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domingo, 21 de febrero de 2016

REMANSOS DE PAZ,LAIDA LA PLAYA DE ORO Y LUZ,LAGA LA SILENCIOSA Y SOLEMME

foto tomada desde San Pedro Atxarre, la ría de Mundaka,de frente Mundaka y al fondo Bermeo
foto de Cesar Estornés.

Hace quince años este bellísimo rincón de costa sobre la desembocadura de la ría de Mundaka y el promontorio de Ogoño,era un confín remoto del mundo.
Los pocos viajeros  y gozadores de aquellas soledades,hablaban de ellas,al común de las gentes como países lejanos de aventura y exploración.
Los primeros veraneantes oficiales de estos pintorescos rincones fueron,Arzadun,Unamuno,Guiard,Gorbeña y Sir Ramón de la Sota y Llano.
Hay dos playas de maravilla y están a menos de dos horas de Bilbao  en franca y fácil comunicación con el mundo.

No obstante la corriente turística o sencillamente la viajera,gusta engrosar el cauce sabido de las rutas frecuentadas y deja en su periódo dominguero excursionismo a un lado,caminos bellísimos que mueren o llevan a lugares mas indicados para gozar de la paz augusta de una naturaleza adornada con todas las galas.
Son muchos los habituales excursionistas de moto,auto y bici que no han recalado todavía por este bellísimo lugar que ofrece como ningún otro acumulados encantos variados.
No pocos dan por término a sus excursiones en el islote de Chacharramendi muy dentro del estuario de la ría,pensando que del otro lado de la ría no hay cosa que merezca la pena de hacer el mismo sacrificio de embarcar en el pasaje,servido hoy servido por motores potentes que lo hacen en poquísimos minutos.



los pimientos al sol en el barrio de Gametxo
foto de Cesar Estornés

Laida es de las pocas playas que se encuentran situadas oponiendo sus arenas al curso longitudinal de una ría ancha,con vista al mar de frente y al vaso enorme de una cuenca entera a la espalda.
Desde sus arenas se contempla las flotillas de lanchas caladeras que se denuncian por sus velas en el confín del horizonte,los caseríos y barriadas,que escalan las laderas del Oiz,los quebrados perfiles de las peñas del Duranguesado,los lomos alargados de Gaztiburu y Arrolas.
En Bizkaia las playas marcan un borde pequeño de arena al pie de los acantilados o cierran la vistas a sus espaldas con un mínimo valle,encuadrado en las montañas próximas.





las formas caprichosas de la arena,en la bajamar en Laida
Foto de Cesar Estornes

Laida riente,alegre ofrece al contemplador todos los contrastes.La dureza de ingentes rompientes en la barra de Mundaka,la extensión de espumas en línea de más de dos kilómetros en la bajamar y la suavidad y quietud de las aguas,llenando en pleamar un crecido estuario de una lengua de fondo por un kilómetro de anchura o contorneando en la bajamar con un sinuoso canal,playazos enormes que se alcanzan desde tierra,en Pedernales,Busturia,Canala.
Ensenadas escondidas como las de San Dinderi,Urquiza,Axpe,Lugarri,Astillero,bordean con su máxima anchura la ría que luego se angosta para encajar su cauce hacia Guernica,pasando por las heredades de Arteaga,molinos viejos de mareas de Murueta,Cortézubi y corte nuevo del canal de Guernica desde Achaga,por Forua hasta la villa foral.





Playa de Laga desde Ogoño

Por la parte del mar se ofrece a la vista el caserío de Mundaka,lindamente agrupados destacándose de él la iglesia y la atalaya,magnífico paseo mirador sobre la misma barra,el perfil de las peñas de Murgoa y el tajante cuchillo de Machichaco que restan perpectivas escalonadas hasta el límite del horizonte,enfrente Ízaro el criadero de percebes a prueba de nuestra voracidad y asaltos,rompe la uniformidad de la zona del mar,inquietando además la imaginación el recuerdo que renuevan a cada instante los perfiles de las ruinas del antiguo Convento de los Padres Franciscanos,visitado por la Reina Católica y destruido por el incendio y saqueo que en él hicieron los herejes(hugonotes) de la Rochelle matando a arcabuzazos a la comunidad.
Aún hoy con un poco de imaginación,pueden reconstruirse la planta de la iglesia,sacristía y refectorio y patentes a la vista se señalan tres aljibes cegados por piedras y cascotes del derrumbamiento de aquel convento.
La línea de la playa sigue el curso de la ría,forma el canal de salida hacia Mundaca y vuelve luego prolongada en marea baja hasta los derrumbes de Anzorape.
Las incómodas y antiestéticas casetas no han profanado la belleza de esta playa,que cuenta con grutas y rincones que permiten vestir y desnudarse a los bañistas con todo recato.



un espléndido día de Diciembre de 2015
al fondo Urdaibai,foto de Cesar Estornés

Laga la playa silenciosa que se abre al término del angosto barranco de Ibarranguelua,flanqueada a la derecha por la mole ingente de Ogoño,llamado en aquella porción Talaiera,en recuerdo de la atalaya que coronaba uno de sus "tontorres"invita al silencio y al recogimiento.
El corte a pico de Talaieru muestra ennegrecidas las fulguraciones de los rayos que semejan huellas de ingentes barrenos.
Las quebradas  grietas,las masas enormes de caliza,las oxidaciones de aquel inmenso frontón iluminadas por el sol a distintas horas,adquieren entonaciones multicolores del gris suavemente azulado,a la orgía de carmines azules,cadmios,amarillos en un continuo y fantástico prodigio de coloraciones.
Haes el marinista que visitara nuestro país dedicando a su costa y mar,rico en color,toda la devoción de su alma de artista,tenía para Ogoño las más puras ofrendas de su arte.
Valentín Zubiaurre disciplinaba su técnica en frente de aquel peñón centenares de veces reproducido y comentado por su pincel,con tenacidad de vasco y con entusiasmo de enamorado de aquel bravísimo cantil,con el que soñaba en su estudio de pintor en Madrid.
La luz juega su cromatismo de maravilla en el peñón que se alza recio a pico desde el borde del mar azul,casi negro a sus pies,denunciando su profundidad en aquel sitio.
Laga tiene un momento en que la naturaleza le da un carácter melancólico,grandiosamente solemne de la caída de la tarde.



La isla de Izaro,foto de Cesar Estornés

La silueta de Ízaro negra al contraluz de una apuesta de sol,parece agigantarse sacando su lomo del mar.
Al fondo Machichaco estira su perfil hasta alcanzar las nubes incendiadas.Ogoño se hace hosco,amenazador,llenando de sombra el mar.
Todo parece que va a morir en Laga,cuando empieza el parpadeo de la luz del Cabo Machichaco,que explora el mar,barriéndolo con su haz de luz,como si se alarmara el silencio augusto que ha dejado aquel crepúsculo rutilante.
La única vivienda que se alcanza a ver desde la playa es la caseta de carabineros de Anzoras,que parece intensificar todavía la soledad de Laida es la sonrisa de la naturaleza y Laga el rictus de la meditación.
Laida tiene un momento propio al día naciente. 
Laga al caer el sol.Entre las dos playas una cinta de carretera incomparable se asoma al borde del mar bajo las crestas de los Gamechos,entre castañares frondosos y espacios libres como para ofrecer al visitante ocasión de extender sin trabas su vista al más espléndido espectáculo de la naturaleza.

Antes de ahora,en estas mismas columnas y bajo el título de "Rutas del turismo",hemos recomendado a los curiosos viajeros este paseo maravilloso.Nos consta que han sido varios los turistas que han querido comprobar por su vista la oportunidad de nuestras ponderaciones y algunos de ellos me han animado a iniciar o insistir en esta campaña. 
El periódico EXCELSIOR,por su parte lleva este año por esta maravillosa cornisa su III Vuelta al País Vasco y tiene propósito decidido de seguir en esta campaña de valorar los encantos de Vizcaya,solicitando de la corporación provincial un cuidado sino preferente,cuanto menos equivalente a los que sabiamente dedica a rutas de tráfico para estos caminos de recreación y turismo,llamados a crear una riqueza de la que se están preocupando mas que nosotros cualquiera de los pueblos.
Pedernales y Laida ofrecen además la ventaja enorme de tener atendidas todas las exigencias del turista.No es un problema allí el de la comida,antes si al contrario se puede dar satisfacción cumplida a los hábitos de la buena mesa con la seguridad y garantía de estar a cubierto de abusos.

En Pedernales el acreditado restaurante Paco,mantiene su prestigio adquirido en la isla durante muchos años y su casa de las que además del servicio retribuido,concede una cariñosa hospitalidad y un deseo de servir en todo lo que pueda ofrecerse al viajero que ha hecho de aquella casa una institución.
Otro sólido prestigio "bucólico"cuenta en justicia la incomparable Ramona "rendez vous"de ciclistas,alpinistas y gente joven que llega a decir "basta"antes de llegar a los postres.

En el Hotel Palas(palas de jugar) a la pelota popularísimo entre los veraneantes y punto de reunión,casinillo de toda la gente que se dirige a las playas o a la estación.
En  la isla está el suntuoso hotel con un magnífico comedor-terraza donde el servicio es esmeradísimo.

En Laida hay cuatro casas y tres son de comidas y estancia de huéspedes.
Crescencia la antigua y primitiva  tenedora de la taberna del pueblo,institución venerable,fundamento de la Hacienda Municipal de Ibarranguelua a cuya jurisdicción pertenece la playa.
Eugenio el terrible pescador de percebes que lo mismo escancia vino que alquila motoras,caza liebres o despuebla Izaro a fuerza de la trincha y el salabardo y sobre todo le acompaña el que suscribe y Celestino Anacabe,el cosmopolita restaurateur de cocina afiligranada que va haciéndose una clientela bilbaína que tiene por suya aquella casa,con un lindo emparrado,buen chacolí,setas,postres de cocina,etc..etc...
Como puede ver el lector,hay para todos los gustos en el bello rincón que tiene todas nuestras preferencias.
De allí al cielo por San Pedro de Acherre.

DE JUAN DE IRIGOYEN,Publicado el 8 de Julio de 1926 en el Excelsior.
A la memoria de este personaje que vio,vivió,sintió y saboreó la vida como nadie.



Carlos de Haes,pintor paisajista de origen belga.
Pasó por el País Vasco los años que van de 1871 a 1876.
En Algorta en el año 1897,pintó paisajes.

FIN

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