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lunes, 24 de abril de 2023

EL CLUB DEPORTIVO BILBAO, A FINALES DE LA REPÚBLICA Y PRINCIPIOS DE LA DICTADURA DE FRANCO.


Fachada del Club Deportivo de Bilbao, año 1936
Foto de la Fundación Sabino Arana.


*El Club Deportivo Bilbao, albergó durante varios meses la sede central de la lucha antivenérea y un hospital militar con 187 camas. 
Durante los meses de agosto y septiembre de 1936, fueron cerca de setenta mil los habitantes de Gipuzkoa que huyeron a Bizkaia, escapaban de las tropas de Franco.
Muchos de ellos irrumpieron en los locales
del Club Deportivo para instalar allí su precario albergue. La Junta de Defensa y Asistencia Social procedió el 8 de septiembre a la incautación de los locales que ya habían sido ocupados.
Pero a comienzos de noviembre se habían habilitados otros albergues mejor acondicionados y las autoridades militares decidieron dar una utilidad diferente a los amplios salones y despachos del club.
Así fue que desde comienzos del mes de diciembre, se instaló allí el Centro Venereología, Epidemiología, Parasitología y Especialidades, las consultas médicas de especialidades y un hospital anexo que comenzó a recibir enfermos a finales de mes. Para diferenciar a este último del resto de los hospitales militares de Bilbao y remarcar que estaba destinado principalmente a la hospitalización no quirúrgica, se le denominaba "Sala de Enfermos".
 

Las camas hospitalarias, el edificio y la consulta médica


Dispensario Militar de Higiene
Ezequiel Porto, médico de Sanidad Marítima y José Luis Gallano Gondra, dermatólogo este último y socio del Club Deportivo. Los dos fueron los encargados de dirigir la lucha antivenérea, así como la prevención y tratamiento de las parasitosis .
Contaban con la colaboración de otros médicos y una plantilla de practicantes y camilleros, que atendían también a los dispensarios militares de higiene de Amorebieta, Durango, Markina, Gernika, Eibar, Elorrio, Ochandiano, Amurrio y Ubidea.
Fue muy elevado el número de milicianos que contrajeron enfermedades venéreas durante los meses de octubre y noviembre.
Las drásticas medidas para curar y alejar a las milicianas disminuyeron el contagio y permitieron que este servicio se dedicara a otra cosa, fomentando las medidas de higiene, para combatir los piojos y la sarna. Aunque fue pequeño el número de pacientes por estos casos.
Una de las primeras medidas del doctor Gallano fue convencer a las autoridades, por la opinión extendida de que a los pacientes en estos casos se les considerara como autolesionados.
También se mejoro el control de las prostitutas registradas y buscar vías de acercamiento entre las no registradas, consideradas las de mayor riesgo entre la población.
Los médicos con sus equipos volantes se acercaron a todas las posiciones para proceder al tratamiento de piojos en ropas y otros enseres.
También se repartía una vacuna antitífica, que se administraba por vía oral.
En este centro se atendían alrededor de 600 consultas al mes, también había médicos militares de gran prestigio.

Detalles del Hospital del Club Deportivo Bilbao

Hospital
Tenía cerca de doscientas camas que se hallaban distribuidas por los salones del club.
El primer paciente ingresó el 27 de diciembre de 1936 y en menos de un mes ingresaron 182 enfermos.
Las enfermedades más comunes eran las afecciones del aparato respiratorio, bronquitis, neumonías, asma y del aparato digestivo, úlceras gastroduodenales, diarreas etc....
Tenían un servicio de radiología a cargo de un médico de Irún Venancio Iparraguirre, un laboratorio con Tomás Corral y una amplia plantilla de enfermeras tituladas.
Los médicos que atendieron la "Sala de Enfermos" y las consultas fueron José Lecube Barquín, Galo Guerricaechevarría, Luis Astorqui Chavarri, Blas Oiza Ancil, José María Aranzadi Bergareche, Joaquín Uruñuela, Santiago Ibargüen Beitia, José María Arriola Navea, Juan Antonio Naranjo Martínez,  Urbano González Gil, Jesús Senra Calvo y José María Hormaechea Larrinaga.
Ibargüen y Aranzadi fueron profesores de la Facultad de Medicina de Bilbao, establecida en 1936, el primero daba fisiología y el segundo farmacología.
Había pacientes que alegaban enfermedades, para no ir al frente y allí estaban en observación hasta ser evaluados, alguno fue procesado por amenazar a las enfermeras conminándoles a falsificar datos en su ficha médica. *

*La piscina cubierta del Club Deportivo se aprovechó para un tratamiento antiparasitario, contra la sarna y pediculosis, llegaban allí todos los milicianos y salían curados cuatro días mas tarde.
Se instalaron camastros de tipo tijera para que pudieran dormir allí mismo.
Se les daba ropa limpia y la suya era desparasitada y luego se negaban a devolver la ropa limpia entregada.*


Esta es la información se encontró en el archivo del Club Deportivo, de la guerra, al final de la misma y durante la postguerra.

 "Al iniciarse el glorioso movimiento nacional, el gobierno rojo-separatista, se incautó de sus locales para destinarlos, a primeros de septiembre de 1936 a estación  de recepción de todos los refugiados que venían huyendo de todos los pueblos de Guipúzcoa, a medida que estos iban siendo liberados por nuestro bizarro ejército, utilizando todas sus dependencias sin el menor cuidado para estancia de miles de personas, hombre, mujeres y niños causando grandes destrozos al mobiliario. Fue afectado parte del edificio por la explosión de una bomba caída muy próxima al mismo, que destrozó toda la cristalería de su frontón y la pared lateral del mismo.

Más adelante los rojos-separatistas lo convirtieron en hospital de enfermedades infecciosas y venéreas y para acondicionarlo a estas necesidades se llevaron a cabo un cierto número de obras y modificaciones en sus locales en perjuicio de los fines a que están destinados, destrozando lo poco que quedaba de su excelente mobiliario y llevándose, con destino a otros centros deportivos de carácter político una gran cantidad de aparatos de gimnasia, muchos de los cuales no han podido ser recuperados.
En vísperas de la liberación de esta plaza y al ser evacuada por los rojos que hasta aquellos tristes días nos habían sojuzgado, fue convertido en hospital cuartel de milicianos rojos que al retirarse a Santander acabaron por arrasar los restos de esta sociedad deportiva, orgullo de Bilbao y de España entera.
Vienen los días gloriosos de nuestra liberación y por necesidades de guerra, se destina el Club Deportivo a campo de concentración de prisioneros rojos, recluidos en él prisioneros rojos durante algunas semanas varios miles de milicianos, cuya estancia acrecentó los graves destrozos padecidos en sus instalaciones.
Desalojados sus locales de prisioneros y una vez efectuada una escrupulosa limpieza y desinfección, no quedaba en pie más que sus paredes, pues hasta el archivo y la biblioteca desaparecieron, siendo destinado provisionalmente a cuartel de "Flechas" y "Pelayos", hasta que con la ayuda de la Diputación de Vizcaya y las Cajas de Ahorros Municipal y Provincial, fue posible reanudar su vida social en condiciones muy modestas y sin poner en funcionamiento más que una parte de sus instalaciones.
Año 1931, edificio del Club Deportivo Bilbao de Alameda de Rekalde.


Para poder ocupar los locales, fue necesario que las Cajas de Ahorros invirtieran doscientas mil pesetas en acondicionarlos, pero no fueron suficientes, por lo que nos vimos obligados a pedir un préstamo de cien mil pesetas a las mismas Cajas de Ahorros, con las cuales hicimos frente a lo siguiente: Obras de pintura por un valor de 49.962 pesetas, obras de carpintería, albañilería, cubrición de frontones por un valor de 30..489,86 pesetas, red defensora de los luceros del frontón por un valor de 7.700 pesetas, compra de motores, material de gimnasia por un importe de 14.000 pesetas.
Además de esto, en nuestro primer año 1941, tuvimos de gasto de conservación 5.900 pesetas, en 1942 fue de 13.000 pesetas, en 1943 subió a 36.000 pesetas y hemos presupuestado para 1944 un total de 15.000 pesetas.
Para calibrar nuestro esfuerzo es necesario hacer constar que a la fecha de hoy hemos saldado completamente todas nuestras deudas referentes a las obras necesarias hechas por nuestra cuenta y únicamente tenemos como grandes acreedores ambas Cajas de Ahorros, con un importe de 85.000 pesetas de las 100.000 prestadas.
A pesar de todas estas dificultades, las actividades deportivas no solamente no han menguado, sino que han ido en aumento y así tenemos que en 1941, no podemos tomar por referencia por ser muy corto el espacio de tiempo que estuvo el club en funcionamiento.
En 1942 de ajedrez 23 participantes en el campeonato social y en 1943 61, nuestros consocios en este deporte en ambos años han alcanzado la mejor clasificación de la provincia en 1943.
Como consecuencia de la preparación de nuestros jóvenes alcanzaron el campeonato nacional 1942-43 en ajedrez.
En ciclismo en 1942 se registraron 283 partes de excursión, en 1943 mas de 624 partes, en la sección de esquí sin apenas actividad en 1942, pasamos a diez y ocho excursiones colectivas en el invierno de 1943-44.
Nuestro laboratorio, reunió 520 obras de 134 expositores.
En la gimnasia la dotación de elementos destruidos o robados en 1942, al año siguiente se hace una clase diaria con su profesor correspondiente, para 1944 los campeonatos nacionales de gimnasia.
En montaña es cada vez mayor la participación, siete finalistas en 1941, 20 en 1942 y 31 en 1943.
Medalla de honor a favor de Ángel Sopeña en montaña y en pelota a Ángel Maíz Norhausen.
En nuestro club, podemos citar la cesión a título gratuito de nuestras dependencias al Frente de Juventudes, Sección Femenina de F.E.T., Educación y Descanso, policía armada, están domiciliadas en nuestros locales.
Nuestra situación económica es en la actualidad tan precaria, por carecer de medios nos vemos imposibilitados de poner  en funcionamiento veinte duchas y vestuarios, las tuberías de conducciones del agua, nuestras instalaciones son modestísimas, impropias de un club como el nuestro. 

En el año 1950 siendo presidente don Faustino Díez, el Club Deportivo tenía cuatro botones:
Manuel Santamaría, Juan A. Sáez, Javier Ellacuría y Ángel Zárate que ganaban 210 pesetas.
María Dolores Errazquin García, era la encargada y ganaba 400 pesetas. Luego estaban las de lavabos: Joaquina Vázquez Rodríguez, Juana Sáez de la Fuente, Isabel Díaz Navea, Carmen Barrios Martínez, Asunción Fernández Domingo, Visitación Mateo, Martina Regúlez y María González Hermoso, que debían de cobrar por horas pues figuran 69,30 pesetas y 63 pesetas.
Pedro Pujana Ruiz era ayudante de fogonero  y cobraba 184,80 y Eduardo Garay Loza, de profesión fogonero con un salario de 210 pesetas.
José L. Domínguez Barreña era el conserje jefe y cobraba 650 pesetas. Serapio Martín Calvo y Delmiro Álvarez Cordero eran conserjes y cobraban igual 594 pesetas.
Un sereno llamado Rafael Martín Páez con un sueldo de 123,20 pesetas.
Pedro María Pérez Vivanco era corre-turno y percibía un salario de 137,65.
El vigilante llamado Luis Enrique Ruiz Sáenz ganaba 480 pesetas.
El administrador se llamaba José Manuel Bayo Balles y su sueldo era el más elevado 2.687 pesetas.
Oficinista de primera Eduardo Fernández Cano 1.200 pesetas, el oficial de segunda se llamaba José María Achútegui García y tenía un sueldo de 900 pesetas y por último Francisco Gil Ortega era auxiliar en la oficina con un sueldo de 575 pesetas.



*El hospital del Club Deportivo, doctor Juan Gondra, periódico Bilbao.
Archivo del Club Deportivo Bilbao.

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