Hace veinticinco años,cuando tenía otros tantos,éramos muy pocos los que aquí,en este Bilbao nos dedicábamos a recorrer las montañas que le circundan,al alpinismo y aún pasábamos para con mucho por chiflados,merced a tal afición.Los que recorrían los montes,hacíanlo en busca de minas o de aguas.
Recuerdo que algún tiempo después,en una de mis vacaciones veraniegas,yendo de excursión de montaña,con unos amigos que la cultivan,nos cruzamos con dos aldeanos,y diciéndole el uno al otro que iríamos a por minas o por aguas,contestó el que ya nos conocía,por lo visto algo:"No a ver nada más,¡Inosentes!
Para el buen "jebo",práctico aldeano vizcaíno,eso de trepar montes para abarcar panoramas,era pura inocencia.
Desde entoncen acá,y sobre todo en estos últimos años seis u ocho años.el deporte del alpinismo se ha desarrollado mucho aquí,en Bilbao,pero.....¡deporte! Parece que cuesta sacarlo de tal estado.
Llevándolo a la pura afición desisteresada,al ejercicio higiénico y estético.
Uno de estos días al ir de paseo por el Pagazarri,nos encontramos con don Antonio Bandrés,presidente y alma del Club Deportivo de este Bilbao y hombre benemérito.Infatigable alpinista,su labor en pro del más sano,acaso de los deportes,ha sido admirable.
Bajo su dirección han hecho ya los alpinistas del Club Deportivo,todas las más altas cumbres de Vizcaya-Gorbea,Ganecogorta,Oiz,Amboto,Ereza,Sollube etc......
Nos dijo lo que cuesta mantener la afición.Una afición así activa,es muy difícil arraigar en nuestro país.
Las aficiones que aquí se mantienen son las pasivas,las que consiten en ver lo que otros hacen y en discutirlo y criticarlo,admirándolo o desdeñándolo.
La vocación más señalada que por aquí se nota es la de espectador.Me temo pues,que si el señor Bandrés desapareciera o abandonara su hoy tan benéfica acción,el deporte alpinista daría un grandísimo bajón.Que así es también aquí casi todo,obra de un hombre enérgico,acción personal.Y no por falta de disciplina y de organización,como se dice,sino por sobra de ellas,por espíritua rebañego.
Nos contó también el presidente del Club Deportivo,lo que les ha ocurrido con un buzón que erigieron en lo alto de la peña del Amboto y es que al ver los pastores ,que por allí abajo apacientan sus ganados,que el tal buzón era un reclamo al alpinismo y atraía a curiosos trepadores de montaña,lo hicieron desaparecer.Y es una lástima,porque era un gran aliciente,nos dijo el señor Bandrés.
El boletín o revista del Club publicaba los nombres de los que en aquél buzón dejaban cartas o tarjetas,y muchos,pero muchos acaso desgraciadamente,los más,no suban sino para que se publique que han subido.
He aquí el otro lado triste del deportismo,la facilidad con que se convierte en exhibicionismo.No desconozco que hay coleccionistas de ascensiones a montañas,de visitas a iglesiucas románicas,de kilometraje en bicicleta o a pie por puro amor al arte,por satisfacción interior,como hay de estos entre los que coleccionan monedas antiguas,sellos de correo,botones de uniforme o cuernos de toda clase de animales que los tengan.
Hubo aquí en Bilbao,un coleccionista de cuernos,desde los de búfalo a los de coleópteros,llamado por algunos lucano.
Pero el coleccionismo con demasiada frecuencia,colecciona para hacer ostentación de su tesoro.
Si el deporte suele convertirse en exhibición y en profesionalismo.Cuando aquí empezó el furor del foot-ball,se creyó por algunos que era un antídotocontra las corridas de toros,espectáculo que estimaban exótico o más bien "maquetánico".
Pero el foot-ball se ha convertido al punto en puro espectáculo y la afición va a verlo y no a jugarlo.Y menos mal que no ha nacido la afición de jugar apuestas con su pretexto.
Pues si en esta mi tierra hay alguna afición arraigada,es la afición a la apuesta,al envido,al juego,sea de mus,de topes de carnero o de pelota.
Y viene tras el deporte lo del campeonato,con todas sus tristes consecuencias.Y la más triste de ellas,la misma que sigue a las corridas de toros:el tiempo y el espíritu que se pierde en comentar y discutir las jugadas y el mérito respectivo de los jugadores.Cualquiera diría que no hay nada en que pensar en España.
¿Que los deportes son higiénicos y desarrollan el cuerpo?
Según y conforme.Lo más higiénico,sin duda es una vida morigerada,y los deportistas que se convierten en exhibicionistas del deporte y algo así como en profesionales de él,de todo suelen tener menos de morigerados.
No basta que casi un mozo se pase una parte del dia haciendo cabriolas o dando puñetazos,se se pasa la noche haciendo otras cosas.
Me lamentaba yo con el señor Bandrés de como,a pesar de sus esfuerzos,hay todavía tantos mozos que prefieren pasarse la tarde en un café o en otro sitio peor que recorrer nuestras bellas montañas,y me decía que esta afición,sin embargo se extiende.
Al día siguiente de esta conversación,subí con un amigo a los altos de Archanda,donde encontre a un grupo de hombres maduros,casi de mi tiempo que iban paseando y después cuatro mozalbetes,con unos diez y ocho años.Iban dando voces,pero no de entusiasmo o de colmo de vitalidad ¡no! Las daban por estar los cuatro borrachos perdidos.
El aliciente que hací a muchos subir Archanda,es el chacolí y el día que allí se ponga juego,la concurrencia será mayor.
No,no es que suban solo por el chacolí,ni que hayan de subir solo por el juego,porque pueden muy bien ¡y tan bien! emborracharse y jugar abajo en la Villa.
Pero es triste cosa que el puro placer de gozar del paisaje y el aire y el sol desnudos no atraiga más gente.
Hasta conocí uno,hace años,que tenía recelo de acompañarme por aquellos altos y llegó una vez a decirme:"Y como tu sueles subir muchas veces solo,eso jamás lo haré" y ¿Porqué? le pregunté."No quiero que me tomen por un poeta",me contestó ."Si por chiflado añadí".
¡Que confesión! Ahora aquí en este mi pueblo,algunos vencidos antes de luchar,algunos ex-futuros o ex-fracasados,algunos intelectuales en seco y en frío han encontrado para alivio de la ictericia esta execración:¡Bah,un literato!
Lo mejor que lleva al deporte sano,desinteresado y puro es,sin duda alguna,la literatura.
Miguel de Unamuno
Archivo Club Deportivo de Bilbao
Fotos de la Biblioteca Nacional de Madrid
Desde entoncen acá,y sobre todo en estos últimos años seis u ocho años.el deporte del alpinismo se ha desarrollado mucho aquí,en Bilbao,pero.....¡deporte! Parece que cuesta sacarlo de tal estado.
Llevándolo a la pura afición desisteresada,al ejercicio higiénico y estético.
Uno de estos días al ir de paseo por el Pagazarri,nos encontramos con don Antonio Bandrés,presidente y alma del Club Deportivo de este Bilbao y hombre benemérito.Infatigable alpinista,su labor en pro del más sano,acaso de los deportes,ha sido admirable.
Bajo su dirección han hecho ya los alpinistas del Club Deportivo,todas las más altas cumbres de Vizcaya-Gorbea,Ganecogorta,Oiz,Amboto,Ereza,Sollube etc......
Nos dijo lo que cuesta mantener la afición.Una afición así activa,es muy difícil arraigar en nuestro país.
Las aficiones que aquí se mantienen son las pasivas,las que consiten en ver lo que otros hacen y en discutirlo y criticarlo,admirándolo o desdeñándolo.
Don Miguel Unamuno en la Residencia de Estudiantes |
La vocación más señalada que por aquí se nota es la de espectador.Me temo pues,que si el señor Bandrés desapareciera o abandonara su hoy tan benéfica acción,el deporte alpinista daría un grandísimo bajón.Que así es también aquí casi todo,obra de un hombre enérgico,acción personal.Y no por falta de disciplina y de organización,como se dice,sino por sobra de ellas,por espíritua rebañego.
Nos contó también el presidente del Club Deportivo,lo que les ha ocurrido con un buzón que erigieron en lo alto de la peña del Amboto y es que al ver los pastores ,que por allí abajo apacientan sus ganados,que el tal buzón era un reclamo al alpinismo y atraía a curiosos trepadores de montaña,lo hicieron desaparecer.Y es una lástima,porque era un gran aliciente,nos dijo el señor Bandrés.
El boletín o revista del Club publicaba los nombres de los que en aquél buzón dejaban cartas o tarjetas,y muchos,pero muchos acaso desgraciadamente,los más,no suban sino para que se publique que han subido.
He aquí el otro lado triste del deportismo,la facilidad con que se convierte en exhibicionismo.No desconozco que hay coleccionistas de ascensiones a montañas,de visitas a iglesiucas románicas,de kilometraje en bicicleta o a pie por puro amor al arte,por satisfacción interior,como hay de estos entre los que coleccionan monedas antiguas,sellos de correo,botones de uniforme o cuernos de toda clase de animales que los tengan.
Hubo aquí en Bilbao,un coleccionista de cuernos,desde los de búfalo a los de coleópteros,llamado por algunos lucano.
Pero el coleccionismo con demasiada frecuencia,colecciona para hacer ostentación de su tesoro.
Si el deporte suele convertirse en exhibición y en profesionalismo.Cuando aquí empezó el furor del foot-ball,se creyó por algunos que era un antídotocontra las corridas de toros,espectáculo que estimaban exótico o más bien "maquetánico".
Pero el foot-ball se ha convertido al punto en puro espectáculo y la afición va a verlo y no a jugarlo.Y menos mal que no ha nacido la afición de jugar apuestas con su pretexto.
Pues si en esta mi tierra hay alguna afición arraigada,es la afición a la apuesta,al envido,al juego,sea de mus,de topes de carnero o de pelota.
Y viene tras el deporte lo del campeonato,con todas sus tristes consecuencias.Y la más triste de ellas,la misma que sigue a las corridas de toros:el tiempo y el espíritu que se pierde en comentar y discutir las jugadas y el mérito respectivo de los jugadores.Cualquiera diría que no hay nada en que pensar en España.
¿Que los deportes son higiénicos y desarrollan el cuerpo?
Según y conforme.Lo más higiénico,sin duda es una vida morigerada,y los deportistas que se convierten en exhibicionistas del deporte y algo así como en profesionales de él,de todo suelen tener menos de morigerados.
No basta que casi un mozo se pase una parte del dia haciendo cabriolas o dando puñetazos,se se pasa la noche haciendo otras cosas.
Me lamentaba yo con el señor Bandrés de como,a pesar de sus esfuerzos,hay todavía tantos mozos que prefieren pasarse la tarde en un café o en otro sitio peor que recorrer nuestras bellas montañas,y me decía que esta afición,sin embargo se extiende.
Al día siguiente de esta conversación,subí con un amigo a los altos de Archanda,donde encontre a un grupo de hombres maduros,casi de mi tiempo que iban paseando y después cuatro mozalbetes,con unos diez y ocho años.Iban dando voces,pero no de entusiasmo o de colmo de vitalidad ¡no! Las daban por estar los cuatro borrachos perdidos.
El aliciente que hací a muchos subir Archanda,es el chacolí y el día que allí se ponga juego,la concurrencia será mayor.
No,no es que suban solo por el chacolí,ni que hayan de subir solo por el juego,porque pueden muy bien ¡y tan bien! emborracharse y jugar abajo en la Villa.
Pero es triste cosa que el puro placer de gozar del paisaje y el aire y el sol desnudos no atraiga más gente.
Hasta conocí uno,hace años,que tenía recelo de acompañarme por aquellos altos y llegó una vez a decirme:"Y como tu sueles subir muchas veces solo,eso jamás lo haré" y ¿Porqué? le pregunté."No quiero que me tomen por un poeta",me contestó ."Si por chiflado añadí".
¡Que confesión! Ahora aquí en este mi pueblo,algunos vencidos antes de luchar,algunos ex-futuros o ex-fracasados,algunos intelectuales en seco y en frío han encontrado para alivio de la ictericia esta execración:¡Bah,un literato!
Lo mejor que lleva al deporte sano,desinteresado y puro es,sin duda alguna,la literatura.
Miguel de Unamuno
Archivo Club Deportivo de Bilbao
Fotos de la Biblioteca Nacional de Madrid
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