LA HISTORIA DE ALGUNAS ZAPATERÍAS DE BILBAO.

La lluvia menuda y pertinaz, aquí llamada "sirimiri" o en euskera "zirimiri" y la fidelidad del vasco al paraguas forma parte de su comunicación con la lluvia y de su idiosincrasia, hasta de su propia anatomía. Dicen con humor que al vasco le salió el paraguas, lo mismo que su prominente nariz. El año 1881 fue un año especialmente lluvioso, durante todos los meses, poco o mucho todos los días. Negocio para los paragüeros y los zapateros. No solo paraguas para defenderse de la lluvia, un buen calzado, botas, botines y zapatos. Así ganó fama el paragüero francés que tenía su negocio en la calle del Arenal primero en el número diez y ocho y después se pasó al veinti-dos en el año 1881. Se llamaba Lorenzo Capitaine y Fabré que se casó con Eugenia Casales Aguirre-Sarasua, nacida en Markina y bautizada el 13 de noviembre de 1824. Los esponsales fueron en la Iglesia de San Nicolás de Bari de Bilbao, el 5 de abril de 1843. Tuvo unas hijas muy guapas a decir de José de Oruet...