HISTORIAS DE SASTRES EN BILBAO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS


EL MERCADO DE BILBAO, LA PESCADERÍA EN LA CALLE LA RIBERA.


LOS ENEMIGOS DEL CUERPO SON TRES, EL CASERO, EL SASTRE Y LA MUJER.
NO MUDES DE SASTRE MIENTRAS NO LE PAGUES.
AL SASTRE HARAGÁN, CUANDO LA AGUJA, CUANDO EL DEDAL.
ENTRE SASTRES NO SE PAGAN HECHURAS.
BUEN HOMBRE, PERO MAL SASTRE.
SASTRE JOROBADO VISTE A LOS QUE ANDAN DERECHOS.
SASTRES Y ZAPATEROS, A CUAL MÁS EMBUSTEROS.
COJO Y SASTRE NO ES DESASTRE.

DE  LA MELANCOLÍA DE LOS SASTRES
Charles Lamb, fue un escritor inglés 10/2/1775 que murió 27/12/1834, que pasó la mayor parte de su vida observando a la luz 
de la filosofía los caracteres inherentes a las diversas profesiones, artes y oficios y dice entre otras cosas lo siguiente.
El sastre es melancólico, el peluquero apasioando, el albañil alegre, el portero hablador, el literato incostante, el músico fantástico, el pintor de decoraciones libertino, el pescador meditabundo, el herrero insensible.
¿Quién vio jamas un sastre alegre, jovial, atolondrado, animado o petulante?.
La melancolía forma parte de su profesión y así es que cuando se encuentra en la calle un hombre delgado y de mediana estatura, con el sombrero inclinado sobre los ojos, pelo negro, aire distraido que va rozándose por las paredes y tan de prisa que parece no rozar el suelo, exclaman todos al momento "He ahí un sastre".
Y aunque no lleve debajo del brazo el envoltorio de seda, símbolo de su arte. Nadie le habrá visto nunca en la calle con el cigarro en la boca y silbando como un carretero, ni en postura académica como el peluquero que en sus horas de descanso sale a la puerta de la tienda a requebrar a las muchachas de la vecindad, ni codeando a diestra y siniestra como el panadero que se abre paso a fuerza de empujones por entre la multitud, nicomo el enamorado que anda y se ríe, halagado sin duda con la esperanza de una felicidad pasajera.
Por lo general el sastre evita las públicas miradas y se sustrae a la curiosa observación.
Jamás hubo un sastre, alborotador, gracioso o revolucionario. Puede llegar a ser objeto de burlas, pero de ninguna manera burlador.
Económico en todo, menos en las cuentas, escasea con intención sus palabras, únicamente se sonrie de cuando en cuando con los generosos parroquianos a quienes sacrifica.
Un sastre inglés no tan célebre por sus corte, como por su originalidad se hizo el retrato de si mismo, que puede ser muy bien el todos los artistas de la cofradía, en las siguientes palabras:
Nací bajo el signo de Escorpión, alumbró mi vida y meció mi cuna Saturno, el planeta de los rayos de plomo. La soledad me gusta mucho más que el trato del mundo, las gracias y agudezas de los demás no me divierten sino a medias.
El más desvergonzado de todos los habladores es el barbero. No hay filósofo, ni político, ni hombre de estado, ni periodista que trate las cuestiones intrincadas con tanto aplomo como el barbero, ni que se eleve a consideraciones tan altas.
El peluquero por el contrario, cuando ha peinado a un individuo según las reglas del arte y las prescripciones de la moda, se alaba a si mismo, vuelve a todos lados la cabeza del paciente y le hace mirarse veinte veces al espejo y concluye con estas palabras: Aunque meta usted la cabeza en un cubo de agua no se despeinará.
El sastre es el reverso de la medalla, que gravedad, que nobleza cuando enseña los cartones de muestra. En vano tiene todos los colores del arco iris, los ricos terciopelos, los brillantes casimires, permanece indiferente a estas vanidades, aún más las desprecia.
Para él no hay más realidad que su profesión, lo demás le importa poco.
Podemos recordar lo que decía un célebre caballero muy antiguo: Ni el brocado me enorgullece ni la estameña me envilece.
El sastre es a la vez orgulloso y modesto.
El sastre es un ente inmóvil, cruza las piernas seis días a la semana a la manera de los turcos que son hombres melancólicos.
El sastre  en su tienda, es decir en su palacio, en su ministerio, apenas baja la cabeza cuando entra cualquiera y frecuentemente no le pregunta que se le ofrece. Está embebido en sus cuentas o en sus cortes, se ocupa muy poco de los demás y únicamente cuando el parroquiano le dice que le tome la medida de un pantalón o un chaleco.
Hay honrosas excepciones, tanto más estimadas cuanto más raras.
Hay sastres que son graciosos por naturaleza, también por oficio, los conocemos habladores (estos son muy pocos) y dudamos de que haya alguno revolucionario, pero esto no destruye nuestro axioma:

"La persona más melancólica del mundo es el sastre"


En el año 1522 existía la Cofradía de Santiago, de los Sastres y Tundidores (persona que corta el pelos de los paños con tijera), de Santiago de Vitoria se reunen para que se de mayor fuerza y vigor a la cofradía y sus ordenanzas, sobre todo a lo relativo al examen e inspección de los oficiales de sastre en sus oficios.

Entre 1589 a 1590 Una Real Carta ejecutoria en Villaro- Areatza,
pide expulsar de Vizcaya a Francisco de Ocaranza, sastre por ser proveniente de judíos. Fue una Real Ejecutoria del 31 de mayo de 1589, para expulsarlo a él y a sus sucesores.
Con el gremio de maestros sastres, había otros gremios los calceteros dedicados a confeccionar calzas de paño.
Los jubeteros se dedicaban a la confección y venta de jubones y jubetes, en algunos ciudades tenían gremio propio.
Los greguescos hacían pantalones o calzones de hombre.
Los cordoneros, los que hacen y venden cordones, flecos y otros objetos textiles, elaborados principalmente con el cáñamo. Cordones de cotilla, torzales, presillas, borlas y cofias de torzal.
Estas especialidades dentro de la sastrería tenían que tener mucho cuidado en no inmiscuirse el uno en el de otro, así lo decían las ordenanzas. Con el tiempo todos estos oficios de la edad media desaparecieron y solo existió el oficio de sastre.
Pocos maestros jubeteros había en Bilbao, Pedro Zuazo y Juan Gandasegui, vecinos de Bilbao años 1632 y 1655.
Muchos más calceteros Pedro Epalza, año 1550 era vecino de Bilbao y compra tres fardales de lienzos, diferentes varas de paños pardillo de Aragón, mantesa y cosneos.
Pedro Olagorta, Sancho de Lezamiz, Juan Belaunde, Martín Gaveza y Juan Arratia Urgoitia, que compra unas calzas de terciopelo con sus tafetanes de raso. Todos ellos en los años que van del 1550 hasta el 1600. Una calcetera Catalina Castaños y Juan Martínez Iturriaga.
Estas profesiones van desapareciendo a medida que los sastres van haciendo muchos de esos trabajos en sus talleres de sastreria, para desaparacer casi totalmente siglos XVIII y XIX.


En los años 1600 estos son algunos de los maestros sastres que ejercían en Bilbao: Juan Asteiza, Mateo Arregui, Miguel Bengoechea y Marcos Elorriaga, los dos primeros eran maestros examinadores en Bilbao, juramentados por el Señorío de Vizcaya.
Domingo Sagarmínaga en el año 1681, tenía tienda abierta al público en Bilbao. Vivía en la calle Tendería en un cuarto bajero y estaba casado con Antonia Mirandona Arbolancha en Begoña el 16 de noviembre de 1676. Tuvieron tres hijos Manuel 1683, Manuela 1684 y María Bentura 1686. Domingo nacio en Orozko y fue bautizado el 21 de octubre de 1653, en el archivo figuran algunas reclamaciones judiciales que hace a sus clientes por impago, recados y vestidos. Murió en Zaldíbar el 5 de abril de 1747.
Juan Asteiza, era maestro examinador de oficiales sastres Juramentados del Señorío de Vizcaya, también hacía tasaciones.
En el año 1598 vivía en Amorebieta y vende un rocin a un vecino suyo por 34 ducados. A Juan le nombran Jocalero de la Sacristía de San Antón de Bilbao.
En año 1734 se habla del mantenimiento, caminos y calzadas, desde el Puente de Olachu a la casa de la Pólvora a San Antonio de Padua, en el barrio de Bilbao la Vieja donde existía una imagen del santo.
Seguía la ruta hasta el mojón de Alonsótegui y luego al puente de Castrejana que conduce al Santuario de Santa Águeda.
Este santuario quizás sea la actual ermita de Santa Águeda que esta al borde del camino de Santiago, en la ladera del Arrolatza.
José Urcullu y su mujer Isabel Horno, tenían una hospedería junto al Santuario de Santa Águeda, quizás por estar al borde del camino de Santiago.
La casa de la Pólvora, estaba en Luchana junto al puente se creó en el año 1707, aunque posteriormente existió otra casa de la pólvora en el Monte Cabras de Bilbao años 1760.
La Gabarra era un barrio de Allende del Puente en 1704 y el puente de Olachu junto a él había una presa, estaba situado entre Venta Alta  y a la Venta de Beteluri, estaba en el término de Arrigorriaga
La casa de Marzana extramuros de la villa hasta el paraje de Arbieto que termina en el camino de Castañiza. 
Lo que demuestra que la veneración del San Antonio de Padua tenía una antiguedad y una singular devoción, los sastres eran un gremio numeroso y con poder social y económico al tener muchos afiliados en Bilbao.
Una Real Cédula de mayo de 1790, prohibía a cualquier gremio el ejercicio y conservación de sus tiendas y talleres a las viudas que contraigan matrimonio con gentes que no sean del mismo oficio de su primer marido.
En el año 1790 el valle de Llodio tenía su cofradía de sastres, de San Antonio de Padua.
La Cofradía de San Antonio de Padua de Bilbao, se reunían en la Iglesia de San Antón. Hay una imagen de este santo en la iglesia de mediados de 1700. En esa iglesia tenían depositado su cuaderno de ordenanzas del gremio de sastres en el año 1803.
Los mayordomos de la cofradía no dejan que los maestros sastres, puedan escoger a todos los aprencices que se les antoje.
Las ordenanzas de todas las cofradía se tenían que presentar al ayuntamiento correspondiente para su aprobación, en el Libro de Acuerdos del Ayuntamiento. Se pide que los cofrades obedezcan a la Diputación General de Vizcaya.
En el año 1800 se deniega la aprobación de las ordenanzas presentadas por la cofradía de los maestros sastres.
Ramón Gorostiaga y Marcos Careaga, eran Mayordomos de la Hermandad en Bilbao y tenían su cuaderno de ordenanzas.
Tres años después en 1803, en la Iglesia de San Antonio Abad, bajo la protección de San Antonio de Padua.
Se castigaba a los aprendices de sastre que se fugaban de la casa del maestro sastre, incumpliendo el contrato firmado por sus padres previo pago del aprendizaje, en este caso el maestro sastre se llamaba Antonio Uriarte y aconteció en el año 1831.
En el año 1812 a los sastres les encargan la confección de uniformes para los batallones de Vizcaya.
Existían maestros examinadores, para dar el título de sastre: José Axpe, Bartolomé Olano, José María Embeitia, Fermín Atucha, lo mismo que para maestros de obra prima (zapateros).




LA IMAGEN DE SAN ANTONIO DE PADUA, PATRÓN DE LOS
SASTRES. IMAGEN QUE SE CONSERVA EN LA IGLESIA DE
SAN ANTÓN EN BILBAO, OBRA DE JUAN PASCUAL DE MENA 1707-1784.

Expediente promovido por el gremio de San Antonio de Padua de la
villa de Bilbao contra Sabino del Burgo, Juan Ibañez, Juan Martín de Aristorena, Juan Bulfy Martínez, Juan Rodriguez, Pedro Baquero y otros forasteros para que no trabajen en el oficio de maestro sastre, con taller abierto sin la genealogía y los requisitos exigidos por el Fuero de Vizcaya año 1815.

Sabino del Burgo en el año 1835 ya ejercía como sastre en Bilbao, de Seguridad Pública se dijo que observaba buena conducta política a pesar de haber sido realista. En 1835 pertenecía al ejército carlista.
Juan Ibañez se realizó su genealogía y limpieza de sangre pudiendo trabajar como sastre sin ningún impedimento, en fecha posterior al año 1815.
Juan Martín Aristorena Ijurra natural de Lacunza ( Navarra), presenta una genaelogía y limpieza de sangre incompleta en 1826, residía en Begoña y se la rechazan, la nueva al año siguiente es aprobada, Juan Martín estaba en Bilbao desde el año 1815.
Se aprueba la solicitudad de limpieza e hidalguía de Juan Rodríguez que estaba en pleito con el Corregidor en los años 1814-15, hasta 1816.




Archivo-Biblioteca Nacional de Madrid



LA COFRADÍA DE LOS SASTRES
La Cofradía de San Antonio era en Bilbao la que agrupaba a los sastres y maestros sastres que sumaban unos ciento veintiseis, desglosados en sesenta y cuatro maestros y sesenta y dos oficiales, aunque el conjunto de sastres y costureras alcanzase un total de setecientos. Citaremos algunos maestros sastres: Pedro de la Colina, Rufino Lamana, Juan Antonio Goya, Felipe Echegaray, Luis Mogrovejo, Venancio de Azua, Pantaleón Isla, Juan José Moronati, Manuel Porset, Rufo Martínez Murga. Tenían fábrica de lienzos Vicente Velilla y Eduardo Coste Vildósola. La Economia y Sociedad Bilbaínas en torno al Sitio de 1874. Manuel Basas Fernández.



Para hacernos unos abrigos o trajes de invierno, o una buena capa o cualquier otra prenda podíamos acudir, a los señores de las sastrerías Moronati, Martinez, Mogrovejo, Echegaray, Lozano o Arisnea. Todos estaban en el Casco Viejo, donde además podías cubrir nuestra cabeza con un buen sombrero (un borsolino) donde Saralegui o Montes. Los botines siempre con tres suelas o de charol o satén que se vendían en zapaterías como la Bota de Oro, Respaldiza, Félix Urrutia o Santiago Lecumberri.
Las prendas de abrigo que usaban los bilbaínos en 1886, por ejemplo en la calle Ascao el establecimiento Ciudad Condal, temporada de invierno se preparaba con ricos peluches, astrakanes, escoceses y veludillos. Calzoncillos blancos y de color, largos y cortos. 
Había que comprarse paraguas donde Capitaine, la viuda de Hernández calle de el Correo, en Artecalle  Pedro Muñoz.
En el almacén de paños y sastrería de Martínez y Albets, en la calle Correo con la Torre, con gran novedad de paños nacionales y extranjeros. Un capote valía cuarenta y cinco pesetas, un traje desde cinco duros, un pantalón veinte pesetas, una corbata 1,25 pesetas, una camisa a medida una peseta.




FACTURA DE SASTRERÍA MORONATI DE 1935, DOS TRAJES A DON GUILLERMO
WAKONIGG HUMMER, CONSUL DE AUSTRIA-HUNGRIA QUE FUE FUSILADO EL
19 DE NOVIEMBRE DE 1936, ACUSADO DE ALTA TRAICIÓN POR LA REPÚBLICA,
SUS SUEGROS GASTÓN POIRIER BLANCHARD Y DANIELA BOLIVAR ICAZA
DUEÑOS DE LA FAMOSA TIENDA GASTÓN Y DANIELA.
Del Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia




LOS SASTRES DE LA PLAZA NUEVA:
Santos Larrea, Plaza Nueva, 4  1878.
Juán Eguía, Plaza Nueva, 8  1883.
Domingo Inchausti, Plaza Nueva.3   1883.
Emilio Arcala, Plaza Nueva 1891-1892.
Hipólito Guillerna, Plaza Nueva,10, instala un figurin publicitario en la fachada, taller de sastrería. Sociedad Guillerna Hermanos, en la Plaza Nueva,9.
Dionisio Rodriguez, Plaza Nueva 1, en 1889.
Francisco Wiedemann "The London House", año 1905 Plaza Nueva diez.
Sastrería Mogrovejo año 1907, Plaza Nueva diez, la viuda de Mogrovejo marchan a la calle Gran Vía ocho.
Sastrería Adolfo Ruiz, Plaza Nueva ocho en el año 1914.
Félix Meler Sastrería, en la Plaza Nueva cuatro en el año 1916,
Félix empezó como sastre en la calle de La Cruz,11 en el año 1912, pasó a Sombrerería, 10 en 1912/13 a la Plaza Nueva en 1916 y al final en Viuda Epalza,12 años 1922/23.
Dionisio Rodríguez era sastre con despacho en la calle Arenal diez y ocho y la sastrería se llamaba El Águila en el año 1894.








LA CAMISERIA INGLESA

ALGO SOBRE EL MAESTRO DE ESCUELA LORENZO MÚGICA PEREA.
Juan Antonio Bulfy nacido el 10 de febrero de 1866, aprendió sus primeras letras con don Lorenzo Múgica Perea.
Era el clásico maestro de las escuelas municipales dependiente del ayuntamiento, siempre escribiendo cartas al consistorio pidiendo arreglos por las distintas escuelas por donde pasó, tejado, goteras, material escolar, pupitres.
Había nacido en Orozko el 10 de agosto de 1822, se casó dos veces en Álava donde pudo estar destinado. La primera vez con Isabel Aramburu Guevara el 4 de mayo de 1842 en Vitoria y la segunda boda con Bárbara Ortíz Zarate el 11 de febrero de  1850 en Legutiano (Alava). Tuvo cuatro hijos dos fallecidos prematuramente, dos nacidos en Vitoria y dos en Bilbao.
Era maestro de Instrucción Pública de primaria, escuela del segundo distrito, da clases nocturnas a los adultos, dio clases en la Escuela de La Ribera donde se jubiló, fue condecorado y el grupo escolar llevaba su nombre. Muchas generaciones de niños y mayores pasaron por sus manos, fue un maestro querido por las gentes de su época con dedicación y entrega a su profesión.






EL SACRISTÁN DE SAN NICOLÁS DE BARI
Se llamaba Vicente Gorroño Menchaca, nacido en Bilbao y bautizado el 28 de octubre de 1796, recibió las aguas bautismales en los Santos Juanes. Se casó Jacinta Gastañaga Elesaga el 29 de marzo de 1819 en Santiago.
Fue guardia de honor de Bilbao y en el año 1863 renunció al oficio de sacristán.
En el año 1834 quiso salir a trabajar en su oficio de sastre, por los pueblos, pero por avatares de la guerra no se le permitió.
Murio en Bilbao el 26 de septiembre de 1867 a los 71 años.
 

DEL ARENAL AL MUELLE DE LA SALVE 1920, EL PASEO DE UN DOMINGO

El gremio de sastres "San Antonio de Padua" en el año 1815, se pronuncia contra los siguientes sastres: Sabino del Burgo, Juan Ibañez, Juan Martín Aristorena, Juan Bulfy Martínez, Juan Rodriguez, Pedro Baquero y algunos otros forasteros  porque trabajan enn el oficio de maestros de sastre  con taller abierto, sin tener resuelto su genealogía requisitos exigidos para poder trabajar, según el Fuero de Bizkaia.
Sabino del Burgo, además de sastre durante el trienio liberal, prestó servicios como espía y suministró munición, en la primera carlista en 1834 perteneció al ejército carlista.
Estaba casado con Josefa Ignacia Aremberri, en la iglesia de San Antón en el año 1811.
Juan Martín Alcasena Aristorena, era originario de Lakunza y se ganaba la vida de sastre, residía en Begoña.
Para avecindarse en Bilbao y ejercer la profesión presentó un expediente en 1826 que estaba incompleto, el 21 de junio de 1827 se dio la conformidad al segundo expediente.



ANTONIO ELORRIAGA SASTRE DE BILBAO SE COMPROMETE A CONFECCIONAR 
700 LEVITAS PARA LA MILICIA URBANA DE BILBAO AÑO 1834.
Archivo Diputación Foral de Bizkaia.






LOS SASTRES TOMAS SAGARDUY Y RUFINO LAMANA MAESTROS SASTRES DE
ESTA VILLA, LE COMUNICAN AL SEÑOR COMISARIO DEL VESTUARIO DE LA
MILICIA URBANA, POR LA QUE SE OBLIGAN A LA CONFECCIÓN DE 700
LEVITAS PARA EL EXPRESADO CUERPO AL PRECIO DE 32 REALES CADA UNA,
CON SU FORRO Y ENTRETELA BIEN TRABAJADOS AL EFECTO DE LA CONFIANZA 
QUE CREO NECESARIA, CIRILO PÉREZ DE NENÍN ERA EL COMISARIO DEL 
VESTUARIO EN EL AÑO 1834, TAMBIÉN FUE CÓNSUL DEL CONSULADO DE
BILBAO Y ALCALDE DE BILBAO, Archivo Diputación Foral de Bizkaia.



Rufino Lamana Lecea, sastre nació en Bilbao y fue bautizado el 17 de noviembre de 1803 en San Nicolás de Bari.
Su padre Felipe Lamana Cárcamo, nacido en Vitoria el 14 de septiembre de 1771, era el segundo violin de la Capilla de Música de la Iglesia de Santiago. Su mujer se llamaba María Josefa Lecea Landaluce, nacida en Bilbao en el año 1780 y se casaron en los Santos Juanes el 22 de enero de 1802.
Rufino se casó con María Magdalena Arangoena Eguía en Bilbao el 6 de noviembre de 1825.
Sixto Lamana Castejón tenía camisería em la calle Lotería,1.
En 1887 pasa el negocio a Bidebarrieta 2 y luego al 13.
Se casó con Celestina Garate Landeta, el 23 de septiembre de 1894 en Santiago. Murió el 7 de febrero de 1934 con 73 años.
Tuvo varios hijos Sixto, Rosa, María Ángeles, siguió el negocio con el nombre de Sucesores de Sixto Lamana.


FACTURA DE TOMAS SAGARDUY, AÑO 1858
Del Archivo de la Diputación Foral de Bizkaia.



Tomás Sagarduy Errica, maestro sastre fue un voluntario realista nacido en Basauri y bautizado el 21 de diciembre de 1806. Sus padres José Sagarduy Yraola y Ramona Errica Bustinza.
Este sastre confeccionaba la ropa militar que le encargaba lo mismo el ayuntamiento que la diputación.
Todos estos maestros sastres tenían serios problemas para cobrar los encargo, principalmente por su retraso causando un serio trastorno a los sastres que no podían afrontar el desembolso de la materia prima.
En el año 1835 le deben los uniformes suministrados a los Salvaguardia. En el año 1848 una obligación y fianza de Tomás Sagarduy, rematante y fiador a favor de Juan Bautista Bulfy para la fabricación de 200 chaquetas, 200 pantalones, 200 pares de botines dedicados a los Miqueletes del Señorío de Vizcaya.
Un año después le faltan por cobrar 4900 reales de los 200 uniformes del cuerpo de Miqueletes.
Otro encargo de paños y confección de uniformes para la División Vascongada.
Confeccionaba capotes para los paisanos, gabanes para los guardias municipales, en las testamentaría hacía periciales. Tenía su tienda de sastrería en la calle de La Cruz seis. Tomás Sagarduy murió en Bilbao el 16 de septiembre de 1887.

Antonio Elorriaga maestro sastre, reclama al Ayuntamiento de Portugalete la cantidad de seis mil reales, por cincuenta uniformes y gorras para milicianos, también hacía periciales en las testamentarías.
Pero en los mismos años  que van 1823-24 y 26 reclama seis mil reales del vestuario de la Milicia Local encargado por el Ayuntamiento Constitucional.

TELAS DESAPARECIDAS, QUE USARON ALGUNOS GREMIOS JUBETEROS, CALCETEROS Y SASTRES.
Anascotes, era una tela cruzada de lana peinada, lisa y áspera se usaba para los mantos.
Holandas, tela originaria de Holanda, paño de lienzo muy fino.
Bombasí, tela de algodón, gruesa, afelpada y tupida usada para pañales y ropa de bebé.
Fustanes, tela de algodón gruesa y tupida se utilizó mucho esta tela entre los siglos que van XVI al XIX.
Fustanes, tela gruesa de algodón utilizable para forros.
Cotolines, tela 63% algodón y 37% lino para hacer visillos y cortinas.
Cañamacabas, puede ser una tela antigua de cáñamo.
Cotonia, lienzo o tejido de hilo y algodón con listas a lo largo.
Terciopelo, se usa en la actualidad, tela velluda que se teje en un telar.
Tafetán, paño de seda satinado de sonido crujiente con hilos de urdimbre y trama.
Tornasol negro, tela que puede cambiar el color.
Conesas, tela de malla, ligera y traslúcida que se frabica en seda.
Cariseas negras, sarga que se fabricaba con lana, tejido ligero.
Telillas, tela muy fina.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS LEZAMA LEGUIZAMÓN- SEGUNDA PARTE

MIGUEL DE LA VÍA MARTINEZ, LA TORRE DE LOIZAGA Y LA CASA DE OCHARAN

EL BARRIO CHINO DE BILBAO,LA PALANCA AÑO 1942-Segunda Parte