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martes, 3 de julio de 2012

LOS ALPES,HISTORIA DE UNA TRAGEDIA Julio de 1953

Refugio de Les Grands Moulets








En el Amboto el grupo: primero por la izquierda de espaldas con una cruz Yanke,segundo Ugarteche,tercero Hervías,cuarto con cruz Bacigalupe,Julio Casal,Besga,Carmina Casal y el último con cruz Peciña.






Panorámica :abajo del Valle Chamonix,arriba el macizo del Mont-Blanc



LOS ALPES
Este es el relato que dejó escrito ALFONSO HERVÍAS,el documento original se conserva en el archivo del Club Deportivo de Bilbao en la sección de montaña.
Alfonso Hervías Vazquez,nació 1 de Abril de 1916,fue secretario de la Federación de Montaña Vasco-Navarra.Colaboró en la revista Pyrenaica,con el seudónimo Xabier de Sertutxa y en el periódico Hierro escribió de temas montañeros,también participó en la comisión de montaña del Club Deportivo de Bilbao,como socio del club.

Ocho montañeros acudieron a la cita con los Alpes:Julio Casal y su señora Carmina de Santander,José María Peciña guipuzcoano, Bacigalupe,Yanke,Ugartechea,Besga y Hervías vizcaínos.

CURIOSIDADES CIENTÍFICAS:
Alpe,de la radical céltica Alp que indica elevación esto es altura,montaña es la denominación con que se conoce a la más extensa y elevada cordillera de Europa.
Enclavada en el centro-oeste del continente europeo,tiene una extensión de 175.000 kilómetros cuadrados osea la tercera parte de la superficie de España.
Este sistema montañoso abarca ya total o parcialmente las naciones de Alemania, Austria,Suiza,Italia y Francia.
Cuenta con 252 alturas definidas de las cuales 13 rebasan los cuatro mil metros de altitud. Siendo las principales:Mont-Blanc(4180metros) la máxima altura de Europa,Monte Rosa(4638metros),Dom(4554metros),Weishomm(4512metros),Cervino o Materhorn(4482metros),Grand Combin(4317metros),Jungfrau(4167metros),etc......


En los Alpes se encuentran 1115 glaciares y el territorio surcado por ellos se estima en 3000/4000 kilómetros cuadrados.
Su glaciar más extenso es el Aletsch,cuya longitud es de 24 kilómetros y una anchura de 1800 metros,con una superficie aproximada de ciento treinta kilómetros.Dado que el espesor se cifra en 200/400 metros,resulta un volumen helado de más de diez millones de metros cúbicos.
En su aspecto geológico domina el gneis,variante del granito,roca compuesta de cuarzo,feldespato y mica.
Su flora es abundante,mereciendo citarse:el rododendro de un rojo brillante,la campanilla de un delicado violeta,la genciana de un morado brillante,el grafalio conocido vulgarmente por el edel-weis,tan codiciado por los alpinistas.


Alfonso Hervías
Independientemente de las dificultades que presenta la configuración de sus montañas,merece tenerse muy presente el peligro derivado de los aludes de nieve.Cuando se amontonan en cantidades considerables en las pendientes,llega un momento en que el peso de la masa da lugar a desplomes o aludes.
Otro peligro muy digno de tenerse en cuenta son las caídas o aludes de piedras.Cientos de miles de años se ha venido produciendo la disgregación de la montaña y hoy los Alpes,principalmente el macizo del Mont-Blanc,verdadero montón de ruinas ofrece ejemplos sorprendentes.La serie de agujas:Moine Triollet,Verte,Geant,Grepon,Drus etc....Son reflejo de su demolición.Todo a su alrededor se hundió quedando aisladas.Un ejemplo lo constituye el Dufourspitze,en el macizo del Monte Rosa que ha sido descarnada por el hielo,calculándose que ha perdido por tal motivo doscientos metros de altura como mínimo,por eso tiene ahora 4638 metros.En tiempos pasados esta cima fue la más alta de los Alpes


CHAMONIX-MONTBLAC-día 14 de Julio de 1953
Ocho montañeros pletóricos de entusiasmos y llenos de juventud. Ávidos de emociones acudimos a los Alpes con el afán de dominar sus inmaculadas cimas. Nuestro sueño de varios años se había convertido en realidad.
Nos costo hacernos de planos y guías algo muy escaso por entonces en España.Si estudio y fijación de itinerarios, así como la preparación del equipo de carácter particular y de interés general. Se hizo desde varios meses antes, bien por contacto personal o por correspondencia. Nos implicamos en la tarea deportiva que íbamos a desarrollar.
Era verdad que nuestras pretensiones eran ambiciosas, practicamos con alguna escalada en las agujas de la vertiente francesa: Moine, Triolet, Verte, Grepon. Con la ascensión posterior al Mont-Blanc después de la travesía por el collado del Geant con descenso por Italia, precisamente a Courmayeur cuna de tantos intrépidos guias, para finalmente cruzando en tren al Valle de Aosta y llegar a Breuil y atravesar la frontera Suiza por el collado de Tehodul y situarnos en Zermatt para conquistar las alturas de Monte Rosa y Cervino.


En teoría todo ya estaba listo, pero faltaba llevarlo a la práctica. Únicamente un asunto se hallaba en litigio entre nosotros. ¿Llevaríamos o no guías en nuestras ascensiones? Los había partidarios y los que estaban en contra de tal idea. Finalmente la resolución de la cuestión lo dejamos, a la vista de las dificultades que nos iba ha ofrecer la subida de la montaña.
Así tras casi veinticuatro horas de viaje en tren llegamos a Chamonix-Montblanc, capital del valle de Chamonix. Nuestra alegría fue muy grande, a l vernos en uno de los principales centros alpinos de Europa, bajo el imponente macizo del Mont-Blanc.
Atravesando sus calles, llenas de montañeros y turistas ataviados con los recios atuendos de alpinistas o los ligeros vestidos de verano. Pudimos contemplar el cosmopolitismo de esta pequeña ciudad, aún hace pocos años totalmente desconocida. Hoteles lujosos por doquier: Ritz, Palace, Roma, Carlton, París etc....

Nos llamó la atención las tiendas repletas de artículos de montaña, librerías con un gran surtido de libros de montaña, cartografía ,tarjetas postales, zapaterías con gran variedad de botas de montaña, comercios con todo clase de aparatos como: podómetros, altímetros, prismáticos, barómetros etc.....tiendas de ultramarinos con gran surtido de comestibles aptos para una brevísima condimentación. Para nosotros esto era un pequeño paraíso terrenal del montañero. El espiritual, el verdadero, el nuestro, el reservado a los elegidos se hallaba en los frígidos y cortados glaciares, en las agudas crestas, en la incomparable grandeza de las cimas inmaculadas.


En la cima del Mont-Blanc

Comimos en la clásica Brasserie des Sports, alojándonos más tarde en el campamento cuatro, inmediato a la estación de Montevers. Montadas las tiendas de campaña, volvimos al centro, admirando una vez más la maravillosa selección de artículos de montaña. Más tarde visitamos el célebre Bureau des Guides(despacho de guías)sin olvidar una visita a la iglesia donde oramos fervientemente.

En el cine echaban la película "El primero de la cuerda" y estaba anunciada "Annapurna "frente al Bureau des Guides".
En la Brasserie Saboyanne lugar habitual de charla de estos bravos profesionales de la montaña, donde entre sorbo y sorbo de cerveza de Alsacia,comentan las incidencias de sus arriesgadas expediciones.
Abordamos a uno de ellos quién nos aconsejó demorar nuestra ascensión al Mont-Blac,ya que las recientes precipitaciones de nieve hacían prácticamente imposible su escalada.Precisamente por ello,el día anterior un compañero y guía como él habían perecido en la Aguja Verte.
Nos retiramos al campamento sin poder avizorar el colosal macizo,guardado con infinito celo por las impenetrables nubes.
El tiempo no estaba seguro, más el barómetro anunciaba una franca mejoría.
¿Tendríamos suerte en la jornada inmediata?.




Mont-Blanc

BAUTISMO ALPINO:
Cuando sobre las seis de la mañana del día 14 salimos de nuestras tiendas de campaña,la transparencia de la atmósfera dorada ligeramente por el sol naciente, anunciaba una jornada esplendorosa.
Por ello decidimos rápidamente el itinerario con que habíamos de iniciar nuestro bautismo alpino.
Así se convino que vistas las dificultades que ofrecía la ascensión al Mont-Blanc por la excesiva blandura de la nieve caída en los días precedentes sobre el macizo y además, con el fin de irnos habituando a estas altitudes, nos desplazarnos al refugio de Couvercle, base de interesantes escaladas para atacar aquella cima.
Debidamente preparados tomamos el ferrocarril cremallera que nos trasladó a Montenvers(1908metros). Desde este punto hubimos de descender al Mer de Glace (1834metros) y ya internados en su campo de hielo, surcado por grietas enormes fuimos salvando, sin dificultades su curso hasta alcanzar la base de la Tour de Couvercle, en el lugar denominado Egralets.
Desde aquí el sendero tallado en la roca se alza casi vertical, más una escalera de hierro, situada en lugar apropiado,amén de diversas series de pitones colocados en varios puntos,hacen factible la ascensión,que de otra forma resultaría muy difícil. He de hacer constar que este itinerario es uno de los clásicos seguidos por los turistas al mando de guías y de ahí, las facilidades que se les brinda.
Habiendo rebasado estas primeras rampas,el sendero continua entre pendientes de hierba hacia el Este,después al N.E. y cruzando la morena lateral del Glaciar de Telefre,alcanzamos en un instante,tras tres horas de marcha,el Refugio de Couvercle(2687metros)
Situado bajo la arista S.E.de la Aguja del Moine,es propiedad del Club Alpino Francés,tiene una capacidad para 104 plazas. Levantado en 1932,fue construido en madera con revestimiento de piedra. Inmediato,sirviendo de anexo,se halla el viejo refugio bajo un grueso bloque de piedra en forma de techo.
Tras un ligero refrigerio,decidimos escalar la Aguja del Moine(3412metros).Estudiado brevemente el itinerario,salvamos en principio el glaciar de su nombre.Seguidamente hubimos de escalar un couloir o pasillo de nieve,pero como estaba muy blanda desistimos de hacerlo.Una de las razones de nuestro desánimo se debió a que dos días antes,un guía francés y su cliente suizo al tratar de escalar la Aguja Verte,por igual circunstancia cayeron por el couloir de Whimper,resultando muertos.
Tratamos de buscar un nuevo itinerario y abordamos la ascensión por la cara S.E.Al principio escalada libre,remontamos los primeros contrafuertes,continuando de igual forma por rampas de difícil acceso,hasta que las dificultades hicieron necesario formar dos cordadas.
Ugarteche y Bacigalupe con Julio Casal,se elevaron hasta el remate de la aguja,pero viendo que el tiempo del que disponíamos era corta,decidimos retornar al Refugio.
Este signo de prudencia me pareció un buen augurio para el regular desenvolvimiento alpino.
En Couvercle,un grupo de alpinistas se hallaba comentando la escalada realizada por una cordada inglesa que había subido a la Aguja de Triolet,en tanto que otra francesa no había podido conseguir dicha objetivo.
Tras un breve cambio de impresiones entre nosotros, decidimos que esta sería nuestra ascensión del día siguiente.
Después de cenar, nos acostamos en una habitación destinada exclusivamente aquellos alpinistas que habrían de levantarse a las tres de la mañana.
He de hacer constar que desde la nueve de la noche, hora de silencio no se oyó el más mínimo ruido, a pesar que éramos cerca de veinte montañeros.
Aguja de Bionnasay,desde el refugio de Gouter





mar de hielo,arriba el macizo del Mont-Blanc


ESCALADA A LA AGUJA DE TRIOLET:dia 15 de Julio de 1953
El día 15 a la hora señalada,esto es a las tres de la madrugada todavía de noche,dejamos el camastro y después del desayuno,servido por el guardián del refugio, comenzamos la ascensión a la Aguja de Triolet.
Eran las 3,45 de la mañana y fuimos los primeros en abandonar el albergue.Aún a media luz,descendimos por los contrafuertes rocosos hasta el glaciar de Talefre y remontándolo con facilidad, alcanzamos el glaciar de Courtes.
Desde aquí,vemos como nuestros camaradas de habitación trepan por los glaciares hacia sus objetivos:Aguja de Moine,Courtes,Mummery etc....
Seguidamente salvando una zona de grietas,nos elevamos hasta la cazuela de dicho glaciar para ganar directamente el "plateau" de Trilet por la caída de" seracs" del mismo.
Aún cuando en la Guía de Vallot se señala que la escalada del glaciar es difícil, desaconsejando dicha vía.Nosotros la remontamos con toda seguridad a pesar de que a mitad de una "bosse"(giba),de un desnivel de más de 50 grados con una grieta que fue necesario salvar,en el lugar de mayor dificultad.
Desde el plateau de Triolet,alcanzamos el collado del mismo y bordeando la base de esta pirámide rocosa,que sirve de punto de unión de la cadena de la Aguja Verte con las de Triolet y Talefre.Tras despojarnos de las mochilas,iniciamos la escalada por su arista Oeste,trepando por la vertiente del Glaciar de Argentiere.
Extraordinariamente dificil y peligroso,íbamos continuamente al hilo del precipicio,hubo necesidad de salvar en una ocasión una cornisa de hielo volada al abismo,con mil metros de caída,afortunadamente pasamos las dos cordadas.Tras un final de roca con una película cubierta de hielo,alcanzamos la cima del Triolet(3806metros).Su cresta es tan reducida que hubimos de apelotonarnos en ella y el que les cuenta esta historia,el de la segunda cordada se sentó en una roca sobre el precipicio,fuertemente asido por Julio Casal.
A pesar de que el sol brillaba con todo su fulgor,el frío era muy intenso y tras impresionar una foto,emprendimos el descenso con todo género de seguridades,fuimos perdiendo altura hasta llegar al lugar en que dejamos las mochilas.Quisimos tomar un trago de agua de nuestras cantimploras,pero estaba totalmente helada,no hubo forma de aplacar nuestra sed.
Sucesivamente,fuimos retornando por los distintos lugares de nuestro itinerario de ascensión,dirigiéndonos por los distintos lugares de ascensión y a las dos y cuarto de la tarde,tras diez horas y media de marcha estábamos en el refugio de Couvercle,siendo felicitados por diversos grupos de alpinistas allí instalados.
La alegría de nuestra victoria, hizo que pensáramos llevar a cabo al día siguiente la escalada de la Aguja Verte, pero finalmente decidimos retornar a Chamonix para intentar la ascensión al Mont-Blanc.
Así tras una breve comida,dejamos nuevamente el refugio a las 3,45 horas de la tarde y por el itinerario clásico,esto es por Egralets-Mer de Glace-Montenvers,llegamos a la estación  de cremallera a las 18 horas con tiempo justo para tomar el tren que nos bajó al valle.
Un pequeño accidente se produjo únicamente en el curso de nuestra excursión,un trozo de hielo rodado al cruzar la" bosse"del Glaciar de Courtes dio en el ojo de Carmina Casal y le produjo un fuerte hematoma,con dolor inmenso.
El tiempo continuaba espléndido, así que nuestro gozo era grande al ver que próximamente ascenderíamos al Mont-Blanc.



Bajan los restos mortales, de los valientes montañeros






un féretro con un montañero

INCIDENCIAS:
Dice el refrán que: El hombre propone y Dios dispone y así aquella noche me ví atacado por una fuerte conjuntivitis,producida por la reverberación solar.Por ello,hube de quedar en Chamonix todo el día 16,junto con Julio y Carmina Casal,aquejada esta por un golpe sufrido en el ojo.
El resto de nuestros compañeros,aún cuando en principio decidieron esperarnos hasta el día siguiente,después de la comida,juzgaron más conveniente salir sin demora.
Vi tras los cristales negros de mis gafas, através de las ventanas del refugio, desfilar entusiastas y saludándose con sus piolets al aire.
!Quién había de decirme que en aquel momento era la última vez, que me era permitido contemplarles pletóricos de vida¡
Sin embargo el retiro en la obscuridad del refugio y una medicación adecuada,tuvieron la virtud de que en un plazo de veinti-cuatro horas me encontrara en perfectas condiciones,si no absolutas silo lo suficientes para que en la mañana del día 17,iniciáramos nuestra primera jornada de ascensión al Mont-Blanc.

ASCENSIÓN A TETE ROUSSE:
Por el tren-cremallera descendimos a Les Houches y desde aquí por el teleférico de Bellevue y más tarde por el tranvía-cremallera de Le Fayet,alcanzamos el hotel del Nido del Águila(2372metros)final del trayecto.
Nuestro objetivo de hoy es alcanzar el refugio de la Águila de Gouter,con un breve alto en el albergue de Tete Roousse.
Iniciamos nuestra subida por un sendero regularmente definido,que trepa paralelo al muro rocoso de Les Rognes,hasta alcanzar tras una hora de marcha el collado de igual nombre(2768metros)en cuyo punto se encuentra una cabaña forestal.Tomamos entonces por la arista de la Aguja de Grouter que separa los glaciares de la Gria y Tete Tousse y por un sendero bien trazado,en continuo zig-zag alcanzamos sin dificultad,el refugio de Tete Rousse(3167metros),tras otros setenta minutos de ascensión.
Como casi todos los albergues de la vertiente gala,este refugio es también propiedad del Club Alpino Francés,contando con una capacidad para setenta personas.Fue erigido en 1934,siendo construido en planchas ailantes y madera.
A pesar de que al amanecer presagiaba un día hermoso,observamos que una fuerte nubosidad se aproxima al macizo decidiendo quedarnos a almorzar en el refugio.Sin embargo,nuestra intención de continuar la ascensión después de la comida,se vio truncada por un oscuro celaje que pronto fue rasgado por una serie de intermitentes relámpagos.
Sobre las cinco de la tarde mejoró ligeramente el tiempo y estudiamos la posibilidad de alcanzar el refugio de la Aguja de Gouter,en el que según una cordada inglesa que descendía de dicho punto,donde se encontraban nuestros amigos,más el guardián del refugio y un guía,así como varios alpinistas nos hicieron desistir de nuestra intención.
No pasó mucho tiempo sin que un tétrico celaje cubriera nuevamente el cielo y ello,unido a un intenso frio,hizo que juzgáramos acertado el consejo de nuestros accidentales camaradas.Sólo nos restaba ya pernoctar en el refugio.¿Sería favorable la situación atmosférica al día siguiente?

ASCENSIÓN A LA AGUJA DE GOUTTER:
A primera hora de la mañana del día 18,el tiempo continuaba con características iguales a la noche anterior,por lo que demoramos nuestra salida hasta las ocho y media de la mañana.De las cinco cordadas que pernoctamos en el refugio,tres retornaron a Chamonix,en tanto que otra francesa formada por una señorita y dos jóvenes parisienses,así como nosotros,decidimos tentar la suerte.
Dejando Tete Rousse,remontamos la parte superior de su Glaciar hasta una pequeña depresión de la arista que desciende de la cumbre de la Aguja de Gouter hasta el refugio,separando los Glaciares de Tete Rousse y Bionnasay.Desde aquí en travesía horizontal hubimos de cruzar el gran couloir nevado que baja desde la cima hasta el Glaciar de Bionnasay.
Enlazando la cuerda de nuestros camaradas franceses con la propia,tendimos una a modo de pasarela y asidos a ella por el mosquetón,cruzamos rápidamente el pasillo,ya que las caídas de piedras,tanto espontáneas como provocadas por el alpinista son frecuentes.Precisamente en este mismo  lugar,dos días antes,una cordada francesa compuesta por padre e hijo,tuvo la desgracia de ser alcanzada por una avalancha de piedras,resultando el padre muerto y gravemente herido el hijo.
Habiendo cruzado felizmente el couloir despojándonos de los grampones iniciamos la ascensión,en escalada libre.Si bien al principio había una leve pista,pronto desapareció toda suerte de huellas,escalando tan pronto por la margen derecha o izquierda de la arista,flanqueada en su base por dos couloirs de impresionante caída.La ascensión,si técnicamente no es dificil,resultó penosa,son cerca de 800 metros de desnivel,ya que hubimos de observar gran cuidado en las presas por hallarse la roca suelta y descompuesta.
Aproximadamente a 150 metros bajo la cumbre alcanzamos unas bandas de rocas amarillentas y derivando ligeramente hacia la derecha,terminamos nuestra ascensión paralelos al cable tendido entre los refugios de Tete Rousse y Aguja de Gouter.
Era cerca de mediodía,tardamos cerca de tres horas en la prueba y hacía ya un rato que un fuerte ventarrón nos azotaba despiadadamente y cuando finalmente penetramos en el refugio,comenzó a nevar.
Este albergue lo mismo que la cabaña inmediata se alza sobre una terraza rocosa a 3.817 metros de altitud,entre la cúpula nevada de la Aguja de Gouter y los precipicios de la vertiente Oeste.Ambas construcciones en madera,son igualmente propiedad del Club Alpino Francés,pudiendo albergar treinta personas el refugio y diez la cabaña.
Interrogamos al guardián sobre el paradero de nuestros amigos.Sobre las seis y media de la mañana habían dejado el refugio en ruta hacia el Mont-Blanc.
A través de la ventana,vimos como la niebla iba ocultando rápidamente la incomparable belleza de la cara Norte de la Aguja de Bionnasay.
Aún divisisamos como una cordada trepaba penosamente por la arista azotada por el viento que había multiplicado su intensidad.
Observamos su escalada y pronto salimos a recibirlos.Eran tres animosos muchachos franceses,semicubiertos de nieve,en cuyos rostros se apreciaba la dureza de la lucha sostenida contra los elementos en la última parte de su ascensión.Penetramos rápidamente en el refugio ya que el frío se había tornado muy intenso.
Después de la comida conversamos fraternalmente con las dos cordadas francesas,sobre las incidencias de nuestra escalada,más el recuerdo de nuestros amigos imprimía un sello de ansiedad en nuestras conversaciones.Las horas se sucedían lentamente en el interior del albergue,en tanto que en el exterior la tempestad iniciada a nuestra llegada,se hallaba en su apogeo.Bramaba el viento con furor impresionante,en tanto que los truenos  con su potente estruendo parecían marcar el compás  al continuado martilleo del granizo sobre el refugio.Aún cubierto infundía respeto la potencia desatada de los elementos y daba sensación de que en cualquier momento el albergue iba a ser precipitado al abismo.
Llegada la noche,tras una frugal cena,nos acostamos en los camastros bien cubiertos por cuatro espesas mantas,ya que el frío era intensísimo.Afuera,la tormenta continuaba con sus rayos y truenos.
Advertimos al guardián que nos despertara a las tres de la mañana,pero a esta hora el tiempo continuaba inclemente.Sin embargo a las seis,nos avisó que la tempestad había cesado totalmente y había dado paso a un día espléndido.

¡MONT-BLANC! ¡MONT-BLANC!
Como catapultas dejamos el catre y a velocidad de vértigo hicimos las mochilas.Eran las 6,45 horas de la mañana cuando dejamos el refugio. Calzados los grampones y debidamente encordados. Julio-Carmina y Hervías iniciamos la ascensión al Mont-Blanc a la zaga de las dos cordadas francesas que habían salido minutos antes.
Caminamos seguros sobre la nieve helada, cuando un traspiés Carmina perdió el piolet, que descendió vertiginosamente por el glaciar. Extremamos nuestro cuidado y por camino aéreo, más sin dificultades seguimos la larga arista que sube hacia el Dome de Gouter,alcanzando su cúpula de 4304metros,tras dos horas de marcha.Seguidamente en diez minutos descendimos al collado del Dome(4237metros).
Cuando nos aproximamos al Refugio de Vallor,enclavado ligeramente más alto que el collado,salió a nuestro encuentro Alberto Besga,quién nos anunció que Peciña, Bacigalupe, Yanke y Ugarteche salieron hace 24 horas hacia el Mont-Blanc, sin que hasta el momento se sepa nada de ellos.
La razón de hallarse el en Vallot obedece a tener en sus manos un punto de congelación y volver al refugio.
Nos informó que dos guías de los que se hallaban en el refugio, salieron el día anterior sobre las tres de la tarde en su búsqueda,a pesar de la tempestad pero regresaron dos horas después sin haber hallado rastro de nuestros amigos.
Carmina presa de un llanto incontenible hacía más penosa nuestra tribulación. Lionel Terray, el célebre guía francés,himalayista y vencedor del temible Fitz-Roy, la acogió paternalmente, penetrando en el refugio por una trampa abierta en su base. Erigido en la proximidad de la bosse inferior(4362metros)es propiedad del Club Alpino Francés, con capacidad para 24 personas.Construido en duraluminio el año 1938,remplazó al refugio de madera edificado en 1892 por J.Vallot.
Ligeramente más bajo (4347metros),hallase el observatorio construido por el mismo Vallot en 1898,que sucedió al refugio-observatorio de 1890.Por ser propiedad del estado,se halla cerrado a los alpinistas.
Tras un breve cambio de impresiones decidimos subir hasta el Mont-Blanc.La cordada parisiense comenzó su ascensión y Terray con otro guia,salieron a continuación.
Por nuestra parte,procuramos tranquilizar a Carmina,a la que los cineastas que se encontraban en el refugio filmando una película,le brindaron una taza de té,desistiendo ella finalmente de continuar la ascensión.
Así nos encordamos nuevamente.Julio marchó en cabeza, Besga fue segundo y yo cerré la marcha.Iniciamos la subida por la arista de nieve helada,remontando en principio,la Grande Bosse(4513metros),seguidamente la Petite Bosse(4547metros) y rebasando les Rochers de la Tournette(4677metros) alcanzamos tras 1hora y 20 minutos a la cumbre del Mont-Blanc(4807metros)la altura máxima de Europa.
Su cima tiene la forma de una arista de unos cincuenta metros de longitud orientada de E. a O.,la cresta es casi horizontal,siendo la extremidad oriental más alta que la occidental.
El Mont-Blanc,no tiene igual en los Alpes,tanto por su arquitectura única,como por su altitud,siendo una de las más bellas montañas del globo,al punto que puede compararse,sin desdoro,con las cimas del Caucaso y varios gigantes del Himalaya.La caída vertical de sus glaciares,tiene poca diferencia con la del Everest.Tanto es así,que entre el pueblo de Bossons(1001metros),en el fondo del valle(punto que descendimos) y la cumbre del Mont-Blanc,existiendo una distancia en sentido horizontal de 7 km.500metros,hallando una diferencia de desnivel de más de 3800 metros.
A pesar de que el sol brillaba esplendoroso,el viento levantando torbellinos de nieve,por lo que la temperatura era muy baja.Con toda rapidez impresionamos unas fotos,iniciando seguidamente,tras una última mirada a este imponente paisaje,el descenso a Vallor.No obstante el fuerte ,bajamos con gran seguridad y escudriñando los alrededores,tratamos de controlar cualquier inicio que pudiera señalarnos el paradero de nuestros compañeros desaparecidos.
Tras cuarenta minutos de descenso,llegamos al Refugio de Vallot.Nuevamente cambiamos impresiones con Terray y la cordada parisién,más ellos tampoco encontraron rastro alguno que delatara el paso "des espagnols".Según aquél cabía la esperanza de que nuestros camaradas al coronar el Mont-Blanc,en lugar de de volver a Vallot,descendieran al collado de la Brenva,sobre el que se alza el Mont-Maudit,para bajar al Grand Plateau y llegar a los Grands Mulets o también por la vertiente italiana,tratando de descender a Courmayeur.
Un pequeño alivio nos invadió ¿Se hallarían sanos y salvos en Chamonix? O por el contrario ¿tendríamos recado de que se encontraban en Italia?
Así cargando las mochilas de nuestros amigos,decidimos volver inmediatamente al valle.Haciendo presente nuestra gratitud a Terray y demás colaboradores por su auxilio,variamos el itinerario de nuestra ascensión haciéndolo por los Grands Mulets.Salimos a las once y media y tras bajar al collado del Dome,llegamos sin dificultades,al Grand Plateau.Tras salvar una serie de grandes grietas y suspendidas sobre nuestras cabezas,como una amenaza continua,las enormes moles de nieve del Dome de Gouter,atravesamos felizmente la línea de "seracs"que nos separa del Petit Plateau.Paralelamente ya a las rocas de los Grands Mulets.,alcanzamos el refugio de su nombre(3051metros)
En la inteligencia de que se trataba de un refugio con guardería si no ahora,antes lo fue,esperamos nos fueran facilitadas noticias de nuestros amigos,pero únicamente encontramos en él a la cordada parisién que nos había precedido.Fraternalmente tomamos un bocado e igualmente de seguido.continuamos nuestro descenso hasta el Glaciar de la Jonction.
Tardamos más de una hora en cruzar el mar de seracs que nos esperaba de la Montagne de la Cote(2598metros),en tanto que los turistas apiñados al borde del glaciar observaban nuestra dificultosa maniobra por tan peligroso lugar.
Ya en terreno firme,nos descalzamos los grampones,que junto con el piolet,cargamos en nuestras mochilas.
Esta Montagne de la Cote que a modo de península avanza sobre los glaciares de Bossons y Taconnaz,que la flanquean,cerrada en su altura máxima por el Glaciar de la Jonction,dibuja en su arista rocosa un sendero bien marcado por el que descendimos a través de innumerables revueltas.
Hicimos un breve alto en el Hotel de las Pirámides(1895metros) y ya por un camino amplio,bordeado por un frondoso bosque terminamos nuestra marcha en el pueblo de Bossons(1004metros).Eran las 8,45 de la tarde y rendimos jornada tras quince horas de excursión.
Nuestros amigos franceses disponían de un magnífico coche,en el que cubrimos rápidamente los pocos kilómetros que nos separan de Chamonix.
Inmediatamente nos personamos en el Refugio de Biolay y de seguido nos trasladamos al campamento,pero desgraciadamente no había noticias de nuestros amigos.

INESCRUTABLES SON LOS DESIGNIOS DEL SEÑOR:
Temiendo por su vida, decidimos inmediatamente dar parte a la Gendarmería,la cual se ocupó de pasar el debido comunicado al Bureau des Guides.Un retraso,aún el más breve.¿No podía caber que se encontraran en el fondo de alguna grieta?podía acarrear funestas consecuencias.
No tardó mucho en presentarse el jefe guía Mr. Bozons,con quién nos trasladamos Besga y yo en coche a su despacho.Le expusimos nuestros temores,haciendo un relato del itinerario e incidencias de su ascensión.
El caso era urgente,no cabía demora ya que se hallaba en juego la vida de cuatro entrañables amigos,por lo que rogamos a Mr. Bozons que iniciara de una forma inmediata,apelando a todos los medios a su alcance.
Así lo entendió a pesar que eran las doce de la noche, dispuso la urgente salida de una cordada de guías,quienes a las tres de la mañana dejaban Chamonix para cumplir su peligrosa misión.
Rechazada nuestra colaboración,quizás pensaron que en lugar de ayuda sería un  estorbo.Solo nos restaba esperar,la incertidumbre y los serios temores de un fatal desenlace,nos privaron del sueño durante toda la noche.
Vimos con agrado los primeros rayos de sol de un nuevo día,ajeno a nuestra tragedia.
Eran las nueve de la noche,cuando la cordada de descubierta regresó a Chamonix:Habían encontrado a" les espagnoles"en la Tournette,pero desgraciadamente habían dejado ya de existir.
La noticia de su muerte,aunque esperado nos produjo una penosísima impresión.
¿Como pudo producirse tal desgracia?
Desviados de la arista,alrededor de quince metros,sobre la vertiente italiana,buscando refugio contra la tempestad,que les castigaba cruelmente,según Terray el viento llevaba una velocidad de 150 kilómetros por hora y la temperatura oscilaría sobre los 20 grados bajo cero.Una cerrada nube de granizo,algunos del tamaño de huevos de paloma,decidieron esperar hasta que amainara la tormenta.Debidamente encordados y asegurados por el piolet de una eventual caída,se vieron invadidos por el agradable sopor de la muerte.
¡Dulce tránsito a la vida eterna!
Más¿ como fue posible que habiendo pasado a su vera nueve alpinistas,en plan de descubierta,no hubiéramos podido controlar se posición?
La gran cantidad de nieve y granizo que cayó a las quince horas que duró la tormenta cubrió como un sudario los cuerpos,de nuestros inolvidables amigos.

¡OH MONT-BLANC,MONT-BLANC¡
Cuan duro con ellos fuiste
¿porqué con recelo viste
Los que te brindaron gozosos su afán?
Amigos queridos descansad en paz
Que en esta Vasconia bendita
La grey reza contrita
por vuestro descanso inmortal.
¡PECIÑA,YANKE,BACIGALUPE,UGARTECHE!
Padre nuestro..........
BILBAO-Agosto 1953 ALFONSO HERVÍAS.

CARLOS UGARTECHE PORTALES
MANUEL YANKE BEGOÑA,hijo del Dr. Julio Yanke Murueta presidente del Club Deportivo de Bilbao,casado María Begoña Murillo.Residía en su finca de Salvatierra(Agurain).Había nacido el 13 de Junio de 1921.Fiscal Municipal de Vitoria.Un club de montaña lleva su nombre.
JOSE MARIA PECIÑA AZANZA,nacido en Elgoibar en julio de 1915,vivió su niñez en Oyarzun donde su padre era farmaceútico.Escalador y esquiador de fuerte contextura física.
ENRIQUE BACIGALUPE AGUIRRE,su padre murió en el Gorbea la noche del 30 de Julio de 1927,era el jefe de la Escuela de Alta Montaña del Frente de Juventudes.

La capilla ardiente se instaló en el Club Deportivo de Bilbao,a las doce del medio-día la comitiva salió del Club,por la calle Alameda Recalde,Plaza Moyua,Gran-Vía hasta la calle Alameda Mazarredo en la Iglesia de San Vicente Martir,donde se ofició la ceremonia religiosa.

Archivo Club Deportivo de Bilbao
Cesar Estornés Ibargüen,presidente de la Comisión de Montaña del Club Deportivo de Bilbao.
A la memoria de todos ellos y en recuerdo de su gesta.

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