uno de sus más firmes puntales. En esos años, muchos de esos clubes desaparecieron y otros se fusionaron. 
En junio de 1934, ya habían pasado diez años desde la última escalada al Pico del Ahorcado y no se han borrado las huellas de Echevarrieta y Sopeña, cuando ascendieron al imponente monolito del Valle de Mena.
El periódico Excelsius nos  cuenta sus periplos montañeros y de escalada en los años 1930.
No ha sido sin tanteos y sin lucha que el colosal monolito se ha dejado vencer. Fue en lucha noble e inteligente, esta vez por Ángel Emaldi del Athletic Club y Díez Basaldúa del Bilbao Alpino, para coronar el citado pico. Este hecho alpino fue el 24 de junio de 1934. Ya se habían entrenado en el Pico Sopeña y en el Atza Agureak. Asimilando enseñanzas y recogiendo frutos de un alpinismo cada vez más refinado y técnico, llegan a donde se proponen, por dominio y conocimiento de la roca.
José María Yhon del Club Deportivo de Bilbao, escaló el diente del Ahorcado fue el 26 de agosto del mismo año saliendo de Mercadillo, dejé la tarjeta en la cumbre después de descansar un rato y recogí la tarjeta del anterior escalador Lucio Tellería que había subido el 29 de julio a las diez y media de la mañana.
También recojo unas estampas de Nuestra Señora de Begoña y la de la Divina Providencia, al dorso se hallan las firmas de Ángel Emaldi y Germán Díez Basaldúa, primeros escaladores después de seis años sin visitar el pico.
Enrique Echevarrieta lo escaló y fue el primero, el 12 de mayo de 1924, Ángel Sopeña del Club Deportivo el 19 de mayo de ese año.
Pedro Garitacelaya del Aitxarte el año 1928.
Ángel Emaldi, del Athletic Club y Germán Díez de Basaldúa, del Bilbao Alpino el 24 de junio de 1934.
Otra vez Ángel Sopeña y Ramón Tellaeche del Club Deportivo el 27 de julio de 1934.
Lucio Tellería del Bilbao Alpino 29 de julio de 1934.


Ángel Emaldi, trepa por el
Diente del Ahorcado
Por las cumbres de Aralar y Pico Saltari:
El 13 de setiembre de 1934 con un tiempo espléndido salgo de Bilbao en el tren de Achuri, a las 6,35 de la mañana con varios transbordos en Málzaga, Zumárraga y Alsasua y llego a Huarte Arakil a la una de la tarde. Por un camino bien marcado subo haciendo zig-zag junto a los postes y en hora y medio llego al Santuario San Miguel de Excelsis de 1230 metros. Por la vertiente sur se domina la Barranca, al frente San Donato(Beriain) y su famosa quilla que se asemeja a un navío colosal. Instalé la tienda de campaña por aquellos lugares dando un paseo al Atxueta de 1343 metros.
Al día siguiente me despedí de San Miguel, por un camino marcado con cruces y las letras de T.A. me interno en la sierra junto a la casa de los guardas, llegando al refugio de Igaratza propiedad de los Amigos de Aralar de Tolosa, no lo pude visitar porque estaba cerrado.
Llego a la cumbre del Irumugarrieta, la cima más elevada de la sierra desde donde se divisa un hermoso panorama, con las cumbres en el siguiente orden: Aldaon, Bedin, Urkori y al oeste tenemos el Gambo.
Al N.O. el Txindoki esbelto guardián de estas magníficas cumbres.
Después en un suave descenso me encuentro un pastor, muy amable que me ofrece su chavola, junto al camino de Amezqueta en un lugar denominado Zotaleta, para pasar la noche lo que acepto con sumo gusto, pues parece que se acerca una tormenta.
Septiembre día 15, al despertar y abrir la puerta de la chavola, veo que está lloviznando y adelanto la partida, dejando para otro día el ansiado Txindoki.
Por por el camino de Amezqueta después de recoger todos mis trastos y después de andar media hora me encuentro con el pico Saltari, que fue escalado hace poco por dos alpinistas donostiarras.
!Y yo estoy al pie del mismo¡, me quito todos los estorbos y subo por una pendiente entre hierba y piedra hasta la collada, desde este lugar veo dos sitios por donde puedo intentar escalar. A la derecha hay una roca que hace la forma de un cuatro, pero es muy lisa por lo que decido por la izquierda pero cada vez me surgen nuevas dificultades, pues tengo que pasar completamente por la izquierda y quedo al descubierto sobre el abismo, pero después de algunos esfuerzos consigo llegar hasta la cumbre. Seguramente seré el primero en escalar este pico por el lugar que lo he efectuado.
La cima es muy reducida y recojo de ella una tarjeta del señor Carranque, de la Sociedad Alpina Capu de San Sebastián y ahora a descender ¿Por donde?. Por el sitio que he subido me parece imposible.
No me queda más que la grieta, por la que me deslizo como por una chimenea y agarrándome como un pulpo a las paredes, desciendo poco a poco, teniendo en un sitio que colgarme y después de algunas filigranas, logro dar un salto y llego a la collada, descendiendo más tarde al lugar donde dejé la mochila. Este pico a mi entender encierra mayores dificultades que el Pico del Ahorcado, sigo el camino de Amezqueta, donde tomo el autobús de Tolosa donde paso la noche y al día siguiente a San Sebastián hacer turismo.

distintas fases
de la subida.




Otra faceta de Ángel Emaldi se desveló en la fiesta del Bilbao Alpino Club en Valmaseda.
Los montañeros de este club celebran sus éxitos montañeros con un ágape.
La villa de Valmaseda ofrecía un aspecto verdaderamente alpino el 27 de enero de 1935, cubierta con un manto blanco de nieve.
Los montañeros ese día se lanzaron por los montes de la Garbea, Kolitza y Rioya, cumplidos los deberes alpinos se trasladaron a la cita, al Hotel Valmaseda medio centenar de comensales se reunieron entorno a una mesa con exquisitos platos y buen vino de Fuenmayor y chacolí de los señores de Orio que causó gran alegría.
En los postres tuvo lugar el reparto de premios, el presidente señor Ormaechea hizo entrega de preciosas medallas de vermeil y plata a los señores centenarios y finalistas entre grandes y calurosos aplausos.
Para un socio honorario, el señor Beristain, hubo un aplauso unánime y cariñoso.
Como punto final los señores M. Barrenechea y Ángel Emaldi, el primero barítono y el segundo tenor amenizaron el acto con sus portentosas facultades.
En resumen una simpática fiesta que resultó muy agradable.
Ángel fue ganador de la marcha regulada de las diez horas de Bilbao, organizada por su club en el año 1935.
Lo que le dio fama fueron sus escaladas, al Pico del Fraile, Ahorcado, Gurena y Adarra, Alluiz y Amboto, en los Picos de Europa: Llambrión, Cerredo, Tiro Tirso, Llago, Madejuno, Picón y las Torres Santa de Castilla y Enol. También visitó en sus últimos años los Pirineos, el Soum de Ramond, Monte Perdido, Cilindro de Marboré.

En julio de 1936 E. Muñozguren del Alpino Club, en los Picos de Europa en compañía de sus compañeros Ángel Emaldi y G. Díez Basaldua escalaron el Tiro Tirso y la Torre Llambrión y el descenso lo hicieron por el nevero helado del Hoyo de Trasllambrión que era peligroso por su inclinación y longitud. La travesía terminó en el portillo de los Asnos y luego subir a Peña Labra donde estuvimos admirando desde allí: Peña Sagra, Potes, Picos de Europa y el Puerto de San Glorio,

Al cumplirse veinte años de la conquista  del monolito del Ahorcado en el año 1944, Ángel Emaldi conocedor del terreno después de haberlo ascendido en dos ocasiones, ha realizado hace unos días una verdadera exhibición de escalada. Llega solo a la base del monolito, mientras un compacto grupo de montañeros de su club ascendían a la sierra propiamente dicha y llegados al extremo separados del diente por un abismo de veinte metros de anchura y de un corte vertical de casi un centenar de metros aguadaron emocionados el momento de la ascensión, para seguir al escalador en todo su recorrido, con el máximo interés y expectación.
Emaldi es un muchacho sano y fuerte que respira salud y optimismo, ataca rápidamente la base del Diente del Ahorcado y en pocos segundos se encuentra en la horquilla que lo une a la sierra. Antes de lanzarse a la escalada coloca la cuerda que lleva enrollada en la cintura y hacia atrás , al objeto que no le impida, ni moleste y comienza a elevarse poniendo pies y manos sobre los apoyos que encuentra en la roca vertical. Estos forman una especie de escalera empinadísima, en la que de vez en cuando faltan algunos escalones.
Esta peligrosa escalera termina en una zona herbosa llena de piedras sueltas que hay que pasarla de derecha a izquierda, encontrándose seguidamente con una grieta por la que trepa nuestro amigo ágilmente y consigue ponerse en la base de los últimos bloques de la torre izquierda del Ahorcado. Pasa luego por ellos, rodeándolos por el lado N. y finalmente alcanza los lados inseguros que forman la cúspide más alta del Diente.
Una cerrada ovación de los montañeros que han tenido la magnífica ocasión de presenciar y seguir en todas sus fases una escalada, donde premia la destacada actuación de Ángel Emaldi.
Hacía veinte años, fue en 1924 el 5 de mayo, cuando los deportistas del Club Deportivo de Bilbao, señores Sopeña y Ferrer realizaron la primera tentativa de escalada del Diente del Ahorcado. Lograron  elevarse como una cuarta parte de la altura total, pero hubieron de desistir en vista del mal estado de la roca, medio suelta y descascarillada, que hacía peligrosa la ascensión.
A la semana siguiente, el 12 de mayo fue conquistado por primera vez el afilado risco, por Enrique de Echevarrieta del Erandio Club.
El 19 de mayo Ángel Sopeña del Club Deportivo, lo escala y retira la tarjeta de Echevarrieta.
Hay un paréntesis de diez años, durante los cuales solo se conoce una ascensión que lleva a cabo en solitario Pedro Garitacelaya, del antiguo club Grupo Alpino Aisarte, hasta que Ángel Emaldi, del Bilbao Alpino Club, acompañado de Germán Díaz de Basaldúa escalan la airosa aguja el 24 de junio y colocan en su cima un artístico buzón de aluminio.
Sopeña y Ramón Tellaeche del Club Deportivo, suben el 22 de julio y durante el descenso efectúan los primeros "rappel".
Según explica la prensa de la época, fijaron la cuerda convenientemente, Ángel Sopeña y Ramón Tellaeche, hicieron uno tras de otro el impresionante deslizamiento de un rappel de 35 metros, altura del tajo que vierte directamente al portillo del Ahorcado.
Apenas terminado este interesante prólogo, cuando se disponían a asaltar el Diente del Ahorcado, cayó un fuerte chubasco que les obliga a interrumpir la operación y buscar refugio en unas concavidades bajo el propio monolito.
A las tres y media de la tarde vuelven al portillo y escalan rápidamente el Diente del Ahorcado.
Recogieron las tarjetas depositadas en la escalada efectuada por los notables escaladores del Bilbao Alpino señores Emaldi y Díez Basaldúa.
Circundando la torreta inferior que culmina la cima, se colocó un añillo de cuerda que había de soportar el rappel de 20 metros, descendiendo hasta el mismo portillo.
Esta implantación del rappel, que tan bien resuelve los problemas de los descensos, dando al escalador una seguridad de la que antes carecía. Ahora bien han de tenerse en cuenta la seguridad de los puntos de apoyo escogidos para el rappel.
El 29 de julio asciende Tellería y el 26 de agosto J.M. Yhon y ahora nuevamente Emaldi, veinte años después de su primera actuación.
Este es el historial del Diente del Ahorcado que con el pico Sopeña(antes pico del Fraile) y el Acha Gurena del macizo de Itxina forman el grupo de agujas airosas, esbeltas e inverosímiles, donde los escaladores norteños ponen a prueba su sangre fría, sus músculos y su gran corazón.


Torre Urrestei


LA TORRE DE URRESTEI DE 678 metros
Pocos sitios del Duranguesado, da al montañero  la sensación de estar colgado en el espacio como en la torre Urrestei y si atentamente se mira la mole  de la Gran Diagonal, que continua a la arista al saliente del portillo de Urrestei.
La primera noticia de la que se tiene constancia fue de los señores Apraiz y Sopeña en abril de 1936.
En el año 1942 el escalador Ángel Emaldi, fue sin compañía el solo.
Después los del grupo Tavira en acción combinada con el Alpino Club escalaron hasta la cumbre.
El diez de septiembre de 1944 el Club Deportivo Eibar colocó un buzón y una pequeña placa incrustada en la pared de la torreta central.
Pared norte del Frailia(Anboto desde Arrázola)
Alberto Besga ascendió al espolón del Frailia en agosto de 1949, acompañado
de Cortezón y Calle lo habían intentado antes pero sin  éxito. Era uno de los retos
de los escaladores por aquellos años, algún año antes ascendió al Diente del Ahorcado.
Al Frailia se sube por Arrázola a 285 metros, primero al caserío de Iturriza y a 350 metros
el caserío de Atxekoa, por el corredor del Amboto-Sakona hasta el Frailía a 973 metros
esta es la vía actual de subida al citado lugar en la actualidad.


LUTO Y DOLOR POR EL AMIGO CAÍDO
El presidente del grupo de alta montaña del Bilbao Alpino Club, Ángel Emaldi y Olano realizó el pasado domingo 4 de junio de 1944, su última y definitiva escalada en los vertiginosos paredones rocosos del legendario Amboto y cuando intentaba su escalada por la difícil arista de Frailía del lado de Arrazola, un desfallecimiento seguido de un vértigo, hizo que su cuerpo robusto y lleno de vida se precipitase de peña en peña hasta el fondo del abismo.
Lleva el nombre de Frailia, el extremo norte de la arista de esta mole rocosa cayendo a plomo sobre un lugar llamado Zabaleta.
Elevándose por una empinada ladera herbosa a la derecha de la parte caliza, alcanzamos un pequeño collado que nos franquea el paso a la zona rocosa que se eleva hacia el corredor de Frailia.
La arista cae a plomo sobre nosotros y sin posibles agarres.
Había iniciado la ascensión formando patrulla con Alberto Barreña y Ramón Leoz, jóvenes escaladores del grupo Alpino Tavira de Durango y cuando la parte más peligrosa de la escalada terminaba sobrevino el terrible accidente que le costó la vida.
Rápidamente sus compañeros le auxiliaron, Leoz angustiado siguió peñas arriba en busca de ayuda. Junto al montañero caído acudieron en terrible descenso Barreña, Celestino Muñozguren del Tavira de Durango.
Más tarde al saberse la noticia llegaron varios compañeros C.Prado del Club Deportivo Bilbao y varios del Tavira, también del Bilbao Alpino. Le colocaron en una rústica camilla y se le trasladó Arrázola, donde el párroco y el médico de Abadiano le prestaron los primeros auxilios. Al atardecer en una ambulancia se le traslada al Hospital de Basurto. El doctor Usobiaga trató de restañarle las heridas, por donde una naturaleza tan fuerte se le escapaba la vida( fracturas de pelvis, maxilar inferior, pierna etc...sin conseguirlo por la gravedad del caso.
A las tres del lunes 5 de junio de 1944, su alma limpia y reconfortada
con los auxilios recibidos, volaba a su Creador.
El fatal desenlace produjo en el mundo montañero una dolorosísima
impresión.


Un grupo de montañeros rindiendo homenaje en el lugar
que cayó Ángel Emaldi.

¡ Descanse en paz, el querido compañero e infortunado amigo!
Su gran amor a la montaña y especialmente su pasión por la escalada, en la que era verdadero maestro, le han llevado a la muerte.
Decía la Federación Española de Montañismo, Región Vasco-Navarra: Ante todo la seguridad, en este caso la patrulla iba sin encordar.
La lección ha sido dura, muy dura y de ella hemos de sacar provechosas enseñanzas y a los veteranos no confiarse excesivamente en nosotros mismos y a los novicios no entregarse sin reflexionar  a los impulsos juveniles. La escalada es un oficio que requiere un concienzudo aprendizaje.
La desgracia de hoy no nos ha de conducir al desaliento. La prudencia y reflexión que se reclaman no ha de ser menoscabo del enérgico y viril espíritu de empresa. No en vano el deporte de montaña es la mejor preparación física y moral del individuo y la mejor forja del hombre.
Ángel Emaldi partió para su última escalada..............

Ángel Emaldi no tenía afán de notoriedad, era tal su modestia que muchas de sus importantes escaladas permanecen inéditas.
Su bondad, simpatía y compañerismo, su hombría de bien le granjearon el cariño y la amistad, de los de la Sociedad Coral, Juventud Católica, el Bilbao Alpino y el grupo Alpino Tavira de Durango a los que pertenecía, se llamaba el grupo Los Saltamontes, también al grupo Peña Gorbea.


FIN
Hemeroteca del Correo
Archivo Ayuntamiento
Liburuklik
Jesús de la Fuente
Fotos del Archivo de Antonio Ferrer, cedidas por su hija
Margarita al Club Deportivo Bilbao.
Archivo del Club Deportivo Bilbao.










No hay comentarios:

Publicar un comentario