y la realidad es mía."
"Los que la quieren de verdad, dicen que La Otxoa es a Bilbao, lo que Frank Sinatra a New York o Carlos Gardel a Buenos Aires".
La calle de San Francisco a principios del siglo XX en un día festivo. foto del periódico El Correo. |
Donde vivía la familia Nielfa en San Francisco 81, en sus bajos siempre existieron tabernas donde solo servían vino peleón y posteriormente bares- restaurantes de más categoría. A la taberna de Carmen Gandiaga, el consistorio bilbaíno le multó con 25 pesetas por vender vino no apto para el consumo.
En el año 1986, firma un manifiesto Ciudadanos por la salida de la Otan, muchos artistas, intelectuales y escritores, periodistas y por allí aparecen firmando, Jon Juaristi, Luciano Rincón, Juan Etxanobe y la Otxoa entre otros.
Tiene un extenso repertorio de canciones, la más emblemática "Libérate" ser mariquita no es un delito. La estrenó en las fiestas de Bilbao y se convirtió en un himno.
Fue en junio de 2005, cuando actuó en Eibar por los San Juanes con los Chimberos, iba ataviada con un traje de lentejuelas moradas y una peluca del mismo color. En el escenario un grupo de baile y unas fotos de Marilyn Monroe o Marlene Dietrich.
Se arrancó con la Remolino y poco a poco fue encandilando al público, mientras caí un incesante sirimiri.
Con sus chistes más o menos afortunados: "Yo estoy loca porque nadie me la toca", "Eso no es un bigote, es un felpudo, ven que te pongo "Ongi- Etorri".
A lo largo de los finales del siglo XIX y principios del XX, por allí pasaron otros taberneros, la taberna de Agustín Martínez, Antonio de Miguel, Juan López, un establecimiento de ultramarinos llamado "La Competidora", la sastrería de Bernardino Freijó, un barbero que tenía en su fachada dos "bacías" Antonio de Miguel y más tarde Juan López, un taller mecánico de carpintería y todos en los bajos de San Francisco 81, el dueño de esa casa a principios de siglo XX era Francisco Hurtado de Saracho, también poseía el número 83.
Las tiendas donde compraba su madre eran, La Tijera de Oro en San Francisco, 21. Cuando llegaban las lluvias a Bilbao, impermeables, gabardinas, gabanes, pellizas, chalecos y capitas.
Antes fue sastrería la de don José Cereceda en 1894 y en el año 1934 cambió de dueño a favor de Antonio Salichs.
Otra tienda conocida de la familia, fue El Abanico, en San Francisco,39 su dueño se llamaba Juan Benito Besga el padre de los montañeros, en este lugar se podía comprar mercería, ropa en general y bolsos.
Existieron las llamadas "Casas para Dormir" la de Martín Larrea en San Francisco 81, en el epígrafe que comprendía las Casas de Huéspedes, aunque siempre estaban situadas en calles más marginales y de más pobreza, Las calles de las Cortes, Laguna, Bilbao la Vieja. Eran viviendas muy reducidas, compartiendo habitación y cama con más gente, a veces dormían en el suelo o encima de una estera. No existía ventilación y el calor era asfixiante y la higiene pésima, se compartía el catre con multitud de chinches.
Se podía incluso dormir una noche por diez céntimos, las redadas en estas casas de dormir eran constantes, se refugiaban, delincuentes, alcohólicos, discapacitados, también solía ser un foco de epidemias de tifus y cólera.
En la calle San Francisco se hallaba el viejo cuartel, donde a pesar de las batidas había más ratas que soldados. Era el cuartel Reina Victoria, recuerdo el denuedo con el que oficiales y soldados procuraban hacer habitable ese caserón.
Mandaba el regimiento el coronel Murga quién a pesar de su aspecto temeroso, era un bonachón con inmensos bigotes y con muy buenos sentimientos.
Una noche un "jebo" que acababa de entrar en filas, llegó al cuartel cuando ya habían cerrado las puertas, después del "toque de retreta" y no se le ocurrió mejor cosa que sentarse en el bordillo de la acera y esperar a que tocasen diana. Pasó por allí alguien de paisano, era el coronel Murga y preguntó al soldado que no conocía ¿qué haces aquí?. El soldado le miró de arriba abajo y con indiferencia contestó: "Estar" ¿Por qué no entras?, esos sinsorgos han "serrado" la puerta y no quieren abrir.
Pues yo soy el coronel Murga ¡No fastidies!, al coronel le hizo tanta gracia esta respuesta, que le abrió las puertas y le perdonó el retraso.
El puente de Cantalojas, era una especie de puente de los suspiros, con menos agua y más humo, por allí salió el Regimiento de Garellano con destino a la guerra en Marruecos en el año 1921.
Y aquellas mujeres que se instalaban en los portales, bajo una luz mortecina sobre los que colgaba un cartel que decía "Se cogen puntos a las medias", sobre un vaso de Duralex en los años 1950.
La Ley de Vagos y Maleantes entró en vigor con la República en el año 1933, y fue cuando se despenalizó la homosexualidad.
Esta ley iba dirigida a rufianes, proxenetas, mendigos profesionales y los que explotan a los menores.
Con Franco se reinstauró la persecución a los homosexuales.
Luego vino la ley de Peligrosidad Social, sustituyó a la de Vagos y Maleantes, con penas de hasta tres años de cárcel, multa y destierro.
La mujer de Niki Lauda, se llamaba Marlene Knaus Rubio que guarda un grato recuerdo de su niñez y juventud vividos en Bilbao.
Iba al Colegio Alemán, un día que salía del Estudio de Otaño, solía acostumbrar a dar un largo paseo por la Palanca hasta bajar a su casa.
Las Cortes era el barrio chino con más personalidad, de todos cuantos he conocido, la ropa colgada, bombonas de butano en los balcones y las putas en los portales a la espera de clientes, las vecinas se hablaban de balcón a balcón, alguna riña entre vecinas pero sin ser lo de ahora, sin sangre de por medio.
De pronto me tropecé con un ciego y más rápido que Miki Lauda, comenzó a palparme de arriba abajo y me dijo: ¡Qué buena estás!.
Era hija del pintor y actor austriaco Robert Knaus y su esposa Elena Rubio Baraona, las hijas eran tres chicas y un chico.
El sastre de la calle Hernani, Aurelio Pérez su dueño, medio siglo vistiendo a los macarras y sus chicas, la sastrería se llamaba Milán y estaba a la mitad de la cuesta de la calle Hernani.
Era el Giorgio Armani de las proletarias del sexo, vino de Belorado donde vestía a sus paisanos de pana, con olor a choto y boñiga de vaca.
Dejó su tierra para empezar a trabajar de sastre haciendo piezas, para la vetusta firma de Sucesores de Dámaso Martínez, en el Casco Viejo.
Hubo un tiempo, en que se hacían trajes de terciopelo difíciles de trabajar, chaquetas con dos aberturas, los macarras antiguos la siguen usando y los nuevos sin aberturas.
El "maca" a la antigua usanza, tiene cierto aire de banderillero con la rapidez mental que da el hambre canina y los modales del señorito andaluz.
Hubo un tiempo que me harté a cortar pantalones campana, luego vino la avalancha neo-macarra de pantalón ceñido y cazadora.
En las vísperas de Noche-Vieja se me amontona el trabajo, las chicas y sus hombres se van de fiesta y estrenan traje.
JOSÉ ANTONIO NIELFA "LA OTXOA":
La familia Nielfa- Antón con José Antonio de chaval. |
Y sin más divagaciones pasamos a contar la vida de José Antonio Nielfa, posteriormente más conocido por su nombre artístico la Otxoa.
Nació en Bilbao el 11 de septiembre de 1947, en la calle San Francisco, 81 esa casa hoy ya no existe, se derribó por una remodelación urbanística. Desde su casa se podía ver el viejo cine Salón Vizcaya, inaugurado un jueves 14 de marzo de 1910, por allí pasaron cupletistas, humoristas, Nati la Bilbainita, Emilia Bracamonte, las Gallegas, José Antonio no conoció esa época pero hubiera sido muy de su gusto, solo llegó a ver ya de chaval la sesión continua de cine de las tardes, cuando ya solo era una ruina de lo que antes fue. Otro cine a la vuelta de su casa junto al puente de Cantalojas, el cine Colón del año 1954, se abrió para hacer la competencia al Salón Vizcaya.
Pero a él le gustaba más el Ideal Cinema, era un buen cine con grandes programas cinematográficas en aquellos años. La butaca a una peseta con programas dobles y triples, te pasabas toda la tarde calentito y con formalidad porque entonces había acomodadores.
Su calle tenía mucha vida, mucha animación, comercios, bares, restaurantes. Aunque el no llego a conocerlo, allí vivió los últimos años de su vida José Luis Pitarque en San Francisco,63-2, murió el 12 de abril de 1944, de una cirrosis hepática.
El cine Colón se cerró el 15 de septiembre de 1968, para hacer un bloque de viviendas, ya no era negocio.
Su padre se llamaba Cesar Nielfa y era vallisoletano, en sus primeros tiempos fue mecánico y luego metido en los negocios de hostelería. Su madre Feli Antón, nacida en Bilbao y de profesión sus labores, pero también le echó una mano a su marido en la cocina, se conocieron en Valladolid y en la Quinta Parroquia de Bilbao se casaron.
Tuvieron un bar llamado Cesar, estaban muy relacionados con la hostelería en Bilbao, emparentaron con Pura Iturralde la cocinero de Santi el Marinero, famoso restaurante junto a la Plaza de Toros y un buen sitio para comer la merluza rellena.
José Antonio estudia con los Claretianos, en la plaza del Corazón de María. No guarda buenos recuerdos de aquellos años, por el sistema educativo tan opresivo y que los curas daban mucha leña, también un cierto espíritu rebelde propio de la edad y que a él no le gusta estudiar, va buscando otra cosa y comienza su aprendizaje en la hostelería. Después del colegio con siete u ocho años va al bar.
Con nueve años estaba sirviendo chiquitos en el bar de Lecumberri, que eran sus tíos Marisa y Juanito, cerca del puente de Cantalojas.
Como no llegaba a la barra se subía encima de un cajón de madera y servía los chiquitos en aquellos vasos de cristal de culo gordo.
Aunque era mayor que él, en Calzados La Palma calle General Salazar, esquina San Francisco trabajaba, Angelillo Barredo, El Niño de la Palma o Colorines, años después se dio a conocer en La Palanca.
Un día Colorines, pidió la cuenta en la zapatería y se marchó con el Circo Castilla, actuó por toda España, en todos los night-club del mundo del espectáculo y ya en el ocaso de sus días terminó en la calle de Las Cortes, actuando en los cabarets del lugar.
Igual que la Otxoa, Colorines acudió a las clases de canto de Amparo Bilbao, que tenía el estudio encima de Calzados la Palma, donde él trabajaba.
Esta zapatería la fundó Sabino Menéndez, en el año 1925, hasta pasar de la calle San Francisco a la calle Correo en el año 1944.
En el bar Lecumberri predominaba el ambiente taurino, en un sitio preferente y dominando el bar, estaba la foto de Joselito, Belmonte y Martín Agüero.
Por allí aparecieron una serie de toreros que se encumbraron allá por los años 1950-1960.
Manolo y Rafael Chacarte de Baracaldo, Manuel Iglesias "El Califa de Llodio", Julio Espadas el joyero de Indautxu, los Hermanos Agüero Martín y Manolo, "El Chico de Vista Alegre" Francisco Morán, Morenito de Zabala, siempre impecable.
Y los tertulianos Guillermo Gorostiza "Bala Roja", el torero "Lladito" Gregorio Lladó y Pedro Lecumberri, rejoneador.
José Antonio acudía al fútbol los domingos y Ricardo Isurri el de la carpintería de García Salazar. Le proporcionaba las palomas mensajeras de su palomar a Mora un vendedor de lotería, él y José Antonio se iban a San Mamés, soltaban una paloma blanca cada vez que el Athletic metía un gol y una gris cuando le metían un gol, estas palomas sobrevolaban San Mamés y se iban directamente al Sanatorio de Santa Marina, una institución muy querida en Bilbao, por donde pasaron muchos enfermos del lugar.
Los pacientes estaban informados en todo momento de los resultados, en aquellos años donde las radios y transistores no eran muy frecuentes todavía.
A José Antonio le gustaba jugar al fútbol, le toco hacer la mili en el campamento en Araka con destino a Santander, donde todo transcurrió con normalidad.
El capitán de su compañía ya sabía que tenía antecedentes penales y que tenía "pluma", en cierta ocasión le dijo: ¡ Usted a qué ha venido! a dar pasos de ballet o al paso firme, yo le dije que no había venido a nada, a mí me habían traído.
Empecé a jugar al fútbol a los 14 años y lo dejó por los tacones, a los 17 años fue cuando salió del armario.
¿Cómo podía ser maricón?, era un deporte muy "marichulo".
Empezó a trabajar de una forma más seria, en el bar que estaba en aproximadamente en el medio de la calle de San Francisco y se llamaba el 8-A y allí estuvo hasta el año 1966, que fue cuando marchó de casa.
El mote se lo puso un "mariquita" que alternaba en su bar y se quedó con la OTXOA.
Otros dicen que cuando hacía los recados del dueño del bar, le veían y decían ¡Ahí viene el del Ocho A. y así se quedó con el mote de La Otxoa.
Ese bar- restaurante lo regentaba Juanito Ochoa y su mujer la cocinera Claudia Ruiz de Zárate. Era un bar de chiquiteo, como el de Valentín Heredia, pero el restaurante era bueno su especialidad era el bacalao al pil-pil, el marisco y en general, la cocina tradicional de Bilbao.José Antonio fue hijo único y al marchar en el 66, dejó un hueco difícil de llenar. Sus padres nunca le hicieron un reproche moral, solo un consejo que fuera un hijo formal y que no se metiera en líos, este era el de deseo de todos los padres con sus hijos.
"Mi padre quería que fuese como él, chiquitero y le salí folclórica".
Pero en un artículo del Correo 20 de agosto de 1984, confiesa que su madre murió antes de conocer la faceta de su hijo y con su padre se produjo una situación muy tensa, estaba actuando en una txosna y se encontró con la mirada del padre que había ido a ver el espectáculo sin avisarle, fue algo muy violento. Su padre nunca le dijo nada, ni se lo echó en cara, pero lo leía en sus ojos
Se fue a Torremolinos y allí pudo disfrutar de la libertad y del ambiente gay, que solo allí era tolerado durante la dictadura franquista, las autoridades eran más permisivas porque era la reserva de turistas extranjeros que comenzaron a venir a España, existían unos seiscientos lugares de diversión.
En Torremolinos ya cantaba en un local llamado Poseidón, que era un restaurante de ambiente gay y hoy en día sigue abierto al público.
Había más, el Ton´ys, La Boquilla, La Sirena, Le Fiacre, La Cueva de Aladino, The Blue Note y el Pourquois pas? que era un bar de lesbianas.
Durante los años 1966-67 trabajó en los bares La Sirena y Apolo, allí conoció a Massiel, Mikaela, el Dúo Dinámico y a una mujer de un gran parecido a Grace Jones que bailaba como chica a gogó en Le Fiacre, se llamaba Kathy Willians nacida en Birmingham.
Dos años de libertad, diversión y mucho ligue, pero en junio de 1971 una redada policial y armados con metralletas que se saldó con trescientos detenidos y cierre de los bares. Tres furgonetas policiales, se los llevaron detenidos, así acabó toda la diversión nocturna.
De Torremolinos se fue a Barcelona, que en aquél entonces era una capital liberal y la puerta de Europa. Pasó algún tiempo en Madrid donde conoció el mundo de la noche madrileña, allí era un personaje muy popular La Cocinelle, que venía del Carrousel de París, primero hombre y luego mujer. Fue el icono mundial de los transexuales. En el año 1958 la Cocinelle (mariquita en castellano) se sometió a una vaginoplastia, en Casablanca, la intervino el doctor Georges Burou. Debutó en agosto del año 1953, cantante y estrella de la revista durante muchos años.
En los años 1960 actuó en Bilbao en el Teatro Arriaga y conmovió los cimientos de la buena sociedad bilbaína. Los envidiosos le llamaban Madame Viceversa. Solía cantar en el Cabaret- Music-Hall Pasapoga que estaban en Madrid, esta mujer que dijo que había nacido en un cuerpo equivocado, nació en París en agosto de 1931 y tiene una calle en París y falleció en Marsella a los 75 años, después de varios matrimonios.
La Otxoa pasó por La Scala, Sitges y luego Barcelona aquí conoció a otra super -vedette Dolly Van Doll, antes Carlo y ahora Carla, fue colega de Cocinelle, La Bambi para ella Marilyn Monroe era su ideal femenino y aspiraba a convertirse en ella, Capucine, Amanda Lear, en esa Barcelona de luces y lentejuelas donde la noche no acaba nunca.
Dolly se cambió de sexo en 1963, triunfaba en París y se marchó a Barcelona por amor. Ella fundó la sala Belle Epoque, lo que hoy es Luz de Gas
En marzo de 1968 a José Antonio le detienen y es conducido a la Cárcel Modelo de Barcelona con un grupo de homosexuales, la Drag Queens Madame Arthur, Josephine, el pianista del Celler, les aplicaron la Ley de Vagos y Maleantes y los subieron a un furgón policial, La Otxoa solía alternar con clientes en un club del Paralelo de Barcelona.
En los año 1970 el Paralelo de Barcelona era el punto de reunión de las gentes del espectáculo, Loles León, Lita Claver, Amparo Moreno, Escamillo y la super-vedette "La Maña" que actuaba en el Molino.
La Otxoa trabajó durante diez años, en Barcelona en la Reja Dorada, donde cantaba canciones con doble intención y con mucha picardía, también se le daba bien la copla española.
En los años 1960 Sitges era el paraíso de los homosexuales y transexuales de todo el mundo y era consentido por las autoridades, dando una cierta imagen de tolerancia y libertad, durante el régimen de Franco.
Tal como hemos dicho el primer bar de lesbianas se abrió en el año 1968 en Torremolinos, Frau Marion y luego fue su dueña Mayte Ducoup, se llamaba el local Pourquoi Pas?.
Torremolinos se posiciona como turismo Gay en toda Europa.
Se produce en 1977 la primera manifestación permitida en España, reclamando los derechos de los homosexuales.
Al año siguiente primera marcha de lesbianas y homosexuales por Madrid y ese año primera discoteca gay en Andalucía, Torremolinos ya había perdido su hegemonía en libertad sexual.
A su madre le diagnostican un cáncer y vuelve a casa, trabajo en el bar del Hospital de Cruces, durante pocos años y llegó a encargado. La Otxoa empezó a cantar en el Cotis cuando todavía trabajaba en el bar del Hospital y mantenía un pique con un tal Martín por ver quien cantaba mejor.
Había un bar de ambiente gay en San Ignacio, La Lonja con encuentros homosexuales
En marzo de 1978, en un espacio televisivo Vivir cada Día, salió la Otxoa mostrando su vertiente humana y artística de este personaje, figura muy popular en los ambientes bilbaínos, donde suele actuar con buen éxito.
Decía un crítico: *La Otxoa dicho sea con todos los respetos, desafina y canta francamente mal, pero ha tenido la habilidad de subirse al tren de los travestis, que más por su singularidad que por su talento artístico conocieron una vida efímera, en los días de la transición democrática, pero la mayoría de ellos han desaparecido, la Otxoa se interpretó a sí misma.*
Pero en Bilbao los que la conocemos y admiramos, la sabemos creadora de espectáculos transgresores, llenos de pluma y lentejuela, canciones y de mucho humor, porque es una artista bilbaína sin complejos que aporta alegría y diversión a Bilbao.
Al morir su madre en el año 1979, dio un giro su vida porque ya tuvo la absoluta libertad de organizar su vida a su gusto.
La Otxoa no vio dar palizas de muerte para quitarles el vicio, como Juanito el Trianero, pero conoció a un policía, de la comisaría de San Mamés, llamado Pablo que era el terror de gais, lesbianas y prostitutas, con frecuentes redadas.
Fue después de morir su madre, cuando le vino el éxito a la Otxoa en el año 1979 con el "Libérate", triunfó por su valentía que era su gran virtud, salieron del armario muchos homosexuales.
Creó un personaje grotesco, descarado y viperino y ha conseguido patente de corso para decir lo que quiera.
Maquillada y minifaldera revuelve los bajos fondos del sexo y se atrevió con un ácido pasodoble abertzale, que satisface a tirios y troyanos, las señoras del PNV iban a decirle "Otxoita" que maravilla de pasodoble.
El nuevo himno del colectivo gay ¿Quién robó mi libertad? y a mucha honra dice la Otxoa, no hay que dejar de celebrar el Día del Orgullo Gay, aunque a veces parece que molesta.
La Otxoa fue uno de los artistas que más actuó en la Semana Grande de Bilbao. Irrumpiendo con fuerza en los años 80.
Fue con Libérate, canción que iba en la comparsa de Pinpilinpauxa, al año siguiente con la comparsa de Federico Ezquerra, emitió un vídeo en el cual se disfrazaba de mujer.
El público pidió la presencia de la Otxoa en el escenario.
Pinpilinpauxa, Txomin Barullo y Mozkotarrak las que empezaron y las que siguieron con la continuación de esta tradición de las comparsas durante las fiestas y a la Otxoa le gusta apoyar a esta gente, que tanto hizo por las fiestas y que han ido a más con el paso del tiempo.
Nunca ha fallado a su cita con Mari Jaia, frecuenta las txosnas al mediodía y huyo del bullicio de la noche, cuando no puedo moverme a gusto.
Para la Otxoa, los bilbaínos son gente que nada tiene que ver con esa imagen que de ellos aparece fuera. Destacan por su sinceridad y compañerismo.
Tengo amigos que nos han visitado por fiestas y salen encantados y sorprendidos del ambiente, destaca a Lina Morgan, Moncho Borrajo, Antonio Ordoñez.
Lleva quince años actuado en las fiestas de Bilbao y se merece un descanso en su casa de Larrabasterra (Sopelana) junto a la playa del mismo nombre.
Esta casa comprada por los años 1970, la vendió para a vivir en Bilbao, con los suyos, donde siempre la podemos ver bien acompañada de amigos y amigas.
Sopelana tiene para él un recuerdo sentimental, iba con sus padres de acampada los fines de semana, en esa playa donde con siete añitos, solo iban cinco familias entre ellas los Lucarini que practicaban el naturismo. A base de luchas y de multas estas familias consiguieron que se legalizase el nudismo.
Después de morir su madre se estableció en Bilbao y puso dos bares en el Casco Viejo, La Chufa y Uomo pero la riada del año 1983 se los llevó. Después de estos percances decidió subirse Abando y poner el que ha tenido hasta el 2017 en la calle Lersundi, La Otxoa que hace unos pocos años lo ha vendido.
Fue en el Uomo cuando la visitó una periodista local y le propuso graba un vídeo que fue el que se pudo ver en las fiestas de agosto, en las txosnas de Pinpilinpauxa y Federico Ezquerra y de esta forma se cimentó su popularidad.
Lola Flores "La Faraona" en sus visitas a Bilbao le recordaba a la Otxoa la cantidad de homosexuales que había en Bilbao.
¿Cuántos mariquitas hay aquí? salen por todas las esquinas decía ella.
Y la Otxoa le decía: Es que en vuestra tierra tenéis la fama, pero aquí está la fábrica.
En junio de 1992 en una discoteca bilbaína presentó su octavo disco, allí acudieron Jesús Gil, Massiel, Alaska, Luz Casal, Pedro Almodóvar y Bibi Andersen y otros famosos y famosillos del mundo del espectáculo.
En el año 1996 muere su padre.
La Otxoa fue socio del Athletic y él también jugó al fútbol de jovencito, desde siempre a defendido los colores del Athletic.
Desde pequeño fue socio, pero su posterior vida mundana, se lo impidió durante todos los años que vivió fuera de Bilbao.
Me dice: Me tuve que desvincular del Athletic, pero seguía estando en mi corazón, cuando pude volví hacerme socio.
Yo he visto jugar a grandes jugadores del Indautxu, Latatu, Quintela, Pereda, Jones y después al Athletic.
Vio debutar a Iribar, pero siente debilidad por Manolo Sarabia.
Al final del todo confiesa que lo que más pena le da, es que el Athletic gane una liga y no lo pueda ver.
Me molesta que me pregunten si voy al fútbol para ver las piernas de los jugadores, en mi vida privada soy un hombre muy romántico, sensible y de relaciones estables.
Cuando le pregunto si en el matrimonio gay se da mucho la infidelidad, me dice que igual que en el heterosexual.
Aunque en la opinión de algunos, dicen que en el matrimonio heterosexual, el patrón de relaciones emocionales y eróticas es más duradero y en el gay existe más promiscuidad.
Decía la Otxoa "Han pasado tantos hombres por mi vida, que lo de Liz Taylor a mi lado fue una broma de aprendiz".
Para él, el alcohol y el tabaco es mucho peor que acostarse con un señor y se ve entre una mezcla de Pasionaria y Sarita Montiel.
La doble personalidad nunca le ha afectado en su vida, es descarada y simpática y dice lo que las mujeres quisieran decir, pero no se atreven.
José Antonio nunca se ha considerado un travesti y lleva su homosexualidad con toda naturalidad e incluso la revindico, me siento muy bien como soy.
No quiero ser señora para los travestis, que es un caso diferente y mucho más difícil.
Hay muchos maridos que sueñan con ponerse la ropa de su mujer.
En la actuación siempre hay algo de nuevo, no se trata de salir vestido de mujer, sino de hacer algo diferente y en directo, que el público pueda sentir todo el morbo y reírse.
La Otxoa ha llegado a donde quería llegar, José Antonio Nielfa es la otra cara de la moneda, solo tiene la frustración de no haber llegado a ser un cantante melódico.
La vimos en programas de televisión como: Vivir cada día, Saski-Naski, Hablando se entiende la gente, Pero esto que es.
Bilbao-Bilbao, nació de la mano del actor Ramón Barea que al frente de unos cómicos llamados Karraka y con la colaboración de La Otxoa, triunfaron pero no solamente en Bilbao, sino en toda España.
El Bilbao-Bilbao se estrenó en las fiestas de Bilbao, en agosto de 1984 y en el año 1985 habían dado más de doscientas representaciones. Después de una gira exhaustiva por todas los rincones de Euskadi y tras poner en pie a gentes de Badajoz o Córdoba, deciden venir a Bilbao.
Se decía que no iban a triunfar, porque era demasiado localista pero se equivocan. El numerito del Athletic lo aplaudieron hasta en Badajoz, se levantó el telón cinco veces.
Solo en San Sebastián costo arrancarles el "Alirón"
La baldosa, Pásame el Kalimotxo, Se me cae todo el pelo p´atrás, Toma bacalao, Vaya hembra, Sola en la ikastola, Quién robo mi libertad, Todas al fútbol, Mariloka, Con mucho orgullo, El amor es libre, Sexual y autoritaria, Vivir de noche, Quiero ser de la jet set, Genio y figura.
Pero a mí me gusta "Voy a llorar hasta Bilbao" voy a llorar hasta Bilbao, solo en un bar, allí tirao, con el sabor de un mal querer, que va a morir o renacer................. La Otxoa es Bilbao en vena.
En mayo de 1986 vino Santa Otxoa que estás en los Cielos, en el teatro Ayala, se cambió de trajes nueve veces, prefiere los teatros a las salas de fiestas, porque hay muchos menos garrulos y no dejan trabajar.
Pero la Otxoa a lo suyo, que no es el transformismo sino las canciones de los Panchos y las románticas combinadas con pasodobles, de sus inicios cuando cantaba en verbenas, pub y salas de fiestas.
Se arrancó con la Remolino y poco a poco fue encandilando al público, mientras caí un incesante sirimiri.
Con sus chistes más o menos afortunados: "Yo estoy loca porque nadie me la toca", "Eso no es un bigote, es un felpudo, ven que te pongo "Ongi- Etorri".
Puedo decir que a pesar de su fama La Otxoa, es una persona sencilla, nada endiosada y que te atiendo con toda la cordialidad del mundo, muy cercano y nada "Mariloka".
Mucho se ha escrito sobre este personaje de Bilbao, si tiramos de internet o de la hemeroteca hay cientos de noticias de La Otxoa.
Espero haber aportado algo más a todo lo escrito sobre él y si es así ya me conforme, porque el objetivo entonces se ha cumplido.
FIN
HEMEROTECA DEL CORREO
LAS CONFESIONES DE LA OTXOA
Gracias, mil gracias estoy leyendo sus artículos y me encantan, adoro a José Antonio y he pasado muy buenos ratos en su local "la otxoa", un abrazo y sigo leyendo.
ResponderEliminar