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sábado, 26 de febrero de 2011

EL MATTERHORN-CERVINO,Asi subió ANTONIO FERRER y LUIS AZPILICUETA


El  Cervino o Matterhorn



foto del Cervino,de 1935 con la ruta de subida


El día 18 de Julio de 1935,ANTONIO FERRER(El Hombre de las Cavernas) y su compañero JESÚS AZPILICUETA.Coronaron el Matterhorn,con el mérito y la valentía de hacerlo sin guías.Antonio Ferrer Bolart cuenta esta epopeya.
En su libro Cimas Españolas nos relata la aventura,libro editado en Bilbao el año 1947 y dedicado especialmente al Club Deportivo de Bilbao-Comisión de Montaña.

UN ALTO EN EL CAMINO
EN EL CERVINO
¡Zermatt!Zermatt¡.He aquí el nombre que ha sido durante tres días nuestra obsesión.Ansiábamos llegar a Zermatt,en el mismo corazón del Alpe suizo,para ver de cerca la esbelta silueta del Matterhorn arrogante,que como un airón,señala con su cumbre la inmensidad azul.
Todo el Valle del Visp,y toda la región del Valais,y hasta podemos decir que toda Suiza,se funde casi en un solo nombre,en el más afamado de los picachos de los Alpes:El Matterhorn o Monte Cervino.
Todos los carteles de propaganda turística tienen por fondo el coloso de las afiladas aristas,el temible Cervino,que fue escalado por primera vez,en condiciones trágicas y emocionantes,por el célebre alpinista inglés Edward Whymper y sus compañeros Hudson Douglas y Hadow,hace ahora ochenta y dos años en 1865.
Teníamos ganas de ver con nuestros propios ojos esa maravillosa pirámide de granito,cuya figura sintética de montaña y cuya sencillez de líneas,tan bien armoniza con la idea que nos habíamos forjado nosotros de lo que debe ser una montaña para escaladores.
Ya le hemos visto;la hemos palpado,palmo a palmo,y hemos conseguido llegar hasta su penacho nevado,que en la cumbre señala la máxima altura.
La visión del Cervino desde Zermatt,desde Hermatje(el pequeño poblado típicamente suizo)desde el Schwarzsee o desde el refugio de Hornli,es sencillamente imborrable.Es la montaña esfinge,impenetrable,cuyas vertiginosas laderas,donde la nieve dificilmente puede posarse,parecen desafiar al hombre e impedirle la victoria.
Stalden situada a 7 kilómetros de Viege(Visp),es el punto más cercano al valle de Zermatt,hasta el cual se puede llegar en coche.
De aquí en adelante,la ruta se convierte en sendero de montaña,y el auto cede su puesto al ferrocarril eléctrico mixto,que unas veces contornea los profundos abismos creados por las aguas tumultuosas del Visp,y otras repta aferrándose a la cremallera,para salvar los desniveles que conducen a las pequeñas planicies donde se asientan los pueblecillos de Saint Nicklaus,Randa y Tasch,con sus casitas de madera,ennegrecidas por el tiempo,y salpicando con su masa oscura el jugoso verdor de aquel Alpe maravilloso.
Invernales,viviendas y hórreos,todos llevan el sello inconfundible de la arquitectura rural suiza,especialmente dedicada a la montaña.
Los senderos se encuentran vallados,a ambos lados,por dos tablas de pino,cuya largura termina allí donde no haya más camino que señalar.
Las iglesias,pequeñitas como de miniatura algunas de ellas,destacan por la blancura de sus paredes,por  su tejado de pendiente rápida y por su cúpula dorada,que rebrilla al sol veraniego.
Busca el tren la orilla del impetuoso torrente del Mattervisp,cuyas aguas blanquecinas demuestran el gran trabajo de erosión en los picachos superiores y en sus glaciares;pasa una y otro vez sobre las agitadas aguas,en su recorrido siempre ascendente,y nos deja ver,de cuando en cuando,allá el límite de las crestas,alguna arista afiladísima cargada de nieve,o algún glaciar,cuyas revueltas masas,de informe hielo,semejan un mar embravecido,subitamente petrificado.
A ambos lados del rio se elevan abruptos paredones,que son las laderas de Schwarzhorn,Rothorn,Barrhorn,Rothorn de Zinal y Ober Gabelhorn,que suben paulatinamente desde los 3.000 metros hasta alcanzar este último de los 4.075.
Por la orilla derecha surge otra cadena montañosa,que comienza con el Seethalhorn,y pasando por el Edelpitze,Grand Bigelhorn y Balfin 3802 metros,alcanzando el glaciar de Ried y termina en los nombrados picachos de Nadelhorn Dom y Taschhorn,cuya altitud es de 4.498 metros.
Esos son los guardianes,por así decirlo,del gran circo,en el que tiene su asiento el Matterhorn.
Zermatt,vestido de fiesta,con el múltiple colorido que le presta un hermoso sol y un cielo azul añil,limpio de nubes,nos acoge como a tantos miles y miles de turistas que nos han precedido.
En Zermatt se respira ambiente alpino,montañero,que diríamos nosotros,y en seguida se nota la gran diferencia que hay entre este centro alpino y su rival francés Chamonix.
La misma tarde,a primera hora(serían las dos y diez minutos),convenientemente preparados para nuestra empresa,salimos de Zermatt hacia el Matterhorn,despidiéndonos,no sin emoción de nuestro camarada LOPEZ SELLÉS,que sin contra-tiempo,nos ha conducido en su coche hasta Stalden.
Hasta la vista y buena suerte-nos grita,cuando ya llevamos andado un buen trecho,y nos volvemos para despedirnos una vez más.
Después el camino( cercado por tiras de pino) sube a ganar un puente sobre el Zmuttbach,bajo un dosel de pinos aromáticos,y se interna en el caserío de Hermatje,asentado en diminuta campa de perenne verdor,para volver a internarse bajo la fronda,que en aquellos lugares adquiere una incomparable belleza.Es un verdadero jardin,pero alpestre,natural,sin artificios,un verdadero paraiso para el campista,para el fotógrafo y para el enamorado de la Naturaleza.
Más tarde,dejamos atrás los últimos alpajes,y comienza una fuerte pendiente que se asciende en zigzag y,tras una fuerte brega,conduce al hotel Schwarzsee,estratégicamente enclavado en la parte más alta,donde un poderoso telescopio sirve de distracción a los turistas que desean recorrer...con la vista...las agudas aristas del coloso,que muestra al desnudo su potente estructura pétrea,sin recato alguno.Allí está erguido,colosal,magnífico.


carnet de federado de Antonio Ferrer











jesus azpilicueta en el cervino




El pequeño lago de SchwarzseeDent Blanche y de Zinal en aquel paraje,imponente de grandiosidad y de proporciones..
Descendemos un poco,atravesamos el lecho del desagüe del glaciar,y nos elevamos por las primeras estribaciones de la arista de Hornli,por un sendero bien trazado,que es bastante visitado por los turistas de Zermatt.La llegada al refugio de Hornli es sin embargo,una ascensión que pone a prueba las piernas de las robustas alemanas que se deciden a ello.Son cinco horas de camino desde Zermatt y el último  repecho,en zigzag,pesa lo suyo,cuando se llega con una mochila bien repleta.
Henos en el refugio de Hornli a las siete de la tarde,dando cara al Matterhorn,mientras el día decrece y las sombras azuladas se alargan en los glaciares del Monte Rosa,del Lyskamm y del Breithorn.
La tarde es tibia,la luz excelente y suave,da tonalidades poéticas a las grandes montañas.Estmos en el Alpe auténtico.La visión de aquellas cumbres es magnífica,única.
Junto al refugio(asilo de montañeros)se encuentra otro edificación:es el Hotel Belvedere(asilo de turistas);y el indispensable tewlescopio,con el cual nos veran mañana alcanzar la famosa cumbre.
Zermatt se encuentra a 1.620 metros;el Schwarsee a 2.589 metros y el refugio de Hornli a 2.983 metros.
Se habían apagado los ecos de las conversaciones sostenidas a media voz  entre los alpinistas que,codo a codo,se habían acostado en las colchonetas del refugio.
Flotaba en el aire algo,que era el eco de mil emociones diversas de cuantos,como nosotros,esperaban el nuevo día para lanzarse a la gran aventura.Los pensamientos,más que nunca móviles,saltaban de una a otra idea sin descanso.No era posible conciliar el sueño en aquellas condiciones.
Fuera una luna brillante,argentada,desparrama sobre los fantásticos glaciares del Breithorn y del Monte Rosa su luz mercurial de tonos violáceos.
A las dos de la mañana AZPILICUETA,nuestro compañero de aventura,nos despierta para que nos preparemos.Sus nervios están en tensión,no pueden contenerse.
Por fin minutos antes de las tres,el aire del Cervino sutil como un céfiro,azota nuestros rostros,que miran obsesionados la gran pirámide granítica,de tonos sombríos.
Todo es calma y silencio en la gran montaña.El Alpe duerme aún.

El senderito que hemos tomado a la salida del refugio,sube a la arista de Hornli para pararse ante un grupo rocoso,en el cual se aprecian las huellas de clavos.Comienza la dificultad,y hay que echar mano de todos los recursos para pasar este primer obstáculo,que parece haber sido puesto,ex profeso para detener a los menos animosos.
Salvado este paso malo,no hay ruta posible;el montañero ha de buscarse su propio camino de ascensión.
Mientras estamos investigando las paredes de aquella arista,oímos de vez en cuando el ruido clásico de las piedras que desprenden las tres caravanas que nos preceden,a las que podemos ver en la incierta luz del amanecer.
Un guía francés,con dos jóvenes de la misma nacionalidad,pasan junto a nosotros.Nos saludamos y nos aprestamos a seguirles hasta la antigua cabaña del C.A.S. a 3.818 metros.Para ello hay que trepar por un a de las aristas que se desprenden de unas agujas de la arista general del Hornli,a la izquierda,o sea al Este de la arista del Cervino.En unas dos horas alcanzamos la citada cabaña,cuyos restos no ofrecen hoy día el menor abrigo.
Esta escalada nos empieza a dar una idea de lo que será la ascensión.Un verdadero trabajo de gateo,con pies y manos,salvando,rodeando y elevando el cuerpo por encima de rocas con agarres de variada dificultad.
Como regla general,nos inclinamos siempre al lado Este.de la arista NE,a corta distancia de la misma,en evitación de las piedras que fácilmente se desprenden si no se guarda esta posición.
Una hora más de ascensión rocosa,y pasamos a las dos caravanas,una compuesta por alemanes y otra de austríacos,los cuales pierden bastante tiempo en el manejo de la cuerda.Ambas caravanas van encordadas y su ascensión es lenta por esta causa.Creo un exceso de precaución el uso de la cuerda hasta llegar a la cabaña Solvay.



La llegada a este refugio(donado por Mr. Solvay,senador belga) solamente utilizable al descenso,en caso de verdadera necesidad(4.000 metros),se efectúa pasando por dos lugares muy abruptos.Uno consiste en un "dalle" llamada "Mosseley Plate"(una roca lisa y de fortísima inclinación) y el otro en una especie de corredor entre dos paredes rocosas,también de gran inclinación y agarres dificultosos.
En este lugar se encuentra una de la caravanas,ejecutando filigranas con la cuerda;y nosotros,libres de esa traba,podemos pasarles sin dificultad.
En el refugio Solvay descansamos.Tomamos algún alimento,a base de frutas secas y algo de agua,y esperamos a que se nos unan las caravanas.Tras un ligero intercambio de impresiones,sale por delante el guia francés y sus acompañantes,y nosotros lo hacemos algo más tarde.
Ha amanecido.Por las cumbres del Monte Rosa,un sol grande,rojizo,de color cobre,hace su aparición y tiñe de rojo la pirámide terminal del Matterhorn.La visión es fantástica.
No nos extrañamos ahora la denominación de Naranjo,dada por los pastores al monolito de Bulnes,al rey de los Picos de Europa,tomado seguramente de ese tono que adquiere la peña en las primeras horas del día,cuando el sol desprende solamente sus rayos rojos,anaranjados,sin fuerza,pues se le puede mirar directamente sin daño a la vista.
Al contemplar la airosísima silueta que marca la cúspide del Cervino,nos damos cuenta del camino que nos falta por recorrer y hasta los lugares por donde hemos de pasar,pues las caravanas que nos preceden forman como señales por donde habremos de pasar nosotros luego.
Mirando hacia abajo,vemos el terreno recorrido,la altura en que nos encontramos y el Hotel Belvedere,que forma una pequeña mancha cuadrada en una pequeña planicie arrancada a la afilada arista de Hornli.
La salida del refugio de Solvay es impresionante.Nos encontramos a los pocos metros,con una pared rocosa,ante la cual hemos de meditar unos minutos para empezar a treparla.Pasado este lugar,el terreno se hace más llevadero,aun cuando hay que caminar un largo trayecto por la misma arista,la cual va,poco a poco,acentuado su inclinación y su perfil.
Tenemos a la izquierda torrenteras de piedra desmenuzada por la acción de los elementos,y a la derecha la famosa y casi inaccesible cara Norte,que ha costado ya numerosas víctimas.Por este lado la vista es escalofriante.Se aprecia un inmenso campo nevado blanco,blanco,escurridizo y de una inclinación de vértigo,separado de trecho en trecho por aristas rocosas.
La vista va descendiendo por la pared helada,a velocidad de vértigo,salta peligrosísima "rimaye" y descansa al fin en el glaciar interior del Matterhorn.
Y es aquí,en la cara más difícil del Matterhorn,donde pudimos contemplar la hazaña más grande que se ha conocido en la montaña:Dos formidables alpinistas de Munich,José Schmidbauer y Ludwig Leiss atacaban esta peligrosíma pared(era la segunda vez por la pared norte, la `primera fue llevada a cabo por Toni y Franz Schmid en 1931)
Veíamos la lentitud y prudencia de sus movimientos,la forma en que colocaban sus piolets y crampones en la dura pared de hielo,y el manejo experto de la cuerda,único punto de sujeción y de unión entre los dos alpinos.Allí nos dimos cuenta del valor de la cuerda y de la confianza que hay que tener en el compañero de excursión para internarse en tan peligrosa aventura.
Mientras estábamos contemplando aquella hazaña,oímos un silbido,un ruido extraña;y una piedra,de regular tamaño,pasó cercana a nosotros,dando vueltas camino del glaciar y en la dirección en que se encontraban los montañeros.

mochila de Antonio Ferrer,con el escudo del Club Deportivo de Bilbao


Fue un momento de emoción y ansiedad.Les vimos agazaparse,poner encima el piolet y esperar a que pasase el mayor peligro del alpinista:la piedra errática,que desprendida por uno de los camaradas que nos preceden,puede causar la desgracia de los que inician la ascensión,de los dos alemanes,los cuales pudieron seguir su peligrosa subida y según nos enteramos más tarde,llevar  a cabo la ascensión con éxito.
La arista del Cervino se hace por momentos más erguida.
Comenzamos a gatear y pasamos algunos trozos peligrosos,hasta dar vista a las primeras clavijas,las cuales,aunque desprovistas de cuerda,nos animan,pues alcanzando uno el lugar donde se hallan,puede lanzar la cuerda para que ascienda con menor peligro el otro.Así lo hacemos y pasamos sucesivamente cinco clavijas faltas de cuerda,quedando ya a corta distancia de El Hombro.
El Hombro del Cervino se aprecia perfectamente en todas las fotografías de esta montaña.Consiste en un saliente de la arista hacia la cara norteña,situado un poco más abajo de la pirámide terminal del Matterhorn.
Este Hombro se halla cubierto de nieve,en buenas condiciones.
Las huellas de la caravana del guía francés,que nos lleva un cuarto de hora de adelanto,nos señalan el camino,y sin dificultad pasamos a la parte más peliaguda la ascensión.
Puede decirse que sobre la pirámide del Cervino,que termina en El Hombro,han colocado una base cuadrada,de la que surge un cubo,terminado en otra pirámide.
Nos encontramos ahora,precisamente ascendiendo por una de las aristas del cubo,a unos 800 metros de la cima.Aquí hay un paso de gran dificultad.Se trata de una mole rocosa,con una especie de concavidad cuadrada,a la que hay que llegar;y bordeando por la derecha,elevarse hasta su parte superior.Para el ascenso de este paso,hallamos clavada una providencial clavija.
Seguidamente encontramos las primeras clavijas con cuerdas,formando una cadena de unos cincuenta metros con tres de ellas.Algunas de las cuerdas se hallan muy gastadas,y hay que andar con sumo cuidado.Las cuerdas son gruesas;pero por efecto de las nieves y de las aguas son escurridizas.También encontramos algunos trozos de cadena sujetos a las clavijas.
Al llegar a este trozo,vemos a los franceses elevarse,como marinos ,por el segundo trozo de clavijas con cuerdas y desaparecer después de haberse dibujado su silueta,un momento,contra el cielo azul.
A nuestra vez nos toca el turno de izarnos por las cuerdas que el C.A.S. ha colocado para remontar este trozo de pared vertical.
Pasado esto nos encontramos remontando la pirámide terminal.
La cumbre se halla a unos 400 metros,y vemos descender a los primeros escaladores:un inglés con dos guías.
Este trozo final está compuesto por tramos alternados de nieve y piedras.Aunque fuerte inclinación,la nieve está en condiciones,y podemos andar bien,a base de crampones.
Al fin un trozo de nieve virgen,formando el límite con el cielo,nos señala el final de esta aventura.Estamos en la cumbre suiza del Matterhorn a 4.482 metros de altura;y a nuestros pies al frente,se abre el valle de Aosta,que termina en uno de los lagos italianos.
La cumbre del Cervino(italiana)se halla a corta distancia,pasando la cruz del Cervino,y tiene 4.505 metros.Henos en el punto culminante de la gran pirámide.
Una fuerte emoción nos embarga.Nos abrazamos entusiasmados por la altura,por el esfuerzo realizado y por la espléndido panorama que tenemos a la vista.
Abajo casi en miniatura,queda el pequeño Matterhorn,el Teódulo y el famoso paso de su nombre,donde se encontraron Whimper y el alpinista ecritor Guido Rey,cuyos relatos los sentimos ahora fuertemente.
Más alla,el misterioso Lyskamm,Castor y Polux,de inmaculada nieve,impecables y las cumbres de Breithorn.Al fondo y resplandeciente,el segundo coloso de Europa,el Monte Rosa,con su Nord Dent y la punta Dufour de 4.638metros y luego una serie de cumbres que se pierden en la lejanía.
Del lado italiano,a una cincuentena de metros,la cima del Matterhorn se hace más fina y semeja a una aguja que termina en dos palos cruzados.Entre ambas se alza una cruz de hierro,como homenaje al creador de esta maravilla.
Media hora quedamos en la altura,mirando entusiasmados aquel mar de montañas nevadas que nos rodea.Unas fotos de AZPILICUETA nos harán recordar este inolvidable momento de nuestra vida alpina,el más ansiado de todos:el de la conquista del Matterhorn,sin guías.


Han llegado a la cumbre del Cervino, Ferrer y Azpilicueta.
Antonio Ferrer clava el piolet en la nieve.
Fotos del 19 de Agosto de 1935 de la revista As.

La emoción al pisar la cumbre de la gran pirámide del Matterhorn,es imborrable.Para el montañero supone la realización de su más caro ideal;y para nosotros,el triunfo de nuestro modesto alpinismo y la seguridad de que entramos con paso firme en el alpinismo internacional.
Es cierto que nuestra región carece de montañas de gran altitud,pero no es menos cierto que el entrenamiento que supone la realización de las numerosas ascensiones que se efectúan en nuestras "tachuelas",nos coloca en un plano excelente para realizar empresas de gran envergadura,que culminan en escaladas como las del famoso Cervino,reputadas como excepcionales.
No cabe dudar de las excelencias de nuestro método,alpino y ello nos hace perseverar en la difusión de tan sanas prácticas,que poco a poco,ayer uno y hoy otro,y mañana un tercero,vienen a corroborrar la calidad del montañismo peninsular.
Saturada la vista con el maravilloso panorama de cumbres nevadas,de inmensos glaciares y neveros,y de valles cubiertos de pinos,tras media hora de estancia en una de las cimas-la más alta de los Alpes y la más afilada de ellas,emprendemos el retorno a Zermatt.
A los primeros pasos vienen a nuestra imaginación las peripecias de la ascensión,y en sentido inverso tratamos de recordar los peligrosos pasos,su situación,su largura y la manera y modo de demandarlos con el menor riesgo posible.
La pirámide terminal del Matterhorn se halla cubierta de nieve de la que emergen algunas rocas diseminadas aquí y allá.Una línea de nieve separa la zona terminal de la zona rocosa anterior al Hombro.Entre ambas solamente el vacío.
Tomamos todas las precauciones posibles,y la táctica de descender despacio,sin apresuramientos que pudieran tener fatales consecuencias.
Asegurados de que nos hallamos bien encordados,descendemos poco a poco a la zona nevada,uno a uno,los 30 metros de cuerda que se desarrollan entre los dos.Azpilicueta delante,como punto más débil y nosotros detrás.Cada 30 metros al tensarse la cuerda,uno queda afianzado junto a una roca,y espera a que el compañero se le una.
A la mitad de este recorrido vemos subir a uno de los guías,acompañando a dos alemanes.Nos place oír del experto un elogio de nuestra ascensión:han andado ustedes muy bien-nos dice en  correcto francés.
Un poco más abajo,el guía francés y sus dos compatriotas,que nos han precedido en la ascensión,llegan a nuestra altura y nos pasan con cierta rapidez.
El guía va detrás,sujetando la cuerda en corto,le detiene en seco con un movimiento de brazo.Aquí es donde vemos la experiencia de los que tan acostumbrados están al manejo de la cuerda.
También este guía,con el que hemos confraternizado en el refugio de Hornli,nos lanza,al pasar,algo que a nosotros nos suena como un piropo:Vous étes de bons rocassiers(son ustedes buenos marchadores por roca) y para nosotros tienen sus palabras un gran valor,pues los guías no son de los que prodigan elogios a los "solitarios",por regla general.
Llegamos al límite de la nieve.Ante nosotros,la roca se hace vertical y allí abajo a la izquierda,podemos ver entre la niebla,la zona nevada del "Hombro",en la que destacan algunas manchas negras y movedizas.Son los que descienden sin haber coronado la cumbre.
La niebla que ahora parece rodearnos,la hemos visto venir del lado italiano y ello precisamente nos ha movido a dejar la cumbre cuanto antes;mas lejos de molestarnos,creo que nos facilita el descenso,desdibujando con su impalpable masa  los precipicios que nos rodean.
Entramos de lleno en la zona de las clavijas y de las cuerdas.Las cuerdas están blanqueados y lisas,y hay que agarrarlas con fuerza y apoyar los pies en la pared rocosa,para evitar un deslizamiento demasiado rápido.
Los pasos son emocionantes,sobre todo el de la ventana,en el que hemos de usar la cuerda doble,sujetándola a la clavija providencial,que se encuentra exactamente encima del peligroso paso.
Nuestra cuerda no se halla en buenas condiciones.La hemos pedido prestada al guarda del refugio de Hornli;y como esta operación habrá sido hecha por otros alpinos antes que nosotros,se notan las huellas de las anteriores ascensiones.En varios sitios algunos hilos están rotos y hemos de redoblar las precauciones.
Después de un corto paso por la famosa arista del NE,volvemos a encontrar la siguiente tanda de clavijas con cuerda.Este paso al descenso,es más peligroso que el anterior,por la nieve que cubre la roca,que hace que se resbale facílmente al querer afianzar el pie.Sin embargo,logramos pasarlo sin consecuencias.
Volvemos a encordarnos para pasar por el Hombro,nevado,siguiendo las huellas que han dejado los anteriores.La fuerte inclinación de este lugar,y lo afilado de la arista,hace que caminemos despacio  y con sumo cuidado,para llegar al fin,al extremo mismo de la arista NE.,desde donde se aprecia la escalofriante pared Norte del Cervino en toda su horrible magnificencia.
Por ella continúan ascendiendo,como hormigas,los dos alpinistas de Munich.Parece mentira que por aquel inmenso paredón nevado,liso como el cristal,pueda el hombre encontrar medio de sujetarse y subir.
Nosotros alcanzamos la última zona de clavijas,estas sin cuerdas y en ellas colocamos la nuestra,en doble y logramos atravesar el difícil paraje,alcanzando nuevamente la arista,por entre cuyos recortes descendemos apoyándonos con manos y pies en todos los resaltes.
Finalmente casi de repente,nos encontramos en el tejado del refugio Solvay.Llegados a este.vamos a la fuente,que consiste en una botella dejada por los guías en el lugar que baja del tejado,gota a gota,un poco del agua del deshielo.Una vez hecho uso de la fuente,volvemos a colocar la botella en el mismo lugar,para que a su ascenso la encuentren llena los demás camaradas.
Son las dos de la tarde.A la puerta del refugio desocupamos algo del contenido comestible y descansamos.Mutuamente nos comunicamos las impresiones recibidas,pues en el ardor de la faena,en los momentos de máxima emoción,nuestras voces eran como un eco lejano y hasta ininteligibles,y solamente pudimos cambiar órdenes rápidas,monosílabos imperiosos y notas de precaución.
Nuevamente en marcha ,tratamos de seguir el camino de la ascensión;pero es tan difícil buscar la ruta entre aquel caos pétreo,que veinte veces nos creemos fuera del camino y otras veinte nos parece hallarnos sobre el verdadero.
Durante la ascensión dejamos escondido un piolet sobre unas rocas.Varias veces nos acordamos de él durante la escalada,en los pasos nevados y hasta nos despedimos del artefacto al ver lo dificultoso del regreso por el mismo camino de la ascensión;pero afortunadamente,tal vez el sentido de la orientación(en él que algunos no creen),tuvimos la suerte de volver a encontrarlo,si bien el guía francés lo sacó de su escondrijo y lo colocó más a la vista.
Gracias anónimo guía.
Por fín,tras ocho horas de descenso fatigante,y catorce contando la ascensión,volvemos a poner los pies en el refugio de Hornli,donde reparamos nuevamente nuestras fuerzas con algún alimento.
Abonamos unos francos al regente del refugio y cargando nuestros sacos,descendemos por el zigzag de la arista Hornli hasta el Hotel del Lago Negro,y más tarde,por Hermatje a Zermatt,tras dos horas y media de brega,en las que pesan fuertemente las otras catorce que llevamos encima.
Nuestro paso,al llegar a las primeras casas de Zermatt,es vacilante.Nos movemos casi como autómatas,pero la gente no nos mira extrañada:es la costumbre clásica al bajar del Cervino,y oímos tras nosotros la frase que allí anda de boca en boca:"Esos vuelven del Cervino"
El día anterior,en Stalden(una de las estaciones del tren eléctrico de Visp a Zermatt),nos extrañó ver un grupo de hombres y muchachas que llegaron a la estación en un estado de agotamiento general,que apenas podían mover los pies para subir al vagón.
Ahora lo comprendemos perfectamente,después de una" course" a los picos alpestres,pues nosotros también hemos pasado por ello.
El amigo que dejamos en Zermatt pensando en la incertidumbre de nuestra aventura,el buen Mariano,que nos condujo a través de las rutas de Francia y Suiza,se encuentra en plan "flaneur",paseando por la calle principal,en espera de la hora de cenar.No nos espera hasta mañana al mediodía,así que al vernos llegar,su emoción se traduce en un abrazo fuerte,intenso,los dos al mismo tiempo,mientras sus ojos se empañan y su voz queda ronca,sin poder pasar de la garganta.
Luego pasados los primeros momentos,llueven sobre nosotros las preguntas que contestaremos más tarde,cuando saboreemos el rico caldo del Hotel Perren.
Al día siguiente,en premio a nuestro esfuerzo,vamos a deleitarnos con un maravilloso paseo por los lagos suizos,haciendo vida bohemia,bajo la tienda de campaña.
Los vizcaínos ANDRÉS ESPINOSA,subió solo y sin guía el año 1929 por la arista de Hornli.
ANGEL SOPEÑA,del Club Deportivo de Bilbao,subió con guía por la arista Zmutt,el año 1933.
SANTIAGO FERNANDEZ,subió sin guía por la arista Hornli el año 1934,Madrileño
ANTONIO FERRER BOLART,del Club Deportivo de Bilbao y su amigo JESÚS DE AZPILICUETA(Navarro) subieron sin guías el año 1935.






en el refugio Solvay,en la puerta de entrada de pie Azpilicueta,foto de la revista As 19 de Agosto de 1935.


ALTA MONTAÑA,EL MONTE CERVINO
En Octubre de 1935,unos pocos meses después de llegar a Bilbao escribe un artículo en la revista del Club Deportivo que por su interés lo reproducimos:
¡Como llama la atención esta gloriosa cima de los Alpes Suizos!
Cuantas veces no habremos soñado con ella,con sus ventisqueros y glaciares con sus aristas vertiginosas y con la conquista de la cumbre.
Al fin nuestro sueño se ha realizado.La gran montaña suiza ha sido escalada por segunda vez,por montañeros del Club Deportivo de Bilbao.
Ángel Sopeña,el veterano montañero que es el exponente más completo que posee el Club,alcanzó la codiciada cima por una de sus aristas menos conocidas, por la arista Zmutt que corta y separa los glaciares de Tiefenmatten y de Matterhorn por el N.O.
Nosotros siguiendo las huellas del veterano hemos salido al campo de la alta Montaña y también hemos conseguido hollar con nuestras plantas la airosa testa del Cervino por la arista N.E. de Hornli.
Estas dos escaladas han llevado el nombre de nuestro gloriosos y benemérito Club al campo internacional  dando a conocer la valía del montañismo vizcaíno.
Zermatt la pequeña aldea suiza de fama mundial,tiene por escenario el panorama alpestre más grandioso que se puedan imaginar.A su alrededor se elevan las cimas más airosas de los Alpes,del Rothoru y Zinalhorn al Cervino y de este al Teodulo,Breithorn,Monte Rosa,Castor y Polux,Lyskanm y Cim a de Jazzi,todos sobrepasando los 3.500 metros y rodeados de la blancura inmaculada de los grandes ventisqueros que los hacen aparecer más erguidos y más esbeltos,como verdaderos monumentos de la naturaleza.
El Matterhorn-Cervino,destaca sobre todos por la airosísima silueta  en forma de magistral pirámide,por cuyas aristas se aventura el montañero,en busca de la máxima emoción alpina,la escalada y la "varapa".
Tras esa emoción fuimos nosotros,y a fé que quedamos convencidos de su sabor agri-dulce,mezcla de encontrados pensamientos,de luchas internas entre la prudencia y la temeridad de ansias de conquista y de desfallecimiento ante nuestra pequeñez;gran cocktail,mezcla suprema que es la base del alpinismo puro.
El riente valle de Zermatt,nos acogió con la más amable de las sonrisas.El aire tibio del mes de Julio,cargado de finos aromas alpestres,era la ofrenda obligada al turista extranjero.El Cervino asociarse a esta bienvenida,dejándose ver completamente despejado,al fondo del incomparable marco de la exhuberante naturaleza lago en el que se reflejan,la diminuta ermita de las Nieves y el Cuerno Blanco(Weisshorn).

La campiña en nuestra peregrinación hacia los pies del coloso,era simpática y atractiva,con los pequeños chalets de madera,como sembrados a volea por las verdes praderas.El hotel del Schwarzsee con el pequeño lago en el que se reflejan la diminuta ermita de las Nieves y el Cuerno Blanco(Weisshorn).El refugio de Hornli situado a 3.289 metros de altura,es el lugar donde afila las armas el montañero y se prepara para la gran empresa.
La salida del refugio se hace a las 3 de la mañana,cuando la noche cubre aún el valle de Zermatt con sus sombras,pero aquí en la altura,los glaciares dan a la naturaleza una luz especial,violácea que permite ver dibujados los contornos característicos de las altas cumbres.

Empieza la labor con un goteo por la lisa roca,seguido de una escalada penosa por una de las aristas que se desprenden de la Hornli y que nos conduce al lugar de la antigua cabaña del C.A.S.
Sigue después un trozo de paso por la arista para nuevamente volver a la escalada,por el interior de la pared E. que tiene por fondo el glaciar de Furggen.Finalmente tras unas horas de duro ejercicio,se pasa la peligrosa Placa Moseley,donde murió este excelente compañero,la cual forma una lisa pared de más de un centenar de metros de altura y desemboca en el Refugio de Solway,punto de reposo obligado para recuperar fuerzas para la última batalla con la gran montaña.
A la salida del Refugio,hay que gatear durante unos metros para elevarse hasta la arista,la cual se sigue un buen trecho.A ambos lados los precipicios se suceden,se aprecian los glaciares cuya superficie brilla bajo el sol mañanero.Del lado derecho(cara norte)vemos dos intrépidos alpinistas de Munich que luchan denodadamente por la conquista del Cervino por dicha cara,se encuentran en lo más escalofriante de la pared nevada norteña,parecen hormigas subiendo por un pan de azúcar,su labor es titánica y al fin vencerán tras un bivouac a corta distancia de la cumbre.
Tras un primer paso de clavijas llegamos al "Hombro"cubierto de nieve,atravesándolo por la misma arista,luego siguen dos de clavijas con cuerdas que causan una gran impresión y finalmente atacamos el trozo final cubierto por una nieve en buenas condiciones.
A las 8,45 de la mañana logramos alcanzar la cima del Cervino,disfrutando de un panorama sorprendente de cumbres de montaña como jamás habíamos visto.
El Club Deportivo quedó prendado a 4.505 metros de altitud.
El descenso lo realizamos por el mismo itinerario,invirtiendo 11 horas en total hasta nuestra llegada a Zermatt,donde los brazos abiertos del amigo fueron los primeros honores del triunfo y desde luego los más sinceros.
La realización de estas ascensiones viene a ser,como el fruto maduro de labor que dentro de nuestra provincia realizamos.Nosotros quisiéramos que todos los montañeros del Club,aprovechasen las vacaciones veraniegas para realizar excursiones y ascensiones a las sierras españolas,a los Picos de Europa,Pirineos,Sierra de Gredos o de Guadarrama,donde  comprobarían que el entrenamiento llevado a cabo en nuestras pequeñas montañas nos pone  en condiciones excepcionales para acometer las mayores empresas
Esto tiene un fin altruista y de interés nacional,pues contribuye al conocimiento de nuestras montañas,de sus bellezas naturales y de los pueblos que se esconden en los repliegues de sus faltas y luego esos conocimientos son difundidos por medio de la prensa,creando así una corriente de turistas hacia dichos lugares beneficiando nuestra economía.
ANTONIO FERRER

MARIANO LOPEZ SELLES,no subió al Cervino por una indisposición.Fue presidente de Montañeros de Navarra,veterano montañero navarro y amigo de Antonio Ferrer,escribió en el periódico "La Voz de Navarra"sobre temas deportivos y sobre todo de montaña.
JESÚS DE AZPILICUETA SOLA,nació en Pamplona 20 de Enero de 1908,de profesión peluquero,en la pamplonica Plaza del Castillo.Fue de la F.V.A. y de Montañeros de Navarra.
Fue socio cofundador del Club de Natación de Pamplona y presidente del mismo,fundado el año 1931.Nadador de Travesías:Urumea,el Sena etc...,destacado ciclista.
Tiene la medalla de plata de Navarra al mérito deportivo
NOTA:Fotos del archivo Antonio Ferrer Bolart-del Club Deportivo de Bilbao
Libro El Club de Natación Pamplona,Fco.Javier Sánchez Uzcarre,foto de Jesús Azpilicueta Sola.
En el mismo blog pueden consultar:Antonio Ferrer,el Hombre de las Cavernas.
Dedicado a su hija Margarita Ferrer.
"Una tarde cualquiera,en algún picacho del Alluitz,del Mugarra o del Amboto,bajo el aire abrasado en que se embebe la imponente crestería,podrá Ferrer,mirando ya muy atrás en su vida montañera,bendecir plenamente al Señor,que le dió el señorío de las cumbres con esa ardiente generosidad que anima a todos los que han vivido algo muy bello y necesitan que transfunda a los hermanos del camino"J. de Urazur,La Gaceta del Norte

Cesar Estornés Ibargüen,presidente de la Comisión de Montaña,del Club Deportivo de Bilbao

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