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miércoles, 24 de abril de 2019

JULIAN ECHEVARRÍA "CAMARON" SEGUNDA PARTE

Sentado con un perro a la izquierda Julián Echevarría ·"Camarón"
a la derecha con una librea negra y pajarita blanca Cesáreo Estornés (padre).



JULIÁN ECHEVARRÍA "CAMARÓN"- EL DISTRAÍDO ENSIMISMADO-.
Nació el 29 de enero de 1896, en la bilbainísima calle Tendería once.
La madre Nicolasa tenía mucho carácter y ejercía el matriarcado vasco, por ausencia del marido que siempre estaba de viaje de negocios.Gobernaba la casa con puño de hierro en guante de terciopelo.
Tuvieron cinco hijos Julián el mayor, Adolfo, Amelia, Luis y Juan el pequeño y dos gemelos Leonardo y Jesús que murieron dos años después de nacer.
Al morir Nicolasa fue su hija Amelia la que tomó las riendas de la casa, toda la vida giró alrededor de la madre y luego la hija, en esta familia la figura del matriarcado era muy importante. 
Las primeras letras las aprendió en el Colegio del Ángel de la Guardia, que era lo que hoy podemos comparar con un parvulario que estaba en la calle Correo, para luego pasar al Instituto Vizcaíno de la plaza de Unamuno.
Su padre quería para él una educación muy exigente y lo envió primero al Liceo de Bayona y más tarde pasar al New Brighton, próximo a Liverpool donde le sorprendió la primera guerra mundial y tuvo que volver a toda prisa a su Bilbao natal.
Al volver a Bilbao, según cuenta Joaquín Zuazagoitia comenzó a descubrir la personalidad bilbaína de su persona.
Era en el viejo Club Deportivo antes Gimnasio Zamacois de la calle Orueta, donde cultivó el cicloturismo, la pelota y la montaña.
Comenzó a trabajar como tallista, al morir el padre lo hizo en la fábrica paterna de gaseosa y agua de seltz.
Tenía un gran vigor físico, en cierta ocasión se hablaba si era cierta tal forma física en una redacción de periódico en la que él colaboraba y como se puso en duda, dio un salto a una mesa de trabaja en sentido longitudinal sin el mínimo esfuerzo por su parte.
Pero enseguida se dio cuenta que su verdadera vocación era el periodismo y lo hizo como un gran cronista y costumbrista, trató también algún tema histórico de la villa.
Colaboró con algunos semanarios y diarios deportivos y se descubrió para el periodismo en La Noche, periódico que dirigía Mourlane de Michelena. En ese mismo periódico fue director de la página deportiva que en aquellos primeros años comenzaba a tomar auge "Los Sports".
Siguió en el Excelsior donde fue uno de los organizadores de la Vuelta Ciclista al País Vasco en 1924 del 7 al 10 de agosto, la Tarde para terminar en el Correo el resto de su vida.Tenía una letra vertical, pulcra y elegante como su persona.
Escribió en la revista Vida Vasca desde el año 1931 y durante muchos años.



Camarón en una comida del Club Deportivo

Llenaba las cuartillas con agudas observaciones, fue testigo, cronista y altavoz de todo lo que bullía en el Club Deportivo, cualquier acontecimiento social o deportivo.
Fue vocal del club en los años 1924-1925 y terminada la guerra en el año 1940, por ser un hombre ideológicamente próximo al régimen que había ganado la guerra.
Estuvo en la comisión de festejos en el año 1931 cuando se mudó a la Alameda Recalde.
Entró a trabajar como técnico administrativo, de archivo y biblioteca en la Diputación Provincial de Vizcaya el 26 de marzo de 1923.
En febrero de 1960 cobraba 80.606 pesetas anuales con tres pagas.
Se le puede definir como, archivero, articulista costumbrista y deportivo, nostálgico impenitente por las cosas de la villa y alma del Circo Amateur.
Era un hombre preparado que dominaba varios idiomas, fue director de la Revista Vizcaya



RECUERDOS RETROSPECTIVOS, EL AZOTE DE CALLES Y BARRIOS, JUEGOS Y AVENTURAS, EL INTRÉPIDO CÁNDIDO PALOMO, AL ALIMÓN CON EGAS, REBOTILLOS Y FRONTONES.

Egas es un bilbaíno, consolado, apacible y de una campechanía contagiosa.
De chico templó su carácter en aquellas peleas entre barrios
o calles, Urazurrutia, Bilbao la Vieja, Achuri, las Siete Calles, dirimían  sus contiendas con armas un tanto primitivas, como son la honda, el tiragomas, que se arrojaban con los detritus de la Plaza Vieja, tomates, tronchos de berza, pimientos, higos y demás efectos que convertían en proyectiles en abusivos intercambios verduriles.
Luego vino la evolución moderna y surgió el revólver mataperros a un precio casi inabordable para nuestros bolsillos, de 18 reales comportando percusión central y disparo de perdigón gordo de plomo.
De la industria pirotécnica nos aprovechábamos de los cohetes que algunos nos estallaban en la cara y con bengalas con cuyos colores comunicaban a nuestros rostros matices satánicos.
Aquellos gruesos "mixtos de campaña"de cabeza roja adherida al basto papel y que rozándolos contra la pared se quemaban en estallidos intermitentes. Mixtos que resonaban en el hueco de nuestras manos donde quedaban granulaciones carbonizadas.
También nuestros primeros años del Madison Square de New-York(bilbaíno), debajo del puente de San Antón justo debajo de los dos arcos. De discretísima penumbra adosados a la iglesia de San Antón. Donde se substanciaban los golpes y "morradeos" que era la arcaica modalidad del boxeo actual a distancia y el cuerpo a cuerpo.
En aquel Bilbao donde los chicos nos sentíamos un poco vándalos y un poco gorriones que son los más simpáticos de la fauna alada.
El vivir en la calle de áspera sociabilidad en muchas ocasiones por cuanto nuestras travesuras concitaban en nuestra contra a nuestra familias, al "chinel" o "chiva", al maestro, a los tenderos y en general a todo el vecindario.
Aparte de las ya citadas rivalidades entre ambos bandos que iban modelando nuestra individualidad y templando nuestro ánimo en una gozosa independencia, en cada época saboreábamos su encanto.
Por aquél entonces cobraba brío el juego del "chorro, morro, pico, tallo, que", la trompa o "el tar-tar", el burro, en el que compañero de colegio Luis Gorostizu "Submarino" famoso campeón de natación de la ría, hoy excelente pendolista-grabador. De un salto de considerable distancia de trece "Pies y Pico", medida de longitud que variaba según el número que calzaba.
El juego de canicas, con su variedad de gata, barro, cristal, piedra y mármol, el tapulero a base del barro de bustina, el del sauco, marro, oso etc.......sin olvidar las expediciones a pie a pescar carramarros a Luchana, a la segunda presa frente al barrio de la Peña, que era nuestro cuartel fluvial en el estío, junto con la desaparecida rampa frente a Uribitarte que frecuentábamos los domingos por la mañana en vez de la misa en colegio.
No faltaban las salidas a San Roque y las cuevas de Arnótegui, cuya entrada se taponó para evitar peligrosas visitas. Nosotros las exploramos y tuvimos el honor de merendar, con velas apagadas pasábamos arrastrándonos por recintos abovedados y admirando la estructuración de paredes y columnas de agua petrificada.
En Navidades nos atraían las luces de los escaparates alumbrando tiernas escenas del nacimiento del Niño Jesús y permanecíamos absortos, sugestionados, achatando la nariz contra las lunas de cristal, empapando el cristal con nuestro aliento.
La llegada de los Reyes Magos nos llenaba de gozo inefable, siendo ellos con sus bellas promesas los únicos monarcas que aplacaban nuestro temperamento levantisco.
Por los Santos Inocentes,embadurnábamos un trozo de paño negro concienzudamente, era la figura de un monigote que la estampábamos al primer transeúnte que pasaba junto a nosotros. En la Semana Santa era necesario espantar a Judas íbamos provistos de carracas y pequeñas mazas de madera cuando acudíamos al colegio el Carmelo de Begoña, dentro del recinto sagrado rezaban las mujeres y nosotros arrodillados detrás de ellas y a la señal del profesor despegábamos toda nuestra orquesta de madera y clavavámos al suelo con tachuelas las faldas de las señoras orantes. Las bofetadas del profesor nos encendían la cara y orejas.
El Domingo de Ramos, todas las palmas nos parecían pequeñas y escasamente copudas los ramos de laurel que luego adornarían olorosos nuestros floridos balcones.
La aparición de los albérchigos resucitaban el juego de los huesos, los convertíamos en silbos abriendo una abertura mediante la fricción contra el suelo y extirpando la pulpa para dejar el interior hueco.
El día de San Juan se consagraba el fuego, con fogatas cuyo combustible era la acumulación de saqueos domiciliarios, cuantas escobas, cestos, sillas, espartos de cocina, en buen uso iban a parar a la hoguera, con el consabido escándalo de nuestros padres y serenos y todo esto como decía Trueba:

Entre San Juan y San Pedro
abre su perfumería,
el tilo del Arenal.

Los cochorros(abejorros) que trabajaban succionando las jugosas flores del tilo, los capturábamos haciéndoles trabajar con un pequeño cordel delgado que manteníamos entre ambas manos a guisa de cuerda floja.
Supimos las cosas de Cándido Palomo, aunque era mucho más mayor que nosotros que pasaba sin vértigo a la altura de un cuarto piso del Colegio Santiago al Banco España por la cornisa de la fachada a un mirador de la calle Correo y que se quería tirar con un paraguas a modo de paracaídas por el hueco de una escalera, también se liaba a puñetazos sin contar número, ni calidad de adversarios, sus galopadas ciclistas por Bilbao y alrededores o cuando se alistó en la Quinta Compañía de los Auxiliares en 1874.
Todas estas aventuras no nos impidieron seguir siendo el azote del barrio, tocando los botones de los timbres de portales para que no cesaran de sonar con masilla o una alfiler doblada, tocando endiabladamente las aldabas de los portales, sujetando con una cuerda negra y nosotros tirando desde el piso superior, para exasperación de muchachas y amas de casa que nos molían a palos en la estrepitosa huida.
En los meses fríos del invierno llenábamos los botes vacíos de tomate o similares con brasas de carbón que volteábamos al aire para mantenerlas encendidas, bien cerradas para impedir la pérdida de las brasas.
Esta es a grandes rasgos la vida que vivíamos los chicos, más pintoresca, simpática y aleccionadora que la de los muchachos de ahora, que nacen para abordar sin transición problemas planteados para mayores.
Y así lo explicaba Julián Echevarría "Camarón"en un artículo en el Excelsius dedicado a su amigo también periodista, llamado Juan Abando Urrejola apodado "Egas"escritor costumbrista que venía de una familia bilbaína, los Abando de la Fundición así llamada y que eran de tradición nacionalista.
el portal de la calle Tendería donde nació
de la Colección Temas Vizcaínos de la BBK

EL CIRCO AMATEUR DEL CLUB DEPORTIVO DE BILBAO:
Cuando los socios del antiguo Gimnasio Zamacois abandonaron  el viejo y glorioso domicilio social, lo hicieron en grupo por la Gran Vía siguiendo al txistu y tamboril de la banda de música.
Se iban a posesionar en el nuevo palacio de la calle Alameda Recalde joya del Art-Deco. En el tránsito de uno a otro local trasvasaron la esencia que había revitalizado en el anterior club con setecientos socios veteranos, el viejo tronco iba a reverdecer en el nuevo palacio y los novísimos socios llegaban a casi a los tres mil. 
La comisión o sección del circo amateur la determinó el propio crecimiento del club.
Con todos los socios y la sección infantil había elementos para crear un circo de aficionados que reveló las facultades sorprendentes y el buen humor de los bilbaínos.Otra capacidad a nuestro favor era el ambiente gimnástico del club.
La felicidad que producía la presencia del circo en todas sus visitas nos proporcionó los mejores estímulos para continuar en nuestra labor. Siempre acudíamos donde se nos requería nuestra presencia y el circo no llegó a tener fecha disponible.
Al cabo de cinco años de labor benemérita rematada con un viaje a Madrid con la subvención del Ayuntamiento de Madrid y por el subdirector del periódico Informaciones (Víctor  Ruíz Albéniz). El gobierno otorga al circo la Cruz de Beneficencia de primera clase con distintivo blanco. La propuesta la hizo la Diputación siendo secretario Mariano Laita.
Entre aquellos meritorios números de circo podemos destacar, al grupo musical los Chimbos luego llamados Bocheros su fama traspasó fronteras.K-Toño Frade,el Mago Zeny y su ayudante y empleado Antolín Vélez, Miguel Orio el Ramper de Bilbao, Mardaras, Huth y Bárcena el llamado Trío Barmahuth, Pepito Lizundia y Leonardo Orue, Fernando Palacios y Ángel Rementería(Dos Fergel), el Trío Olmar, Juanito Duñabeitia(Simbad), Ponos, Quiquito y Chirlorita, Mister Edward, Nimo y Apolonio Hernández, Jerez y sus perros amaestrados, Ramón Varela y tantos otros.
Entonces era presidente del circo Pedro Clausen y vicepresidente Nemesio Larrea, secretario Luis Borné, tesorero Pedro Martínez, vocales Ramón Mendiola(Monchín), Alfredo Razquin, Nicolás Ruiz y el director del circo Julián Echevarría "Camarón".
En el año 1932 acudieron los componentes del circo al completo en el chacolí de Zollo, presidiendo el almuerzo los directivos Raimundo y Juan Abando, Antolín Elezcano y Luis Borné eran los antiguos supervivientes del Gimnasio Zamacois
que acudieron a la cita. A todos los nombrados que van en el recuerdo entrañable de este viejo club y que ya son historia.
El menú en el chacolí de Zollo, barato y exquisitamente condimentado Ana Tomasa, entremeses a "tuti-plen", paella, angulas de la isla, sorda en salsa, cordero asado, flan, frutas, café, copa y puro, también vino sin desnaturalizar.
Los puros fueron obsequio de don Raimundo Abando.
Hablaron a los postres Mario Ugarte, Abando, Borne, Monchín, Gana, el profesor de gimnasia Felipe Fernández, hubo buen humor, juvenil compañía y mejor apetito.
Que recuerdos y evocaciones nos trajo la presencia de Elezcano y Borné, los veteranos del Zamacois.
Los reunidos según costumbre en aquella época enviaron un hermoso ramo de flores a la señora del presidente del club  Juan Manuel Velasco Amírola, que fue asesinado a finales de la guerra civil por incontrolados de la izquierda, cuando estaba escondido en un caserío próximo a Amorebieta-Etxano. Su único delito fue ser concejal del ayuntamiento de Bilbao y ser de derechas.





ADOLFO ECHEVARRÍA, UNA AMIGA, LA MUJER DE ADOLFO Y JULIÁN

OTROS DETALLES DE SU VIDA
Julián Echevarría a finales 1936 no estaba en Bilbao, había huido como otros personajes de la derecha, lo había hecho cruzando las líneas o ¿estaba escondido?.
En los periódicos había una constante y machacona lista de señores que no habían pagado el recibo del teléfono y la Compañía Telefónica Nacional se lo reclamaba y entre todos ellos Julián Echevarría.
En enero de 1937 es destituido de su cargo como secretario de la Diputación de Vizcaya, Mariano Laita el padre "del hombre de goma" del circo del club, en esta familia tanto el padre, la madre y los hijos eran marcadamente de derechas.
Lo mismo le ocurrió a Julián Echevarría que fue depuesto de su cargo de oficial tercero por abandono de su trabajo, había miedo entre las gentes de derechas después de las matanzas de los buques prisión.
Aunque Bilbao no fue una plaza marcada por la extrema violencia,también la hubo pero en mucha menor medida.
Estaba afiliado a la Central Nacional Sindicalista de Vizcaya de Educación y Descanso, con el carnet número seis.
También fue delegado Provincial de los Sindicatos de la Falange Española Tradicionalista y de las Jons.
José María Oriol y Urquijo fue Jefe Provincial de Falange y Julián Delegado Provincial.
Los Echevarría-San Martín pasaron a vivir de la calle Tendería a Muelle de Ripa siete en el cuarto piso, por aquellos años Ripa no era lo que es hoy, la línea del tren que pasaba debajo de su casa, las gabarras atracadas a ese costado de la ría, las sirenas y los barcos de poco calado que del Arenal iban y venían. Uribitarte tenía un ajetreo tremendo, con todos los almacenes de comestibles, bacalao, carbón, el cielo gris plomizo y el aire contaminado,de la ría con la marea baja subía un olor nauseabundo y el ruido que toda esta actividad producía. Las mujeres que descargaban el bacalao y el carbón de los barcos. 
Desde ese balcón Camarón oteaba con sus catalejos su "Arenal querido" con su mirada clara y azulada, veía el mundo de fantasías y las realidades bilbaínas.
Cuando veía algo escrito de algún compañero de la profesión que le gustaba, le llamaba por teléfono y siempre con una lisonja amable.
Era un mocetón como su padre y sentía una gran devoción por su madre doña Nicolasa a la que solía llevar relámpagos y canutillos, detalle de un hijo devoto de su madre.

Julián Echevarría fue un recopilador de las viejas canciones bilbainas, con toda clase de aclaraciones eruditas. En ellas satisface Julián sus debilidades sentimentales, generosidad de espíritu, aptitud literaria y hábito de investigador histórico y un corazón nostálgico y sentimental, un corazón ya con toques de blanda soltería, para que haya venido a dar en recopilador y comentador de las viejas canciones bilbainas.
De Bilbao sabía absolutamente todo, para él no tenían secretos los personajes bilbaínos, ni las canciones, ni los sucedidos.
Sabía las historias de las murgas y comparsas de los carnavales de la villa, Los Cesantes que sacaron a relucir en sus canciones a toda la fauna callejera de Bilbao., a don Pepito, Chistu y Barragán los dos lactantes de la emulsión de la Rioja, Vicente más conocido 
Jodra el flautista.

Vamos a formar señores
un gobierno popular,
con todos los personajes
que hay en la localidad.
Nombraremos presidente
al simpático Jodra,
que gobernará la patria
con la flauta y la zambomba.
Ministro de agricultura
a Chistu y Barragán.
A don Pepito de hacienda
y para mas atractivo
ministro, negociaciones
le nombraremos  en breve
al tío de los cordones.
Otra agrupación era La Goleta que no se mordía la lengua,
sus componentes vestidos de marineros y ensayaban donde la Sañuda, en Miravilla, mujer brava que se imponía a los hombres.
La Sañuda era una carguera, llamada María Josefa Saldamando Leñero. Bautizada en Gordexola el 24 de abril de 1836, famosa en Bilbao por ser mal hablada y de peor carácter. Acusada de robo de dinero y joyas.
El ayuntamiento de Bilbao le prohibía a estas mujeres congregarse en ciertos sitios de la villa, por sus pendencias y mala boca, las desalojaron de las Siete Calles de Barrencalle Barrena y la Torre que era el lugar de sus reuniones. 
Los Cesantes ensayaban a la luz de un cabo de vela, en la Peña donde estuvieron los Almacenes de Barandiarán.
Otras comparsas fueron, la Farándula, los Pierrots, los Sarracenos, los Contemporáneos, la Polar, la Auténtica,los Infelices del Quince y la mas antigua los Zapateros.
Seguramente cuando pase por delante de las tabernas de las Siete Calles y le lleguen las notas de una vieja canción local, se dirá con los ojos húmedos, como quien ha cumplido un dulce deber sentimental: "Ya le he recogido y comentado" y se alejará silbándola suavemente. Bellas palabras de Joaquín Zuazagoitia en el prólogo del libro "Cancionero Bilbaino".
A Camarón le gustaba sobre todo la familiaridad, el conocimiento entrañable de la gente donde él se desenvolvía en el Bilbao chiquito y bonito. Era un bilbaíno elegante y castizo, con conversación amena y la sonrisa a flor de piel.
Se reunía con su amigo Elías Segovia, una persona con muy pocos estudios y con más sabiduría popular que se ha conocido.
El casticismo y la elegancia de Camarón con su sombrero contrastaba con la pajarita y la viveza de Elías.
Tuvo una medio novia cupletista, pero no llegaron a más, él se definía así mismo como un birrocho, bilbaíno y birrocho.
Con respecto a las mujeres y él solía decir:Soy un hombre profundamente tímido y eso de lanzarme a pescar una novia, me abochorna. Incapaz de proponer matrimonio a una chica, la timidez siempre le frenaba.
En cierta ocasión tuvo necesidad de marchar a Madrid, Julián puso alguna pega, demoraba el asunto sin fijar ninguna fecha y como le conminaron a dar una respuesta acabó por confesar. Mi madre pondrá inconvenientes dirá que nones, debes venir a casa a contárselo a mi madre.
Si Julián va contigo estoy conforme, pero solo no, porque aquello está lleno de lagartas y este Julián es como una paloma mensajera. Tenían que presentar una zarzuela en Madrid, titulada Viento Sur y él y José Luis Albéniz eran los autores.
De Camarón llegó a correr el rumor que ese sombrero de fieltro solo se lo quitaba para ducharse.
Julián recuerda las tertulias que se hacían en el Correo cuando estaba en la calle Ledesma, en la redacción era un implacable cazador de gazapos, el terror de los periodistas.
Popularizó al cantante desconocido en la radio, se recuerdan sus charlas radiofónicas en Radio Bilbao con Ruiz de Velasco, sobre aquel Bilbao pintoresco todo empezó en el año 1952.
Vicente Talón también lo trató y lo recuerda con su espíritu y página viva de Bilbao, siendo él la figura mas entrañable.
Se jubiló de todo en el año 1977 y formó parte de los Trece Hombres Justos que otorgaban la Angula de Oro.



Camarón,foto del libro de Homenaje a Camarón,Temas Vizcaínos de Bilbao Bizkaia Kutxa.

LOS HERMANOS DE JULIÁN
Juan para aquella época era un hombre raro hacía las labores de la casa y era muy poco comunicativo.
Julián y Luis era físicamente muy parecidos con cara equina y alargada, parecidos a la madre y tenían los ojos azules.
La madre como ya hemos dicho llevaba la responsabilidad y el peso de la casa, era una mujer de carácter.
Amelia heredó el autoritarismo y el carácter de la madre y representó el mismo papel y los hermanos obedecían.
Amelia y Adolfo tenían los ojos oscuros y eran más parecidos físicamente al padre.
Juan,  Amelia, Julián y Luis vivían en la calle Ripa, Luis era empleado municipal, era hombre cariñoso, muy deportista y el primero en morir. Opositó y ganó en el año 1944 las oposiciones a una plaza de inspector de segunda, de la sección municipal de arquitectura de hacienda. Luis murió el 20 de junio de 1976.

a la izquierda Adolfo Echevarría,un matrimonio amigo y Elías Segovia
en el bar de la Concordia.

ADOLFO ECHEVARRÍA SAN MARTÍN:
Nació  el 30 de diciembre de 1901 y estudió en el colegio de los Padres Agustinos de Gernika y finalizó el bachiller en el mismo colegio pero en el Escorial.
El padre le quería tener cerca de él, era el empresario de la plaza de toros de Madrid y estaba obligado a residir casi permanentemente en la capital.
Adolfo acudía a todas las corridas de toro y por supuesto gratis, era un gran aficionado a la tauromaquia.
En el barrio de Sarriá(Barcelona) obtuvo el título de ingeniero electrónico y fue a diplomarse en su carrera a la Westinghouse y el RCA.
Pero al igual que su hermano Julián lo que le gustaba era el periodismo, fue en el año 1924 en el Excelsior con Jacinto Miquelarena que estaba como director del periódico. Años después escribía desde New York como corresponsal del Correo.
En Washington el embajador Areilza le nombra jefe del gabinete de prensa de la embajada española y cuando se casó se estableció en Bilbao definitivamente.
Solía acudir con su hermano Julián a la Coral de Bilbao, eran aficionados al género lírico y escribía de ópera, además socio del Club Deportivo desde los primeros tiempos, era un buen conocedor del mundo del boxeo y tenía previsto publicar un libro del pugilismo. Amigo personal de Paulino Uzcudun, también escribía  y hacía la crítica de las películas.
En su vida de periodista conoció a Josefina Carabias, Luis Mendez, Massip......
Escribió muchos artículos a lo largo de su vida profesional algunos de temática yanki, sobre los pastores vascos en los Estados Unidos.
De entre todos ellos uno titulado "Lo que necesita Estados Unidos para liquidar el problema comunista es un general Franco", eran los años de la "guerra fría" 1950.
El policía pelotari,carta desde Washington a José Ramón Basterra"Aitona".
En Nueva York conoció a una muchacha mucho más joven que él,su padre era abogado en la Ciudad Condal al morir la madre se casó otra vez.La muchacha había quedado huérfana muy joven y la madrastra le hacía la vida imposible ¿Crees que tu padre te va a mantener toda tu vida?.
Josefina le ayudaba a su padre en el bufete,pero no lo pensó mucho cogió sus cosas y se marchó a Nueva York donde tenía algún familiar.
Iba renovando la visa de entrada cada seis meses,hizo algunos trabajillos en la Embajada de España sin cobrar, estudiaba inglés y enseñaba español algunos amigos americanos y sacaba algún dinerillo.Allí Josefina Alcoverro conoció Adolfo, conoció sus apreturas económicas y decidió ayudarle, como necesitaba una secretaria la reclamó para él.
Julián, Josefina y Adolfo tuvieron mucha relación entre ellos. Adolfo no dijo que se casaba a sus hermanos, les llegó una carta diciéndoles que ya se había casado.
A la hermana le dio un berrinche que le duró ocho días en cama, se casaron el 6 de octubre de 1962 en Brooklyn(Nueva York), llegaron a Bilbao en el año 1965 y siguió trabajando en el Correo.
Adolfo era un hombre muy jovial y tenía amistad con Elías Segovia al igual que Julián y los dos solían asistir a la Concordia.
Como había una gran diferencia entre Adolfo y Josefina, Elías les decía: Cuando te pregunten la edad les dices, la mitad de otro tanto.
Adolfo y Elías se conocieron en Nueva York, alguien sacaba la mano de un taxi y ese era Elías, era espontáneo y ocurrente.
Cuando Josefina llegó a Bilbao, su cielo gris, la suciedad, el sirimiri, no era la ciudad que ella esperaba y se llevó una gran decepción.
Adolfo compró la casa en un punto neurálgico de Bilbao, frente a la Iglesia de San Antón donde estuvo la casa de los Vitoria de Lecea, la ría, la Plaza de los Santos Juanes.
Josefina es una mujer de una gran viveza e interés por todo lo que le rodea y curiosidad, piensa que le quedan muchas cosas por hacer, así me lo dio a entender cuando hablé con ella.
El año antes de morir Adolfo hacía la crítica cinematográfica  en el Correo, sus compañeros decían de él que era afable con todos y con una sonrisa franca.
El 30 de agosto de 1979 a las 13,40 moría de un infarto de miocardio Adolfo Echevarría, allí se personó el cura párroco de San Antón don Claudio Gallastegui y al ver en la cama al difunto, le dice a su mujer ! Un infarto bah, yo he tenido siete y por eso uno no se muere¡.


De izquierda a derecha John F. Kennedy,John Kenneth Galbrait y Adolfo Echevarría

Ese comentario a Josefina le supo mal, poca delicadeza e impropio del momento, hoy después de muchos años le hace gracia la ocurrencia de ese cura grandón y ocurrente. Don Claudio Gallastegui Zenarruzabeitia era del caserío de Aldapa cerca de Elorrio y nació un ocho de noviembre de 1906, ancho,fuerte de más de cien kilos de peso, cara roja, enfundado en una sotana y pelo cortado a cepillo.Tenía consideración con los montañeros les dejaba salir antes de terminada la misa, para coger el tren o el tranvía.
Julián Echevarría
LOS ÚLTIMOS AÑOS DE JULIÁN ECHEVARRÍA
En mayo de 1976 el consistorio bilbaíno le dedica una calle a Julián, es un cantón de las Siete Calles el que va de Tendería a Artecalle.
Porque allí nació él, acunado por el tableteo del obrador de Manucanela, con aromas de vainilla y cacao. Tendería era el cogollo siete-callero, no era cualquier calle allí nació la Madre Maturana, allí vivió el doctor Entrecanales, Legarreta, Rochelt, Salcedo y la Taberna del Padre Nuestro, donde hasta los valientes se destocaban y rezaban el Ángelus, donde la reina Isabel la Católica juró los fueros y donde jugaban los niños a lo que ya antes hemos comentado.
También en el Club Deportivo le dio varios homenajes y daba charlas, su figura era venerada y respetada, porque ya era historia, el club al que quiso y le fue fiel hasta su muerte.
Los del Club Cocherito también le dieron un homenaje, encendidos elogios le hizo su presidente Mariano San Martín, se recordó a los otros presidentes desaparecidos, habló el director de Radio Bilbao Eduardo Ruiz de Velasco.
Julián muy emocionado habló de sus amigos ya fallecidos.El uno de enero de ese año se cumplían los 64 años de su ingreso en el Cocherito, también habló de su padre y del mundo del toreo, de los cambios de la sociedad que estuvo en el Boulevard en el café del Comercio(Camisería Inglesa), después a la calle Jardínes, esquina Bidebarrieta que antes era la Fonda del Antiguo.En este sitio fue atendido el torero Zacarías Lecumberri recibió un puntazo en la cara interior del muslo izquierdo y la herida se infectó y el doctor Santa Olalla le curaba las heridas con curas de caballo y mientras Zacarías mordía la almohada.
Zacarías brindaba en vascuence, en nuestros pueblos al público femenino y en Bermeo una mujer le gritó con acento arrantzale ¡Lecumberri empreñame quiero tener un hijo torero y no marinero !
En la Sociedad Bilbaína, con una comida a las dos de la tarde y se coloca el cartel de no hay billetes, más de un centenar asistieron al acto, el alcalde señor Berástegui, miembros de la Sociedad Bilbaína, del Deportivo, la Coral, el Club Cocherito.
Recibió una Angula de Oro de manos del gran preboste Eduardo Ruiz de Velasco. 



su madre y hermanos
Temas Vizcainos, Bilbao Bizkaia Kutxa.
*Un mes antes de morir Julián estaba en una silla de ruedas, amorosamente conducido por su hermano Juan. Alfonso Carlos Saiz Valdivielso le visitó y quería que le contara cosas de aquel Circo Amateur del Club Deportivo, allí junto al mirador de la salita.
Que pone un ferrocarril al alcance de la mano y un buen trozo del Arenal a disposición de la mirada, fuimos diciéndonos, sin darnos cuenta que estábamos compartiendo una definitiva despedida.*
Julián Echevarría San Martín "Camarón" murió a las 9,30 de la mañana de un 17 de marzo de 1986, a las puertas de la primavera con noventa años. En su domicilio de Ripa siete cuarto piso.
Murió de una parada cardio-respiratoria ya solo quedaban Amelia y Juan, también la viuda de Adolfo Echevarría, Josefina Alcoverro.
*Volvió Saiz de Valdivielso, después de su muerte aquella casa para abrazar su ausencia, en la presencia dolorida de sus dos hermanos Juan y Amelia, los dos seres que se desvivieron por él en su enfermedad y que estaban resignadamente huérfanos de su compañía, de aquella mirada azul, de sus dificultosas palabras en los últimos tiempos.*
en sus últimos años Julián
Temas Vizcaínos de la BBK
*Tuviste la justa dicha de ver campear tu nombre 
en la placa callejera del cantón.
Allí donde naciste hace noventa años, en un piso donde
alcanzabas a ver una pareja de golondrinas 
construir un nido, que seguramente aún permanece.....*





FIN DE LA SEGUNDA PARTE

El decano de los bilbainos,Germán Yanke.
El último nostálgico, Enrique Ybarra.
En la marcha de Julián Echevarría, Vicente Talón.
¡Pasen señores! K- Toño Frade.
Perfil biográfico, Alberto López Echevarrieta.
Unb bilbaino castizo y elegante, Luis del Olmo.
El bochero mayor del reino, Eduardo Ruiz de Velasco.
La paloma mensajera, José Luis Albeniz.
A nuestro Julián el bueno, Antonio Guerrero.
El último bilbaino, Alfonso Carlos Saiz Valdivielso.
Del librohomenaje a Camarón, Temas Vizcaínos nº 198 de Bilbao Bizkaia Kutxa.
El Correo, Deia.
Archivo Diputación Foral de Bizkaia.
Hemeroteca Nacional de Madrid.
Biblioteca Diputación Foral de Bizkaia.
Liburuklik.
Archivo Club Deportivo Bilbao.
Cancionero Bilbaíno, del Cofre Bilbaíno.




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